Bajé la mirada y pude verlo: El borde del mundo se hallaba frente a mí.

Los sabios decían que la tierra era esférica, que los delirios de una tierra plana eran imposibles. Sin embargo, estoy aquí, contemplando lo que nadie creyó realidad.

Sentado en la cabina de un avión modificado, decidí sobrevolar la “gran arista”. Era inmensurable. Las aguas del océano llegaban y caían formando una monstruosa cascada, las aves no se aproximaban, un cielo índigo matizaba el horizonte. Quería cruzar, pero tenía miedo. ¿Qué habría más allá de eso?

Escuchando el crujir del motor, evoqué un detalle crucial. ¡El combustible se había agotado!

Luego de aceptar mi destino, dirigí la nariz del aeroplano hacia el frente. Ahora que la muerte iba por mi vida, decidí observar 'el borde' a como dé lugar. Lo que había más allá del límite. Mi sueño.

Superé a los plumíferos y me adentré más allá de la bruma atomizada. Finalmente, pude entrever el límite. Se trataba de un gran espejo, un enorme cristal que superaba el horizonte.

Me faltaba poco, una distancia exigua para llegar. Sin embargo, el avión falló, y cayendo como un trozo de metal inservible, logré avistar mi figura en el gran espejo. Sonreía, como si se burlara de mí.

Fin.

¡Un nuevo relato para la colección! Es pequeño, pero quería compartirlo con ustedes :'). Intentaré publicar mas relatos. Un poco más grandes.

Nos leemos.