(Viñeta XXIII)

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Holis gente linda ❤️ cómo andan? Tanto tiempo! Si, si me he desaparecido un tiempito espero que me hayan extrañado como yo a ustedes 🥰

En estos últimas semanas he andado rebalsada de trabajo con las mesas de exámenes de mis alumnos también anduve haciéndome los estudios correspondientes que me ha mandado a hacer mi médico de cabecera en fin, muy pero muy atareada sin contar que mi musa andaba volando por allí y no quería cooperar 😆 pero por suerte ya regresó de su viaje astral 🤭

Sin más, los dejo con la lectura 📖 este fic está próximo a su fin 🙈 ❤️ y solo diré que en los próximos días, traeré una sorpresita 😏

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-- Por qué huyen? Si esta Irazue, solo quiere jugar --

Dejó escapar una risa aguda y burlona, el piso temblaba como si se tratara de algún terremoto fuerte, los frondosos árboles se sacudían como si nada fueran y dos platinados trataban de esquivar los escombros que caían por los violentos movimientos, ninguno podía llegar hacía la Azabache aunque ella se econtraba más que protegida por su fuerte e inquebrantable campo, no podía hacer nada más que resguardarse y eso la estaba impacientando, sabiendo que los hombres a quienes más quería, se econtraban en peligro.

-- Ella me ha engañado, que esperaba ?
Después de todo, es la madre de Sesshomaru --

Pensaba, cierto Hanyo que saltaba entre roca y roca.

__ Bakusaiga! __

Un fuerte estruendo sonó cuando blandió su fiel espada haciendo que parte de una montaña cayera dejando un gran muro entre su progenitora y ellos.
Podía oler perfectamente las emociones del híbrido que se detuvo por unos momentos, tratando de recuperar su aliento, podría matarlo ,si así, lo quisiera pero comprendió que después de todo, era un gran idiota por haber confiando en alguien sin escrúpulos como su madre.

-- Cómo es capaz de creer que madre se fijaría en alguien tan insignificante como lo es, él?--

__ Por qué, no me matas? __ preguntó, aún, agitado sin dirigirle la mirada, no quería darle la satisfacción de que pudiera ver que en sus ojos, se habían comenzado a acumular lágrimas, estaba decepcionado.

Su hermano le había quitado la mujer que tanto amó y luego creyó enamorarse nuevamente como un tonto y esta, solo lo utilizó llevándose con ella, su cuerpo, su alma y su corazón, ahora estaba siendo cazado como una liebre.

Por un momento pasó por su mente que siempre debió haberse ido al infierno con Kikyo, después de todo, quizás, eso fue lo que siempre mereció.

__ Patético.__

__ Lo soy, siempre seré un patético al lado tuyo. __

Inuyasha no se gastó en discutir con él, simplemente saltó alejándose y en sus pensamientos, solo se disculpó con quién siempre estuvo fiel para él pero que no supo valorar.

-- Lo siento Kag.. --

El platinado rodó los ojos pero cuando iba a perseguirlo su madre se colocó frente a él, interponiendose a su paso.

__ Cachorro. __ sonrió nuevamente y un puñetazo le propinó sobre su abdomen haciendo que Sesshomaru cayera en caída libre
sin poder reaccionar.

Justo cuando iba a tocar el suelo su madre lo elevó por los aires y lo abrazó con todas sus fuerzas, apoyando su cabeza contra su fornido pecho, tratando de buscar afecto por parte de su niño, no tan niño ya.

__ Sueltame. __ se limpio un hilo de sangre que caía de su boca, el golpe había sido increíblemente certero y fuerte.

Irazue hizo berrinche de niña pequeña y lo apretó aún más con fuerza, abrazándolo como cuando era su pequeño bebé aunque sabía que recién lo había golpeado, quería la redención de su hijo y una disculpas por haberla ofendido.

( Abraza a nuestra madre)

-- No! Mira lo que ha hecho!--

Kagome no entendía absolutamente nada, su corazón latía a prisa no veía a Inu a por ningunas parte, solo a Sesshomaru pareciendo ser estrujado por su madre.

La tierra ya había dejado de ser sacudida asíque sin más, decidió salir de su campo para poder escuchar.

__ De niño solías quererme. __ volvió, a apretujarlo y a sacudirlo para todos lados, el platinado solo hizo un leve gesto de disgusto con su boca y bufó. __ Corrías a mis brazos y decías amarme, extraño a mi hijo. __

La azabache con un nudo en su garganta escuchando todo no pudo evitar recordar a su progenitora y pensar en el grave error que había cometido al decidir vivir en aquella época. Adoraba el Sengoku si, pero nada se comparaba con un te quiero y un tierno abrazo de su madre.

