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III

Si te levantas a las cuatro de la madrugada y le echas un vistazo a la ventana, puedes observar la tenue neblina que decora los grandes edificios. La ciudad esta tan callada y a penas hay drones de vigilancia viajando a una altura baja por las calles.

Desvié mi mirada de la ventana hacia Jyhion. Sus pestañas acariciaban sus pómulos y sus labios se encontraban ligeramente entre abiertos. Era un ángel. Adoraba tener esa imagen todas las mañanas, eran de las cosas que adoraba de levantarme temprano.

Mis manos picaban por regresar a la cama y llenarlo de besos mientras lo abrazo pero lo que menos quería era despertarlo. Me levante de la silla junto a la ventana y sin hacer mucho ruido entré a mi cuarto de arte.

Destapé la pintura que había dejado inconclusa el día anterior y suspiré. Tomé una dona y agarré el cabello que quedaba en mi cara en una coleta para que no me molestara; relajé mis manos haciendo unos cuantos ejercicios y en menos de cinco minutos comencé a pintar utilizando mi técnica favorita, el óleo. Mezclé diversas tonalidades tanto para la piel, el fondo, los parpados, el cabello, para todo.

Pasaron los minutos y las horas y mis manos no paraban de moverse sobre el lienzo haciendo uso de espátulas diferentes.

Tapé mi nariz cuando comencé a sentirme mareado. Había olvidado el inhibidor en la habitación y todo este tiempo estuve aspirando el fuerte aroma de la pintura.

—Debo dejar de ser tan descuidado—dije para mi mismo, ayer en la noche había recibido un encargo de parte del jefe de Jyhion, quería que convirtiera una fotografía de él junto a su pareja en una pieza de arte, claramente me era imposible negarselo y menos cuando hablamos del precio. Podríamos comprar cuantas bolsitas de café quisiéramos.

Aguanté solo un poco más el fuerte olor de la pintura para darle los últimos retoques a la pintura. Dejé los pinceles y las espátulas a un lado y me levante hasta dejar mi espalda contra la pared para observar mi pintura desde lejos.

—¿Cuándo será que despertarás a mi lado osito?

Me sobresalté un poco al escucharlo. Al parecer me había quedado tan concentrado en la pintura que no había escuchado cuando la puerta se abrió.

—Lo siento cariño, sabes que me levanto muy temprano y no me gusta despertarte-dije sonriendo de lado hasta que noté su pequeña mueca—¿Ya te pegó el olor cierto?

—Si, tengo ganas de vomitar-dijo tapando su boca. Solté una carcajada y me acerqué a mis pinturas para taparlas. Tomé todas las herramientas que había utilizado y pase a lado de Jyhion para ir a lavarlas al lavabo del baño.

—Cierra la puerta—dije cuando salí del cuarto. Me metí al baño y comencé a lavar mis cosas para posteriormente limpiar mis manos tratando de quitar un poco de pintura.

—Amor, apúrate que me estoy orinando—sonreí al escucharlo. Sequé mis cosas y salí rápidamente para ponerlas en su lugar. Me cambié la pijama ya que nuevamente había olvidado ponerme el delantal para no mancharme. Limpie las manchas de mi pintura de mis manos y cabello con un líquido especial del cual me había enterado de su existencia hasta hace poco.

Me estiré y dejé caer mi cuerpo contra la cama antes de escuchar un fuerte golpe seguido de un quejido, preocupado, me levante rápidamente de la cama y fui a la sala a ver a Jyhion.

—Te dije que cambiaras eso de lugar—lo ayudé a recostarse en el sillón de la sala mientras me hincaba para inspeccionar su dedo chiquito rojo.

Como siempre, había dejado su caja de herramientas en el camino y se había tropezado, era cosa de todos los días. Me levante y fui por la caja de primeros auxilios, al regresar lo primero que hice fue colocarle la anestesia en forma de sticker sobre el dedo, el dolor disminuyó hasta volverse casi nulo y Jyhion sonrió.

—Rico~

Negué riendo por lo bajo. Me acerqué a su rostro y bese sus labios con cariño tan solo por unos segundos.

—Park Jyhion, te amo, ten más cuidado ¿si?—susurre sobre sus labios y él solo atinó a asentir como bobo. Sonreí acariciando su mejilla antes de que su mano derecha se colocara en mi nuca y me atrajera hacia él para volver a besarnos.

Así estuvimos varios minutos, entre besos y abrazos hasta que recordé algo importante.

—Ayer en la noche, mientras esperaba a que tu jefe me enviara la fotografía, me metí a la página de la Feria de Adopción y...vi a un niño amor, a pesar de que seguí buscando ese niño fue el que me atrapó, tiene un año—dije observándolo directamente a los ojos.

—Muestramelo osito—se sentó en el sillón y yo me coloqué a su lado. Saqué un cuadrito del pantalón que me había puesto y encendí el holograma buscando el screenshot que le había tomado a la página, temía no encontrar nuevamente al niño.

—Se ve tan...inocente—murmuró ampliando el holograma para que tuviera el tamaño de un televisor. Lo vi de reojo y sonrió con los ojos brillosos, sus mejillas se tornaron rojizas y las pequeñas arrugas en las esquinas de sus ojos se hicieron presentes. Él también había quedado atrapado.—Es perfecto amor

Asentí y lo abrace escondiendo mi rostro en su cuello mientras el holograma era apagado.

—¿Podemos ir hoy en la noche? Es la apertura-dije sintiendo inevitablemente como mi corazón comenzaba a palpitar con fuerza. La emoción de tener a ese pequeño con nosotros no hacía más que crecer.

—Pero claro que si, ya quiero ver a nuestro bebé-reí por la alegría al escucharla y no pude evitar llenarlo de besos por todo el rostro—Y hoy no tengo trabajo así que si el bebé puede venirse hoy mismo con nosotros, ambos estaremos con él.

Asentí rápidamente levantándome.

—Aún necesitamos un nombre, el cuarto de invitados será el de nuestro pequeñito y lo decoraremos...eso haré, me dedicaré todo el día a pintar su habitación, tenemos que comprar una cuna, ropa, mamilas...

A medida que hablaba las lagrimas se acumulaban en mi rostro debido a la emoción.

—Hey hey...bebé—me abrazó acariciando mi cabello dejando pequeños besos sobre éste-Todo con calma, pinta la habitación pero procura acabar una hora antes de que vayamos a la Feria, si el nene viene con nosotros seguro le afectará el fuerte aroma de la pintura, todas las cosas de las que hablas...ya las compré

Me quedé con la boca abierta al escuchar lo último. ¿En qué momento había hecho todo eso?

—Todo llegará mañana osito, lo pedí en linea—no aguanté y brinqué enrollando mis brazos en su cuello y mis piernas en su cintura.

— ¡Park Jyhion! ¡Eres el mejor!—dije riendo mientras lagrimas caían por mi mejilla. Aunque él no demostrara tanto su emoción para mi era fácil saber que estaba asustado por ser padre pero a la vez se encontraba emocionado. Sus ojos muestran lo que su boca no.

— Esto está lleno de parejas, no creí que tantas personas desearan adoptar-dije observando que habían más de 100 personas aquí en la fila.

— Lo mismo digo...¿qué número nos tocó?-le mostré el número con un código de barras en mi muñeca— Vaya, número cinco, que bueno que llegamos temprano

Metí mis manos a mi bolsillo escuchando como llamaban al número tres.

—Osito, ahorita que lo pienso bien, no podríamos llevar a nuestra nuez a la casa, aún tienen que observar nuestro departamento y todo—dijo con preocupación y su ceño levemente fruncido.

—¿Nuez?—reí y entrelace su mano con la mía-Investigué a fondo y no tienen que realizar visitas a como era antes, ahora solo les das el permiso de entrar a las cámaras del departamento, ellos lo ven y sacan sus conclusiones, después nos piden toda nuestra información para verificar si contamos con el dinero necesario para cuidar de un niño, ellos se encargan de todo, corazón-dije acariciando su mano, llamaron al número cuatro y mis ansias solo aumentaron, traía conmigo la información del niño para que lo buscaran y se realizaran los trámites necesarios para la adopción.

"Número cinco pase a la caja D"

Di un suave jalón a su mano para llamar su atención. Ambos sonreímos y nos dirigimos hacia la caja en donde una mujer con un vestido blanco y el cabello agarrado en una coleta nos atendió.

—Buenas noches, mi nombre es Lee Ji-eun y estaré apoyándolos en el camino a la adopción, ¿ya tienen en mente el físico del bebé?—dijo sonriendo mientras nos pasaba un lapicero electrónico y una tableta a cada uno.

—Buenas noches, si, de hecho ya hemos revisado el catálogo y sabemos con exactitud al niño que buscamos—dije con una sonrisa mientras Jyhion se dedicaba a leer la información que venía en la tableta.

— ¡Eso es perfecto! Entonces procederemos con la búsqueda, debajo de la información hay una sección para que dejen sus datos personales, una vez le den Aceptar, sus datos se subirán a nuestra red y podremos verificar su estado económico, emocional y psicológico.

Jyhion y yo asentimos comenzando a escribir nuestros datos. Nombre completo, edad, fecha de nacimiento, ganancias anuales y la dirección del departamento. Una vez acabamos, devolvimos la tableta junto a los lapiceros.

— Oh...bien, veo que el señor Park tiene un trabajo bien pagado...ambos más bien, claramente no tienen problemas económicos—siguió leyendo en el holograma que tenía forma de computadora, asentía cada vez que leía información de ambos-Si quisieren podrían llevarse al niño que quieran en este mismo instante, son de las pocas parejas que cumplen con cada uno de los requisitos de adopción

Apreté la mano de Jyhion orgulloso al escuchar a la chica. Con mi mano libre saqué mi cajita y la encendí mostrandole el screenshot de la información del niño que buscábamos.

— Mhm...al parecer fue un error de la página, ese niño no está en adopción, es el fallo número 116

Fruncí el ceño confundido.— ¿Disculpe? ¿A qué se refiere con que el niño es un fallo?-dije sin poder ocultar molestia en mi tono de voz.

— Tiene parálisis en su mano derecha, es imperfecto—dijo con simpleza—¡Pero no se preocupe! Podemos buscarle uno parecido

Alce ambas cejas con mi boca abierta. ¿Creí que porque no estaba uno elegiría a otro? No estoy eligiendo electrodomésticos para que se atreva a llamar a ese pequeño ángel un "fallo".

— No puede ser otro, nosotros queremos a ese niño, no nos interesa eso a lo que usted le llama fallo—le dijo Jyhion a la chica que solo sonrió un tanto avergonzada.

— Necesito hablar con el director, nosotros no damos en adopción a fallos y el que ese niño apareciera en el catálogo fue un error nuestro, si a pesar del imperfecto desean adoptarlo necesito que pasen a la sala privada de espera, supongo que saben que al adoptar a ese niño no se hará valida la garantía de 6 meses

Ni Jyhion ni yo podíamos creer lo que estábamos escuchando. La humanidad, los sentimientos que nos identifican, se han ido al carajo.


Perdón por la tardanza❤

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