Transcurrieron meses en los que Jennie no tuvo noción de nada, ni siquiera del cachorro que crecía en su vientre. Jamás pudo asistir a un control, una ecografía, o tan si quiera escuchar sus latidos por primera vez, tampoco disfruto de tener un antojo, solo algunos pocos síntomas antes de perder una parte de su memoria.

Al menos verle recién nacido y saludable fue un consuelo para ella, la realidad le sobrevino encima cuando vió a Lisa apartarse con lentitud, desde lejos agitó su mano, haciendo señas con sus manos y labios, pidiéndole que sonría. Pronto se la llevaron, y las enfermeras llevaron a la omega con su cachorro para hacerles controles de rutina. Al haber sido una cesárea Jennie no podía hablar.

No le permitían mover los labios, las órdenes médicas eran claras. Ni un solo suspiro, movimiento o balbuceo.

Ya en su habitación, mientras Byeol dormía en su cuna de acrílico, a su lado, Kim pidió papel y lapiz para poder comunicarse con la joven omega, que, contra todo pronóstico resultó la persona más confiable que tenía en ese momento.

"¿Qué fue lo que sucedió? No lo entiendo, ¿Por qué Lisa se fue?"

Trazó en el cuaderno qué, durante tres días sería su medio de comunicación.

―Para serte honesta, ni siquiera nosotras sabemos lo que pasó con certeza. ―suspiró, masajeando su nuca dolorida por el estrés.

"Entonces ¿Qué puedes decirme de todo esto?"

Escribió compungida, quizás estaba yendo muy deprisa, pero la desesperación era más fuerte que la razón.

―Te contaré un poco, pero tienes que pensar en el cachorro ―acarició su mano.―, seré breve y no hablaremos más de eso por hoy.

La omega asintió a la petición de su menor.

―Bien, hace seis meses tuviste un accidente ―comenzó,―, Lisa y Jisoo estaban peleando, te cansaste de ver como estaban a punto de matarse, así que interviniste, lo último que recuerdo es verte tirada en el piso sangrando ―la observó, buscando las palabras para continuar.—, lo único que sabemos con seguridad es que una de las dos te atacó, tanto Lisa como Jisoo se culparon la una a la otra, dado que estabas inconsciente y no sabíamos si despertarías, Nayeon unnie presentó cargos por maltrato y violencia de género en contra de ambas.

Jennie abrió su boca, como una pequeña "o", impresionada.

"¿Qué más?"

―Les dieron prisión preventiva, Lisa salió al poco tiempo por falta de pruebas, Jisoo tenía más evidencias en contra, pero su hermano pagó la fianza ―recordó, detalle por detalle.—, según la policía, el fiscal congeló la causa, ya que esperábamos que una vez despierta nos digas que sucedió, solo tú puedes decidir. En su momento interrogaron a testigos, revisaron grabaciones, hicieron todo lo posible, pero cada persona presentaba una declaración diferente, y no podían dictar ninguna sentencia en base a ello.

La decisión más grande dependía de ella y de su memoria. Si tan solo pudiera recordar una mínima parte.

"No recuerdo nada, mi mente se anuló, parece que reprimí las cosas malas, solo recuerdo cuando me levanté en la mañana."

Hizo puchero, formando una línea recta con sus labios. Rosé sonrió enternecida, Jennie pudo notar sus ojeras de cansancio al hacerlo.

"¿Cuánto tiempo llevas aquí? ¿Por qué te quedaste conmigo?"

La miró, llena de curiosidad y algo de admiración.

―En cuanto a mi, tengo un salón de tatuajes, y me hecho algunos. ―le enseñó su brazo, tatuado de los dedos al contorno del hombro.

"Tu arte corporal es hermoso"

Jennie sonrió, eso ponía el corazón de la menor a latir como loco.

―Gracias ―sonrió,―, decidí cuidarte, porque las cosas se volvieron complicadas, Momo unnie con su experiencia como abogada estaba ocupándose de la demanda, Jeongyeon unnie tuvo una operación en la pierna, debido a que finalmente se fracturó tratando de intervenir en la pelea, Nayeon unnie no podía estar en dos salas a la vez, así que le dije "Yo cuidaré de Jennie unnie". ―se sentó más cerca de la mayor.

"¿Cómo lo hiciste? A pasado mucho tiempo"

Esa frase sonaba tan extraña, realmente quería reírse de ello.

―Trabajo por las mañanas, cuando salgo paso a casa a cambiarme y me quedo aquí hasta la tarde, luego vuelvo al salón, trabajo hasta las ocho y me quedo aquí hasta la mañana siguiente. He aprendido a dormir en el sillón.

Rió, orgullosa de su propio esfuerzo. Jennie ladeó la mirada, descubriendo ahora el sillón convertido en una cama con todo y peluche.

"No sé como agradecerte, hiciste mucho por nosotros, admiro tu determinación Rosie."

Sonrió, le hubiera gustado escribir algún halago un poco más afectuoso, pero escribir algo como eso no le sonaba tan especial como decirlo, pensó por unos instantes con la mirada baja, entonces encontró la respuesta, Rosé tenía un pequeño tatuaje en forma de corazón en la parte de arriba de su dedo índice, estiró su mano y presionó dicho tatuaje con su dedo.

"Eso significa que te quiero."

Enseñó el escrito algo animada. Luego señaló su estómago, el cual rugía como si fuera su loba.

―Lo siento, no puedes comer aún, hay que esperar doce horas para iniciar la tolerancia, me lo dijo la doctora. ―explicó brevemente.

"Entonces hazme feliz y come por mi, ve, nosotros estaremos bien."

Expresó con un gesto de insistencia, moviendo la mano para que se vaya.

―De acuerdo, voy y vuelvo, no me tardo. ―asintió saliendo de la habitación.

Jennie quedó pensativa, si bien aclaró muchas de sus dudas y estaba agradecida aún no entendía la ausencia de Lisa. ¿De qué más se perdió?
Con mucho cuidado se levantó de la cama y movió los pies lentamente, hasta quedar frente de la cuna, solo dos pasos. Observó a su bebé, acariciando la mano de este. Aquello le hizo sentir mucha paz, al menos tenía en claro una cosa, Byeol era su única y más grande prioridad, las alfas podían esperar sentadas.

La puerta se abrió despacio, Jennie aferró su mano a la cuna y miró hacia allá, podía sentir por el aroma que no era Rosé. El portal fue abierto un poco más, dejando ver que Lisa estaba ahí. Esta ingresó y cerró la puerta detrás de si.

Jennie no podía procesar la sorpresiva aparición, ni la reacción automática de su cuerpo. La loba dentro de ella tampoco lucia muy segura, le era tan extraño.
Al principio antes del parto estaba feliz, incluso después de la cesaría no pensaba en otra cosa, pero ahora, después de las nuevas noticias, se sorprendía de estar actuando como si le tuviera miedo a quien se supone es su alfa.

―No te asustes bonita, nadie sabe que vine hasta aquí.

Eso sirvió para hacerle dudar más, ¿De dónde escapó?

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ACLARACIONES;

— Jenlisa
— Jennie Omega || Lisa Alfa/G!P
— Drama, Fluff, Angst & Romance
— Parejas secundarias; Chaennie & NaJeongMo
— Segundo libro de 'Infidelidad'
— Disfruten

¡Adaptación Autorizada!

Todos los créditos van a @missin_kitten_.