JungKook nunca en su vida se había sentido tan decepcionado.

Y sí, le había dado una oportunidad a JiMin para decir la verdad, pero ¿qué había hecho este? Mentir.

Y tal vez eso no era lo que le causaba más daño. Si no que era que, el rubio lo había dicho con tanta naturalidad, que JungKook se preguntó si otras veces le había mentido de la misma forma.

Se alejó de él, más triste de lo que había estado hace media hora. ¿Cuál era el objetivo de mentir?

—JungKook... — Comenzó a decir el rubio —Yo te lo iba a decir, pero...

— ¿Cuándo?

JiMin se quedó callado.

—Dios mío... — JungKook suspiró y pasó una mano por su rostro —Y-yo no sé si pueda seguir con esto.

— ¿De qué hablas? —La voz del pelirrubio salió como un susurro.

—De esto. De nosotros.

Los ojos de JiMin comenzaron a cristalizarse. ¿Eso era lo que JungKook quería?

—No debemos pelear por estupideces, JungKook... — Su voz se quebró en el medio de la oración — Podemos arreglarlo...

—No es una estupidez. —Contestó el tatuado. — Un beso, no es una estupidez.

— ¡Pues para mí lo es! —Exclamó JiMin desesperado por la actitud de su novio. — ¡Solo fue un beso! No me acosté con él, no le dije te amo, no...

—Claro, y si yo le doy un beso a un chico cualquiera, obviamente tú estarás feliz.

—No, no estaré feliz. Pero podríamos arreglar las cosas si quieres. No tenemos que pelear.

— ¿Quién sabe si seguirás mintiendo de esa forma?

JiMin abrió la boca impresionado, antes de ver como JungKook intentaba alejarse.

—También he tenido novios y novias, JiMin. Sé que si prometes que no lo volverás a hacer, lo haces sin ningún remordimiento.

—Pero yo no soy como ellos.

JungKook ignoró al rubio, dirigiéndose a las escaleras que daban a la segunda planta.

— ¡Estás haciendo drama por una estupidez! ¡Todo se puede arreglar si lo conversamos!

Corrió hacia el azabache y lo tomó por el brazo.

— ¿Es que acaso ya no quieres seguir conmigo? ¿Haces peleas solo para terminar?

—No estoy haciendo eso.

—Pues lo parece. — JiMin miró molesto a su novio. — ¿Quieres terminar conmigo?

JungKook no contestó. Ni siquiera lo miró.

—JungKook, responde. — Exigió sintiendo sus ojos llenos de lágrimas.

—Quiero estar un tiempo, solo. — Contestó luego de unos segundos de silencio.

— ¿Me estás dejando?

Eso ya lo había vivido antes. Podía recordar cuando su ex le decía las mismas palabras, con los mismos argumentos, y las mismas actitudes. Y también recordaba lo destrozado que había quedado después de eso.

—Dijiste que no me dejarías. — Susurró soltando el brazo de JungKook. — Dijiste que no eras como ellos.

—Y-yo...

— ¡Me lo prometiste!

JiMin intentó alejarse del azabache, más herido que nunca.

— ¡Eres un hipócrita! — Gritó. — ¡Me repetías todo el tiempo que no eras como los demás, y que nunca me dejarías solo, pero ahora lo estás haciendo! ¡¿Cómo sabré yo si me estabas mintiendo?!

—Las promesas se rompen, JiMin. Tú y yo lo sabemos muy bien.

A los dos les habían hecho promesas en el pasado, que se rompieron de un día para otro. Los amigos de JungKook lo dejaron cuando supieron que era gay, quedando solo con Nancy. Los amigos de JiMin prometieron no olvidarse de él y llamarlo todo los días.

Estaban heridos, y por eso desconfiaban del otro.

—Si quieres terminar conmigo, solo dilo. — Murmuró el rubio. — Pero quedarás con el peso en tus hombros de que fue totalmente tu culpa. Apenas hemos tenido una pelea y ya quieres...

— ¡Termino contigo! ¡Así de fácil! — Exclamó sin saber lo que estaba diciendo, demasiado roto como para prestar atención a sus palabras. — ¡Termino con estos cuatro meses de relación! ¡Termino con nuestra amistad, y todo lo que pasó antes de eso!

JiMin se quedó quieto en su lugar.

