Capítulo 1
El sol estaba elevado sobre todo, siendo medio día para el dúo que acababa de salir del burdel hace unos pocos minutos. Ambos veían el burdel con una expresión ligeramente confusa.
—Apenas acabamos de salir y se derrumbó el burdel —Nerme dijo viendo los escombros del edificio frente suyo. Ukno se rascó el cuello con su mano izquierda superior mientras Nerme hablaba.
—¡Oye espérame! —grita Nerme detrás de Ukno al verlo irse del lugar. Al alcanzarlo observo que se encontraba pensativo mientras sus ojos inferior estaban entrecerrados.
—¿Pasa algo? —Nerme pregunta para hacer salir de sus pensamientos a Ukno, vio como era observado por Nerme y responde su pregunta.
—Puede que la derrumbe del burdel tenga que ver con mí Maldición —Ukno responde la pregunta con un tono afirmativo.
—¿Una de mala suerte? —pregunta Nerme que vio a Ukno negar con la cabeza.
—Seguramente sea algo más complicado que eso, ¿Te acuerdas de la mirada que sentí en el bosque? —Ukno le pregunta a Nerme que asiente recordando lo que le dijo Ukno en ése momento.
—Justo después de salir del burdel, la sentí de nuevo (también antes del fallecimiento de su abuelo)... en ambas ocasiones me sentí "satisfecho" antes de sentir la mirada y supongo que, entre más "satisfecho" me sienta con algo o por un resultado de cualquier cosa... La consecuencia será peor para mí o mí alrededor (aunque, si fuera así... ¿Porqué la muerte del abuelo de Nerme me afectaría de alguna manera?) —explico tratando de comprender y darle un "funcionamiento" a su Maldición.
—Significa que incluso por comer algo sabroso te pasarían cosas malas... No podrás disfrutar tú comida favorita, ninguna de tus actividades preferidas podrías hacerlas sin ser "castigado" por disfrutar... —dijo Nerme con pena, sentía pena por Ukno que miraba al suelo pensativo por lo que dijo Nerme.
—Tal vez sea así... (Realmente está Maldición no me hará sentir muy diferente a como me siento siempre que estoy solo) —piensa para si mismo mientras miraba sus "tatuajes" en las muñecas con tristeza en sus ojos.
Ambos se quedaron callados, Ukno seguía mirando los "tatuajes" de sus muñecas. Nerme solo era observador de como Ukno miraba sus tatuajes.
—Yo... Iré a ver el testamento de mí abuelo —dijo Nerme un poco nervioso mientras veía como Ukno asentía levemente.
—Dejaste la puerta abierta... —dijo Ukno mientras levantaba la mirada dejando de ver los "tatuajes" de sus muñecas. Nerme se puso un poco pálido al recordar eso.
—¿Podrías ir a vigilar la casa mientras yo voy a ver el testamento de mí abuelo? —dijo en un tono de súplica. Ukno rio divertido por el tono y asintió afirmando.
—¡Gracias, nos vemos allá! —grito Nerme que se fue corriendo más adentro del pueblo. Ukno lo vio irse y se fue en dirección contraría para la casa del abuelo de Nerme.
Al estar el lugar solo, la espadachín apareció en donde estuvieron Nerme y Ukno. Miró en la dirección donde estaba el burdel, al no estar muy lejos desenfundo un poco su espada y luego la guardó rápidamente.
Desde la distancia escuchó el grito de varías mujeres asustadas y sonrió satisfecha consigo misma.
Mira en la dirección donde se fue Nerme, dio un paso en ésa dirección con una pequeña sonrisa.
Los recuerdos de la espadachín en el suelo con el pie de Ukno en ella llegaron a su mente. Su rostro se arruga mostrando su enojo, volteó a ver en la dirección donde se fue Ukno.
Ukno llegó a la casa del abuelo de Nerme, vio el lugar de arriba a abajo antes de entrar. En sus manos tenía una puerta y herramientas para remplazar la puerta destruida.
Reparaba la puerta en silencio mirando las herramientas con cuidado. Reparaba le puerta como si de una especie de "Maestro reparador".
“Técnica y experiencia” era lo que sus movimientos reemplazando la puerta gritaban a todo aquel que lo mirará en ése momento. Al terminar vio su trabajo con su voluntad satisfecha por como quedo.
Sintió ésa mirada otra vez, hizo una mueca y la puerta se cayó de su sitió ante la mirada de Ukno que la volvió a colocar.
Está vez, la mirada no volvió y suspiro aliviado por no tener que repararla nuevamente. Escuchó unos pasos detrás de él, se voltea a ver y ahí estaba...
La espadachín que había dejado en el suelo, su mirada mostraba su frustración. La espada estaba siendo sostenida con fuerza, Ukno podía ver como las venas del cuerpo de la mujer resaltaban de todo su cuerpo.
—Quiero la revancha... —habla por primera vez desde que Ukno la vio. Su voz contenía toda su frustración, levanta la mirada y sus ojos verdes reflejaban a Ukno que la miraba con unas gotas de sudor bajando por su frente.
—(No quiero reparar toda la casa solo porque está mujer está resentida conmigo) —pensaba Ukno con nervios, aprieta sus puños en caso de que la mujer intentará atacarlo a el o la casa.
—¿Qué está pasando aquí?
La espadachín voltea a ver rápidamente al dueño de la voz, Ukno también lo hizo sin mucho esfuerzo, era Nerme que tenía unos pocos papeles en sus manos.
—Y-yo —la mujer habló nerviosa mientras muestra un poco de debilidad ante Nerme, esto visto por Ukno y él propio Nerme.
—Guarda el arma y no mates a nadie, quien quiera que seas —Nerme ordena un poco inseguro de si funcionaria su orden o de que al menos fuera escuchada.
La mujer lo escucho y su expresión cambio a una indecisa. Mira a Nerme un poco y luego a Ukno, repitió está acción dos veces más antes de guardar su espada en su funda que se encontraba en su cadera.
—(Le hacen caso... Eso es un poco conveniente) —pensaba Ukno que dejaba de apretar sus puños. Nerme se acercó a Ukno, con una expresión algo decaída.
—Mi abuelo me dejó los terrenos de la casa y de sus cultivos... —dijo Nerme algo desanimado mientras Ukno levantan una ceja algo confundido.
—Eso es bueno
—Serán míos una vez me case con una mujer que tenga el permiso de mis padres
—Oh —Ukno ya vio el "problema" de Nerme. Escucharon como la espadachín fingía toser en voz alta para los dos. Al voltear a ver, vieron que estaba moviendo un poco de tierra con sus zapatos, estaba sonrojada mientras miraba a otro lado.
—Continúo, mientras yo consigo una esposa, una tía se quedará con la casa de manera temporal hasta que llegué ése momento. Iré a escribir la carta para enviarla a mis familiares para que sepan la noticia del fallecimiento de mí abuelo —Nerme ignoró a la espadachín que mostro un rostro indignado por eso. Ukno la miraba en todo momento con sus superiores y con los inferiores miraba a Nerme.
—Ve y escribe la carta, yo vigilare a la espadachín... —Ukno le dijo a Nerme que asintió y se fue adentro de la casa rápidamente para escribir la carta a sus familiares.
Ukno se sentó afuera de la casa en el suelo de madera alrededor de la entrada y de la casa en general. La espadachín paso a su lado para entrar a la casa e ir con Nerme.
El Ukunad la sujeto con su brazo inferior derecho y la obliga a sentarse a su lado, para molestia de la espadachín que se quitó la funda de su espada para ponerla en sus muslos.
—¿Cómo te llamas? —preguntó Ukno sin mirarla y aún así estaba atentó a los movimientos de la espadachín que lo miraba con enojo.
—¿Eso te importa? Solo Nerme me podría llamar por mí nombre —Ukno cerró sus ojos con un poco de nostalgia al escuchar ésas palabras. —Te mataré, recuerda eso —afirmaba la espadachín que sujetaba la funda de su arma con fuerza.
—No dudo que lo intentarás —dijo Ukno sonando algo humilde ante la "promesa" de la espadachín que rechina sus dientes al escucharlo hablar.
—(Maldito humilde) —pensó la espadachín con frustración de no poder matar al Ukunad frente a ella. Sonrió con malicia antes de hablar nuevamente.
—Mate a la mujer con la que Nerme se acostó en el burdel —dijo con satisfacción a Ukno que la miró frunciendo el seño. —Yo y las otras mataremos a cualquiera que se entrometa en nuestro propósito —dijo mirando a la nada con sus ojos verdes, Ukno cambio su expresión e igualmente miró a la nada.
