un bulto misterioso te aguarda en la puerta de tu hogar

Un agradecimiento a LunaO9 por haberme ayudado con mi tarea, es para ti este capitulo

❀*ೃ༄Fandom: Jujutsu Kaisen

❀*ೃ༄Ship: SukuIta + Goyo

❀*ೃ༄Advertencias: Yaoi, Violencia, Intento de terror, Gore, Muerte de un personaje

❀*ೃ༄ Bienvenido a la habitación de pánico, la primera parada antes de llegar a sido el regalo de la puerta exterior❀*ೃ༄

Camina con la espalda un poco encorvada, siente una tensión creciente con forme las zonas oscuras recrudecen en el camino a su hogar.

Hacía tiempo que no volvía tan tarde y sabe la razón del porqué.

Sin embargo, debía terminar ese informe o reprobaría, amablemente su profesor había aceptado apoyarlo explicando de una mejor manera y; para su vergüenza, mas lenta, de como hacer las cosas. Fushiguro, quien se quedaba en las actividades de su club se ofreció a acompañarlo al verle tan nervioso, pero con vergüenza se decidió a decirle que no.

No se dio cuenta el cu7ando había comenzado realmente, un día fueron pequeñas notas mal cortadas dentro de su casillero, tenían simples palabras como "Buen día" "Me gusta cuando sonríes" "Espero que seas feliz" "Realmente eres impresionante"

Pronto esas frases cambiaron a perdida de ropa, a flores marchitas, sentía que lo seguían. Lo peor fue encontrar las fotografías. Unas donde salía con Fushiguro y Nobara, con sus profesores, tomando clases o haciendo deporte.

Después fueron los mensajes de texto, llamadas telefónicas y correos electrónicos. Había escalado tan rápido y de una manera alarmante que no supo que hacer.

Los mensajes eran preguntando por que se dejaba abrazar si no le estaba permitido, porque era engañado, lastimado, dejado de lado.

"Antes me sonreías"

¿Quién era esta persona? ¿A qué se refería con sus mensajes? Ya la situación lo tenia cansado, estresado y sin poder decirle a nadie.

Se sintió mal, desprotegido, vulnerable ¡Era una estupidez! Era un hombre hecho y derecho, fuerte, había ganado dos campeonatos de artes marciales. Podía voltear abajo a quien quisiera.

Esa noche para su mala suerte, esperaba que se repitiera la misma escena, con ese mismo sujeto, la que tuvo que presenciar casi todos los días en el mismo lugar.

Nunca supo si sabía a la hora que salía de su casa en las mañanas y peor aun cuando volvía a veces por las tardes o como ese dia; por las noches, pero supone que sí, de alguna forma lo supo. porque por varias semanas tuvo que enfrentarse a esa horrible situación. Nunca lo conto porque al final de cuentas el hombre solo estaba ahí parado sin hacerle nada, además de que no veía bien su cara por la capucha que portaba, no tenía con quién irse a esa hora, por lo que siempre paso por ahí solo.

No estaba ahí.

Yuuji suspiro de alivio, se dobló por la cintura, dejando descansar ambas manos en cada un a de sus rodillas, el calor le volvió al cuerpo por laguna razón. Si no estaba ahí significaba que ya no le importaba y con ese pensamiento se enfilo a su pequeño departamento a descansar.

Pocos eran los que sabían que vivía solo, pues su hermano mayor trabajaba mayormente fuera, volviendo en pocas ocasiones más que para algún pedido académico o de salud.

La rabia interna de tener que caminar con miedo se esfumo así que siguió su camino, llego a su departamento justo cuando la luna se abrió en todo su esplendor en el cielo. Abrió la reja de fuera de la propiedad, saco sus llaves para poder abrir y entrar al pasillo.

Mientras buscaba noto una bolsa de basura a un lado de la puerta, pero la ignoro pensando que quia su hermano había vuelto a pasar la noche.

Estaba a oscuras, cuando entro y, buscando el interruptor noto con fastidio que el foco se hallaba fundido. Rodo los ojos guiándose por la luz de la luna, encendiendo una pequeña lampara de la sala. Lanzo su mochila al sofá y corrió escaleras arriba a su habitación en busca de su tan esperado baño.

Desde su puerta hasta el baño dejo prendas de vestir a su paso, saltando a la tina aun sin llenar.

El baño duro casi una hora y salió solo porque sintió el aroma de la comida provenir de la cocina, Choso pocas veces cocinaba, pero cuando lo hacia se aseguraba de que fuera algo que le gustara. Sonriente se seco y vistió, bajando en espera de saltarle a la espalda.

-¿Choso-nni? -llamo

El mayor no se encontraba, mas si los alimentos, probo un poco sintiendo el sabor exquisito del omelet, camino a la nevera y saco algo para beber. Entonces se paralizo en su lugar, cerrando poco a poco la puerta abierta.

En la nevera, pegado con un bonito imán de fantasma había una nota.

"Vine por mis cosas por la mañana, vuelvo el martes. Tu hermano mayor"

Yuuji sintió que se enfriaba su cuerpo así que corrió a la salida, solo para tropezar con la bolsa negra que había ignorado, grito con toda la fuerza que le daban sus pulmones, pues al tirarla la rasgo y al hacerlo, se dejo de ver el contenido.

Era su profesor. Goyo. O al menos parte de su cuerpo, alcanza a ver su blanco cabello cubierto de sangre, una de sus manos salir de la bolsa y lo que parecía la ropa que llevaba desde la mañana.

Yuuji se levantó, resbalando por la sangre aun liquida que se le había impregnado, como puso decidió entrar nuevamente a la casa, tomado el teléfono de paso y corriendo a su recamara, para encerrarse con candado.

Se dejo caer de rodillas frente a la puerta, solo para voltearse y prácticamente gatear en dirección a su cama. Pero lo que encontró en la mesita de noche lo dejo paralizado.

Ahí; llenos de sangre y venas se encontraban un par de ojos dolorosamente azules. Yuuji cubrió sus labios, viendo a todos lados en busca de quien hubiera hecho tal atrocidad. Se quedo quieto cuando escucho la madera crujir a sus espaldas, la sensación de un cuerpo agacharse y ver como un par de brazos aparecían frente a él y lo abrazaban.

-Por fin estaremos juntos sin que nadie nos separe Yuu-ji -

Poco a poco giro su cabeza, viendo uno rostro lleno de tatuajes y mirada rojo sangre, la mirada que vio por ultima vez.