Nada tenía ni un apice de semejanza a tan grande amor  que sentía su adorada mamá por ella.
La añoraba, la extrañaba, siempre atesoraba con volver a reencontrarse con ella y fundirse nuevamente en sus brazos como lo hacía cuando aún era pequeña.

__ Mamá.. __

Aquel susurro cargado de dolor , angustia y tristeza no pasó desapercibido para ninguno de los platinados.

Kagome tomó sus rodillas y las abrazó llorando con fuerza y sin consuelo, buscando algún refugio en aquel escondite improvisado, olvidando por un segundo toda la guerra que había desatado su unión con el temido demonio.

Era muy joven para saberlo pero tarde lo había comprendido...

Sesshomaru devolvió el abrazo a su madre y depositó un beso en aquella luna tan igual a la de él.

__ Lo siento. __

Fue lo único que dijo.
Su madre quedó atónita ante el gesto que jamás creía obtendría, soltó su fuerte agarre y vió como su cachorro iba en dirección hacía la pequeña humana que emanaba tal aura de tristeza que su corazón sintió un fuerte pinchazo, decendió lentamente observando el actuar de su hijo.

El platinado se econtraba arrodillado en frente de su humana que no quería salir de su fortaleza y sus brazos se aferraban más a sus piernas que servían para cubrir su rostro.

__ Kagome. __

Lentamente levantó su cabeza y mostró aquel rostro que tanto amaba, totalmente empañado, por sus lágrimas que seguía brotando de sus manantiales que tenía por ojos.

( Mi lady)

Yako lloraba junto con ella y el demonio que no nunca había sido bueno para las palabras, simplemente la fundió entre sus brazos, con miedo a dañarla pero la desesperación de sentir la tristeza en su corazón lo desesperaba como nada en el mundo, quería demostrarle que él, siempre iba a estar allí para ella sea lo que fuese que le esté sucediendo.

Irazue comprendía perfectamente que su hijo finalmente se había enamorado, el aroma que su Cachorro desprendía, se trataba de amor en su mayor esplendor, amaba a la sacerdotisa, no tenía dudas de ello, se fue acercando lentamente.

__ Te he asustado, niña?__

Ladeó su rostro sin inmutarse mirándolos desde arriba, inmediatamente Sesshomaru se puso en alerta y soltó a Kagome, ella en cambio solo la observó desde el suelo con sus ojos aún cristalizados, negó.

__ Entonces por qué, lloras? A caso por todo este caos deseas alejarte de mi hijo ? Lo crees la solución más fácil? __

-- Cómo se atreve?--

__ Madre!__

Kagome lentamente se puso en pie sacudiendo sus ropajes.

Se limpió el rostro con sus mangas y dió unos cuantos hipeos más, antes de hablar.

__ Yo también quiero abrazar a mi mamá.__

Rompió en llanto nuevamente, Yako lloraba como un cachorro desconsolado en el interior de su amo y Sesshomaru solo servía de refugio para tratar de apaciguar aquel dolor que desconocía, no podía hacer nada y se sentía un inútil.

Por otra parte Irazue por primera vez, sintió compasión.
El dolor de la joven caló lo más profundo de su ser y se acercó aún más.

El ojidorado no perdía detalle, no sabía muy bien con que podría salir su madre.

Pero grande fue su sorpresa cuando la Azabache se soltó de sus brazos y se lanzó a los de quién le dio la vida.

-- Kagome!--

Pensó pero ya era tarde, el amor de su vida, abrazaba con fuerza a su madre que estaba atónita como jamás en su longeva vida lo había estado.

Se sintió en paz, en armonía pese a la enorme tristeza que irradiaba su aura, el corazón de Kagome era tan puro y noble que comprendió perfectamente porque su hijo se había rendido ante ella.
Era un ser inocente y lleno de amor.

Era una niña que extrañaba a su madre...

La abrazó de igual manera, Sesshomaru se econtraba  incredulo en su lugar, no olía ninguna rara intención en su madre todo lo contrario sintió cariño(?

__ Tranquila, mi niña. __ acarició, su cabello. __ Esta Irazue te protegerá con su vida. __

Kagome recién caía en cuenta de lo que había hecho y lloró con más fuerza, al oír las palabras de la demonesa...

--Ella.. Ella nos ayudará...--

__ Debemos huir antes que vengan en nuestra búsqueda. __

Ambas mujeres se miraron para luego dirigir la mirada hacía el demonio que había hablado.

__ Iremos a mi palacio, encontraremos un plan para que puedan ser felices juntos. __

Kagome y Sesshomaru se tomaron de la mano y solo asintieron para emprender viaje hacia el palacio de la luna...

-- Luego iré por ti... Inuyasha --

Y con ese pensamiento la demonesa voló por los cielos...

Continuará...

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