—¿Y cuál es ése propósito?
—Que una lo enamoré —dijo la espadachín que lo miró con su ojo izquierdo. —Si interfieres, no dudes que te mataremos —volvía a afirmar está vez mirándolo fijamente.
—¿No recuerdas que las sometí a las cinco al mismo tiempo? —Ukno le recordó sin mala intención. La espadachín desenfundo su arma un poco pero, el ruido de la puerta abriéndose hizo que la guardará nuevamente.
—Ya escribí la carta, voy a dejarla y regresaré en unos pocos minutos —dijo Nerme algo animado mientras miraba las cartas que hizo para sus familiares.
Lo vieron irse, la espadachín intentó seguirlo, sin embargo, Ukno la detuvo sujetando la funda de su arma con fuerza. Se volvió a sentar a regañadientes y bufo molesta.
—¿Ahora que quieres? —le pregunto la espadachín molesta, Ukno no respondió de inmediato para la impaciente espadachín. —¡Habla de una maldita vez! —le grito irritada por el silencio de Ukno.
—¿Qué pasará cuando una lo enamoré? —fue todo lo que pregunta Ukno después del "largo" silencio que hizo.
—Seguramente las otras desaparezcan, no sé... —fue lo que responde la espadachín a la pregunta de Ukno que miraba la poca yerba del suelo.
—Lo que si sé es...
—¿Qué me matarás?
—Que bueno es que lo memorices
—Eres fácil de leer
—Una burla más y te cortaré los brazos...
—No me estoy burlando
—¡Lo estás haciendo ahora!
Ukno río un poco por la actitud de la espadachín, ahora tenía curiosidad de como serían el resto de mujeres.
—¿Cuál es tú técnica? —pregunta la espadachín enfadada, esperaba ver si podía "humillar" a Ukno al menos hablando de técnicas, Ukno detuvo su risa y miró a la espadachín con una mirada algo “indiferente”.
—Puedo hacer que mí cuerpo, mente y alma avancen mil años en el futuro... —fue lo que responde a la espadachín que sonrió con superioridad.
—¡Ja, yo puedo usar la fuerza, velocidad, resistencia, defensa de quienes he matado y no tengo límite! —empezó a carcajear con superioridad mientras, Ukno no prestaba mucha atención a las carcajadas de la espadachín.
—Hubiera deseando nacer con una técnica más normal, si te soy honesto... tú técnica es mejor que la mía —dijo felicitando a la espadachín que hizo una mueca disgustada para diversión de Ukno.
—Tenías que ponerte triste porque mí técnica es mejor, no alabarme —dijo molesta mientras miraba como un gato pasaba por unos momentos al frente suyo.
—Eres agradable, ¿Te han dicho eso? —pregunto Ukno que miraba a la espadachín, está última trato de recordar algo similar.
—No
—Mientes...
—¿¡Cómo voy a estar mintiendo!?
—Mientes, te lo he dicho yo
—... Que mal chiste —dijo mientras cubría su rostro para ocultar su sonrisa.
—Tal vez... ¿Ésa espada tuya la hiciste tú o la compraste? —pregunta con curiosidad Ukno que miraba la funda del arma con curiosidad. La espadachín estaba dudosa de responder, suspiro y decidió arriesgarse.
—La compré
—¿Valió la pena?
—Nunca me arrepiento de obtener está belleza, puede cortar cualquier cosa y corta el alma de los seres vivos. Me permite ver el interior de los seres vivos, órganos, venas y todo su interior, también tiene una Maldición de ligamento que la hace inseparable de mí —dijo mientras la desenfunda observando su propio reflejo en la hoja. Ukno sonrió al verla feliz de hablar de algo que a ella le gustaba.
—Yo forje una arma en el pasado —fue lo que dijo Ukno con una sonrisa al recordar un poco de su niñez con los demonios.
—¿Y dónde está ésa arma?
—La dejé en mí hogar hace años, no me gustaba lo "poderoso" que me hacía ver —responde tranquilamente, notando como la confianza entre ambos era mayor.
—Tú... Maldita sea, tú si sabes como hacer que alguien te tomé cariño bastante rápido —fue todo lo que dijo enfundando su espada mientras hacía una mueca al ser "derrotada".
Ukno levanta la mirada de sus cuatro ojos, en dirección de Nerme que estaba enfrente a unos pocos metros de distancia. La espadachín lo notó y esperaron a que se acercará más a ellos.
—Bien, las cartas están en camino... ¿Y ahora que? —preguntaba Nerme que miraba a Ukno en busca de alguna sugerencia. La espadachín lo miraba fijamente, como si fuera la última botella de agua en el desierto, es incómodo para él.
—Ir al Reino principal... —sugiere la espadachín con un poco de pena por la mirada de Nerme en ella. Ambos le dieron una mirada, tomó eso como una señal para continuar hablando.
—No se que harán ustedes a continuación pero, es un buen lugar para habitar y recopilar información para lo que sea que vayan a hacer —explicaba un poco calmada mientras miraba a Nerme en busca de una respuesta.
Ukno miró a Nerme, la idea no era mala pero, no le gustaba mucho la verdad. Nerme estaba algo indeciso a ojos de Ukno.
—También en el Reino principal encargan misiones más complicadas... Sería una buena forma de hacernos destacar, con la "fama" podríamos ganar más medios para obtener la información y lograr la fusión de sus almas —Ukno respalda la idea de la espadachín, está última lo miró un poco sorprendida por su ayuda.
"Vayamos, quiero fusionarnos"
Al escuchar al alma suprimida, Nerme terminó por aceptar la idea.
—Supongo que tienes razón, ¿Nos vamos ya? —dijo Nerme mientras los miraba a los dos. Ukno asintió al mismo tiempo que la espadachín. Se levantaron de sus lugares y salieron de la casa.
Habían pasado dos pueblos, los mismos donde Nerme obtuvo su identificación, también el pueblo donde mataron a la bruja.
—Bueno, ¿Cómo te llamas? —Nerme le pregunta con ligera incomodidad a la espadachín. Está balbucea un poco nerviosa mientras miraba a otros direcciones.
—Pues… Se que tengo uno, pero no lo recuerdo —respondió al mismo tiempo que jugaba con sus dedos. Los tres estaban caminando por un camino ancho, Nerme era el único con una mochila, Ukno estaba escribiendo en una pequeña libreta con sus brazos superiores, se veía pensativo y a la vez que escuchaba atentamente la conversación.
—(¿No que solo Nerme la podría llamar por su nombre?) —Ukno se pregunta recordando las palabras de la espadachín de hace rato.
—Luego veo como me referiré a ustedes… ¿Tienen algún objetivo conmigo? —pregunta Nerme mientras la espadachín se preparaba para responder. El viento movía el cabello de los tres, pasaron a un rebaño de vacas que estaban pastando tranquilamente.
—Tienen de objetivo que al menos una de las cinco te enamoré —responde Ukno mientras seguía escribiendo en su libreta, con su mano inferior derecha se rasco la barbilla pensando un poco.
La espadachín lo miró con una mirada de “asco” por la respuesta que le dio Ukno a Nerme, esté último ríe ligeramente por la cara de la espadachín.
—Eso no suena malo…
—Lo es, mató a la prostituta con la cuál te acostaste y me amenazó de muerte —fue todo lo que dijo Ukno viendo a Nerme que se quedó callado un momento mientras su mirada se ponía en blanco.
—En mí defens-
—No, no hay “defensa” —Ukno interrumpió a la espadachina, su voz era tranquila mientras cerraba su libreta con el lápiz siendo usado como separador. —Mataste a una mujer que solo trabajaba, no tenía la culpa de nada y no te hizo nada malo —su voz sonaba firme mientras su expresión estaba tranquila.
—(Normalmente las prostitutas de burdeles de esté mundo y de mí mundo en épocas anteriores estaban en burdeles para pagar sus deudas o porque fueron vendidas a los dueños de los establecimientos. Así que posiblemente ésa trabajadora la tenía difícil con su vida, creó que hizo lo mejor al matarla y liberarla de su sufrimiento) —Nerme pensó con un poco de desinterés, su mirada estaba fija en el suelo.
“¿Acabas de justificar un asesinato con el argumento de: “Le hizo un favor” ?”
El alma suprimida le dijo seriamente a Nerme que se avergonzó un poco.
—Nerme, ¿Cómo deberías castigar a la espadachín? —Ukno dijo sujetando a Nerme del hombro mientras seguían caminando. Nerme se asustó por el contacto físico inesperado poniéndose un poco nervioso.
