Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

26

Hace mucho tiempo que JiMin se encontraba solo, un poco-demasiado borracho.

Lo que JungKook había dicho antes de dejar la cabaña era totalmente cierto; solo un vaso de ese tipo de alcohol te ponía borracho, y digamos que el rubio había decidido tomar cinco de ellos, dejándolo en el lugar donde estaba.

JiMin reía a carcajadas, sin embargo, no tenía ni idea por qué.

Se encontraba sentado en el pequeño sofá de la sala de estar, riendo por lo que una mosca hacía frente suyo.

No pensó que estaba loco, aunque parecía uno.

Se dio cuenta de que las luces de la cabaña se prendían, y no pudo evitar soltar un grito de emoción.

Si las luces se habían prendido, significaba que JungKook había terminado de ver el problema, ¿no? Lo que daba por resultado que el azabache aparecería en la cabaña.

El rubio se levantó del sillón, apagando cada una de las luces y esperando detrás de la puerta de entrada. No supo cuando esperó, pero estaba seguro de que fue mucho tiempo, tanto que casi se queda dormido si no fuera porque percibió el auto de JungKook estacionarse fuera del lugar.

Dio un pequeño salto, y soltó una risa antes de que la puerta fuera abierta por su novio, quien observó la cabaña un poco asustado al encontrar todo apagado.

— ¿JiMin? ¿Estás aquí? — Preguntó, adentrándose al sitio y cerrando la puerta detrás de él.

— ¡Aquí estoy! — Gritó el rubio, saltando a la espalda de su novio.

JungKook dejó salir un grito demasiado femenino para su gusto, y tapó sus ojos con las manos, asimilando lo que había pasado.

—Joder, JiMin, me asusté... — Reguló su respiración.

JiMin rio en su oído, y se bajó de su espalda para así girarse y quedar en frente del azabache.

— ¿Por qué está todo...?

El rubio decidió ignorar lo que JungKook decía, hipnotizado por el movimiento de sus labios al hablar y por la cercanía de sus cuerpos. Sonrió sin poder evitarlo, y se acercó lo suficiente para juntar sus labios, poniendo sus manos detrás del cuello del contrario.

JungKook intentó seguir el beso que JiMin le estaba dando, pero no se sentía como los que normalmente se daban. El sabor a fresa se había ido, y había sido reemplazado por un gusto extraño a alcohol. Se separó casi de inmediato y buscó los ojos que tanto había visto ese último tiempo, encontrándose con unas pupilas dilatadas.

— ¿Bebiste, JiMin? — Preguntó.

—Si te digo que sí, ¿me castigarías?

El azabache rio sin comprender lo que su novio le decía.

— ¿Qué? — No se esforzó en ocultar su confusión.

—Ya sabes. — JiMin mordió su labio y bajó una de sus manos por el torso de JungKook. — Podríamos ir a la habitación y hacer cosas bonitas...

JungKook sonrió, todavía sin saber el porqué de la actitud del rubio. Pero luego se dio un golpe mental por ser tan estúpido, al comprender que JiMin había tomado, y que siempre se ponía un poco más caliente de lo normal.

—No, JiMin. No haremos nada. — Se negó, y quitó los brazos del rubio de su cuerpo, para después comenzar a caminar hasta su dormitorio.

JiMin hizo una mueca de disgusto, mirando la espalda de JungKook desaparecer en la puerta de la habitación. Pero inmediatamente sonrió, y empezó a quitarse los zapatos que se había puesto esa mañana.

Caminó decidido hasta la puerta de su dormitorio, topándose con la linda espalda desnuda del azabache. Después se adelantó unos pasos y le dio la vuelta al cuerpo de JungKook, recibiendo una mirada aturdida por parte de él. No esperó mucho tiempo más, y juntó los labios del tatuado, para después separarse y usar toda su fuerza en tirarlo a la cama.

—JiMin — JungKook le envió una mirada de advertencia. — Te dije que no haríamos nada.

—Exacto, pero si no quieres hacer nada, simplemente no lo hagas. Yo haré todo el trabajo esta vez. — Contestó el rubio, subiéndose al regazo de JungKook.

Volvió a besar los labios de su novio, pero este se separó de él y lo miró extrañado.

— ¿De qué hablas?

—Ya sabes. — Se quitó la camisa bajo la atenta mirada del tatuado en su torso. —Tendré el control de la situación, por lo menos por ahora.

—Pero terminarás cansado, JiMin. Además, todavía no entiendo lo que vas a hacer.

El rubio sonrió como un niño ocultando una travesura. Después, se acercó al oído del tatuado y mordió el lóbulo de su oreja.

—Te voy a montar, JungKook — Susurró con tono seductor, enviando escalofríos por la espalda de su novio.

JungKook no sabía a donde se había ido el JiMin tímido y que se sonrojaba por todo. Pero de alguna u otra forma, le gustaba este nuevo, aunque también le daba un poco de miedo considerando que JiMin realmente no era así.

