París se pintaba de rojo en el cielo, iluminando poco a poco las calles de la ciudad que lo vio nacer. Caminaba con tranquilidad disfrutando de la música que sus auriculares le ofrecían sin prestar atención al camino navegando entre sus cavilaciones.

No se daba cuenta que tras de él venía un hombre de apariencia misteriosa, ni mucho menos se dio cuenta que el susodicho iba armado.

Él solo se dejaba envolver por el frío y la agradable atmósfera que le encantaba.

—Si no quieres  morir, es mejor que me des todo lo que traigas. —Escuchó como le decían por la espalda a la par que sentía como algo presionaba en su espalda.

—S-sí, le daré lo que me pida pero déjeme ir. —Respondió con temblor en la voz.

—Más te vale — Amenazó tanteando sus bolsillos dando con el móvil del de hebras azules—, ahora saca el celular, reloj y billetera ¡Rápido!

El universitario se iba a despojar de sus cosas, más cuando estaba por sacar la billetera, vio como una silueta negra se posaba en medio de ambos.

—No, no, no. Está de muy mal gusto andar a temprana hora del día quitando lo que no te pertenece.

Él asaltante frunció las cejas para después soltar una maliciosa carcajada.

—¡Ah mira quien llegó! El gatito segundón ¿Dónde dejaste a tu Catarina? ¿A caso ya se hartó de tu inservible ayuda?

El héroe se le quedó mirando unos segundo luego poniéndose en pose de defensa.

—Voy a demostrarte lo útil que puede ser este gato.

Lanzó el primer golpe desatando así una pelea grandiosa entre ambos, en donde el felino se llevó la victoria logrando que el ladrón huyera despavorido.

—¡Ja! ¡Cobarde! —. Gritó al ve como aquel sujeto doblaba en la esquina, se agachó tomando las cosas del chico y luego llegando a él para hacerle entrega —Ten, y para la próxima deberías tener más cuidado…

Dejó en el aire las palabras al darse cuenta que a pesar de que ambos interactuaban como compañeros de aula en la preparatoria, ahora mismo se encontraba ante él como el cuidador de París y no como Adrien.

—Me llamo Luka—.Dijo con recato al tomar sus cosas—Muchas gracias por la ayuda.

Chat sonrió amigablemente.

—Es mi deber, no hay de que —. Quiso hacer una reverencia pero el dolor en el costado del abdomen le hizo soltar un quejido.


—Te han lastimado y todo por mi culpa. —Habló con pesar Couffaine.

Chat movió sus manos frente al otro chico restando importancia al asunto.

—No es nada, es un simple golpe.

—Muchas gracias, en verdad no sabría que hubiera hecho sin tu ayuda.

Chat extendió su bastón para luego girarlo con gran maestría y finalmente guiñarle un ojo.

—Fue un honor, siempre he amado ayudar a la gente. Aunque para la próxima es mejor que salgas a horas prudentes. —Aconsejó el gato comenzado a caminar con la intención de escoltar al azabache a su hogar.

Luka caminaba a su lado echando una mirada al cielo en el cual los colores rojo y naranja predominaban dándole un toque melancólico al panorama.

—Lo sé, pero necesitaba pensar. —Comentó con aflicción.

El héroe se le quedó observando notando la mirada triste del músico.

—No tienes buena cara—. Expresó analizándolo de arriba a bajo— Puedes confiar en mi si quieres.

Luka asintió viendo como el héroe posaba una mano sobre su hombro, extrañamente una sensación electrizante lo invadió por todo el cuerpo.

—Bu-bueno, no soy muy bueno con las palabras —. Aclaró dejando a un lado aquello que se desataba en su interior. —Pero podía decir que la melodía de mi vida sería como un poco de jazz con algo de rock ¿Entiendes?

Noir lo miró confuso para después soltar una burlona risa.

—No, la verdad no entiendo. Pero me ha gustado la comparación.

Luka detuvo su andar metiendo sus manos a los bolsillos y recargándose de la pared más cercana.

—Sí, o sea; mi vida siempre ha sido tranquila como las piezas de jazz, sin embargo ahora mi vida está llena de emociones —. Una sonrisa soñadora se hizo presente —, de sentimientos tan fuertes y desesperados que jamás creí sentir.

Ante eso, Chat no pudo evitar hacer una mueca de disconformidad y es que muy a pesar de que lo negara; Él sentía cosas por aquel de ojos azules.

—Entonces ¿Estamos hablando de problemas de amor? —cuestionó con preocupación—.Hay alguien que te interesa.

—Definitivamente sí. —Soltó un suspiro cargado de amor —. Es una persona inteligente, amable, muy sencilla, con una mirada llena de vitalidad.

Adrien se aguantó las ganas de hacer una mueca de disgusto ante lo que estaba escuchando.

—¿Y esa persona sabe lo que sientes?
El chico lo miró directamente a los ojos.

—No, para esa persona soy un simple camarada. —se lamentó y luego la duda lo invadió.—¿Alguna vez te haz enamorado?¿Alguna vez sentiste que aunque tienes a esa persona especial, no eres cien por ciento adecuado?

Chat reflexionó las palabras de aquel hombre que estaba a su lado. Y claro que lo había sentido; Con ladybug siempre se sintió poca cosa a pesar del interés que él le demostraba, siempre hizo de todo por ser digno de su amor pero al final se dio cuenta que ella no era la persona correcta a quien darle todo su corazón.


—Sí, me ha pasado. Y es una sensación que no le deseo a nadie.

—Entonces me entenderás, no quiero perder a esa persona por que sé que jamás me correspondería, pues en su vida ya existe alguien más apto que yo. —empuñó sus manos tratando de canalizar sus emociones.

Luka estaba realmente triste pues tenía la idea errónea de que a Adrien Agreste le gustaba alguien más. Él creía que jamás iba a aspirar a algo más que una bella amistad mientras el chico en cuestión tuviera sus ojos posados en Marinette.

—Pues… —Se detuvo unos instantes para decir aquello, que muy en el fondo sabía era lo que él chico debía oír— si le amas como dices; deberías intentar hablarle y decirle lo que sientes. Tal vez tengas suerte y sienta lo mismo que tú.

—No es tan fácil.
—Lo sería si dejas los miedo y aceptas el reto. Quizá el destino te sorprenderá —. Iba agregar algo más cuando su miraculous comenzó a emitir el sonido que le avisaba que su destransformación estaba por llegar. —Bueno, estoy por convertirme en calabaza y honestamente no creo que te agrade verme. Suerte con la chica en cuestión.

Se despidió sin darle chance al chico en aclarar que no se trataba de una mujer sino más bien de un hombre.

Y se fue, antes de que los últimos rayos del sol se posaran en lo alto. Sin saber que Luka estaba hablando de su identidad civil, aquella con la que tenía muchos años de amistad.

Se fue dejando atrás a Luka sin confesar le a Luka que también estaba enamorado de él.


Dejando en el crepúsculo del día una terrible confusión que no llenaría más que de dolor a ambos hasta el momento que se decidieran confesar sus verdaderos sentimientos.

Nota de la autora: este ya no es drabble básicamente jaja pero es que esta pareja merecía más historia. Aunque no me ha gustado tanto el resultado, espero que a ustedes sí.