( viñeta XI)

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Buenas noches gente linda ❤️ espero que se encuentren súper 🤗

Me puse a corregirlo hoy porque anduve ocupada todo el día aunque el capítulo lo tenía listo en el día de ayer, se me hizo imposible.

Debo de admitir que este, ha sido el capítulo que más amé escribir de esta historia, espero que lo disfruten 🙈

Sin más, los dejo con la lectura 📖

Les mando un abrazote de 🐻

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__ Mnn.. __

Emitió un gemido por el filo pronunciante de una de las lanzas.

Una furia enorme brotó en ella al sentir correr una gota de su sangre por la piel de su cuello.

__ Habla, inmunda Sacerdotisa!__ gritaron.

Kagome elevó su Reiki y los arrojó lejos de ella, sosteniendo su cuello.
La habían herido levemente pero si había sido intencionalmente.

Se acercó a los demonios que tosian arrodillados.
No podían respirar el reiki de Kagome era el más poderoso incluso superando a la legendaria Midoriko, todos estos años, le habían servido para incrementarlo con mucha disciplina y constancia, volviéndose así, la mujer sagrada más poderosa, de todos los tiempos.

Los estaba asfixiando sin necesidad de hacer ningún tipo de esfuerzos.

__ A mi también me dolió. __ dijo, señalando su cuello que sangraba.

Disminuyó su energía, no quería dañarlos, solo asustarlos, pero ni bien lo hizo, rápidamente el jefe del ejército de Sesshomaru,
l

a golpeó en su abdomen haciendo que su cuerpo choque contra el suelo cayendo varios metros lejos.

( Maldito!)

Se posicionó sobre ella, sacando su espada.

__ Di tus últimas palabras, humana. __

A la Azabache se le escapó una lágrima.

__ Lo siento. __ apoyó, sus manos sobre las piernas de este y lo purifico de manera inmediata.

Solo se escuchó un fuerte grito del demonio antes de ser calcinado pero ya no había caso, su cuerpo fue pulverizado por la energía sagrada más fuerte que cualquiera de los demonios presentes, hayan sentido jamás.

( quién era esa mujer?)

Fue la interrogante de todos.

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Yako gruñó.

( esa es su sangre, los mataré a todos! )

Sesshomaru voló rápidamente hacía donde lo guiaba su aroma.
Y la escena que encontró lo cegó de ira.

Allí se econtraba ella, en el suelo, con sangre en su cuello, agitada, dentro de un campo de energía y sobre sus piernas la armadura de quién fue su general, mientras más de 10 de sus fieles demonios trataban de derribar este, gritandole barbaridades, era más que obvio ,ya que en su palacio no ingresaban humanos, había una excepción la pequeña Rin y de más estaba decir que la palabra "sacerdotisa" era blasfemia.

Enemigos por naturaleza.

( Respeto para mi hembra!)

Yako rugió fuertemente y Sesshomaru con su látigo verde cortó el cuerpo de dos de sus demonios haciendo que los otros retrocedan por inercia.

__ Largo.__

Los demonios trastabillaron hacia atrás arrodillándose inmediatamente ante él

-- qué le sucedía a su amo?--

Lo vieron caminar lentamente sin quitar la vista de ella.

( Pov Kagome)

Estaba cansada, un tanto aturdida por el fuerte golpe recibido, me sentía triste, por haber acabado con la vida de aquel demonio pero era inevitable, su objetivo era claro.

Iba a matarme...

Ni bien apoyé mis manos sobre él, vi como su cuerpo se fue desvaneciendo ante mis ojos, quedando solo sus cenizas.
Su pesada armadura quedó tendida sobre mis piernas, así como lo estaba yo, sobre el suelo.
El golpe realmente me había dolido y ni siquiera me había recuperado por completo luego de tanto días de fiebre para utilizar tanta energía.

Cuando oí el rugir de los demonios restante, diciendo que había matado a su general , los vi abalanzarse contra mí nuevamente, eran demasiados, no podría defenderme así que, opté por encerrarme en un campo de energía, era imposible para ellos, traspasarlo, lo cual, me mantendría a salvo, quizás hasta que Inuyasha o Rin aparecieran.

