Ya casi acababa el invierno y ella no podía más de los dolores que sentía. Trató de acomodarse mejor en la cama, pero los movimientos solo empeoraban a cada que ella tomaba una nueva posición. Ya le faltaba poco, pero no quería que se adelantara ni nada, por lo que trato de darse un baño para así tratar de relajarse mejor.

El tiempo en que la bañadera tardó en llenarse fue eterno, pero cuando ya estaba todo listo para meterse, largas y finas líneas de agua comenzaron a escurrirse por sus piernas.

-Ok, ya te entendí... Busquemos a tu papá, entonces.- Sabía que no iba a poder llegar muy lejos si intentaba caminar, por lo que solo tomó su teléfono y llamó a Camus al mismo tiempo en que se metía al agua.

Ni dos minutos pasaron de que se les avisara de esa situación, que ya ambos jóvenes estaban pateando con desespero, la puerta de la habitación que compartían sus padres, arrepintiéndose de haberlo hecho, ya que los encontraron en una situación más que comprometedora... Y algo traumatizante, para los menores.

-Ay por el amor de... ¡Papá!

-¡¿Qué no saben tocar!? ¡¿Qué diría tu madre si estuviera aquí, ahora!?- Dejó salir con escándalo mientras le cubría el cuerpo al galo, que se arrojó de inmediato al colchón, al ver que su hijo entraba con ese apuro.

-Estaría más perturbado, porque ya no serian dos en esa cama...

Kardia quiso decirle algo más, pero Degel hizo un chasquido con su lengua y luego se puso el indice en los labios, pidiéndole que guardara silencio, cosa que el griego acató de inmediato.

-¿Qué pasa aquí?

-Abuelo, ¿Qué hace despierto?

-Como para no estar despierto con semejante escándalo. ¿Qué pasa aquí?- Insistió con muy mala cara el pelinegro.

-¡Milo! ¡Camus!

No dieron ni media explicación a la pregunta del mayor, simplemente regresaron hacía la habitación de donde salieron primero y el abuelo del rubio lo siguió, los padres iban a hacer lo mismo, pero fueron detenidos por alguien inesperado.

-¿Qué haces aquí?

-Hola, no? Así tratas a la familia... Aunque nos estamos viendo seguido ahora.- Kardia solamente suspiró y Degel rió. Krest no tenía una voluntad tan fuerte si tenía a Zaphiri cerca. -Vístanse mejor, antes de ir para allá. Aunque no entienda, no creo que esa.- Dijo señalando su obvia desnudez. -Sea la primera impresión que su nieta tenga de ustedes.

Dejó al escorpión con la palabra en la boca y se fue siguiendo los pasos de su, ya descubierta, pareja, pero pronto los otros dos lo siguieron, con apenas una simple camisa y boxers puestos, que fue lo que más pronto pudo conseguir de entre las cosas que habían quedado desperdigadas por el suelo, y corrieron al cuarto de Shaina, quién tenía una mueca de verdad molesta, ante tanta espera en un momento tan desesperante como doloroso, para ella.

-¿Ya?- Cuestionó con mucho enojo.

-Si, lamentamos qu...

-¡Cállense! ¡Ahh maldita sea!- Tiró su cabeza para atrás y dejó salir un grito todavía más fuerte, maldiciendo internamente el haber accedido a eso.

Su pesar disminuyó un poco cuando Zaphiri se arrodilló a su lado y, poniendo su derecha sobre su vientre y haciendo una leve presión hacia abajo, ya que pudo sentir como la niña bajaba un poco más y los dolores que eso le provocaba, iban mermando y solo se quedaban siendo pequeñas (grandes) molestias, pero que también iban pasando rápido.

-No llegaste a salir de la cama, verdad?

-De la cama pude salir, de donde estoy segura que iba a poder salir, era de la casa.- Dijo casi riendo, antes de apretar la mano del azabache y resistir una fuerte contracción. -Las ganas de pujar fueron inmediatas.

-Eso es bueno.

-¿Y tu que sabes de estás cosas? ¿Qué tu especialidad no son las enfermedades auto inmunes y esas cosas?

-Soy médico, por sobre todas las cosas, así que, por más fuerte y auto suficiente que seas, deja que se te preste ayuda.

La muchacha solo le dio una sonrisa y siguió todo respecto a como Zaphiri le iba diciendo que hiciera, mientras que, detrás de él, los escorpiones y los diamantes miraban con impaciencia como se desarrollaba la situación. Milo y Camus querían ayudar en algo, pero estaban tan nerviosos que eran conscientes de que estorbarían más que ayudar.

-¿Entonces... Así se siente?

-Si, pero verás que no hay sensación más hermosa... que la que oirás muy pronto.

Camus sonrió y apoyó su cabeza en el hombro de su padre, mientras que del otro lado, tomaba fuerte la mano de su novio, que estaba temblando todavía más que él.

No estuvieron ni cinco minutos en esa situación, de hecho, fue todo muy rápido, para la suerte de ellos y para alivio de la pelinegra, pero así y todo, sintieron que el tiempo estaba congelado y no pasaban más los segundos.

Y esa sensación cambió de un momento a otro. Las lagrimas bajaron sin siquiera anunciarse y una enorme sonrisa copó el rostro de todos los presentes.

El llanto de esa criatura era lo más bello que jamás pudieron haber oído, pero lo que sintieron todavía más mágico, fue la imagen que se apareció apenas si Shaina la apoyó bien contra su pecho.

Esa criatura era hija de Camus y de Milo, después de todo, llevaría sus apellidos y sería la dueña de todo lo que ellos poseyeran, pero había algo que recalcar y eso era que Shaina era la donante que permitió que eso sucediese.

Y al ser ella la madre biológica de esa criatura, era claro que algo de ella sacase y eso fue una oscura, pero brillante pelucita negra que cubría toda su cabecita.

Kardia y Milo lloraron al ser consciente de eso, porque no solo acababan de vivir el momento más mágico de sus vidas, al ver nacer a aquella criatura que les daba esperanza para que todo el futuro sea mejor de lo que era en ese momento, sino que también sentían mágico el hecho... De que Calvera había regresado finalmente con ellos.

-Esto es más que un toque de magia...- Dejó salir con los ojos llenos de lagrimas, arrodillado al lado de Shaina, de Camus, sosteniendo la mano de la recién nacida, que increíblemente estaba calmada. -Papá...

Kardia solo se secó sus propias lagrimas y asintió.

Era más que magia en definitiva y le alegraba estar vivo para presenciar ese momento tan hermoso.

*

*

Ayyyy lo siento!!! Se que debía subir ayer, pero pasó algo que me tuvo muy ocupada...

Créeme, Seiya, no querés interrumpir lo que pasa ahí 😅

Y bueno, ya que estaba ahí, subí una casita más y...

Jdkajdkakc los chinos de Tencent tienen mí amor eterno 😆😍😘💕

En un rato, subo la palabra de hoy que, obviamente, es "Familia"

Espero que les guste este capítulo 😊

¡Besos! ¡Las quiero!