""Voluntariosa, deseosa siempre por el reconocimiento y la especial aprobación de sus amos y superiores, tan dispuesta a colaborar, pese a su edad, dotada de peculiares encantos que ella sabía bien cómo usar, resaltando la elocuencia. Sin embargo para él seguía siendo en muchos aspectos la misma niña que conoció aquella mañana nublada, donde proliferaba la neblina en lo profundo del bosque. Hubiese sido de su tipo, de no ser por ciertos rasgos físicos que su señor consideraba defectos y pesando sobre estos algunas actitudes que su señor estimó como infantiles, intemperantes y otras muestras que él interpretó como debilidad mental y lo aburrido que le resultó la idea de una presa tan fácil de capturar. Simpatizando con ella cómo una herramienta nada más..."

//PArte de la seecuela. Mencionando a Ardia//