Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Mi Juego, Mis Reglas

-Misión... ¿Cuatro?- repitió Amy sin entender. No se suponía que funcionara así. -¿Qué hay de la 3?- le recordó molesta. Necesitaba ese beso para poder escribir sobre Erie y Aarón.

-Está pospuesta- aclaró el erizo azul -Escucha, tú tienes tus razones para hacer esto y no me interesa realmente saberlo- habló con aires de mentira -Y yo tengo las mías para continuarlo y no necesito que preguntes demasiado al respecto, sólo que hagas lo que pido y podremos continuar con tus ridículas peticiones.

-Entonces, ¿Quieres una cita conmigo?

-¡No, claro que no!- negó Sonic con rapidez -Necesito una pareja para ese estúpido evento- indicó -Y necesito a alguien que finja por una noche.

-Entiendo- asintió la eriza. -Entonces habrán más misiones...- se dijo a sí misma con aquella expresión pensativa. -Me parece bien, supongo que una falsa cita puede servir también.

-Bien, entonces mañana en la tarde nos veremos nuevamente para discutir los detalles- se despidió el erizo azul.

-¿Detalles?

-Nos encontraremos en el Centro Comercial de Station Square después de la escuela- ordenó -Y no llegues tarde.

Amy lo vio alejarse con esa última orden, haciéndola sonreír. Realmente Sonic era el personaje indicado para hacer de Aarón en su historia. Tendría mucho material para este nuevo capítulo en puerta.

0-0-0-0-0

Dejar a Silver atrás había sido más difícil de lo que había podido imaginar, pues Sonic le había ordenado aquella mañana que no se ocurriera decírselo a nadie. En su caso sólo se refería a Silver. Amy no le dio mucha importancia a su petición y accedió. Tuvo que decirle una mentira piadosa a Silver encubriendo lo que realmente iba a hacer esa tarde para que no la siguiera.

Se encontraba en medio de la plaza de comida, sentada, escribiendo en la espera de Sonic, quien ya iba tarde a su cita. Bostezó aburrida, era él quien había insistido en estar a tiempo. Estaba a punto de retirarse cuando de nuevo el tema de Escape of the City de Crush 40 sonó en su bolsa. Amy sacó su iPhone para ver el nombre de él en la pantalla táctil.

-Ya estoy aquí- respondió Amy apresurada -¿Dónde estás?- preguntó impaciente.

-Ya te vi- dijo el erizo azul por el otro lado del teléfono terminando la llamada.

-¡Espera!, ¡¿Dónde...- pero calló al ver "Fin de la Llamada" en la pantalla de su celular.

-Hey, Rose- escuchó su voz entre la multitud.

A diferencia de ella, parecía que Sonic había tenido el tiempo para cambiarse de ropa antes de llegar al centro comercial. Amy lo vio acercarse a ella vistiendo una camisa formal de color blanco y unos jeans sueltos; un atuendo casual. Unos lentes color verde olivo yacían sobre su cabeza y esa expresión de desinterés en su rostro. El Casanova había regresado.

-Vamos, hay mucho que hacer- ordenó el erizo azul.

-¿Hacer qué exactamente?- preguntó Amy para poniéndose en pie.

Sonic la vio de pies a cabeza. Con aquella falda color bermellón perteneciente al instituto. Calcetas caídas y zapatos negros baratos. Una blusa blanca de botones de manga corta vestía su cuerpo y una diadema roja como adorno en su cabeza.

Sonic rodó sus ojos como si fuese obvia su tarea.

-Es la cena benéfica de mi familia- aclaró -Ven- dijo para tomar su mano y hacerla andar.

Amy se sonrojó con intensidad al sentir el tacto de sus largos dedos tocar su mano nuevamente. Eso no era parte de la misión.

-S-Suéltame- comandó nerviosa zafándose de su agarre.

-Acostúmbrate- le regañó el erizo azul al notar su actitud -Es posible que en la cena sea necesario- masculló por lo bajo, avergonzado.

-¡¿Qué tipo de cena es esa?!- preguntó acalorada.

Sonic la vio con sorpresa. Era la primera vez que miraba una verdadera emoción rebozar de la fría Amy Rose. Por lo general su rostro inexpresivo y ojos fríos predominaban, pero parecía que podía avergonzarse como cualquier chica con la que él tenía contacto.

-¿Es que acaso jamás has ido a una cena benéfica?- cuestionó Sonic con arrogancia.

Amy se sonrojó para desviarle la mirada ante su pregunta. Ese tipo de actividades eran algo que la gente rica hacía. Con precios de miles de Rings por un simple plato de comida, ella no podía darse ese tipo de lujos.

-No claro que no- se respondió Sonic burlesco al notar su prologando silencio -Bien, Misión 5: Poner atención y hacer lo que yo diga- le indicó -Cumplir con la Misión 4 es demasiado importante como para que lo eches a perder ¿entiendes?

Amy frunció el ceño molesta y un puchero infantil se dejó ver en sus mejillas coloradas. Sonic la vio con asombro, y una gran sonrisa se esbozó desde las comisuras de sus labios; realmente era una chica normal detrás de esas capas de desinterés.

-¡Bien, andando entonces!- ordenó Amy para caminar de largo intentando ahogar sus emociones alborotadas.

Amy lo siguió por el centro comercial de mala gana, pero no por eso objetó ante su comando. Realmente era un erizo del todo controlador, no como el condescendiente que pretendía ser en la escuela. Sonic la encaminó a una tienda de moda carísima en el centro comercial. Una que ella temía de ver el escaparate por temor de que le cobraran por observar.

-¿Qué hacemos aquí?- le susurró incómoda para seguirle con timidez.

-Necesitas un vestido para esa noche- le explicó el erizo azul para dirigirse a los percheros con vestidos de diferentes formas y colores.

-¡¿Estás loco?!- le susurró Amy alterada -¡No puedo pagar esto!

-No te preocupes por eso- dijo mientras revisaba una a una las prendas -Yo lo haré.

-Pero...

-Recuerda la Misión 5- le recordó Sonic sin ponerle atención a sus muecas de molestia.

-Bien, como quieras- dijo avergonzada.

Amy no estaba acostumbrada a recibir regalos, a excepción por los que Silver le daba por su cumpleaños y en navidad; que por lo general eran plumas para escribir, cuadernos o libros.

-¡Este! ¡Pruébate este!- le ordenó con emoción para sacar del perchero un vestido rojo brillante. Amy lo vio con cierta desconfianza, en serio pensaba que se lo cobrarían sólo por verlo. Resignada ante la mirada intensa del erizo azul tomó el vestido y fue a los probadores.

Sonic siguió en busca de otras opciones mientras la complicada eriza se probaba aquello que él había escogido. Si quería enorgullecer a su padre y cerrar la boca a su molesto hermano, su pareja debería verse como aquellas chicas anoréxicas de pasarelas.

-Tal vez un azul- se dijo pensativo observando un vestido de encaje azulado.

-Listo- escuchó Sonic a sus espaldas para voltear a la ver. -No te rías- pidió con timidez, y una obvia incomodidad.

Sonic se volteó para ver un vestido con escote de corazón que se ajustaba perfectamente a las curvas de su cuerpo. Un toque de brillo con unas piedras zirconias en forma de rosa yacía a un lado de la cintura del vestido para hacerla sobresalir, pero no demasiado. Se miraba hermosa. Sus mejillas sonrojadas combinaban a la perfección con el vestido y sus ojos verde esmeralda se hacían ver por primera vez; nunca se había percatado de éstos hasta ese día.

-¡Di algo!- le regañó Amy avergonzada mientras sentía la mirada de él sobre su cuerpo.

-Oh, lo siento- sacudió su cabeza para despertar -Te ves absolutamente hermosa- halagó con sinceridad.

-E-Eh... no digas eso- habló la eriza rosa sintiendo sus mejillas arder.

-Es obvio que es magia del vestido- se mofó el erizo azul. -Ahora ve a cambiarte, hay otras cosas importantes por hacer.

Llegaron al mostrador con el vestido rojo que Sonic había elegido primero después de pasar un minucioso rito de selección de otros sietes en diferentes colores y diseños que él se había tomado la molestia de elegir para ella. Para ese punto del día estaba agotada e irritada. No estaba acostumbrada a pasar tanto tiempo en las tiendas, realmente jamás tenía el dinero suficiente para hacerlo.

-Serían 1,800 Rings caballero- habló la chica del mostrador.

Amy sintió el alma de su cuerpo irse por un instante al escuchar el precio. Eso era ridículo, más que el sueldo promedio de un trabajador. Lo volteó a ver con cierta preocupación, una que no tenía planeada ocultar ¿Sabía Sonic realmente el precio de eso?

-Claro- respondió indiferente el erizo azul para sacar de su billetera de cuero una tarjeta con su nombre grabado.

Escuchó el ruido de la máquina aceptar la tarjeta de crédito y una pequeña hoja salir de la misma. No creía lo que miraba, Sonic realmente le había comprado un vestido.

-Gracias por su compra- indicó para darle la bolsa a la eriza rosa.

Salieron de la tienda mientras el erizo azul sacaba de su bolsillo su celular revisando en su iPhone una pequeña lista, o eso se le asemejo. Ignorando su presencia. Parecía que tenía apuntado los pasos a seguir.

-Bien, lo siguiente sería...

-¿Por qué haces esto?- interrumpió la eriza con vergüenza.

-Ya te lo dije Rose, la cena es un evento importante- le recordó sin quitar su vista de la pantalla táctil frente a él.

-Es sólo qué...- musitó Amy viendo al suelo con gran insistencia -Nunca nadie había... esto es...

-No te equivoques- le inoportuno deteniendo su marcha, viéndola al fin. -Esto es para el beneficio de la misión 4, no tiene que ver contigo en realidad.

-"Claro, no debo echar a perder la misión"- pensó ella con cierta decepción. -Aún así, eres muy generoso al respecto--insistió -Te devolveré todo una vez termine todo.

-No lo quiero- negó Sonic para seguir caminando -¿Cuándo crees que usaré un vestido como ese?- preguntó entre sonrisas -Además el rojo no es mi color- dijo divertido.

-Oh...- exclamó con sorpresa -También sabes bromear- indicó la eriza rosa con una tenue sonrisa, relajándose.

-Y tú sonreír- le regresó por igual -Un buen cambio Rose.

-Lo mismo digo.

Ambos se sonrieron, no con cordialidad, sino con una sincera alegría. Casi podrían decir que estaban pasando un momento agradable con el otro.

-Oh, aquí es- dijo Sonic para detener frente otra tienda.

-¿Garden's Secret?- dijo Amy para leer el letrero en letras cursivas que le daban un aspecto elegante. -Pero esto es...- musitó para ver las vitrinas.

-Lencería- indicó sin apuro el erizo.

0-0-0-0-0

Amy lo había plantado nuevamente. Gracias a sus extrañas actividades luego de clases le tocaba que regresar solo a casa. Silver suspiró con pesadez un poco irritado, y a pesar de maldecirla por sus adentros sabía que su enojo nunca duraba más que un par de días. Esos ojos inocentes y dulce sonrisa que sólo le regalaba cuando ella sabía de su mal genio, siempre lograban ganarlo.

Silver siguió su camino con desinterés hasta los apartamentos de la gran ciudad en donde viva, cuando sintió como alguien lo seguía. Silver volteó para no ver nada a sus espaldas, o eso creyó cuando una cola sobresalía detrás de un bote de basura, regresando sobre sus pasos reconociendo a un rostro familiar.

-¿Tails?- inquirió al reconocer al zorrito.

-¿Eh?, Silver... hola- saludó nervioso saliendo de su escondite. -Tiempo sin vernos.

-No mucho realmente- le respondió Silver extrañado -Nos vimos en clase de química en el último período.

-Oh cierto- mintió poco convincente -Yo sólo... Sólo me preguntaba si podrías ayudarme con unas ecuaciones y, tú sabes unas...

-Eres malo mintiendo Tails- interrumpió el erizo plateado. Nadie superaba en química a Tails, o ninguna otra clase que no fuera deporte.

-Lo sé- asintió avergonzado.

-Dime, ¿Por qué estás siguiéndome?

-Es por... bueno- respondió nervioso -Por Sonic.

-¿Sonic the Hedgehog?- inquirió el erizo plateado con asombro -Tú eres su mejor amigo, ¿cómo podría ayudarte?

-Bueno, es por Amy Rose realmente- aclaró -Sonic últimamente ha cambiado, y sé que se ha visto con la eriza rosa- inquirió para ver a los lados con sospecha -En secreto- murmuró.

Silver restregó sus ojos en señal de frustración. Amy realmente se había metido en cosas en las que no debería. Silver suspiró desganado y asintió con la cabeza. No estaba seguro en qué podía ayudar al zorrito, pues Amy era muy cerrada para hablar sobre esta extraña relación entre ambos, pero si hubiese algo que el pudiera conseguir a cambio bien valdría la pena ese favor.

-Entremos por algo de comer- indicó para señalar el restaurante del otro lado de la calle -Y veremos como podemos ayudarnos mutuamente.

Silver también quería información sobre el nuevo amigo de su mejor amiga.

0-0-0-0-0

-¡¿Perdiste la razón?!- le gritó exaltada con su rostro colorado.

-Tú ropa interior no es adecuada- le indicó Sonic desviando la mirada. Eso no era un tema para hablar con nadie, en especial con ella -Cada detalle debe ser perfecto- habló con sonroje.

Amy se abrazó por instinto, ocultando su pecho de la mirada del erizo azul. Ella sabía que su ropa intima era de las prendas en ofertas del súper mercado, pero estaba segura que podía confeccionar algo para que ese vestido se viese bien. Frunció el ceño molesta, Sonic no estaba en ninguna posición para pedirle semejante cosa, la única que tenía aquí algo para chantajear era ella.

-No, esto es demasiado- se negó la eriza para dar media vuelta. -Olvídalo- dijo molesta.

Sonic la tomó del brazo para detenerla al acto y así verla con desaprobación. Era obvio que no estaba jugando al respecto. La sujetó por el mentón obligándola a que sus ojos se cruzaran con los de él para luego sujetarla por la cintura con destreza, atrayéndola hacia él. Amy sintió el cálido aliento del erizo azul sobre su rostro, y como su cuerpo tonificado se pegaba al de ella acortando todo espacio. Lo vio sonreírle con galanura, una sonrisa tan intensa que dejaba su boca seca. Su cara enardeció de la vergüenza. Amy intentó separarse de él con sus limitadas fuerzas, consiguiendo que la presionara aún más contra su cuerpo. Un intenso sonroje baño sus blancas mejillas.

-¿Quieres completar tu misión número 3?- le susurró Sonic con picardía, haciéndola estremecer entre sus brazos ante su ronco susurro. -Entonces me ayudarás a completar la misión número 4 primero- ordenó autoritario.

Amy cerró sus ojos con fuerza tragando saliva pesadamente. Sentía su respiración entrecortarse y su corazón latir a gran velocidad. "Lo que sea necesario" se recordó las palabras que ella misma le había proclamado a Silver. Amy asintió con timidez sin poder mantenerle la mirada ni emitir sonido alguno.

-Excelente- habló el erizo azul soltándola al fin divertido, como si de un juego se tratase. -Entonces andando Rose- indicó de buen humor tomándola de la mano nuevamente, obligándola a entrar.

Una vez adentro se quedó parada cual estatua en medio de la gran tienda mientras el erizo parecía discutir con una asesora sobre la ropa íntima adecuada para el atuendo que habían comprando. Amy realmente no le puso mucha atención a la palabras que el erizo murmuraba. La sensación de su aliento cálido y fresco rozar su piel cual caricia, y su abrazo fuerte pero gentil sobre su cintura, era en lo único que podía pensar en ese momento. Tocó sus mejillas, aún calientes, y estaba segura que bañadas en un rojo carmín. El beso podría ser la cúspide de su historia, pero completar la extraña misión que el erizo le había impuesto era material amoroso de primera calidad.

-Pruébate estos- habló para despertarla, arrastrándola a la realidad.

Amy lo vio con su mirada fija en otro punto mientras estiraba su mano con un par de sostenes de diferentes formas y colores. Todos muy hermosos. Amy regresó su mirada a Sonic una vez más, y notó la vergüenza plasmada en su rostro, la cual intentaba disimular.

-"¿A él también le avergüenza esto?"- se percató para sonreír. Ese juego de la vergüenza se podía jugar de dos -Oh, ¿Y cual crees que me quede mejor Sonic?- llamó tan provocativa como pudo -El de encaje rojo o el negro simple- dijo para tomar las prendas de su mano.

-¡Sólo mira cual te queda mejor!- le ordenó avergonzado.

-¿Pero no crees que debería de mostrártelos?- pregunto Amy sin intención de cumplir dicho enunciado, notando la incomodidad del erizo al escuchar su pregunta.

-Ve al probador- ordenó Sonic irritado -Ahora.

-Eres todo un controlador- bufó molesta dándole la espalda, ocultando una sonrisa victoriosa. -Pero si no quieres vérmelos puestos...- murmuró divertida.

-¿Y quién dice que no quiero?- le susurró al oído sintiendo su cuerpo a sus espaldas.

Sus piernas flaquearon al escuchar aquella voz seductora nuevamente. Su cuerpo se tensó como una tabla y su boca, antes atiborrada de palabras y comentarios bochornosos, de pronto se secó como el agua de un desierto. De nuevo su aliento rozó su oreja, sintiendo la calidez de su aliento en el lóbulo de la misma.

Si creía que podía darle una cucharada de su propia medicina, ella estaba muy equivocada. Sonic colocó de manera lenta y delicada sus manos sobre sus pequeños y femeninos hombros, sintiéndola estremecer bajo su tacto, haciéndolo sonreír.

-¿No son una linda pareja?- escucharon ambos decir para desviar su atención del momento en donde se habían envuelto. Los dos dirigieron su mirada a un par de mujeres dentro de la tienda que los observaban con deleite. -Son adorables- dijeron con una mirada soñadora.

Se vieron un segundo para notar la cercanía entre ambos. Sonic y Amy tomaron su espacio con rapidez. -¡No somos pareja!- gritaron al unísono asustando a ambas mujeres, quienes asintieron para marcharse con cautela.

-¡Sólo ve al probador Rose!- le indicó Sonic molesto dándole la espalda, avergonzado.

-¡Terminemos con esto de una vez!- asintió Amy para correr a los vestidores. Sonrojada.

0-0-0-0-0

Llegó a su casa exhausta. Sonic la había llevado de arriba abajo toda la tarde. Amy se desplomó en el sofá de su casa para ver la cantidad de bolsas de diferentes tiendas que llevaba en sus manos. Sonic no se había conformado con sólo el vestido y la vergonzosa parada en la tienda de lencería, sino también con zapatos, maquillaje y manicura. Realmente era muy meticuloso en cada detalle.

-"¿Y quién dice que no quiero?"- recordó involuntariamente. Esa pequeña frase la había estado atormentado desde que salieron de la tienda. -¡ERIZO PERVERTIDO!- gritó Amy al aire para dejarse caer entre los almohadones. -Estúpido Sonic...- murmuró la eriza con un dejo de cansancio en su voz.

Vio de reojo la mesa de centro de la sala de su casa, donde yacía su laptop. Se reincorporó nuevamente para recordar por que estaba haciendo todo eso. Amy sacudió su cabeza para ahogar sus pensamientos y de nuevo ese semblante apacible y frío regresó a ella.

-Es hora de escribir- se dijo con una sonrisa.

Sonic le había dado tanto material para su historia que era imposible sólo dejarla pasar. Algo bueno había salido de toda esa humillación.

0-0-0-0-0

-.-.-.- Regresó con ella sin ánimos, pero sabía que la necesitaba si quería completar aquella misión que era de suma importancia para él. Regresar a su hogar y salir de aquel reino conformado por miles de kilómetros de árido desierto.

Erie observó incrédula al chico de pelo plateado para escucharlo decir - Estoy dentro... de nuevo- dijo casi a regaña dientes para así seguirla por el desierto de Brasas bajo el sol implacable. Su corazón se inundó de alegría y emoción, una que no podía demostrarle. No podía creer que él aceptara acompañarla. Sin embargo, esta vez, él dispondría sus propias reglas del viaje.

Nuevos sentimientos empezaban a nacer en la chica de ojos color miel. -.-.-.-

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro