Día 6. Hoy tenemos un tutti frutti.

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Las uñas de la dama se clavaron en sus hombros casi haciéndolo daño, pero al juez de Wyvern eso no le importó y continuó con sus ataques, mientras que la Dama Pandora gritaba y se aferraba con más fuerza a él, hasta que todo quedó en calma.

—¿Lo has matado? —preguntó atreviéndose a mirar por el costado del Juez.

—Sí, mi Señora.

—Dile a Zelos que venga a recoger a ese horrible roedor.

—Sí, mi Señora —el Juez reverenció y se dispuso a cumplir lo ordenado.

—Radamanthys —lo llamó Pandora tomándolo por el brazo.

—¿Sí, mi Señora?

—Gracias —un tierno beso fue depositado en la mejilla del Juez.

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Un sonoro suspiro salió de la garganta de Krishna, mientras los más jóvenes al servicio de Poseidón correteaban y gritaban por la sala de su Pilar.

-Atrápalo -escuchó a Isaak, seguido del estruendo causado por un jarrón al romperse.

Trató de mantener la calma, hasta que el sonido de cristales estrellándose contra el suelo lo alteró de tal modo que se levantó y con su poder atrapó al culpable del alboroto. Los jóvenes lo miraron asustados.

—Ahora, maten a la rata y largo —ordenó.

—Es una marmota, un roedor que nada tiene que ver con las ratas —dijo Sorrento indignado.

—Y será nuestra mascota —secundó Baian. Krishna rodó los ojos.

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Shion inspeccionaba el suelo de la sala de Piscis, buscando afanosamente la pequeña ardilla que se le había escapadoen, sin ser consciente de la mirada cían que le observaba desde la sala.

—¿Se te perdió algo, Shion? —la voz de Albafica lo hizo incorporarse de un salto.

—¿Eh? No... bueno, sí... más o menos, lo qué pasa es que —estaba tan nervioso que no sabía cómo explicarse. Albafica negó.

—Aquí está —señaló una caja de cristal, en la que se encontraba el pequeño roedor. Shion sonrío.

—Gracias —exclamó tomando la caja, luego dio un beso. Albafica simplemente negó.

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