—¡Oye, espera un momento! ¿¡Por qué tengo que darle un castigo yo!? —grito porque lo metiera en algo que no quería. Ukno afilo su mirada mientras suspiraba por un momento antes de responder.
—Ellas aparecieron con el propósito de hacer que te enamores de una de ellas, tú Maldición te permite almacenarlas o algo así. Seguramente puedas soltarlas por ahí y te harán caso en casi todas las cosas que digas… —empezó a responder calmadamente Ukno mientras la Espadachín desenfundaba su arma para apreciarla.
—Si dices así parecen soldados…
—Ese es el punto, al ser tú su “líder” tienes como deber “enseñarles” que deben hacer y cómo hacerlo y lo más importante… Toda falla suya es tú falla, toda victoria que tengan será por y para ti —Ukno remarcaba lo último con más firmeza, sus palabras querían “plasmarse” en la mente de Nerme.
—Debo admitirlo, suenas a la mano derecha de un emperador con ésas palabras —dijo la espadachín con cierta gracia mientras enfundaba su espada tranquilamente, Ukno solamente la miró por el rabillo del ojo inferior izquierdo.
—(Tiene razón) Tienes razón, creó que un buen castigo sería… ¿Guardarla? —dice Nerme algo dudoso mientras esperaba una respuesta por parte de Ukno que suspiró cansado por la duda en el castigo de Nerme.
—No dudes, afirma su castigo con firmeza. Si dudas verán que te falta firmeza y no te obedecerán —dijo Ukno mientras la espadachina mentalmente le daba la razón.
Para ella, Nerme no le genera miedo o algo similar, eso lo hacía sencillo de amenazar para que le diera “amor” o cosas similares. Ukno la detenía de lograr eso, por más agradable que pueda ser, tendría que matarlo eventualmente.
Pero… Ukno era bastante fuerte, lo vio de primera mano y no le gustó su derrota contra él. Sus golpes eran “hermosos”, defensivos y tranquilos… No hubo una intención asesina, no hubo señales de querer dañarlas. Era como pelear contra un árbol.
De repente sintió una mano en su abdomen, vio a quién la tocó y Nerme parecía algo nervioso por su propia acción.
—Nos vemos otro día… —eso fue lo último que escuchó de momento.
De la nada, la monja apareció en el lugar donde estuvo la espadachina. Su mirada estaba confundida, rápidamente se avergonzó sintiendo la mirada de Nerme y Ukno en ella.
—Hola… —fue todo lo que Nerme dijo y procedió a avanzar dejando atrás a la monja que se deprimió un poco por tan cortas palabras dirigidas a ella. Ukno la miró un momento y la agarró con uno de sus brazos inferiores.
—Te ayudo —Ukno dice haciendo que se siente en su hombro. La monja tembló asustada por su agarré, temblaba nerviosa intentando no caerse del hombro.
—Por favor, no te muevas mucho —pide Ukno algo incómodo porque no le dejaba escribir en su libreta. La monja tembló menos que antes, sus ojos estaban a punto de soltar lágrimas.
Las lágrimas cayeron, manchando los apuntes de Ukno, el cuál miró a la monja un momento para analizarla de arriba a abajo, volteó a ver a Nerme que estaba caminando frente a ellos sin mucha distancia que los separará.
—Nerme, ¿Podrías contarme algo acerca de tú “Tierra Natal”? —pregunta tranquilamente mientras seguía caminando trotando un poco para estar al lado de Nerme. Este último lo observó antes de rascarse la nuca pensando un poco y dándose cuenta a que se refería con “Tierra Natal”.
—Si puedo, ¿De qué te gustaría que te contará? —pregunta estando un poco curioso mientras Ukno miraba al suelo pensativo. —De los Dioses, ¿Qué religiones hay en tú “Tierra Natal”? —responde tranquilamente mientras su ojo derecho inferior mira la reacción de la monja que se calmó para prestar atención al tema.
—Pues, según recuerdo creó que hay más de cuatro mil. Todas diferentes o similares entre si… algunas fueron dejadas atrás por sus actos cuestionables —responde Nerme tranquilamente, su mirada enfocada en el camino evitaba prestar atención con su mirada a algo más.
—¿Cómo cuáles? —la monja pregunta con curiosidad y para profundizar con el tema. Su mirada se podía apreciar bastante debido a que era de lo poco visible por su velo negro. Nerme al escuchar su voz sintió un escalofrío e hizo una pequeña mueca.
—Sacrificios y más actos de ese estilo —su respuesta corta decepcionó a la monja que suspira aburrida. Ukno notó que Nerme no quería hablar profundizar sobre los actos de las religiones.
—¿Y qué hay de las religiones de aquí? —Nerme se forzó a preguntar para evitar un silencio incómodo. La monja recupero su emoción y Ukno pudo notar como su mirada emanaba un brillo de felicidad.
—Son pocas, son bastante “firmes” y cada especie tiene la suya —respondió con energía la monja que suspiro para aliviarse. —También se complementan algunas, como la de los Demonios con el resto. La religión de los Demonios explica que al morir pagas por tus pecados en el infierno y al momento de ser “purificado” tú alma cambia a una totalmente diferente y naces —agrega tranquilamente mientras su emoción aumentaba un poco. Ukno aprovechaba la plática de los dos para seguir escribiendo tranquilamente en su libreta.
—(No miente, pero Nerme fue enviado aquí por un Semidios, ¿Uno de los Dioses de su mundo o del nuestro?) —se preguntaba mentalmente Ukno que seguía escribiendo con calma.
Nerme escucho perfectamente lo que dijo la monja, comparaba su vida y el mundo de aquí con los animes “Isekai”, más específicamente donde el protagonista moría por un camión y reencarnaba en un mundo de fantasía cliché.
Le gustaba la idea de que hubiera religiones, era algo “refrescante” saber que esté mundo tenía “profundidad”. Ahora, lo que le inquietaba de este mundo era… Morir, le desagradaba la idea de morir después de ser bendecido con este cuerpo y peor sería que sea por culpa de una de estás “Maldiciones”
—(Si quiero evitar mi muerte… Tendré que “entrenarlas” a las cinco) —pensaba con una pequeña sonrisa inquietante. Era realmente una bendición tener a cinco chicas que darían “todo” por él.
La noche había llegado, el grupo se había construido un pequeño campamento afuera del camino y afuera de un bosque algo profundo. La fogata que construyeron era algo grande, Nerme se veía pensativo mientras miraba el fuego. Ukno seguía escribiendo tranquilamente en su libreta y la monja estaba danzando un poco más lejos de ellos.
Ukno la miraba analizando sus movimientos.
Precisión, firmeza, belleza, adoración y motivación.
Eran palabras que describían la forma de bailar de aquella monja, Nerme la observó brevemente antes de volver a dirigir su mirada a la fogata. Se levantó y agarró su mochila en dirección del bosque, Ukno lo observó brevemente antes de volver a su escritura.
—(Seguramente quiera ver las capacidades de su bendición) —piensa mientras seguía escribiendo, sus ojos superiores miraban los movimientos de la monja. Ahora, solo le recordaban a algo.
Nerme se adentro en el bosque buscando con su mirada algún árbol grande y grueso. Al encontrar el árbol adecuado lo toco suavemente, lo miró de arriba a abajo y sonrió un poco. Dejó caer su mochila y con un golpe derrumbó el árbol que cae provocando un fuerte ruido.
—Fascinante… —sonríe mostrando sus colmillos, abre sus manos y con sus uñas afiladas empieza a arañar el árbol caído. El árbol en poco tiempo se volvió en pequeños trozos de madera del tamaño de hormigas.
“Buen resultado…”.
Debajo de su ojo derecho se formó otro ojo pero, de color rosa. Debajo de ése ojo se formo una pequeña boca, el alma suprimida se manifestó de esa forma.
—¿Puedes aparecer de ésa forma? —pregunta Nerme concertando, toco la boca y el ojo con cuidado para no hacer ningún daño. El alma suprimida ríe por su pregunta.
“Claro, con tú bendición puedo manifestar mis pensamientos en tu mente y ahora por lo que veo también puedo manifestarme en mí cuerpo”.
El ojo y boca se movieron al abdomen, el ojo abajo y la boca arriba. Se “levantaron” modificando un poco el cuerpo para crear otro torso idéntico al de Nerme a excepción de los ojos rojos que eran rosas y los colmillos que no habían crecido de sobremanera.
“Nos vemos cara a cara”
La alma suprimida dijo con gracia observando a Nerme que se puso un poco nervioso por ver al alma original del cuerpo. Nerme lo miraba fijamente mientras veía como su cuerpo volvía a ser normal.
“A esté paso… puede que no necesitemos la fusión de almas”
El ojo y boca volvieron a aparecer debajo del ojo derecho de merme que se puso un poco incómodo.
—¿Crees que la bendición me dio algo de regeneración?
“Por supuesto que te dio regeneración o curación, lo “vi” cuando te cortaste con tus uñas accidentalmente”.
El alma original recordó el como Nerme curo del corte que se hizo, fue rápida la curación de la herida.
—Ya veo, quisiera saber los límites de mí regeneración… —miro su brazo izquierdo y lo sujeto con su mano derecha. Se quedo así durante un minuto sin moverse en lo absoluto.
“No tienes el valor para dañarte el brazo, ¿Verdad?”.
El alma original ríe por el intento de Nerme de querer probar su regeneración. Su mirada se fijo en una dirección en específico, Ukno había llegado al lugar.
—¿Probando tus capacidades? —pregunta Ukno con calma mientras se acercaba tranquilamente a Nerme que simplemente asentía ante la pregunta.
—Por como te ves, creó que quieres probar algo de curación acelerada —deduce Ukno y Nerme levantó su mirada en dirección de Ukno. Al verlo, Ukno se sorprendió al ver otro ojo y boca debajo del ojo derecho de Nerme.
“Sorpresa, ahora puedo manifestarme en el cuerpo”.
Ríe con diversión el alma original, Ukno sonrió un poco por la risa del alma suprimida.
—Ukno, ¿Podrías arrancarme un dedo? —Nerme pregunto con nerviosismo por la pregunta que hizo. Ukno levantó una ceja y sus cuatro ojos observaron a Nerme.
—Bien, si quieres probar la regeneración o curación del cuerpo —hablo con algo de inquietud y calma, con su mano inferior derecha sujeto un dedo de la mano izquierda de Nerme y procedió a arrancarlo a la fuerza. Nerme gritó de dolor mordiendo su lengua con fuerza para distraer su dolor con dolor.
Ejerció fuerza en la herida y el dedo se empezó a regenerar como si no hubiera pasado nada. Su rostro estaba sudoroso por el dolor que sintió. El Alma original rio un poco por la expresión de Nerme.
—Gracias… —dijo Nerme mientras se acercaba a su mochila, la abrió en busca de algo. Sacó la navaja con el que mato a la bruja y lo tiro en una dirección al azar. Ukno lo miró brevemente antes de dirigir su mirada a Nerme. Esté último sacó una hierba y procedió a comerla tranquilamente.
—¿Por qué tiraste la navaja? —pregunta Ukno con ligera curiosidad, con sus ojos inferiores observa en la dirección donde la navaja fue tirada. Nerme levantó su mirada en dirección de Ukno antes de responder.
—No me sirve ahora, más bien… Nunca me servirá de ahora en adelante. Cuando derribe ese árbol sentí que cualquier arma me sería inútil —Nerme respondió con una pequeña sonrisa escalofriante y levantó su mochila para regresar al campamento mientras seguía masticando la hierba.
Nerme avanzó de regreso al campamento, al llegar esperó a Ukno. Se estaba tardando y de repente lo observo, estaba caminando tranquilamente y al llegar al frente de la fogata se sentó en el piso.
—Te tardaste demasiado…
—Tú respuesta me dio risa, me recordó que no sabes cosas demasiado complejas de este mundo —responde Ukno mientras se rasca el cuello con el brazo inferior izquierdo, Nerme alzó una ceja con confusión por lo dicho.
—¿A qué te refieres? —Nerme pregunta curioso, Ukno lo mira y entrecierra un poco los ojos. Nerme veía como los ojos rojos de Ukno reflejaban el fuego de la fogata. Detrás de Nerme estaba la tienda de campaña que monto y donde la monja estaba durmiendo.
—Existe tres tipos de armas en este mundo… —empezó a hablar mientras el fuego de la fogata se intensificó. Nerme presto atención para recordar lo que dirá Ukno.
—El primer tipo de arma son las armas comunes, las fabrican herreros normales y son muy usadas para matar a criaturas sencillas como grejos… —el fuego se intensificó de sobre manera haciendo que Nerme quisiera alejarse, pero se detuvo y se mantuvo firme.
—El segundo tipo son las armas con técnica, estás armas no son fabricadas por herreros normales. Las fabrican gente que ha despertado su técnica y tiene una pasión por la herrería, el proceso de creación es casi el mismo que el de las armas comunes… —Ukno hablo mirando como el fuego bajaba al empezar a hablar del segundo tipo de armas.
—Los materiales son usados son muy especiales, ya que absorben el alma. En el proceso de creación del arma se inyecta el alma del creador y por medio de esto el arma adquiere una técnica, que puede ser igual al creador o una variante de la misma técnica y por eso son bastante costosas, la espadachina tiene una de estas armas al igual que yo —Ukno veía como el fuego no cambiaba para nada y se mantenía bajo ante la mirada del Ukunad.
—¿Enserio? ¿Qué técnica tienen sus armas? —Nerme pregunta curioso sobre eso. Ukno no levanta la mirada del fuego y procede a responder.
—La espada puede cortar lo que sea con facilidad y puede hacer que el portador vea el interior de los seres vivos, también tiene una Maldición que obliga al arma a nunca separarse de ella —explico respondió Ukno a la segunda pregunta de Nerme que seguía prestando atención.
—¿Y tú arma?
—La mía la dejé en mí hogar —su simple respuesta decepcionó a Nerme bastante. Miró el fuego bajo y le echa más leña para avisar sus llamas. Ukno suspiro antes de continuar con el tercer tipo de “arma”.
—Y el tercer tipo… Más que armas, son llamados: “Artefactos Sagrados”. Son más que simples armas que dañan al enemigo… En su mayoría dan un efecto, habilidad, capacidad y otras cosas que desconozco. Son extremadamente raros de obtener por varias razones… —Ukno se acercaba a finalizar su explicación, las llamas de la fogata a pesar de que aumentaron casi se apagan. Nerme desesperadamente trato de mantener prendida las llamas al mismo tiempo que escuchaba.
—Los “Artefactos Sagrados” se hayan en nidos de Dragones… —Ukno suspiro de forma “extraña” para Nerme que había terminado de avivar las llamas de la fogata y se le quedó viendo raro a Ukno.
—(¿Acaba de suspirar como si estuviera enamorado cuando dijo dragones?) —Nerme se preguntó confundido con una mueca de disgusto evidente. En caso de que el suspiro fuera como pensaba… Su compañero resultaría ser un Zoofílico. Un escalofrío recorrió su espalda con aparente incomodidad.
—¿Los Dragones existen? —Nerme pregunta para no alargar sus propios pensamientos. Ukno lo mira confundido antes de responder.
—Obviamente, ¿No lo sabías?
—Perdón por vivir en un pueblo lejos de las bibliotecas modernas…
—¿Debo asumir que nunca fuiste a una escuela?
—¿Hay escuelas? —Nerme pregunta incrédulo mientras se sujetaba la cabeza con fuerza por la información que acababa de recibir. Ukno puso una mano en su cabeza y le dio leves palmadas de consuelo.
—Bueno, tampoco es que hubiera podido ir. Mi cuerpo tal vez se hubiera podrido de camino a una —Nerme agachó la cabeza mientras Ukno dejaba de consolarlo con su mano inferior derecha. —(Había veces que mí cuerpo olía a cadáver y eso preocupaba a mí abuelo) —Nerme pensaba teniendo recuerdos de cuando era un niño de 7 u 8 años.
—En fin, ¿Cómo son los dragones? En mi mundo original son criaturas ficticias que tienen tesoros en sus cuevas —Nerme pregunta para no pensar más en su niñez.
—¿No existen en tú mundo? —Ukno pareció ligeramente preocupado por lo dicho por Nerme.
—No
—Que horrible es tú mundo original… —Ukno se lamentó mientras bajaba la cabeza con lastima evidente. A Nerme se le hincho una vena por lo dicho por Ukno.
—Pero no es tiempo de lamentos, los Dragones tienen nidos donde se encuentran grandes tesoros. Oro, piedras preciosas, minerales extremadamente raros y con propiedades mágicas, armas con técnica, libros con información para hechizos poderosos y… Los Tesoros Sagrados, éstos últimos son buscados por cualquiera que se tope con un nido de Dragón pero, lastimosamente los dragones se alimentan de magia y los Artefactos Sagrados contienen demasiada, así que los meten en sus bocas y extraen la magia para alimentarse, dejando al Artefacto Sagrado como una decoración bonita —termino de explicar, el fuego se avivó nuevamente con una cantidad moderada de leña.
—¿Y cómo se hacen los Artefactos Sagrados? —Nerme preguntó curioso mientras Ukno cerraba todos sus ojos mientras se rascaba la barbilla recordando la respuesta.
—Se tiene que ser un hechicero, mago o brujo para lograr hacer uno, luego al momento de casi morir ocupa liberar toda su magia pensando en su deseo más profundo, después de la muerte del hechicero, mago o brujo, la magia se junta y crea un Artefacto Sagrado —resumió Ukno lo mejor que pudo el proceso, abre sus ojos tranquilamente por terminar su explicación.
—Ya veo, esté mundo me tiene intrigado. Cada que hablas sobre cosas que no se, me generas curiosidad y mucha —Nerme habló mientras sus ojos rojo ciruela miraban al fuego con una sonrisa.
“Ukno…”
La voz de un completo extraño les hablo a los dos, los ojos de Nerme se contraen como si fueran los de un felino. Ukno con sus ojos inferiores miró a sus costados y con los superiores observó al tipo que les habló. El cuello de ambos estaba amenazado por espadas que ejercían presión en sus cuellos
El sujeto no venía solo ya que, otros tres estaban sosteniendo espadas. Ukno tenía tres apuntando a su cuello y Nerme solo la del tipo que habló. El sujeto observó a Ukno y de sus ropas saco un cártel de “Se busca” con una foto de Ukno.
—El último Ukunad, sí que fuiste fácil de encontrar. Por momentos pensamos que no te encontraríamos —hablo el sujeto tranquilamente, su voz era gruesa y fuerte. Su cabello rojo claro era movido ligeramente por el aire, sus ojos azules miraban los ojos rojos de Ukno que le devolvía la mirada.
Portaba una armadura plateada que reflejaba un poco el fuego de la fogata, los detalles de oro en cada sección que une a la armadura son similares a cicatrices en la armadura.
—¿Son caza recompensas o son de la Guardia Real Demoníaca de la Embajada aquí en el País de los Humanos? —Ukno pregunta tranquilamente, el sujeto de cabello rojo bufó sin ninguna emoción.
—No importa, por órdenes del Emperador Demonio tendrás que regresar y reclamar la vida que se te fue asignada desde tú adopción —El sujeto respondió seriamente, Nerme estaba aún procesando el no poder haberlos detectado.
—(Son cuatro personas, una mujer y tres hombres) —Nerme pensó mirando a la mujer detrás de Ukno que tiene una espada contra la parte trasera del cuello de su compañero.
—(Los que se encuentran a mis costados solo muestran el rostro, el resto de su cuerpo lo ocultan con ésas batas azul oscuro, supondré que el que se encuentra detrás de mí está mostrando solo su rostro) —Ukno pensó mirando a los sujetos que de encontraban dentro del rango de su vista.
Una mano de manera tétrica salió de la espalda de Nerme sujetando con fuerza la armadura del sujeto con armadura.
“Mírame”
Del brazo surgieron ojos rosas y una boca formando una aberración de la propia carne de Nerme. El sujeto con armadura cambio su expresión a una completamente confundida, con su espada intentó cortar ese brazo mutado.
Ante ése movimiento, Nerme lo golpeó en el centro del pecho empujando al sujeto que de cubrió con su brazo derecho del golpe. A pesar de su defensa fue empujando hacia atrás creando una franja de tierra, levantó su mirada y un brillo ligeramente emocionado salió de sus ojos.
Ukno rápidamente golpeó el suelo con fuerza usando sus brazos inferiores para levantar una nube de polvo.
Ukno miró a los sujetos que amenazaron su cuello notando a dos hombres e ignorando a la mujer que es más grande que el restó de sus compañeros, rápidamente sujetó a los hombres con sus brazos y los arrojó al bosque con una fuerza asombrosa.
Juntó a los hombres, la nube de polvo se fue dejando solo a Ukno y a la mujer frente a frente. Ukno la miró con sus ojos inferiores, una piel morena clara y ojos verdes claros. El color de cabello es similar al café con leche, el cabello de los costados de su cabeza estaba cortado y el resto del pelo estaba atado en una única y gran trenza que llegaba hasta su trasero.
—(¿Una mujer? Qué extraño, El Emperador Demonio enviaría a alguien de su guardia de élite para traerme) —Ukno agudizó todos sus ojos mientras su cuerpo temblaba un poco, trago saliva y unas gotas de sudor recorrían su rostro.
—Es el momento… —la mujer habló con calma para posteriormente suspirar y dirigir su mano hasta el cuello de la bata. Su mano estaba cubierta por vendas delgadas y poseía guantes negros sin dedos.
Se quitó su bata destrozándola de un jalón, mostrando su cuerpo. Una camisa negra de manga corta que se ajustaba a su cuerpo y mantenía sus senos firmes, sin embargo, mostraba su estómago y sus abdominales entrenados.
Unos pantalones de artes marciales junto a unas zapatillas que de suela blanca que le hacían juego.
—¿Yo te parezco hermosa? —la mujer pregunto con algo de vergüenza en su voz cubriéndose con su otro brazo el rostro. Ukno se quedó callado y miró con incredulidad a la mujer por su pregunta por un momento.
—… —Ukno la miró de pies a cabeza, sin duda alguna la mujer es hermosa, pero estaban en una situación poco adecuada para responder ésa pregunta.
—No… —sin mucha dificultad mintió, rápidamente se lanzó a noquear a la mujer de un golpe al rostro. La mujer recibió el golpe de llenó distraída por la respuesta negativa de Ukno, al tocar el suelo por el golpe… tembló fuertemente.
Se levantó rápidamente y su expresión se volvió una aterrada por algo que Ukno desconocía. Ella le lanzó un golpe al cuello, con su brazo derecho lo detuvo y con su otro brazo detuvo el otro golpe de la mujer. Con los brazos inferiores le dio dos golpes en el abdomen, al dar el golpe sus brazos se estremecieron y temblaron.
—(Que dureza, su cuerpo sí que está bastante entrenado) —pensó haciendo una mueca por sus brazos, la mujer aprovecha su mueca y se libera de los brazos superiores. Con fuerza golpeo el pecho de Ukno que retrocedió dejando una zanja con sus pies.
Miró su pecho y vio como la mujer dejo una marca roja en su cuerpo. Estiró sus brazos y trono sus huesos mientras suspiraba con ligera molestia.
—Sera complicado… (Tengo que derrotarla antes de que lleguen sus compañeros y revelen su forma original)
Nerme evitaba los cortes de la espada del sujeto, su corazón latía a mil por hora evitando cada corté mortal. El sujeto lanzo una estocada y Nerme la desvío al suelo.
El sujeto soltó su espada y aprovecho la cercanía y golpea a Nerme en la barbilla para después dar dos golpes seguidos al cuello. Sujeto su cabeza y la estrelló contra su rodilla y la nariz de Nerme empezó a sangrar.
—¡Maldita sea! —en un intento de devolver los golpes lanzo golpe sin ninguna dirección fija y cerrando sus ojos mientras sudaba con gran nerviosismo.
Del bosque salió uno de los hombres a una velocidad asombrosa, respiraba rápido sin parecer agotado y observó a Nerme dar golpes a lo loco sin ningún tipo de patrón.
El sujeto con armadura solo vio como su compañero paso entré los ataques sin problema alguno y golpeó en el rostro a Nerme que cayó al suelo.
Nerme se apoyó en el suelo con sus codos y miró la tierra e intentó ponerse de pie. Fallo en su acción y sintió la mirada de los dos sujetos en su nuca, a pesar de no verlos directamente… logro sentir el sentimiento de lastima y pena que le dirigían.
Se sujetó el rostro con fuerza y su cuerpo estaba sudando bastante. Una repentina sensación recorrió su cuerpo por completo…
Poder
Levantó su mirada y vio a la monja que estaba danzando con precisión, firmeza, belleza, adoración y motivación.
—¡Una monja amplificadora! —el sujeto que llegó con una velocidad asombrosa se percató del tercer individuo. El sujeto con armadura rápidamente agarró su espada con fuerza y la sacó del suelo.
—(¡Por poco!) —el sujeto veloz esquivó un corte de las uñas de Nerme por poco. Se alejó lo suficiente y Nerme rápidamente con su otro brazo intentó cortarla con sus uñas.
El sujeto con armadura de un corté limpió le cortó las manos a Nerme que al sentir eso se tiró al suelo con gran dolor y empezó a gritar y a girar en el suelo.
—(Nunca ha luchado en su vida, que lástima…) —el sujeto bajó un poco la guardia y vio como de repente a Nerme se le regeneraron las manos en 5 segundos.
El sujeto se alarmó y su guardia se elevó nuevamente listo para los próximos ataques.
—(¡Maldición, maldición!) —Nerme maldecía mentalmente para no perder la compostura frente al enemigo. Sin esperarlo el sujeto veloz nuevamente empezó a golpearlo en el rostro.
Cada golpe en su rostro lo hacía retroceder más y más, con sus brazos intentó parar los golpes. Únicamente logrando quitarle la bata con sus uñas, debajo de esa bata logró ver solo un cuerpo de mujer.
Las ropas de la mujer consistían de un camisa y pantalones holgados hechos con telas baratas.
El sujeto con armadura se unió al combo de forma rápida y empezó lanzando cortes con su espada. Sincronizando sus ataques no le daban tiempo a reaccionar a Nerme.
—¿Qué le hiciste a la espada que te di? —el sujeto de cabello rojo preguntó mientras seguía lanzando cortes.
—Eran una porquería y ambos las dejamos en el bosque
El sujeto suspiro haciendo una mueca con clara molestia por deshacerse de las espadas que les prestó para la misión.
Cada corte se regeneraba casi de inmediato, siendo una molestia para el dúo que apalea a Nerme.
“Activación de Arma con Técnica: Kairak”
El sujeto con armadura susurro para si mismo y la espada empezó a liberar rayos oscuros. Los músculos de Nerme se empezaron a tensar en contra de su voluntad por los rayos oscuros.
—Mierda, mierda —Nerme empezó a maldecir en voz alta mientras su expresión estaba repleta de dolor y un poco de lágrimas.
—(¡Es completamente injusto!) —a duras penas podía ver claramente al dúo que lo apalea constantemente.
Superado en número, en experiencia, en habilidades y en general por todo.
Ukno estaba teniendo problemas por la dureza del cuerpo de la mujer y parecía querer inmovilizarlo de cualquier forma posible.
Del bosque salió uno de los dos sujetos que mandó a volar, se lanzó contra el y lo detuvo con una de sus manos inferiores. Al momento de ser tocado por el sujeto una presencia extraña apareció detrás de el y una sustancia rara se pego en su espalda.
Era… inquietante, al voltear a ver para un vistazo rápido observó que detrás de el había un cubo blanco conectado con la cosa que se pego en su espalda en primer lugar. Rápidamente se volvió a concentrar y la mujer lo intentó golpear en el rostro, cosa que fue desviada para golpear a su compañero.
Fue lanzado contra un árbol y tosió algo de sangre su ojos apenas eran visibles para Ukno que no le quitaba la mirada con sus ojos inferiores.
—¡Lo siento! —la mujer se disculpa con rapidez bajando la guardia, Ukno con sus brazos inferiores sujeto los brazos de la mujer y con sus puño superiores empezó a golpear a la mujer en el rostro.
—(Está cosa en mí espalda debe ser por la técnica de ése tipo, ¿Será alguna Técnica de Sellado?) —Ukno empezó a deducir mientras seguía golpeando constantemente a la mujer.
Antes de dar un golpe más, la mujer cambio de apariencia y Ukno se detuvo de repente. La miró de pies a cabeza confundido mientras observa con sus cuatro ojos la apariencia de la mujer herida.
Su cabello se había vuelto más grueso y adquirió un color café grisáceo al igual que el resto de su color de piel. Sus ojos habían cambiado lo suficiente para casi no reconocerlos, ahora eran de un color rojo brillante y su forma circular se esfumó ahora pareciendo más a un triángulo escaleno.
Una mancha roja oscura se extendió desde la punta de la nueva forma de sus ojos hasta los costados de su cabeza. Sus mejillas se hicieron más delgadas, sus dientes se unificaron y se volvieron color gris oscuro. En su espalda salieron cuatro piernas similares a las de un insecto.
En sus piernas más humanoides se habían generado púas cubiertas por su propia piel que atravesaron su pantalón. Sus zapatillas se habían roto y sus dedos se habían unificado, las uñas desaparecieron. Los pies ahora eran puntiagudos.
En su espalda se había creado una especie de joroba triangular que cubría un saco de color rojo con un líquido rojo brillante dentro del saco. Sus brazos estaban en sus codos habían formado sacos similares, pero duros y sus senos… Ahora eran sacos similares a los que cubrían su joroba y los que estaba detrás de sus codos, solo que más firmes y brillaban.
—Esa… Esa no es la apariencia de un Demonio —Ukno la miró de arriba abajo confundido. Aunque la apariencia se le hacía familiar de algún lado.
Su mirada en la mujer se vio interrumpida por los gritos que Nerme daba al aire, rápidamente con su fuerza noqueó a la mujer de un fuerte golpe al rostro. La dejó caer al suelo y empezó a correr en dirección de Nerme.
Vio a la monja que estaba danzando y sin importarle mucho la sujeto con uno de sus brazos inferiores interrumpiendo su danza que potenciaba a Nerme.
Al llegar con su compañero lo observó ser apaleado y superado en número, rápidamente soltó a la monja y se lanzó a la batalla.
El sujeto y la mujer voltearon a ver en dirección de Ukno al escuchar las fuertes pisadas, Ukno paso a su lado rápidamente.
—Con permiso —con prisa paso entre ellos y los golpeó múltiples veces con sus brazos inferiores, sus ojos inferiores se mantenían en ellos sin apartar la mirada ni un poco.
—(Demasiado rápido para mí, está a otro nivel) —la mujer pensó mientras apoyaba una rodilla en el suelo, suspiraba con dolor limpiando el sudor que estaba por su boca.
—(Ya veo porque nos mandaron a nosotros cuatro, un mujer rápida para evitar su reacción y respuesta, otra mujer que servía como defensa y atacante. Un mago con técnica de sellado y yo alguien que puede mantenerlo a raya) —el hombre no se dio el lujo de caer al suelo, su cuerpo estaba temblando por la fuerza de los golpes de Ukno.
—Debimos organizarnos mejor… No esperábamos que estuviera acompañado —gruño el sujeto de cabello rojo. Miró a Nerme que estaba en el suelo intentando levantarse a como diera lugar, los ojos de Nerme se pusieron en blanco mientras soltaba saliva de su boca sin control alguno.
Ukno rápidamente se acercó al sujeto de cabello rojo y lo golpeó en el rostro, seguido de la mujer a su lado que también recibió un golpe de su parte y ambos cayeron inconscientes por el golpe.
Ukno suspiro y con velocidad sujeto a Nerme y la monja. Fue al pequeño campamento que hicieron y tomo las cosas de valor como la mochila de Nerme.
Con eso recogido se fue en dirección del bosque, en sus profundidades seguía avanzando de forma rápida sin hacer mucho ruido con sus pisadas.
Ya habiendo corrido durante más de tres horas se detuvo en un pequeño campo rodeado por el bosque. Dejó a los dos en el suelo y se sentó suspirando cansado.
—Bueno, salimos en una pieza —Ukno dijo con una sonrisa mientras reía, solo los grillos respondieron a su risa y noto que sus compañeros estaban dormidos de alguna forma.
—Mejor los dejó descansar, no de esperaban que habría un enfrentamiento —susurro en voz baja Ukno que aún no se sentía cansado.
El cuerpo de Nerme se levantó repentinamente, Ukno afilo su mirada un poco notando que se levantó de forma anormal. Giro su cuerpo lentamente y Ukno pudo ver el porque, era la otra alma por las características que mostraba en sus ojos.
—Ya veo, has logrado tomar control del cuerpo de Nerme —Ukno dijo mientras observa como la otra alma se acostumbra a caminar y moverse. Por el rabillo de su ojo inferior vio como la monja desapareció.
—Si… ¿Así de bien se siente el aire fresco? Es maravilloso —se estiraba completamente usando su técnica para expandir su cuerpo en todas direcciones sin estallar.
—Se siente mejor cuando estás cansado —menciono Ukno mientras tronaba su cuello con tranquilidad. —Por cierto, ¿Cómo debería llamarte? —Ukno pregunta después de tronar su cuello.
—Mmm, no lo sé
—¿Qué tal “Herme”?
—Solo le cambiaste una letra
—¿Y que tal “Hermes”?
—Ahora le agregaste una letra
—No dejas que te ayude… —Ukno suspiro con una sonrisa en su rostro mientras que el sujeto solo lo miraba con una muy imperceptible sonrisa.
—Emren, creó que es un buen nombre —se dijo a si mismo mientras miraba sus manos, en sus ojos un brillo de esperanza se veía con claridad. Después de años, sentía que tenía algo propio.
—…
El grupo de captura estaban despertando de su inconciencia, la primera en despertar fue la mujer con ropa de telas baratas. Bostezo y se talló los ojos, al terminar vio con desgana a su alrededor viendo como estaban en una habitación bastante simple.
Rápidamente entraron guardias con armaduras pesadas y oscuras, sin decir palabra se acercaron y le pusieron grilletes para prisioneros en las piernas y brazos a la mujer.
—Denme un respiro, apenas desperté —dijo la mujer mientras se quejaba sin quitarse los grilletes. Los guardias la sujetaron y avanzaron arrastrándola fuera de la habitación.
El segundo en despertar fue el caballero de pelo rojo, se sujetó la cabeza con dolor y miró su alrededor viendo a sus compañeros. Escuchó como guardias entraron y suspiro un poco.
—Líder del grupo de captura, el Emperador Demonio y la hija del emperador solicitan su presencia para un informe de la misión fracasada —un guardia dijo con una voz clara y firme mientras el caballero asiente.
—Guíenme a ellos, hablaré cuando mis compañeros estén todos reunidos —se levantó de la cama en la que estaba descansando y los Guardias procedieron a guiarlo.
El tercero en despertar fue el mago del grupo y se despertó rápidamente mirando a su alrededor. Vio a la mujer que mostró su verdadera forma y rápidamente se acercó a ella.
—Maldición, pronto vendrán los guardias —el mago maldijo mientras rápidamente creaba un pequeño portal con magia.
—Señora… —antes de que el mago pudiera terminar, una mano femenina salió del portal posando en la frente de la mujer. La mujer empezó a retorcerse incómoda mientras volvía a su apariencia humana.
La mano volvió dentro del portal y esté último se cerró rápidamente. La mujer despertó y miró a su compañero, se miró a sí misma y se abrazo con fuerza, se sentía aliviada y tranquila ahora.
—Tenemos que informar sobre la misión al Emperador Demonio, pronto nos vendrán a buscar —dijo el sujeto mientras se limpiaba el sudor del rostro. Comportarte, porque tú no tienes el visto bueno de la Princesa —pidió casi suplicando mientras juntaba sus manos.
—Lo haré —fue todo lo que dijo la mujer antes de ver a los guardias entrar. Le hicieron una señal los dos y pasaron a retirarse con los dos atrás suyos.
Rápidamente llegaron a un sala bastante grande con lámparas iluminando la sala por completo. Tres tronos eran visibles, el central era el más grande a su derecha había un trono más pequeño que el resto y a su derecha había uno que era de tamaño medio.
Los tronos decorados con calaveras de hierro y de diferentes metales preciosos. La forma de los cráneos son bastante diferentes entre si y detrás de los tronos había diferentes banderas desgastadas y con gotas de sangre seca en ellas.
De una gran puerta entro un sirviente bien vestido, su forma de caminar era elegante y con clase. Al llegar al centro de la sala vió al grupo de captura arrodillados en el suelo.
—El Emperador Demonio está por entrar, releven su verdadera forma —ordeno con autoridad y el grupo de búsqueda asintió de acuerdo con la orden dada.
El líder empezó a revelar su verdadera apariencia, su piel se volvió gruesa y áspera. Sus mejillas revelaron una cicatriz de color negro que casi tocaban sus labios. Su cuerpo se hincho y sus músculos aumentaron de tamaño. Gruñó sintiendo el cambio bruscos en su cuerpo mostrando sus dientes negros y lengua con pequeños ganchos.
La mujer que fue esposada suspiró y su cabello naranja se volvió de un color más opaco, sonrió mostrando unos dientes blancos y afilados con los colmillos destacando, se relamió los labios mostrando una larga lengua de treinta centímetros. Sus uñas crecieron y se afilaron demasiado, su piel se volvió demasiado lisa y su cuerpo creció lo suficiente como para que su ropa holgada se ajustará a su talla. Su esclerótica se volvió gris oscuro y sus ojos plateados destellaron brevemente.
El mago se empezó a cambiar de forma, su cabello azul oscuro cubrió sus espalda sin dificultad, en sus mejillas, en su frente y en su cuello surgieron ojos de esclerótica negra y el color blanco de sus ojos resaltaron. Detrás de su cuello surgieron bocas que sonreían macabramente en sus palmas igualmente surgieron bocas que sacaban la lengua en forma de burla.
Al ver las verdaderas formas de los Demonios tosió y la puerta se abrió. Los demonios y la mujer que muto del grupo de captura levantaron la mirada y la mujer se puso ligeramente nerviosa.
De la puerta un anciano de cejas pobladas estaba entrando, su cabello canoso resaltaba de todo su cuerpo. Su rostro mostraba arrugas y su piel gris se veía demacrada. En sus brazos había cuernos amarillos agrietados por la edad, avanzaba a paso lento sosteniendo su peso con un basto.
—(Está en las puertas del infierno…. Una última batalla a su máximo poder y morirá) —el líder del grupo de captura frunció el seño sintiendo lastima por su Emperador.
—(Viejo, muérase ya. Quiero mí libertad) —la mujer que portaba sus grilletes suplicaba cómicamente en su mente. Su mirada frustrada por ver al Emperador en las últimas etapas de su vida era evidente para el líder de los Demonios quién sonreía con diversión.
El mago y la mujer que había mutado solo observaron al Emperador con respeto y nervios. El Emperador simplemente caminó hasta llegar al trono más grande y suspirar relajado.
—(¿Y la princesa?) —la mujer que había mutado se preguntó al ver que la princesa no había ingresado. En su lugar una demonio que seguía con su apariencia humana estaba cerca al lado del trono mediano. Sus ojos estaban cerrados y su ser emanaba calma y una sensación fría a todos los presentes a excepción del Emperador.
—Ahora con todos ustedes presentes… pasen al frente de mí —el Emperador ordenó con tranquilidad y su voz vieja demostraba cansancio.
El grupo hizo caso a la orden del Emperador mostrando respeto en diferentes medidas. Al llegar miraron al Emperador esperando la siguiente instrucción.
—¿Cómo les fue en la misión? —el Emperador pregunta curioso aún sabiendo la respuesta. La mujer al lado del trono mediano abrió uno de sus ojos para observar a quién iba a responder.
—Majestad… f-
—Fallamos
El líder del grupo empezó a responder para ser interrumpido por la mujer con grilletes. Si las miradas matarán, la mujer estaría muerta veinte veces.
La mujer al lado del trono mediano puso sus brazos detrás de su espalda, estaba apretando sus puños con ira, sus venas eran evidentes y forzaba su expresión calmada.
—Ya veo… Es una lástima, gracias por tú honestidad —el Emperador sonrió aprobando la honestidad de la mujer que le saco la lengua al líder del grupo en forma de burla.
El líder respiró para calmarse y no hacer una escena frente al Emperador.
—Continuando, Ukno tenía apoyo de una monja amplificadora y de un hombre que no sabía luchar, su técnica le permitía cambiar la forma de su cuerpo o algo así —informo con respeto, el Emperador levantó una ceja al escuchar la mención de una monja amplificadora.
—Mmm, consiguió aliados… —el Emperador habló al aire sin esperar respuesta por parte de sus súbditos. La mujer al lado del trono mediano abrió sus ojos, el izquierdo empezó a temblar ligeramente, una vena se hincho y se hizo presente en su mejilla y frente al escuchar la frase: “Apoyo de una monja amplificadora”. Ignorando el restó del informe.
—Nos derrotó a todos, no esperábamos que tuviera apoyo y fallamos por no hacer una estrategia antes de la pelea… —el líder agachó su mirada ante el Emperador.
—No te preocupes, habrá más oportunidades para capturar a Ukno… Después de todo, solo es cuestión de tiempo para que reflexione sobre su decisión y regresé con la familia real demoníaca —el Emperador dijo tranquilamente mientras le sonreía al líder del grupo de captura.
Fuertes pisadas hicieron que todos en la habitación a excepción del Emperador Demonio y la mujer al lado del trono mediano mirarán en dirección de las fuertes pisadas.
La puerta se abrió y una mujer entró, el cabello de la mujer estaba atado en una cola de caballo y estaba erizado con unos dos mechones sueltos en forma de “M”. Las puntas del cabello son de color rojo oscuro y el resto de un color púrpura muy oscuro.
La esclerótica negra de sus ojos resaltaba el color amarillo casi naranja de sus ojos. Los ojos estaban rojos en señal de estar irritados.
Una gruesa coraza cubría sus brazos y piernas, una coraza más delgada cubría el resto de su cuerpo a excepción de su cabeza y cuello.
Su cuerpo manchado de sangre era evidente haciendo un desastre en la sala. En sus manos una bandera manchada en sangre fresca destacaba igual que la demonio.
—Oh… Hija, estás haciendo un desastre —el Emperador hablo tranquilo mientras miraba como su hija le daba una profunda mirada de ira. La princesa con fuertes pasos llego a su trono mediano, la mujer a su lado hizo una pequeña reverencia ante la heredera del Emperador. Recibió la bandera y la fue a colgar en un lugar apartado de las banderas que había detrás del los tres tronos y donde las colgó había otras cinco banderas manchadas con sangre.
—¿Tuvieron éxito? —la princesa pregunta exigiendo una respuesta con un tono de voz fuerte y claro. Seguía de pie frente a su trono, el líder vio la demonio que tenía los grilletes y le dio un codazo.
—N-no, princesa —la corta respuesta dejó la sala en un fuerte silencio. La mirada de la princesa rápidamente volvió a ser una de ira y rápidamente le apunto al grupo con uno de sus dedos acorazados.
—¿¡Cómo mierda fallaron!? ¡Ustedes tres son el mejor grupo de captura! —grito con fuerza y los tres demonios se arrodillaron rápidamente en contra de su voluntad.
“¡Perdieron contra un tipo que se niega a usar su Técnica!”
La princesa grito con fuerza mientras empujaba su dedo nuevamente y los demonios empezaron a vomitar sangre. El demonio mago estaba vomitando sangré por todas sus bocas. La mujer que había mutado cayo al suelo asustada por el vómito de sus compañeros.
—Lidor, tú espada sirve para paralizar y contraer los músculos de Ukno —habló empujando un dedo y contrayendo los músculos del mencionado que se empezó a retorcer en el suelo por el dolor provocado.
—Yimit, tú técnica te servía para contrarrestar su velocidad y ponerte al igual que sus cuatro brazos —la princesa empujó su dedo en dirección de la mujer que estaba temblando rápidamente en contra de su voluntad y provocando mucho ruido por sus grilletes, vomitaba sangre sin parar.
—Murik, eres un mago que puede recitar cánticos con sus múltiples bocas. Los brazos que ocultas en tú cuerpo te sirven para hacer múltiples magias al mismo tiempo y tú técnica… Solo tenías que tocarlo ocho veces y lo sellabas para terminar la misión captura —hablo haciendo que el mencionado se empezará a comprimir en un cubo. Su sangre se estaba derramando en esa forma.
—¡Suficiente! —el emperador grito con firmeza y los demonios volvieron a la normalidad, la sangre seguía en el suelo. —Ve a tu habitación, no estoy contento con tu abuso de poder —el emperador miró a su hija con una mirada firme, un destello blanco emergió de sus ojos, provocando una fuerte sensación de peligro en todos.
—…
Su hija no dijo nada, simplemente hizo una mueca mientras se retiraba del lugar con la mujer siguiéndola tranquilamente. El emperador al ver que un silencio incómodo se quedó suspiro cansado.
—Váyanse todos, tengo que esperar a un “invitado” —el emperador miró al suelo con una mirada cansada. Rápidamente entraron guardias para escoltar a todos y sacarlos de ahí, el lugar se quedó vacío en poco tiempo.
—Se qué vienes hacía aquí… Tal vez te tardes 5 minutos —el emperador supone afilando su mirada un poco. Levantó su vista mirando las puertas, se puso de pie tranquilamente, como si el peso de la edad no afectará.
Un ruido llegó a su orejas antes de que la puerta fuera derrumbada con una fuerza abrumadora.
“¡Yo estoy aquí!”
Grito una voz con un tono para nada contento o alegré, una cortina de polvo cubría la figura del hombre. Sus ojos soltaban un brillo verde con intensidad, el humo se disipó y un hombre alto que parecía estar vestido con una bolsa de basura se mostró por completo.
Sus ojos verdes brillan en todo momento, opacando sus ojeras y mirada vacía. Su cuerpo tonificado pareciendo estar sucio eran opacados por su brillo. La “bolsa de basura” cubría su pecho y piernas similar a un vestido, iba descalzo a ojos del emperador.
—¡Sanft, años sin verte viejo amigo! —el anciano se acercó rápidamente a su amigo que se sacudió el cabello blanco y corto que tenía.
—No tengo mucho tiempo, ¿Sabes lo que hizo tú hija? No, no le prestas la suficiente atención —antes de que el Emperador de los Demonios pudiera abrazar al mencionado como “Sanft” fue detenido por el mismo usando su mano.
—Ya estás viejo como para seguir comportándote como en nuestra juventud, la última vez que un país fue destruido tuve que dar muchas charlas políticas… —Sanft siguió hablando mientras quitaba su mano del rostro del emperador.
—Primero unos desconocidos me quisieron asaltar mientras viajaba con mi esposa después de nuestra luna de miel. Luego tuve que asistir al país del comercio para resolver unos asuntos de “armas con técnica” perdidas…
El emperador estaba de pie adormilado mientras su amigo seguía hablando, su cabeza giro un poco antes de enderezar y despertarse.
—¡Aburrido! —grito el anciano para cambiar de tema de conversación. —Amigo, amigo, llevamos tiempo sin vernos y lo primero que quieres es sermonearme, vamos por una buena cerveza y nos vamos de fiesta por los viejos tiempos —el emperador dijo rodeando con su brazo a Sanft y sobre su hombro.
—Eres el líder de un país entero, comportarte como tal… Kaiser —Sanft dijo mientras su expresión se tornaba amarga mientras quitaba el brazo de su amigo de su hombro. —Quizás un día de éstos vayamos por un trago, pero tenemos obligaciones… tú con tu gente y yo con el mundo —dijo con una expresión ligeramente cansada mientras miraba su mano, en la cual un brillo rojo anaranjado oscuro salía de un “hoyo” en su mano.
—Ser “El Símbolo del Orden” te está “matando” —Kaiser dijo mientras miraba a Sanft con comprensión y esté último asistiera un poco.
Sanft abrió sus ojos con sorpresa y miró en dirección de una sensación anormal que sus sentidos notaron. Kaiser al mismo tiempo tuvo una reacción similar y los músculos de su cuerpo se tensaron levemente.
—Debo irme, esa cantidad de magia es anormalmente enorme en el país de los humanos —sus ojos brillaron levemente en señal de su siguiente parada.
“Alas, gravedad cero, empuje máximo, mejora, súper salto, aerodinámica”
Un par de alas negras salieron de su espalda, sintió como la gravedad dejó de afectarlo, apuntó de dar un gran salto sintió la fuerza anormal apuntó de salir de sus piernas. Sintió la mejoría en todas las cosas anteriores, previó el súper salto y la aerodinámica.
—Deberías conseguir una Técnica de tele transportación —Kaiser dijo con una sonrisa antes de ver como su amigo salió volando del lugar a gran velocidad.
En su vuelo, Sanft sintió una mirada penetrante que ignoró por las prisas. A la distancia el brillo de sus ojos era visible para cualquiera que mirará el cielo nocturno.
La mujer que había mutado contra Ukno, lo veía con una sonrisa emocionada y temblaron sus labios, rápidamente se fue corriendo a algún lugar. En su veloz actuar pasaba por el Reino del Emperador, los Demonios la ignoraban sin problemas haciendo sus cosas personales.
La mujer llego a una pequeña casa, abrió la casa y paso por la sala corriendo. Vio a alguien sentado en el suelo como si estuviera meditando y se sentó a su lado, un poco agitada respiro profundo para hablar.
—Hoy fue un día muy genial madre, primero me encontré a mí prometido, pero para mí desgracia no soy hermosa para el —la mujer hablo triste recordando las palabras de Ukno y su expresión decayó. —Luego vimos al Emperador y a su hija, daba miedo y creó que de no ser por su padre… hubiera matado a mis compañeros —un escalofrío recorrió su espalda recordando los gritos de la hija del Emperador.
—Por último, vi a mí tío irse de aquí volando… Era tan majestuoso como decían los rumores —una imagen mental de Sanft paso rápidamente por su mente.
Fin del Capítulo
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