débil
Como si no importara lo que hicieron esa vez, Yeonjun siguió asistiendo a la iglesia como un buen pueblerino, pero el problema es que no podía concentrarse en nada y sólo seguía recordando lo de aquella vez, y Beomgyu, él se veía impasible cómo si nada hubiese pasado y no podía evitar sentirse confundido por aquello. Porque por su parte, cada vez que recuerda lo que hacían no podía evitar sonrojarse, en el momento de hacer aquellas cosas no se siente como algo malo pero luego se da cuenta de la realidad, cosa que sigue sin creer, hacer algo así en un lugar así.
Aún no lo creía, no se lo creía.
Era vergonzoso, un desvergonzado, lo sabía.
Pero cuando todos se iban y solo quedaban ellos, no podía evitar mirarlo a los ojos deseando algo más.
Estaba perdido en ellos.
Y se sentía como su única salida.
[...]
Habían días en dónde particularmente venía mucha gente y este era un día de esos, hoy fue con unos pantalones de vestir de color negro y una camisa blanca bien planchada, hasta le daba risa vestirse tan normal como un hombre decente, asistió al lugar vestido ordenadamente y se había quitado los piercings que generalmente usa y cuando solo quedaban ellos dos solos en un rincón se quitaba esa molesta camisa, quedando solo con una básica camisilla molesta que dejaba a la vista parte de su cuerpo ejercitado lo que le hacía parecer sin dudas en un matón como algunos rumoreaban.
Estando sentado con Beomgyu en su regazo le habló muy cerca suyo.
—El día de hoy debo de confesarle que estoy tan caliente con solo verlo.
—Supongo que debo de encargarme de ello otra vez. —le respondió Beomgyu relajado.
Yeonjun sonrió y se acercó más al chico, clavándole un beso en su cuello y luego bajando un poco a su hombro llenandose de su olor particular.
—¿Que deberíamos hacer hoy?. —Choi apretó suavemente el vientre del chico que se encogió ante eso—. Sería lindo que me quisieras ayudar ahí abajo... —acarició sus muslos cerca de su lugar privado.
Beomgyu bajó la mirada tímidamente y dilusiono aquello, pensó, en que el mayor ya lo había hecho antes con él, tendría que hacerlo así, de esa misma forma en la que el lo había hecho también, ¿Verdad?. No parecía difícil cuando él lo hizo.
—Lo haré.
Choi lo miró con sorpresa observando los movimientos de Beomgyu que se levantó y inclinó hacia abajo.
—Porfavor bendiceme. —pidió en un tono juguetón.
Beomgyu ignoró aquello y se arrodilló en el suelo llegando a alcanzar una altura adecuada para lo que iba a hacer mientras Yeonjun se preparaba desabrochando sus pantalones para liberarse.
—Esto duele, si no haces algo pronto, dolerá más... —Yeonjun dijo con una mirada inocente que no reflejaba nada cuando bajaba la mirada a su polla.
—Supongo que es así.
Beomgyu se acercó y lo lamió sintiendo un sabor raro lo que le sorprendió por un momento. Continuó lamiendo lentamente en dónde el mayor lo había lamido antes en el suyo y abrió la boca para ya introducirlo dentro, haciendo jadear al mayor.
—No... si lo haces así, de esa forma es difícil, Gyu.
El mencionado alzó la mirada con la polla aún en su boca sin saber cómo interpretar lo que dijo. ¿No lo está haciendo bien?, ¿Entonces como debería de hacerlo?.
Yeonjun presionó sus ojos suspirando y se levantó de su asiento haciendo con eso que su polla llegue más adentro, agarró el suave cabello negro y lo acarició mientras se sentía respirar en el paraíso.
Se movió bien, ambos cooperaron así que se sentía bien, es decir, Beomgyu cuidaba de no lastimarlo con sus dientes por lo que era bueno para poder moverse.
—Gyu... Beomgyu... —Quería ver su rostro con detenimiento pero no lo alcanzaba a hacer por sus ojos cerrados y es que estaba tan excitado que no podía hacer nada más que jadear y sentirse bien mientras inclinaba su cabeza hacia atrás y se movía—. Ah... Ah.
Siguió con el movimiento mientras su polla era absorbido por esa linda boca y sujetó de los costados al chico aumentando la estimulación y tal vez era demasiado pero no podía pensar en nada más cuando estaba haciendo algo como eso, y hizo lo que pudo para no ser tan brusco, intentando salir antes de venirse pero un roce más en su sensible erección lo hizo cosquillear y tiritar por lo que no tuvo más remedio que empujarlo y soltarlo todo dentro.
—Uh...ah. —se tiró en el asiento intentando recuperarse y aunque su vista era algo borrosa en ese momento pudo ver al chico en el suelo tosiendo—. ¿Estás bien?.
Se levantó y frotó su espalda de pronto sintiéndose apenado. —Lo siento... No fue mi intención no pude contenerme.
—No... Está bien.
—uh... ¿Lo tragaste?.
Beomgyu asintió con su rostro rojo y el mismo se sintió tímido por aquello.
—No tenias que hacerlo. —mencionó nervioso.
—Solo pensé que sería malo escupir algo que puse en mi boca...
¿Acaso, no lo escupió por eso? Uh, Beomgyu resultaba demasiado bueno aún cuando se trataba de ese tipo de cosas.
—Uh no, haces que me ponga duro de nuevo.
—Aún hay tiempo.
[...]
—Debo decir que es bueno hacer estas cosas pero, no es un problema para ti?. —finalmente le preguntó a Beomgyu, era algo que siempre rondaba en su mente pero no sabía si estaba bien decirlo, simplemente se le salió.
—No lo creo, el problema sería que alguien nos descubriera supongo.
Yeonjun rió. —Eso es claro—. Fijó su mirada en el menor. —Pero, preguntaba por ti, no te molesta hacer esto conmigo?.
Beomgyu lo miró un momento y luego fijó su mirada de nuevo al frente.
—No me molesta.
Yeonjun esperó un momento pero el no dijo nada más que eso. Beomgyu, sorpresivamente siempre era así cada vez que le preguntaba ese tipo de cosas.
Yeonjun también volteó su mirada no pudiendo evitar sentirse un poco decepcionado.
—Ya debería de irme ya es tarde. —mencionó Yeonjun levantándose.
—Um, ¿Te vas?.
—¿Si? Tengo que irme. —dijo mientras arreglaba su camisa y su cabello.
—¿Puedes... darme un beso antes?.
Yeonjun se quedó quieto, lo miró por un instante no sabiendo en qué es lo que pensaba él, pero sólo asintió indicándole al menor que se acercara.
Hoy no se habían besado tal vez solo era por eso. Así que lo besó tranquilamente, dándole un beso ligero comparado a los que compartían, y dejó toques suaves en su suave cabello mientras el chico lo sujetaba, en el beso dónde cerraban sus ojos.
Cuando se separaron le preguntó lo que sentía, siendo honesto preguntó sin importar el resultado.
Porque Beomgyu era amable pero también algo frío a la hora de expresarse con él. Era un tanto cerrado a sus sentimientos.
—¿Te gusta que te bese?.
Beomgyu abrió sus ojos en sorpresa y tardó en responder o más bien, no respondió.
—Esta bien no pienses, no tienes porque responder, me gusta lo que hacemos y estoy bien con eso. Siempre estoy agradecido contigo y no es mi intención presionarte. —se excusó Yeonjun.
Aún así el no respondió.
—¿Hay algo que tengas que hacer hoy?. —preguntó una última cosa antes de marcharse.
—Nada.
—¿Enserio?. 'Tal vez sea una oportunidad' pensó.
—¿Quieres salir hoy?. 'conmigo' 'sal conmigo' pidió en su mente. —¿Tu no sales de aquí verdad?.
