Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

18: Fruto

Habían sido dos meses y unos días más en que priorizó a Agatha en su intimidad y fueron otros casi tres meses en lo que se alejó y estuvo dedicado en cuerpo y alma nada más que a su hijo, pero, ese día, la vida se le volvería a dar vuelta y le devolvería ese titulo del cual, tan forzosamente intento desprenderse, aunque sin mucho éxito. 

Calvera había salido con Agatha, llevándose a los niños y a Shaina con ella, por lo que Kardia aprovecho esa situación y, mientras Degel se duchaba para prepararse e irse al trabajo, el griego tomó todas las coperas de fruta que había en la heladera y se encaminó hacía la habitación de su amante, que se exaltó demasiado cuando lo vio entrar sin siquiera anunciarse. 

-¿Qué se supone que estas haciendo?- Tenía una idea, porque le había visto las intenciones hacía rato, pero sentía que no estaba de más cuestionar su actuar tan infantil. -Está será tu casa, pero no te da derecho a meterte así al cuarto de alguien.

El rubio no dijo ni media palabra, simplemente se le abalanzó y le devoró los labios sin siquiera mediarle palabra. Al comienzo, Degel estaba bastante confundido, pero pronto no le alejo ni intentó nada parecido, solo puso sus manos sobre el pecho contrario y con lentos movimientos, comenzó a desatar el nudo de la corbata. En ese momento no eran necesarias las palabras, ya que ambos querían lo mismo, a pesar de la distancia que se había creado entre ambos. Aunque si hubo algo en particular que molestó al francés y eso fue sentir como Kardia hundía su nariz entre sus cabellos, pasaba por su cuello, sus hombros y hasta se inclinaba levemente para oler todo su pecho.

-Aún siento su perfume. Ese asqueroso y repulsivo perfume... Todavía puedo sentirlo.

-Kardia...

-No me importa que tan enojado hayas estado, nadie más que yo tiene derecho a tocarte y tú solo tienes y debes de tocarme a mi y solo a mi, entiendes?

-¿Vas a marcar mis relaciones y prohibirme frente a algunas personas que sientan que te amenazan?

-No me amenazan a mi, no hay persona en este mundo que tenga las agallas suficiente para hacerlo... Amenazan nuestra relación... Amenazan todo lo que hemos logrado crear. Eso es lo único que me interesa proteger y lo único que no quiero que destruyan. 

-¿Por qué mejor no proteges tu matrimonio? Simplemente soy tu amante.

-Eres el amor de mi vida y no pienso renunciar a ti. Amante o esposo, no voy a dejar que ninguna perra desgraciada te robe de mi. 

Degel suavizo sus ojos y su mirar, más no así su alma, porque sabía que, aunque dijera eso, Kardia ya había elegido y priorizado hacía meses atrás. 

-¿Quieres saber quien es?

-No. Porque eso solo aumentaría mis ganas de asesinarla.

-¿Para que la fruta?- Trató de desviar el tema, porque si a Agatha le pasaba algo, no se lo iba a perdonar nunca a si mismo, porque por su culpa le ocurriría tal desgracia.

-Ya pasó mucho tiempo.- Comentó mientras acaba de retirarse la corbata y la ponía sobre los ojos del pelirrojo. -Creo que ya deberías saber para que traje tanta fruta bañada en almíbar.

El francés solo sonrió de medio lado mientras, con delicadeza, las manos griegas lo tomaban de la cintura y lo acostaban sobre el colchón.

El inocente juego de desayuno que los niños comenzaron con Calvera, por alguna razón, mutó totalmente en sus manos y ahora se había vuelto un inevitable y casi tortuoso juego de seducción que parecía no acabar nunca. Hubo un pequeño segundo en que su mente quiso rendirse, pero fue en vano, porque sin que se diera cuenta y más pronto de lo que creyó, nuevamente y casi como su fuera un deja-vú, las cosas habían tomado un rumbo diferente, de una manera muy rápida y en menos tiempo del que creyó, ya era prisionero nuevamente, del toque del escorpión dorado. 

Cuando sintió la respiración caliente sobre su miembro recién despierto, pero ya demasiado caliente, su cabeza, cuerpo y cordura se rindieron.

Kardia tenía razón. Él le pertenecía y nunca habría nada ni nadie en el mundo que lo hiciera sentir como él lo hacía.

Y eso le encantaba.

*

*

*

En un rato regreso con la última palabra, que corresponde al día de hoy. 

La siguiente palabra es "Paraíso" 

El paraíso personal de Kardia es cuando lo tiene a Degel encima... ¡¿Pero quien dijo eso?! 😂😅

¡Besos! ¡Las quiero!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro