Creo que será obvio que esto no es de mi autoría porque está lejos de mis headcanons y mi estilo caracteristico.
Este OS está escrito por Rose.

Según ella, habrá continuación... ¡Y espero que lo haya, Rose! No tienes idea de lo que me costó leer y editar este OS TTnTT

_____________________________________________

Yami supo lo que Tea significó en su vida, supo bien, fue alguien importante para él, siempre la quiso y fue de muchas formas, de muchas maneras, ella se ganó su cariño, era una gran amiga, una confidente, quien le ayudó a definirse correctamente, quien le apoyó cuando necesitaba un aliento, que le hizo que se presentara realmente con Yugi, que intentaran llevarse bien, quien parecía ser incondicional y él estaba seguro que ella era para él, sabía que los sentimientos de ambos eran recíprocos, pero jamás quiso intentar algo debido a que no parecía ser correcto, Yugi estaba enamorado de ella, y lo que menos quería Yami era perder lo poco que había conseguido con el menor, además eso no sería algo que un amigo haría.

Así que, cuando Yugi le confesó que estaba enamorado de Tea, Yami se hizo a un lado, porque él no tenía el valor, ni el corazón, de arruinar esa sonrisa y ese brillo en los ojos, pero cuando miró como Tea parecía haberse resignado a aceptar a Yugi porque Yami no daría pie, fue que unos celos extraños comenzaron a invadirlo y decidió separarlos, no quería que Tea estuviera incomoda o se resignara a aceptar a Yugi, no sería justo para ninguno de los 3, él no podía dejar que se amigo y la chica que le gustaba se lastimaran así y de paso cuidar de su propio corazón. Puso manos a la obra, comenzado a ser más unido a Yugi, ganándose su confianza y siendo mejores amigos, comenzando a desplazar a Tea lentamente de la vida del menor.

Mientras su amistad y confianza crecía, además de que comenzaron a pasar el tiempo juntos, Tea ahora parecía más enfocada en estar pegada a ellos ¿Qué ella no entendía que lo hacía por su bien? Que él alejaba a Yugi para no anclarla a una relación que no iba a dejar nada bueno, que lo hacía porque la quería demasiado y no podía verla de la mano con Yugi y menos soportar que se besaran, pero apreciaba tanto a Yugi que no quería solo declararse y tenerla a su lado, no tenía el corazón para hacerle ese daño.

—Te la pasas pegado a Yugi —se quejó una vez la castaña mientras el tricolor menor había ido al baño, Yami había invitado a comer a Yugo hamburguesas, pero Tea se había pegado al plan.

—Lo hago por nosotros ¡Qué no lo ves! —dijo Yami por fin, estaba cansado de esta situación.

— ¿Qué?

—Tea... Creo que tú y yo sabemos lo que pasa —dijo Yami tomando una de sus manos —Y también sabes que Yugi está enamorado de ti...

—Entonces... ¿Me correspondes? —pregunto la castaña con emoción, Yami le sonrió.

—Lo hago... —aseguro besando su mano —Pero no puedo lastimar a Yugi de esa manera...

— ¿Pero nosotros?

—Quise ser su mejor amigo, para ayudarle a busca a otra persona —confesó Yami. cuidando que no viniera el menor —Y hacer que, sutilmente, no siga con sus sentimientos por ti, así no sufrirá cuando tú y yo...

—Yami... -dijo Tea conmovida —lo entiendo —aseguró ella, y soltó su mano cuando miro a menor acercarse, la castaña solo sonrió y se excusó para irse dejando a los tricolores solos.

Para tranquilidad del mayor, la castaña lo comprendió y comenzó a dejar de atosigarlos y seguirlos, dejando que las cosas fluyeran entre ambos de buena forma, lo que no espero Yami fue, que no solo desplazó a Tea de la vida de Yugi, sino también de su corazón.

— ¿Qué opinas de Tea? —fue una pregunta que Yugi le hizo una de las veces en que iban por un helado, el mayor se extrañó por la pregunta.

— ¿Opinar respecto a qué, Yugi? —preguntó Yami ladeando la cabeza. El menor lo pensó un momento antes de volver a hablar.

—Sobre ella... Digo... creo que era obvio que me gustaba —comenzó a decir suavemente, Yami noto con ligero interés que hablaba en pasado, y sonrió.

—Un poco sí —dijo Yami amablemente —Creo que es una buena chica...

—Lo es, sí...

—La verdad, como amiga, es genial —volvió a halagar a la castaña —Desde que es mi amiga, la aprecio mucho, sabe qué decir, es buena escuchando, aunque a veces en un poco pesada, la quiero mucho realmente, ha estado conmigo en mis mejores momentos y también en los momentos malos... Así como tu Aibou, siempre me estas apoyando y animando —le dijo mientras lo miraba a los ojos, dejó que una sonrisa saliera de sus labios al ver el menor sonrojado y, sin ser consiente, llevó su mano para acariciar su mejilla, fingiendo que acomodaba su flequillo.

—Siempre lo haré —murmuró Yugi, sintiendo sus mejillas arder por el toque de Yami.

Ninguno de los dos supo si fue esa tarde que hablaron de su amiga castaña o si fue desde antes, pero las cosas comenzaron a cambiar, más para Yami que para cualquiera de los tres, ya que Tea lo buscaba y salía con ella a escondidas de Yugi, más por insistencia de la castaña que por gusto propio, pero así como con Yugi, a la castaña no le podía negar nada, bueno... casi nada.

—Perom Yami... ya habíamos quedado —dijo Tea con un puchero mientras se abraza a su brazo, este solo resopló —Por favor...

—Está bien —accedió el tricolor, dejándose guiar por la de ojos azulas hasta el cine.

—Veamos esta, me dijiste que querías verla el otro día —dijo ella señalando la película, Yami solo negó suavemente.

—Lo siento Tea, ya la vi con Yugi.

—Pero Yugi vino con Joey y Tristán ayer a verla.

—El fin de semana Yugi y yo vinimos al arcade, pero estaba cerrada, así que, en lo que esperamos vinimos al cine —explicó Yami, alzándose de hombros —Y bueno sabes que Yugi no puede decir que no, así que cuando Joey le dijo simplemente aceptó y no dijimos nada para no cortarles la felicidad a los chicos.

—Siento que más que eso... tal vez Yugi solo quería reírse de ellos...

—Yugi no es así —dijo rápidamente Yami —él no les puede decir que no, es demasiado bueno.

—Bueno, ya no hablemos más de Yugi, mejor dime —cambio de tema la castaña — ¿Cuándo haremos esto oficial?

—-Pues... —la respuesta del tricolor fue interrumpida debió a que su celular sonó —Perdona.

—Adelante.

Yami respondió ya sabiendo quien era, después de todo le había puesto un sonido diferente al contacto de Yugi, sonrió al escucharlo reír, la risa de Yugi siempre lo hacía sentir feliz.

—Yami —rió el menor del otro lado de la línea —Los chicos me invitaron a la casa de Duke a pasar el rato y me preguntaba si querías venir —dijo Yugi antes de escuchar un ruido otro par de risas.

— ¿Quién es? —preguntó Tea.

— ¿Estas con Tea? —preguntó Yugi extrañado, Yami se tensó.

—Ah, sí... Vine a comprar unas cartas y me la acabo de encontrar —no supo por qué pero sintió la necesidad de excusarse por ello.

—Estas ocupado entonces —concluyó el menor, dejando notar un tono de decepción —No te quito el tiempo entonces Yami, solo te invitaba.

—No me quitas el tiempo, aibou —aseguró Yami raídamente, no podía con la imagen mental de Yugi desviando la mirada con tristeza —Llego en media hora —aseguró finalmente, sin dejarle tiempo a responder o a que Tea lo delatara colgó el teléfono.

—Yami —se quiso quejar la castaña.

—Vamos a casa de Duke, todos están —dijo el tricolor, ella lo miró seriamente.

—Quedamos que veníamos al cine, solo tú y yo.