¿Así era? No recordaba que le doliera tanto terminar con una relación.

—Bien. —Gruñó. — Te vas a arrepentir de decir esas palabras, ¡falso de mierda!

Caminó hasta la puerta, abriéndola sin delicadeza y olvidando lo que venía a hacer en esa casa.

Y para rematar, no olvidó decir las palabras que hicieron reaccionar a JungKook.

—Aunque solo haya sido un beso, ¡me gustó más que los tuyos, maricón!

Y salió de la casa sin ver atrás, cegado por las lágrimas de furia que acumulaba en sus ojos.

Ni siquiera las quitó, no le importaba verse estúpido ante los ojos de los demás. Quería llegar a su casa, acostarse y dormir, para despertar de esa horrible pesadilla. Pero eso, no era una pesadilla.

¿Qué había cambiado en JungKook? ¿Por qué lo había tratado de esa forma, si solamente era un beso? Su mente estaba en otro sitio, y no se dio cuenta de su real situación hasta que Eunha entró a su habitación, y le preguntó que estaba pasando.

—JungKook terminó conmigo.

Fue allí cuando todo cayó en él, en sus hombros, y se sintió pésimo. Sus ojos se llenaron de lágrimas, sus labios temblaron, y se dedicó a llorar y acurrucarse en su cama, recibiendo apoyo de una de sus hermanas.

Las otras dos llegaron luego de unos minutos al percibir el escándalo. Le dijeron palabras de apoyo, lo consolaron y lo mimaron por un buen rato, pero nada funcionaba. JiMin se sentía roto. Estaba horriblemente mal.

—Terminamos por una estupidez. — Repetía, una y otra vez. —Y lo quiero devuelta.

En eso se basó su día viernes y sábado. Lloró hasta que ya no tenía más lágrimas. Se desahogó y le gritó a JungKook lo mucho que lo odiaba. Luego se disculpó y empezó a decir las cosas que le gustaban de él, y lo que en realidad amaba.

Sus hermanas ya habían pasado por rupturas peores, y entendían lo mal que se sentía JiMin.

Pero no podían hacer nada.

Si había alguna regla en la familia Park, era que te podías meter en todos los asuntos que quisieras, menos en los del amor. Y dudaban de que JiMin pudiera superar fácilmente a JungKook de un momento a otro.

—Se supone que iríamos a la fiesta de graduación juntos. — Lloriqueó, mirando hacia el cajón donde tenía toda la ropa guardada. — Se supone que iríamos a la universidad juntos, que él y yo estaríamos...

—Ya pasó, JiMin — Yuju lo consoló, poniendo una taza de chocolate caliente en la mesa de noche. — Sé que será difícil para ti. Pero todos en algún momento pueden superar a sus exparejas. Lo hiciste con tu ex, y puedes hacerlo ahora con JungKook.

Ninguna de sus hermanas estaba de acuerdo con superar a JungKook. Lo consideraban como otro miembro de la familia. Pero JiMin estaba lo bastante dañado como para hacer a las chicas cambiar un poco su opinión acerca de lo perfecto que el azabache era.

—Mira, JiMin. — Nayeon se sentó en la cama, a un lado de él. — Me debes prometer que el lunes, no te derrumbarás con solo verlo. Eres fuerte, ¿bien? Si necesitas desahogarte más, puedes contar con nosotras. Pero por favor, no hagas el ridículo en frente de todos. No quiero que te miren como el depresivo de la escuela.

JiMin asintió con la cabeza, grabándose esas palabras en su mente.

Pero no estaba seguro de lo que pasaría. Y lo más probable, es que le tomaría un período bastante largo superar a JungKook, el chico que alguna vez le prometió cosas que al final nunca cumplió.

Yo había ponido mi final feliz aki y yanosta

Entre otras cosas, doy aviso de que la historia no va a ser actualizada hasta que el (este capítulo) llegue a 1k de leídas y vea su participación en votos y comentarios, es la primera historia en donde veo que no les gusta o no hay respuesta a nada y si siento fEO.

Así que iba a publicar en final mañana o pasado, pero por la poca respuesta, no se si hacerlo, de todos modos no lo van a leer. :c solo les pido más participación en comentarios. Porfis, siento que solo leo yo cada capítulo.

Así que esperen la actualización cuando esté cap llegue a 1k ♡ nos leemos.
(Espero que pronto) ♡