Día 21. Vamo'a ponernos románticas.

June entrelazó sus dedos con los del hombre que caminaba junto a ella y miró el perfil perfecto de Afrodita con amor. Era su primer aniversario de bodas y Death, los había convencido que salieran a cenar. Su hijo, ya tenía cinco meses de vida y en ese tiempo, habían aprendido a quererse tal y como habían vaticinado un año atrás.

June, no se sorprendía, pues detrás de su fachada de cruel —aunque con ella siempre se portó bien —había alguien tierno para con los suyos. Sintió sus dedos ser apretados cariñosamente. Volvió a sonreír. Definitivamente, escogió al mejor compañero.

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Marin, sintió los brazos de Aioria rodearla, protegiéndolo del frío. El viento soplaba a su alrededor despeinando su cabello levemente. Sintió sobre su hombro la barbilla de su compañero. Sonrió al tiempo que se acunaba en su pecho y fijó su vista en el mar. Esperaban el alba antes de volver al Santuario.

Supo que se volvería a perder la alborada cuando sintió los labios de Aioria en la base de su cuello. No puso objeción cuando fue girada para ser besada en los labios. Ya habría más oportunidades de contemplar el amanecer.

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Saori, miró con sorpresa el anillo de zafiros que se posaba delante de ella y luego, al hombre que se lo entregaba con una expresión entre nervioso y feliz. Detalló cada rasgo de Julian Solo a consciencia y vio la madurez que había adquirido con el tiempo, ya no era más el muchacho caprichoso que había conocido.

Ahora, era un serio hombre de negocios que había logrado conquistar su corazón. Asintió con una tímida sonrisa y observó con la felicidad inundando su pecho como el anillo era colocado en su dedo.

Saori, abrazó al hombre que se convertiría en su compañero de vida.

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