—No le puedo decir que no a Yugi, lo siento.

—Ve tú, yo regresaré a mi casa

—Te acompaño.

—No, está bien.

Yami miró a Tea irse y resopló, en verdad que no podía partirse en mil, quería estar con Tea, en verdad, quería tener una relación más abierta, sin tener que esconderse de los demás, pero quería proteger el corazón de Yugi, el menor era su mejor amigo, fue su primer amigo y no podía hacerle daño, aunque lo que estaba haciendo también podría lastimarlo, pero mientras él no se enterara no habría problema ¿verdad?

...

..

.

Estaba jodido, muy, muy jodido.

Dejó salir un gruñido de frustración mientras se dejaba caer en su cama. Ese día no podía ser peor, estaba confundido: se sentía culpable, sabía qué hacía mal.
Suspiró pesadamente antes de llevarse los dedos a los labios ¡Se había besado con dos personas el mismo día! Todo eso es un fiasco, su mente era un fiasco y más su corazón.

Por la mañana se había besado suavemente con Yugi. Habían desayunado juntos, ambos reían de varias cosas, cuando el menor se machó los labios de azúcar, Yami no pudo evitar limpiarlos con el pulgar y llevarse el azúcar en sus dedos a los labios, haciendo sonrojar a Yugi, se miraron a los ojos y de un momento a otro Yugi se había alzado hacia el para unir sus labios en un beso, que hubiera durado muy poco si él se hubiera apartado, pero al contrario, se inclinó hacia él para no separar sus labios, aun así, el contacto duró poco para su gusto.

—Lo siento, Yami —dijo el tricolor menor. Cuando Yami reaccionó de lo que había hecho, Yugi ya se había ido.

Con el beso de Yugi en su mente, fue que salió iniciando la tarde con Tea, fue agradable comer a su lado, pero aun la experiencia con su aibou lo tenía distraído bastante tiempo, acompañó a la castaña a hasta su casa y fue que ella también le beso.

—Se qué quedamos en esperar... —dijo Tea mientras lo jalaba hacia ella y presionaba su boca contra la suya, acto que lo tomó por sorpresa, y al que tampoco supo bien cómo reaccionar, pero a diferencia de Yugi, Tea sí lo siguió besando un poco más, hasta que Yami pudo coordinarse y regresarle el beso.

Pero no sabía igual, era el pensamiento de Yami mientras caminaba rumbo a su casa, no sabía igual, los besos habían sido diferentes, aunque no supiera en qué, y no solo era porque a Yugi no se lo regreso, al menos no en ese momento, por la noche salió con los chicos a la feria que había llegado a la ciudad, y claro, tuvo que ver a Tea y Yugi, y no sabía qué carajos hacer, los dos lo habían besado, no era tan idiota como para no darse cuenta, Yugi también estaba interesado en él.

Todo era un desastre.

Se suponía que debía hacerlo que se desinteresara en Tea para que no saliera lastimado, y ahora estaba interesado en él y eso era aún peor. Yami se sentía terriblemente mal.

Mas ahora que tenía a ambos sujetos a sus brazos mientras le hablaban de cosas completamente diferentes ¿A quién hacerle caso?

No podía dañar a Tea, ambos se querían y ella había entendido y le había dado espacio para no hacerle daño a Yugi... Pero tampoco podía lastimar a Yugi, se suponía que todo eso era para precisamente NO lastimarlo, Yugi no se lo merecía, no podía estar con Tea porque estaba Yugi y no podía estar con Yugi porque estaba Tea.

Yami no sabía que hacer, tenía que elegir, como quiera uno saldría lastimado.

—Tal vez debí dejar... que ellos se quedaran juntos —murmuró durante unos momentos que se quedó solo —Que estuvieran juntos, a pesar de mis sentimientos.

________________________________________

Como dije arriba, esperemos la continuación porque mi corazoncito no concibe esto x.x

Por el momento, y para pasar el mal sabor de boca, el siguiente OS es absoluta y azucaradamente Puzzleshipping.

Nos leemos!