Mí cuello sangraba levemente, era una herida superficial, si hubiese sido otro el caso, por la zona del corte, ya me encontraría sin vida.

Golpeaban con todas sus fuerzas contra mí energía, algunos con sus espadas, otros contra su cuerpo, uno de los demonios escupía fuego y mientras trataban lo imposible, cientos de insultos eran soltados hacía mi persona.

-- idiotas --

Pensé, mientras los escuchaba gruñir y gritar.
Y por estar limpiando mí cuello no me percaté de su presencia, pero cuando miré hacía al frente vi como dos de esos demonios eran destazados por la mitad por un látigo verde tan conocido para mi.

__ Largo. __ escuché, fuerte y claro .

Oh por dios! esa voz..

El corazón me traicionó y comenzó a galopar de una manera tan intensa en mí interior, al recordar cosas que ni debía pensar, menos en esta situación, en donde claramente era mi vida la que estaba en riesgo.

Los vi a todos retroceder y torpemente arrodillarse ante él, no lo soporté más y giré mi cabeza para poder mirarlo, finalmente.

Cuando su mirada conectó con la mía, sus pies comenzaron a moverse lentamente.

Su rostro tan apacible como siempre, sus rasgos tan perfectos que parecían cincelados en un lienzo niveo como lo era su piel, que de solo pensarla, las yemas de mis dedos, picaban queriendo tocarlo aunque sea lo último que haga para atesorar y recordar aquella suavidad que solo he sentido en mis sueños.

Su gran tamaño junto a todo su imponente ser me hace sucumbir
Él me miran desde arriba y yo aún, no he quitado el campo de energía que estoy segura que él a igual que el resto de sus soldados, no lo traspasará.

-- Por qué me he enamorado de ti?--

Me pregunto y a la vez me maldigo, al tener ese pensamiento justo en estos momentos.
Él no dice absolutamente nada pero se coloca de rodillas frente a mi, su vista desciende hacia mi cuello y en sus ojos veo, quizás..

Dolor?

He aprendido en mis sueños cada uno de sus gestos, cada pequeña articulación que emite junto el cambio de color de matiz de sus ojos y pese a sus carentes palabras, he aprendido a leerlo como un libro abierto.

Sesshomaru está decepcionado..

Pero, con quién?

Conmigo por haber matado a su poderoso general o por que el demonio no ha logrado su objetivo?.

Tiemblo al pensar en lo segundo, ya que pese a mi poder, en una lucha contra el poderoso Sesshomaru, no tendría oportunidad de vencerlo.

El temor y la tristeza me invaden.

Nosé que es lo que haya pasado, pero su rostro cambia a uno completo de ira.

Me alejo un poco con temor quitando esas ornamentas de mi cuerpo para que no crea que me estoy burlando de él por haber purificado a uno de su especie y me arrastro por el suelo, mi campo sigue firme, inamovible, no quiero morir en sus manos, no quiero que me mate el ser a quien yo más amo...

De repente veo como introduce primeramente su mano, haciendo un mueca de dolor.

Mí corazón se estruja, le estoy haciendo daño.

No conforme, introduce su brazo casi por completo y veo como tensa su mandíbula, su ropa se va desintegrando y aunque quiero seguir mirando su rostro, poso mí vista en su brazo, se está volviendo rojo, su piel se está quemando, se cortará si sigue así, aquel mismo brazo que alguna vez por mí culpa perdió y luego recuperó.

-- No!!

Aléjate Sesshomaru!--

Grita mí mente y aunque se que es mí vida la que está en riesgo, no puedo herirlo, no a él, porque dañarlo es romper mí corazón, uno que ya ha dejado de ser de mi pertenencia y ha pasado a yacer en sus manos.

--Prefiero morir a dañarte--

Mí campo se cae, le doy una última mirada, sus demonios están expectante a lo que él hará.

Pero yo a ti, no puedo dañarte...

Matame Sesshomaru y aunque eso suceda, juro que te seguiré amando en el inframundo ..

Continuará.....

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