—¿A dónde?.
Sonrió y se acercó de nuevo al chico. —Te llevaré a mi trabajo.
—Oh, ¿Trabajas?. —dijo expresando sorpresa que ofendió a Yeonjun.
La sonrisa que tenía pronto bajó y mostró confusión en su rostro. —¿Que? Claro que lo hago.
Beomgyu sonrió y Yeonjun solo se sintió golpeado ante esa simple expresión, pero es que si era sincero, para él nada era simple cuando se trataba de Beomgyu.
El podría ser un chico simple pero no era nada simple.
Alguien glamoroso y bello, una belleza pura.
—Es que siempre estás aquí. ¿Porque no pensaría eso? Inclusive las mujeres rumorean, "un vago que se viste bien" es lo que escuché una vez. —se excusó el menor.
—Ah cómo pueden decir algo así del prójimo. —negó bromeando tiernamente llenando el ambiente de alegría compartida.
—¿Entonces si trabajas como es que tienes tiempo?.
—Bueno trabajo de noche por eso me voy a tal hora ya sabes, y será mejor que nos apuremos antes de que se haga tarde así que ponte algo y vamos. —empujó al chico palmeando su trasero y su actitud divertida cambió a berrinche, cosa que le enterneció.
"Lindo"
Pronto Beomgyu volvió con ropa casual que se trataba de un pantalón de vestir y camisa blanca como era de esperarse, y Yeonjun sonrió extendiéndole una mano.
—Vamos corriendo así que sujetate de mi.
—¿Ah?.
Yeonjun lo atrapó de la mano y lo abrazó, habían dejado las cosas en orden o a medias antes de salir, y una vez fuera se apuró sin aviso a empezar a correr dejando confundido a Beomgyu que intentaba seguirle el ritmo.
Tenían las manos unidas por lo que Beomgyu tenía que seguirle el ritmo si no quería tropezar.
—¡Ah no puedo!. —alzó la voz para decirle.
—Es cerca, cinco minutos corriendo, ya verás. —consoló Yeonjun.
—Es mucho.
Las calles en dónde corrían estaban vacías por lo que parecían ser, era un callejón, supone es un atajo al lugar.
—Uh me falta aire.
Yeonjun se detuvo y como consecuencia, Beomgyu perdió el equilibrio chocando contra él, que lo sostuvo fácilmente para que no se cayera.
—¿Estás bien?, Te cargaré.
—¿Eh? No-
Quiso negarse pero fue tarde para quien se mostraba apurado, el mayor ya lo había cargado en sus brazos haciéndolo sentir avergonzado en esa situación.
Yeonjun rió mientras lo llevaba y gotas de sudor caían desde su frente haciendolo ver atractivo desde donde estaba, ese pensamiento haciendolo sentir tímido a su ser, y apretó sus propias manos como acostumbraba cada día al rezar, pero pronto llegaron al lugar y tenía que separarse del cuerpo ajeno.
—Uf eso fue rápido verdad?.
—Si. —respondió, Beomgyu observando el lugar en el que se detuvieron— ¿Es aquí?.
—Así es. —Yeonjun sacó una llave de bajo de alguna plantera y abrió la puerta del lugar— Es mi querido bar.
—Oh. —Beomgyu recordó algo y habló—. Las señoras también hablaron de eso.
—¿Enserio?, ¿Que dijeron?.
—Que un vago tenía un bar en medio del pueblo y es escandaloso por las noches.
—¿Ah?. —tosió incómodo y intentó cambiar la conversación— Hablan mucho de ese vago ¿No crees?. Supongo que debe ser un hombre muy guapo.
Miró a Beomgyu en busca de una reacción pero solo se quedó en silencio mirando a su alrededor.
—Pff. —negó Yeonjun.
Se adelantó a ordenar el lugar, solo tenía que prender las luces y limpiar las mesas, todo lo demás lo preparaba de día, antes de salir a ser un buen hombre que aprendía y cuidaba bien del pequeño sacerdote del pueblo.