Alejó esos pensamientos de su mente cuando los labios del rubio volvieron a besar los suyos, y cuando sintió sus manos intentar desabrochar sus pantalones.

Luego de bajar la prenda por las piernas de JungKook, las manos de JiMin se metieron sin pudor alguno en su ropa interior. Este soltó un gemido sin poder contenerlo, logrando una sonrisa en el rostro de JiMin.

 —Todavía no hago nada.

—Cállate. — Se quejó, demasiado concentrado en no eyacular en su ropa interior.

— ¿Ahora quién es el necesitado?

JiMin se quitó los pantalones luego de regalarle una mirada a su novio, quien no pudo descifrar lo que intentó decir. Cuando ya estuvo con ropa interior, volvió a acercarse a JungKook y juntó sus labios el tiempo suficiente para desesperarlo.

JungKook, un poco impaciente por la manera en la que JiMin actuaba, pasó sus manos por la espalda del chico e hizo un intento de quitar su ropa interior, algo que desgraciadamente no salió ya que JiMin le tomó las manos y lo miró con una sonrisa.

—Primero tú.

Seguido de esto, el rubio se alejó de él y bajó el bóxer que JungKook tenía puesto, mordiéndose el labio al terminar. Luego se removió en la cama y se inclinó hasta los pantalones.

— ¿Tienes condón? —Preguntó JiMin.

—Allí no.

 — ¿Qué clase de persona no tiene condón en sus pantalones? — Murmuró. —Tienes suerte de que yo sí guardo.

— ¿Qué? — Casi gritó el azabache, impresionado. — ¿Tú tienes?

—Nayeon me dio unos al salir — Explicó de forma breve antes de buscar sus pantalones y sacar del bolsillo trasero unos condones.

—Casi nunca lo hacemos con condón — JungKook se quejó, y segundos después, sintió como JiMin ponía el condón en su miembro.

—Lo sé, pero que lo hagamos con uno no le hace daño a nadie. Además, si ve que no los ocupé, seguro me golpeará.

Regresó a su posición anterior, sacándose su ropa interior rápidamente. El azabache lo observó con una sonrisa, o eso trató de hacer antes de que las manos del rubio fueran a sus hombros y le sonriera de forma traviesa.

Se dejó caer de golpe, sacando un gemido de sus bocas.

JungKook intentó de tomarlo por las caderas para que el rubio se empezara a mover, pero este le quitó las manos enviándole una mirada asesina y comenzó a moverse por sí solo.

Las respiraciones pesadas y los jadeos no tardaron en llenar la habitación, creando un ambiente mucho más caluroso del que ya había antes, a pesar de que afuera seguía lloviendo.

Las manos de JungKook no podían mantenerse quietas, y JiMin hacía lo posible para quitarlas de su cuerpo. Quería ver cuanta resistencia tenía su novio, y por lo que se podía ver, era muy poca.

—Por favor, JiMin — Gimió, ansioso por tocar la piel del rubio.

JiMin se dejó gracias a las súplicas de JungKook, y no hicieron falta ni dos minutos para cuando los dos ya se habían corrido. Últimamente se les hacía muy rápida la sección del sexo, pero ninguno podía evitarlo.

JiMin se tomó su tiempo para salir del lugar en donde estaba. Dejó solo a JungKook por unos segundos para ir al baño, y al volver, agarró el suéter que el azabache le había prestado y se lo puso encima de su cuerpo desnudo. JiMin caminó a pasos lentos hacia la cama, y apoyo sus rodillas en el suelo para mirar a JungKook.

—Te quiero. — Murmuró el rubio, pasando sus dedos por el cabello del más alto.

JungKook abrió sus ojos apenas un poco, y sonrió.

—Yo también te quiero, JiMin. — Respondió.

El ojiazul sonrió y tocó la nariz de JungKook. Luego se levantó, acomodando la prenda de ropa en su trasero para que este no se viera, y fue hasta la salida de la habitación.

— ¿A dónde vas? — Preguntó el azabache.

—A ver algunos álbumes de fotos.

— ¿No estás cansado?

—Ni un poco.

JungKook dejó salir un suspiro, sin comprender. JiMin había hecho la mayoría del trabajo, y se supone que tendría que estar mucho más cansado de lo que él se sentía en ese momento.

— ¿Sigues ebrio?

—Sí.

El tatuado rio con los ojos cerrados.

—Bien, no olvides abrigarte.

—Lo haré.

JungKook escuchó como la puerta era cerrada, y se quedó dormido de inmediato. Fueron veinte minutos después cuando JiMin entró y tapó su torso al darse cuenta del frío que había.

—Te quiero.

No recibió respuesta, como era de esperar, pero se acostó junto a él y dejó el álbum de fotos que había visto hasta solo la mitad a un lado.

Los dos estaban muy felices.

Y faltaba muy poco para que esa felicidad terminara.

Ay q aburrimiento la gente está muy feliz jsjsj hay que arruinarlo 🙃

Yo Mood: K lindo novio tengo, me cocina es re lindo 🥺

JK mood:

Jk mood actualizado:

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro