Quisiera poder decirles que tengo una vida extraordinaria, que cazo fantasma o que asesino personas, tal vez ser de la mafia japonesa sea algo bastante interesante de ver pero no es así, solo soy una simple chica de veinticuatro años que estudia lo que más le apasiona en la vida en una universidad en Corea, que tiene amigas y es un tanto tímida, asustadiza, se podría decir que soy sociable solo que puede que más callada de lo que son mis amigas.

Vivo en un departamento que comparto con ellas, son pareja, tienen más de cuatro años juntas y fueron quienes me insistieron en venir para acá porque si hubiera sido por mi seguiría viviendo con mis padres en Japón, ya que son mi motor, lo único que he necesitado en mi vida desde que nací así que se podrán imaginar lo difícil que se me hizo tener que alejarme de ellos, pero mi sueño era poder viajar por distintas partes del mundo especialmente a Corea.

Además que está muy cerca, lo que hace que mi trayectoria de aquí a Japón no sea tan tediosa, si, tengo una vida bastante común y corriente de la cual no me arrepiento ni un segundo ya que gracias a todo lo que he vivido soy la persona de hoy, esa que acepta sus errores y lucha para ser alguien mejor día a día, eso es lo que dice Sana, aunque la verdad es que para ella el mundo es perfecto al igual que Momo, son como dos soles yo vendría siendo la luna.

Soy nocturna, me encanta ver series en la madrugada o quejarme de películas que nunca tuvieron una secuela y la merecían, llorar cuando me siento frustrada por un juego o pensar en eso que nunca he llegado de experimentar por alguien, el amor, pero no el que se le tiene a una amiga, familiar o mascota, no, ese que hace que sientas que estás en las nubes.

Lamentablemente nunca he tenido la oportunidad de experimentarlo, eso hace que me sienta desanimada y bastante triste porque me gustaría, es como el motor que hace que los demás vean la vida como yo no he llegado a verla, y aunque sea complicada la trayectoria, por más que termine con el corazón roto o peor de lo que estoy, quiero vivirlo porque es una etapa que tengo ganas experimentar, todo el mundo tiene una duda en la vida.

Esa pregunta que hace que hagan cosas relacionadas con la respuesta de esta, por mi parte, he visto cientos de películas románticas, me la pasó leyendo amores que son ridículamente perfectos tan sacados de la mente de una chica con anhelos que cuesta creer que puede suceder en la vida real, porque por más que veamos el mundo perfecto, no es así, hay tantos fallos que da miedo, pero ese sentimiento es el que nos impulsa a seguir, es complicado.

Ni siquiera yo lo entiendo y tengo veinticuatro años tratando de descifrarlo, supongo que en algún momento el amor llegará a mi, de una forma esporádica y me gustará, deseare pasar tiempo con esa persona, disfrutare, voy a permitirme amar a quien sea, por ahora estaré esperando a la indicada, a quien acelere mi corazón y me haga sudar, hasta dudar si estoy viva y no volando por cielos.

— a veces siento que cuando estás pensando ideas algún tipo de plan para asesinarnos —, ruedo los ojos y tomo un poco del somaek que preparó Momo, de seguro con mucho amor, según ella el alcohol une a las personas lo que me hace creer que tiene un grave problema con ese tema pero prefiero no pensar en ello,— ¿a quien estás esperando? —, de seguro si lo digo estarán molestando por tanto tiempo que el alcohol se acabará, la carne de cerdo y mi sonrisa, aún así seguirán hasta el amanecer.

Hace algún tiempo conocí a una chica, que se ha unido muy bien a nuestro grupo de amigas, Son Chaeyoung, la chica artes, así la llaman muchos y fue como se presentó, todavía recuerdo como sonreía, parece tener un aura de felicidad y esperanza alrededor de todo su cuerpo, tiene una linda personalidad y un hermoso hoyuelo que cautiva a quien se le cruce.

Desde ese día nos hicimos buenas amigas es quien me ha hecho conocer más sobre ese tema que tanto me intriga, es alucinante como tiene la capacidad para saber tanto sobre ello, de seguro porque ya lo ha vivido pero por lo que me ha contado, ya que es un tanto reservada lo cual no me extraña, nunca ha vivido lo que es el amor como tal.

O por lo menos no el que es correspondido, he notado que cada que habla sobre ello dice el nombre de una chica he parece que no correspondió lo que sentía, eso me hizo sentir bastante mal por ella, no se qué haría si eso me llega a pasar.

— de seguro está esperando a Chaeng —, siento que el rubor en mis mejillas no se hace esperar, es obvio que es por el alcohol que he ingerido, no soy muy buena, pero algo extraño en mi pecho se forma cuando veo entrar a su mejor amiga, enseguida mis ojos se dirigen a ese lugar pero ella no está.

— buenas noches —, hace una reverencia y se sienta al lado de Tzuyu, me siento un tanto desesperada ya que nadie habla sobre ella, quisiera saber por tampoco preguntan, se supone que es como el alma de la fiesta pero ahora nadie le presta atención a su ausencia.

Muerdo levemente mi labio inferior nerviosa porque no quiero parecer imprudente y mucho menos entrometida, le hago señas a Sana para que me haga caso, esa rubia tonta está más concentrada en ver a su novia, miro a ésta pero parece que tampoco me está prestando atención, así que veo a Tzuyu, la chica que estudia medicina la más inteligente de todas nosotras, muevo un poco las cejas hacia arriba y luego la cabeza a la derecha.

— ¡oh! —, de sus labios sale una exclamación y de mi un pequeño chillido interno,— Mina quiere saber algo —, todos voltean a verme, entre abro mis labios y mis manos tiemblan levemente así que las entrelazo para parecer relajada.

Luego de un par de segundos me dispongo a hablar,— ¿dónde está Chaeyoung? —, Jihyo agarra un pequeño vaso y vierte el soju como si fuera agua, se lo toma y me señal con el dedo índice, como si me estuviera juzgando, me señalo confundida y avergonzada.

— tiene fiebre —, eso me preocupa demasiado, no me gustaría que se sienta mal, debería ir a ver cómo se encuentra o mandarle un mensaje pero que nadie se de cuenta porque acabaría mal.