Y si Gyu era el único sacerdote del pueblo, pues él era el único dueño del famoso y único bar del pueblo.
Y tal vez. —miró en dirección de Beomgyu que estaba observando los vinos.
No...
Beomgyu solo era alguien generoso y gentil, alguien que solo lo aceptó aunque le confesara algo tan escalofriante, aún con eso lo aceptó y lo ayudaba sin rechistar.
No debería de pensar en algo más que eso. Lo que hacían era suficiente, no podía permitir corromperlo de más.
Cuando ordenó todo se acercó a Beomgyu que aún veía todo el lugar curioso y lo sujetó de la cintura frotando su nariz en su mejilla. Un acto tierno que lo dejaba un tanto excitado todo por tratarse de él.
—Me gusta la ropa que usas pero sería lindo que pruebes algo que se adapte a ti y es justo lo que tengo en mi habitación.
—Estoy bien con mi ropa, además no creo que tengas algo de mi talla, me quedará grande ya sabes.
—No te lo tomes a mal pero, ¿Con quién crees que estás hablando?. Por supuesto que tengo algo de tu talla porque lo tengo para ti.
—No hace falta.
—Quise hacerlo y estaría triste si lo rechazas sin darle una oportunidad. Vamos a que te cambies y si no te gusta, siempre puedes no usarlo, en ese caso no insistiré ¿Si?.
Beomgyu sólo asintió y lo acompañó, el mayor lo llevó a una gran habitación que lo dejó sorprendido , no por lo espacioso del lugar sino por lo ordenado y las cosas que había dentro.
Los muebles eran lindos pero la ropa que había en algunos lugares, podía decir que era más llamativo ahí.
—¿Porque tienes tanta ropa?. —preguntó por curiosidad.
—Um me gusta vestir bien y en ocasiones hago ropa porque no me gusta lo que venden en las tiendas.
—Oh, no lo esperaba. —se sentó en la cama y Yeonjun se acercó con algunas prendas que agarró de algún lugar específico.
—Prueba esto, siento que se vería perfecto en ti.
Beomgyu asintió y se sacó parte de su ropa inicial y luego miró a Yeonjun en busca de privacidad cosa que le otorgó después de refunfuñar y unas cuantas miradas antes de voltear.
La camisa que le entregó era de un color negro y se ajustó bien a su cintura, tenía mangas largas pero era de un estilo que nunca había visto, la tela trazaba su pecho como de ambos lados, la tela era linda y suave por lo que le gustó desde un principio.
Los pantalones de vestir era de un color algo verde ¿Musgo? No sabía. La tela por fuera era rara pero linda, por dentro era cómodo pero parecía caro...
—Ya me vestí.
—Oh!. A la cuenta de tres me voltearé. —contó con sus dedos— Uno, dos, tres. —y se volteó con sus manos tapando su vista que apartó emocionado para finalmente verlo, todo eso haciendo sentir tímido a Beomgyu.
—Nunca usé algo como esto... —mencionó Beomgyu.
—Ah te ves bien. —habló impresionado—. Más de lo que pensé.
Se quedó observandolo por un tiempo que se olvidó de lo que iba a decir desde un principio, siendo Beomgyu quien lo despertó de su trance y le habló sobre lo que el mismo quería decirle desde antes pero se había perdido y el se adelantó a ese tema.
—Esto. —Beomgyu señaló la camisa—. La ropa es linda pero me gusta más la camisa.
Yeonjun sonrió. —Por supuesto, lo hice pensando en ti.
—¿Eh?... En mi?.
Asintió. —La tela es seda, una tela algo difícil de conseguir por aquí. —rió antes de agregar—. Como dije antes, está camisa lo hice pensando en tí y ahora que lo tienes puesto, ¿Podrías fijarte en la cintura?. —Beomgyu bajó la mirada y como antes, se fijó en la prenda que se aferraba a su cintura.
