Defteros, un joven apuesto y valiente, se encontraba en el hospital después de un accidente. Mientras se recuperaba, conoció a Degel, un enfermero hermoso y compasivo que lo cuidaba con dedicación.

Defteros se sintió atraído por la bondad y la sonrisa de Degel, y el se sintió conmovido por la fuerza y la determinación de él. A medida que pasaban los días, su conexión creció y comenzaron a compartir historias y sueños.

Degel se enamoró de la pasión y la aventura que emanaba de Defteros, mientras que él se enamoró de la calma y la serenidad que Degel le brindaba. Juntos, encontraron un refugio en el hospital, un lugar donde podían olvidarse de sus preocupaciones y simplemente disfrutar del momento.

Un día, mientras Degel lo ayudaba a caminar por el pasillo, Defteros tomó su mano y le dijo: "Me siento vivo cuando estoy contigo. Quiero pasar el resto de mi vida a tu lado". Degel sonrió y respondió: "Yo también, Defteros. Quiero cuidarte y amarte para siempre".

Y así, Defteros y Degel se convirtieron en una pareja inseparable, uniendo sus almas en el hospital que los había unido. Su amor se convirtió en una fuente de esperanza y curación para todos los que los rodeaban.