Cintas
Si usas una cinta del color favorito de tu amado/a se dice que su amor será eterno.
También es bueno llevar una cinta con papeles incrustados ya que trae buena suerte.
Bakura miró de reojo a su hermano mayor charlando con Atem, en la puerta del centro comercial, posiblemente hablaban de las chicas. Se guardó una risilla maliciosa de pensar que Dany ya le había mostrado a él la yukata que se había comprado para el festival -con la pregunta de si consideraba que le gustaría a su hermano- pero se había rehusado de enseñárselo a su novio.
Era tan divertido molestar a Akefia con respecto a la pelinegra, sobre todo porque Dany le adoraba y le tenía mucha confianza.
Y claro que le gustaría a Akefia, se lo dijo con toda la confianza del caso, su hermano mayor estaba irremediablemente enamorado de la azabache y le parecería bella con cualquier cosa que eligiera. No que la chica no fuese bonita de por sí, pero el amor volvía a la gente susceptible.
Que se lo dijeran a él.
Había días en los que ni cuenta se daba cuando sus ojos se desviaban a la figura de Ryou. Siempre notaba el día justo en que el pequeño albino se cortaba el pelo, aun cuando siempre fuera un simple recorte de uno o dos dedos en las puntas, para mantener su largo habitual. Sabía diferencia cuando el brillo en sus ojos era por alegría, emoción o simple expectativa.
Estaba completamente idiotizado con Ryou... y lo que le había costado aceptarlo.
¿Pero quién podría culparlo?
Esos ojos verdes lo habían cautivado por completo.
—Te pillé —Bakura se sobresaltó cuando unas delicadas manos blancas cubrieron sus ojos, tomándolo desprevenido.
—Ah... Ryou —reconocería esa voz donde fuera, aunque el pequeño la forzara a sonar diferente, y el tacto suave de sus manos... era tan tibio y agradable.
—Disculpa la demora —Ryou quitó la manos del rostro de su amigo y se dio la vuelta para mirarlo de frente, dirigiéndole una sonrisa.
—No importa. Yami y Marik aun no llegan —le contestó, saludando a Malik con un choque de puños y a Yugi con un gesto de su mano.
Hablando del rey de Roma que por la puerta se asoma. Marik hizo sonar su bocina mientras aparcaba la moto para que se dieran cuenta de su presencia.
Yami se quitó el casco y se lo entregó al moreno para bajarse igual, siendo recibido por su hermano.
— ¿Por qué tardaste tanto? —le reclamó Atem, con las manos en las caderas.
—Había mucho tráfico unas calles atrás por un espectáculo callejero —se excusó Yami, encogiéndose de hombros —Marik tuvo que tomar un desvío.
Atem resopló y Akefia solo pudo reírse al ver la indignación del tricolor mayor ante la actitud de su hermano menor.
—Bien. Ya que estamos todos ¿por qué no empezamos? Podríamos pasar a la arcade después de que compremos lo que necesitamos —enunció Yugi para calmar los ánimos de los gemelos Sennen.
—Tienes razón, Aibou —Yami caminó hacia él con una sonrisa —apuremonos, no quiero estar todo el día de compras como nee-san.
—Y yo espero no terminar como mi hermanita —susurró de vuelta el oji-amatista.
Los chicos se rieron mientras entraban al centro comercial.
.
—Honestamente, no sé porque las chicas se demoran tanto en estas cosas —Marik tanteó algunas prendas de color ocre, marrón y doradas —es solo elegir un color que te guste y una prenda cómoda ¿qué ciencia hay en eso?
—Estás hablando mucho, pero no veo que escojas algo —lo molestó Bakura, con una sonrisa ladina.
—Sé lo que quiero, simplemente no lo encuentro —bufó el moreno.
Bakura y Yami solo pudieron reírse.
— ¿Qué les parece este? —Yugi, por otro lado, les mostraba a sus amigos una yukata de color lila liza con obi de color azul eléctrico.
—Es bonita —le sonrió Malik.
—Malik tiene razón, pero... algo no me termina de gustar —Ryou se llevó una mano bajo el mentón, evaluando la prenda.
—Lo sé, el color del obi no me agrada.
— ¿Y por qué no lo cambias? —Ryou tomó la mano de Yugi y lo llevó hacia los percheros donde habían colgados varios obis de diferente colores y estampados.
Después de estar un rato rebuscando entre las telas sacó una en particular —Creo que este es —era de color azul negruzco con un delicado estampado de estrellas de cinco picos en gris claro.
— ¡Sí! Se te verá muy bien —corearon sus dos mejores amigos.
—Jejeje, gracias iré a probármelo —Yugi se dirigió a los probadores, seguido de Malik.
—Yo seguiré mirando, avísame cuando esté vestido —le dijo Ryou a su primo.
—Sí.
— ¿Hallaste algo que te guste? —le susurró Bakura por la espalda, al verlo de nuevo entre las yukatas.
—Aun no —le respondió el menor — ¿qué me dices de ti?
—Nunca me he sentido cómodo con esta clase de ropa —suspiró el otro, encogiéndose de hombros.
—Yo pienso que te verás bien —le sonrió.
Bakura bajó un poco la cabeza para que Ryou no pudiese ver la ligera sombra rosa en sus mejillas.
—Y dime... Bakura... ¿qué color te gusta más? —preguntó, tratando de sonar casual, evaluando una tela azul rey con la mirada.
— ¿qué color? —repitió.
—Sí, escogerás uno de tu color favorito ¿cierto?
—Bueno... Supongo que el turquesa —le respondió Bakura.
— ¿El turquesa? —repitió algo extrañado.
—Sí, suelo vestir con colores oscuros y me gusta, me siento cómodo con la oscuridad, pero si quiero usar algo colorido siempre será el turquesa mi primera opción —le respondió honestamente.
—Ya veo... si quieres te ayudaré a buscar uno —le dijo "Turquesa... debo recordarlo"
— ¡Ryou!
— ¡Ya voy Malik! —contestó —dame un momento, ire a ver el que eligió Yugi.
A los tres les gustó como Yugi se veía con el traje completo, así que el tricolor
Akefia también había elegido el suyo, una yukata gris-azulado con obi color arena y un haori rojo que le llegaba a las rodillas así que juntaron las cosas prendas elegidas en una canasta para luego pagar todo junto. Ryou aprovecho de acercarse al mostrador.
—Disculpe ¿tiene cintas de color turquesa? —le preguntó amablemente a la dependiente.
— ¿te refieres a lazos?
Ryou negó —no, cintas decorativas —explicó —como accesorio.
—Oh sí, desde luego —la muchacha se apartó un momento y luego trajo una pequeña cinta trenzada de brillante color turquesa — ¿está bien?
—Es perfecta —la compró y se la guardó en el bolsillo —gracias.
.
—Ahora respóndeme tu —Bakura abordó a una vez más.
— ¿Qué te responda qué? —preguntó sorprendido.
—Tu color favorito, Ryou —explicó.
—El azul claro —aseguró —el color del cielo despejado, es precioso.
Bakura asintió "¿Azul claro, eh?"
— ¿Qué te parece este? —el mayor sacó una yukata de color celeste, tenía un obi blanco estampado con pétalos de color ámbar.
—Eh... ¡Bakura es perfecto! —Ryou abrazó al mayor de forma efusiva antes de ser consciente de lo que hacía y, sonrojado, se soltó para tomar la prenda y correr hacia el probador — ¡Malik, Yugi!
.
.
Luego de un largo rato en la tienda todos salieron con una bolsa bajo el brazo, satisfechos con su compra.
— ¿Entonces vamos a los videojuegos? —confirmó Marik.
—Desde luego ¡Vamos! —afirmó Akefia.
— ¿Dónde vas Bakura? —le preguntó Yami a su amigo al ver que se separaba de ellos.
—Los encontraré allá, yo... iré a los servicios primero —se excusó el albino, desviándose.
Akefia lo miró con sospecha, pero simplemente lo dejó ir y todos se encaminaron hacia el salón de juegos del centro comercial.
Bakura dio una pequeña vuelta y entró en la primera tienda de accesorios que vio.
— ¿Tienen cintas de color celeste?
Continuará...
Perdón la tardanza.
El cap simplemente no quería salir u.u
Pero bueno, mejor tarde que nunca.
El próximo cap es el último.
Nos leemos ^^/
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