—Se aprieta bien a ti. —Yeonjun rodeó su cintura y jugó con la tela—. Siempre quise ver más de ti a través de la ropa que usas y esto es la prueba en sí de ello. Por eso es que toqué varias veces tu cintura, te abracé, y esto es el resultado.
Beomgyu se sonrojó hasta las orejas y se encogió en el agarre.
—¿Y los pantalones?. —preguntó intentando desviar ese tema que le hacía sentir tímido para poder calmarse de su respiración un tanto agitada por el calor que sentía por esos toques que recibía.
—Los pantalones es porque la tela me pareció extravagente pero no exagerado, resulta ser elegante pero no algo que resalte tanto. Es lindo y combina bien con esa camisa.
—Uh también pensé lo mismo, que se ve bien con la camisa.
Yeonjun sonrió y se apartó para buscar una cosa más que no podía faltar.
—Mira esto, son unas lindas botas. Es la cosa final para completar tu ropa de hoy. Siéntate. —pidió.
Beomgyu hizo caso y espero a que Yeonjun se lo entregara pero en lugar de eso, el se agachó y comenzó a colocarle los zapatos.
—Puedo hacer eso sabes?.
—Me gusta, lo hago por ti porque quiero hacerlo, no me malinterpretes. —sujetó bien los cordones y se levantó.
—Listo. —dijo sonriente.
Beomgyu lo miró, sintiéndose raro con él y con aquel lugar.
Era diferente a lo que estaba acostumbrado, algo nuevo, desde que conoció a Yeonjun parecía que siempre había cosas nuevas a su alrededor, cosas que nunca esperó.
A veces lo pensaba, que había algo nuevo cuando estaba con el y era algo diferente a lo que imaginó en su vida.
—Te ves bien, perfecto como siempre pero más perfecto ahora. —afirmó Yeonjun.
—Um, ¿No es tarde ya?. Te apresuraste para venir a tiempo pero estás perdiendo tiempo aquí conmigo.
—Ey no es así, me apresuré con la esperanza de mostrarte esto y lo logré. Lo demás es lo de menos.
—No seas así tienes que trabajar o acaso... ¿En verdad eres el vago del que hablan?.
—No digas eso. —reprochó Yeonjun abrazándolo—. Los sábados tengo listo para abrir el lugar a las ocho y aún no son las ocho además si ya hubiera sido tarde ya estaría escuchando mucho ruido afuera en estos momentos. —se acercó a Beomgyu—. Te recuerdo que estás con el dueño, deberías de aprovechar y pedirme unos besos o bueno algo más... algo de licor gratis.
—Quiero vino porfavor. —pidió amablemente ignorando el coqueteo del dueño.
—Ah, está bien, te daré lo mejor si tomas conmigo.
—Si, vamos.
Salieron de la habitación con Yeonjun cerrando bien la puerta y Beomgyu se sentó en una silla mientras esperaba a que el mayor eligiera algún vino.
—Mira. —le mostró una botella.
—¿Que?.
—Este vino es muy bueno para los que no están acostumbrados al alcohol, es bueno si lo acompañas con alguna comida así que si quieres comer algo avísame.
—Está bien, te diré más adelante.
Yeonjun le pasó un vaso y abrió la botella que Beomgyu le pidió le entregase.
—Yo serviré, dame tu vaso.
—Oh que lindo chico.
—Pf, eres gracioso, si tú me invitas es bueno que yo sirva.
—Um, es así?.
—No, solo quería servirme por mi mismo.
—Ugh ya me había emocionado.
Beomgyu sirvió en ambos vasos y luego ordenó su cabello. El mayor lo observó por un rato y jugó con su propia manga sacando disimuladamente una goma para cabello.
—Te sujetare tu cabello, lo pensé un poco y creo que sería algo de lo que hablar si alguien que va a la iglesia te ve aquí. De por sí con la ropa que llevas ahora te ves diferente y con el cabello sujetado pienso que también lo será.
