En música, la Fermata es un fragmento de notas cuya interpretación queda libre para el intérprete. Es como si fuera una improvisación.

—Hoy, en compañía de una botella de singani, se me ha ocurrido preguntarme la razón de escribir y he descubierto que jamás la había pensado. Como músico siempre supe el porqué de mis melodías, de mis ambrosías, de mis canciones sombrías. ¡Y cómo sufría, carajo! Era llegar a casa y tratar de tocar el piano con las falanges de las manos, todas rotas. Era pretender cortarme las venas y escurrir mi sangre sobre las teclas. Era hacer explotar mi ira y luego llorar hasta quedarme sin lágrimas. El piano y yo nos entendíamos, hacíamos el amor con la música sobre un acolchado pentagrama. Un músico toca porque su corazón se lo ordena, entonces, ¿un escritor escribe porque no le queda de otra? No tengo maldita idea. Estoy realmente cabreado de escribir porquerías que nadie más entiende ni le interesa; y si me atreviera a dejar de hacerlo, los fantasmas de la guerra vendrían a romperme lo que de dignidad me quede; que no debe ser ya mucho, no me excuso por ser un grosero e impulsivo degenerado. Sin decir oxte ni moxte, tantas palabras he defecado que ha empezado a gustarme el oficio de escriba oficial de los demonios del bajo mundo—.

Gaburah Lycanon Michel - 21/12/12

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Este es un proyecto de larga data que tenía que publicarse en formato impreso durante la Feria Internacional del Libro de La Paz, pero como la pandemia lo mandó todo a la puta, pues ya no se pudo imprimir el libro. Sin embargo, estimo que en un futuro no muy lejano este texto también estará disponible en papel. Para entonces es posible que retire este libro de Wattpad, pero eso lo veremos con el tiempo. De momento solo relánjense, sírvanse un vaso de ron (o de café, si no beben alcohol), acompáñenme a embriagarme mientras toco el piano para ustedes y les relato algunas historias.  Si les gustan las narraciones, un voto o un comentario me ayudarían muchísimo, de verdad. Cualquier observación, sugerencia, duda, o lo que quieran, déjenlo en la caja de comentarios, que yo los leo.  

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Mi Poética

Contumaz, el minutero se escurre en la ventana;
un despiadado verdugo vive en casa.
Y las botellas de alcohol celebran mi resaca;
putas baratas burlándose al alba.

Los años pasan, el calendario se consume,
el fuego se dilata,
la fatamorgana se devela,
la muerte se manifiesta, y me mira.

¡Grito sin voz!, maldiciendo el mentado día en que fui parido,
me ahogo en amargo hiel, patético mi derrotero,
me asfixio en ira, de la desesperación más extremista,
las indulgencias negadas serán otorgadas por el odio y la violencia.

¡Oh, Odín! ¿Cómo pude caer a esta miseria de existencia?
No, el fuego se alza contra mí, no; duele, duele tanto ¡Duele!
Y el dolor no acababa con el dolor,
ni el vómito,
ni las lágrimas,
ni los gritos,
ni el desangre.

Lentamente, empecé a dejar de cuidarme.
Deseé más que nunca llegar a mi muerte,
y matar antes de irme, vengarme.
Pero los días de espera son muy dolorosos
Duele,
es caliente,
es doloroso,
es triste,
es difícil,
quería llorar,
no podía soportarlo,
no podía correr,
no podía resistirlo más,
no podía terminarlo,
quería esconderme,
quería gritar,
quería volver a luchar,
quería vomitar,
quería terminarlo,
quería resistir,
quería oponerme,
quería rebelarme,
quería correr,
quería esconderme,
quería escapar,
quería encerrarme en mí mismo,
quería rechazarlo,
quería celebrar,
quería empujarlo,
quería que esto terminara;
pero fui perseguido,
fui capturado,
fui arrastrado,
fui abusado,
fui forzado,
fui intolerado,
fui ignorado,
fui amarrado,
fui empujado,
fui cortado en pedazos;
me arrojaba cosas,
fui torturado hasta que gritara,
quería volverme loco y no podía,
fui capturado otra vez,
fui golpeado hasta romperme,
fui desgarrado,
fui pateado,
fui quemado,
fui apuñalado,
fui quemado mucho más,
estaba sucio,
me dispararon,
fui quebrado,
fui arrojado,
fui destruido,
fui intimidado,
fui engañado,
fui pisoteado,
me sacudieron hasta que me desmayé,
sentía dolor en mi corazón,
mis lágrimas no salían;
y fui pisoteado otra vez,
y me operaron sin anestesia,
y fui otra vez capturado,
y otra vez golpeado,
y otra vez ensuciado,
y otra vez quemado,
y otra vez cortado en pedazos,
y otra vez ignorado...
¡Váyanse todos a la mierda!

Contumaz, el minutero se escurre en la ventana;
en despiadado verdugo me he convertido.
¡Qué he hecho!;
¡Dios me ha abandonado!
Y mis plegarias van ahora a Odín,
"Dame la voluntad para no matar a nadie hoy"

Los años pasan, el calendario se consume,
el fuego se dilata,
la fatamorgana se devela,
la muerte se manifiesta, y me mira.
Levantarme es un deber,
pelear es una obligación.
Y me ahogo en amargo hiel, patético mi derrotero,
me asfixio en ira, me convertiré en amatista,
las indulgencias otorgadas fueron negadas por indiferencia.
Karma.

¡Oh, Odín! ¿Acaso esto acaba así?
Mi mente me grita,
y me dice:

"Apuñala los muñecos llenos de odio,
lávate con su sangre.
Conduce dentro del odio concurrente del tiempo,
afilando tu arma mortal en el cinturón,
en tu negro y purulento corazón.
Ahora grita y comienza a crear confusión,
esparce tu sangre por placer.
¿Y por qué?
¿Por amor?
¡Qué se supone que debo hacer!"

Duele, duele tanto ¡Duele!
Estoy perdiendo la razón,
voy a volverme loco.
Vacío amor, vacío corazón..
Mi mente sigue gritando,
susurra sus gritos en mi oído,
en mi espíritu:

"No puedes dibujar una imagen del ayer,
entonces no puedes pintar tu corazón con tu sangre.
No puedes decir 'No',
sólo cambiando las ruedas del tiempo.
Con una cuerda alrededor de tu cuello,
construiste una muralla de mortalidad y tomas un respiro.
De entre los ladrillos,
haces enemigos imaginarios y eres perseguido por ellos.
Estás tratando de cometer un suicidio.
estás satisfecho con tu prólogo,
y ahora estas pintando tu primer capitulo negro.
Estás poniendo los trozos de tu vida juntos,
tratando de hacer un asilo para ti mismo.
Estás golpeando la campana al filo de la escena,
y ahora tratas de matarme"

Contumaz, el minutero se escurre en la ventana;
un despiadado verdugo vive en casa.
Estoy drogado, adicto a los ácidos y a la sertralina;
Jack Daniels, una botella de whiskey,
es un fiel compañero en estos minutos del alba.
Los años pasan, el calendario se consume,
el fuego se dilata,
la fatamorgana se devela,
la muerte se manifiesta, y me mira.
Quiero amor, quiero amar, quiero ser amado,
ya no quiero matar a nadie más,
quiero irme,
quiero acariciar,
quiero hacer el amor,
quiero cuidar,
quiero revelar,
quiero consolar,
quiero revivir,
quiero besar,
quiero abrazar,
quiero ser apreciado,
quiero ser deseado,
quiero ser encantado,
quiero ser acariciado,
quiero ser besado,
quiero ser abrazado,
quiero ser amado.
Y ahora, más que nada...
quiero ser asesinado.