La ropa que llevaba ahora de hecho lo hacía lucir muy diferente, cómo alguien de su edad o como alguien que buscaba vestir a la moda.
Era diferente a su yo usual.
—Lo dices enserio o es porque quieres verme con el pelo recogido?.
—Um, ya me conoces supongo. Digo, no, son ambas cosas ya sabes. —se apuró en decir fingiendo una risa sintiéndose atrapado.
—Lo sujetaré yo. —dijo Beomgyu.
—Esta bien... —contestó decepcionado entregándole la goma.
El menor suspiró y no la tomó.
—Te lo estoy dando, no lo vas a agarrar?.
—Cambié de opinión, hazlo tú.
Yeonjun sonrió levantándose de su asiento y aguanto la respiración maravillado al tener el cabello ajeno a su disposición. Se lució intentando atarlo de verdad que lo hizo pero, el no sabía lo que estaba haciendo y terminó causándole dolor al chico.
—¿Duele? Perdón, creo que es mejor que lo hagas tu después de todo.
—No importa, está bien así. Al menos ya está bien sujetado.
—Si, te ves lindo.
—Para, lo sé.
—Aunque lo sepas no es suficiente, quiero que seas el único en mi corazón.
Beomgyu bajó la cabeza tocando su cabello quedandose en silencio.
'No digas tonterias' es lo que quiere decir pero era mejor no decir nada.
Yeonjun fijó su mirada en dirección al reloj de la pared, era tiempo de alistarse. Sujetó una rodilla de Beomgyu y le habló.
—Iré a prepararme un momento y toma con moderación que aún no abrimos ¿Si?.
—Esta bien.
[...]
Solo después de un tiempo a solas bebiendo y mirando alrededor, Yeonjun volvió.
Sus ojos se abrieron en sorpresa por la imagen que tenía enfrente, era diferente muy diferente a como usualmente lo veía y sabía.
Sabía que era un hombre guapo pero ahora ve y también era sexy aunque sólo estuviera parado en un lugar sin hacer nada.
Le pareció diferente y algo lejano.
Como si fuera un hombre que no conocía.
La sola idea lo hizo tensarse.
—¿Esperaste mucho?. —preguntó Yeonjun acercándose.
—No...
—¿Que tal?, Soy atractivo?. —preguntó Yeonjun en un tono de broma que resultaba coqueto para Beomgyu.
Beomgyu tardó en responder y sólo asintió. Yeonjun iba a sentirse decepcionado por su poca respuesta pero pudo ver el astibo de un sonrojo, que sabía no podía ser el alcohol. —lo miró un momento y él solo continuó con su bebida torpemente.
Yeonjun apartó el vaso y lo besó haciendo sentir tímido al menor.
—No hagas eso. —pidió Beomgyu.
—¿Um?, ¿No quieres?.
—No es eso. 'me siento timido' quiso decir.
—Sabes a alcohol pero aún así me gustas.
Beomgyu se apartó del beso y tosió.
—¿Porque sigues diciendo esas cosas?. —dijo Beomgyu con un tono confundido y pudo mirar sus ojos húmedos después de haber tosido.
—Solo soy honesto contigo, ¿Está mal?.
—No se, es raro. —negó.
—No lo volveré a hacer. —dijo Yeonjun.
Y la mirada que le dió le dolió sintiendose como una presión en su pecho.
Tal vez tenía un buen corazón como decían o solo era débil a esa mirada, no sabía y no quiere saberlo.
—No importa, puedes seguir haciéndolo, no es mi intención frenarte.
'solo no se como sentirme, si es malo o no me confunde'. Pensó Beomgyu.
—¿Si?.
Beomgyu asintió y extendió una mano al mayor, juntó sus manos y pudo ver con detenimiento aquellas manos con algunas heridas que ahora, tal vez sabía cómo se las hizo y besó sus palmas sin saber porque, solo quiso hacerlo y estaba bien con eso.
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Gracias por leer.
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