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uno

Demasiado femenino para ser un hombre

Los rayos del sol se filtraron por la delgada tela de la cortina, dejando en evidencia que sería un día extremadamente caluroso.

Sería un día horroroso, odiaba los días calurosos

Detestaba sentirse sudado y maloliente, eso era tan poco... higiénico.

Era natural, pero por alguna razón a los chicos les gustaba estar sudados y malolientes, con sus camisas mojadas en sus propios liquidos corporales y su frente y cabello desbordando el mismo, para él era repugnante ¿no es mejor estar seco mientras sueltas una fragancia fresca y agradable?

Suponia que no

Soltando un leve suspiro, se levanto con cuidado de su cama y camino hacia el baño que se encontraba en su habitación, deshaciéndose de su ropa de inmediato para tomar una ducha rápida, pues se había levantado más tarde.

En cuánto salió, tomo una toalla limpia para secar su rostro y comenzar a aplicar unas cuantas cremas que mantenia su piel brillante y ha su rostro suave, con sumo cuidado la aplicó en pequeñas cantidades alrededor de su cara para luego esparcirla por la mismo, espero un poco a qué la crema hiciera efecto para después sacar una mascarilla (la cual sus padres por nada del mundo se debían enterar que tenía) y ponerla sobre su rostro, aplanando con sus dedos las zonas que se abultaban.

Procedió a ponerse ropa interior y vestirse con un aburrido y ancho pantalón azul marino, tan ancho que no dejaba a relucir las piernas que tanto se había esforzado en tener.

En cuánto el tiempo con su mascarilla cesó, la retiro con cuidado para luego tirarla al basurero, procediendo a ponerse una de las mil camisas iguales que su madre le había regalado.

No bajo a desayunar ya que había leído un artículo que decía que hacerlo engordaba de más, por ende omitió ir a la cocina para despedirse de sus padres.

Partió de la casa lo más rápido posible

"¡Tae!" Emitió con emocion, casi saltando cuando observó como él mencionado lo saludaba con un ademán

"¡Kook!"

Se obligo a pegar una sonrisa cuando esté se acercó y le dió un caluroso abrazo. Si, lo abrazo, pero con un fuerte golpe en la espalda que casi lo hizo desparramarse en el piso.

No hubo brazos en su cintura ni una nariz acariciando su cuello, no hubo nada.

Pero estaba bien, ya que ese era el único contacto "intimo" que taehyung se atrevía a darle, el único.

"Hey, ¿que tal? no supe nada de ti todo el fin de semana" comenzaron a caminar con calma, como si no faltarán alrededor de cinco minutos para que las puertas del instituto cerrarán.

"Oh, yo estuve algo ocupado haciendo mis deberes"

Taehyung sonrió, rodando los ojos

"Siempre siendo un pequeño tan responsable" soltó en un tono burlón.

Jungkook sonrió, un leve rubor apareciendo en sus mofletes.

Adoraba cuando taehyung lo llamaba por diminutivos, tal vez los usaba para hacerle alguna burla, pero su mente solo podía volar cuando lo trataba de esa forma. Le encantaba que lo molestará porque siempre lo hacía de una forma dulce, que para cualquier otro chico sería una ofensa grave y algo de que quejarse, pero Jungkook estaba encantado.

Continuaron su camino con una charla algo trivial, acelerando el paso para que las puertas no fueran cerradas.

Su pequeña carrera no valió mucho la pena pues el maestro no había dado señales de vida cuando llegaron a su salón, pero él castaño no pudo sentirse más feliz ya que podría pasar más tiempo hablando con taehyung.

"Seguramente se quedó cogiendo con la maestra de quimica, los ví haciéndose ojitos"

"¡Taehyung, no seas tan vulgar!" regaño aunque la sonrisa en su rostro lo delataba.

"Sabes de lo que hablo"

Estuvo a punto de mostrarse a la defensiva pero sus palabras se hundieron en lo más profundo de su garganta en cuanto vio a una femina de cabellera rubia entrar por la extensa puerta del aula, observó casi en cámara lenta como una enorme sonrisa se estiraba por el rostro de taehyung y su buen humor termino de esfumarse en cuando fue a pasos rápidos hacia ella, dejándolo solo en su lugar

Tragó saliva con fuerza cuándo él le dió un diminuto beso en sus delgados labios y sostuvo su cintura entre sus manos con cuidado, como si ella fuera el cristal más delicado de la tierra.

"¿Llegando tarde?" Escucho a lo lejos.

Ella pareció reír, envolviendo los brazos alrededor del cuello de taehyung

"Mi madre me obligó a ayudarla con el desayuno, ni siquiera pude comer mi propio esfuerzo"

"Te invitaré a comer algo delicioso en cuanto salgamos de clase"

La rubia picoteo sus labios, acariciando los cabellos de su nuca

"Conmovedor. Primero llévame a un salón de belleza, ni siquiera pude arreglarme apropiadamente"

"Pero tú siempre eres hermosa, no tienes ni que esforzarte para hacerlo"

Auch, eso sí que fue doloroso.

¿Realmente ella no tenía que luchar para cautivar su belleza? porque Jungkook debía hacerlo cada uno de sus malditos días y absolutamente nadie lo notaba o lo halagaba por ello.

O bueno, al menos no de la forma que quería.

"Eres un tonto" ella desvío su mirada para encontrarse con la suya, casi de inmediato se obligo a sonreír.

"¡Jungkook!" la rubia se alejo lo más que pudo del moreno, yendo a su encuentro para darle un pequeño abrazo que por supuesto tuvo que corresponder

"Hola" recibió el beso que dejó en su mejilla "¿que tal, yongsung?"

"Me alegro de verte, no te vi en la reunión del fin de semana"

"Es porque el jovencito estuvo muy ocupado haciendo sus deberes" expresó otra vez en ese tono de burla, instalando uno de sus brazos en los hombros de la jóven.

Yongsung carcajeo, dandole un leve empujón

"Deja de molestarlo, sabes lo aplicado que es"

"No es un impedimento para que se divierta"

"Divertirse está bien, si no eres un vago"

"¡Un momento...-"

Decidió ignorar la conversación que estaban teniendo para enfocar disimuladamente su vista en la rubia.

Detalló mentalmente el vestido corto de flores que traía puesto, con sus tirantes delgados y un escote poco pronunciado. Su cabello traía broches blancos y estaba recogido haciéndola lucir aún más brillante de lo que era, ese día su elección de maquillaje había sido más natural, sin embargó, no dejaba de irradiar esa peculiar belleza que siempre tenía.

"A mí madre le encantan los vestidos con flores" ellos dejaron de conversar en cuanto interrumpió.

Yongsung sonrió, mirando su vestimenta.

"Oh, ¿de verdad? conozco una tienda cercana que le puede encantar, lo compre en ese lugar"

"Es realmente bonito" dijo, pero en cuanto observó la expresión interrogante de taehyung tuvo que agregar más "quiero decir, te queda muy bien"

Era difícil quedarse callado cuando se trataba de cosas que le gustaban

Taehyung muchas veces le había mencionado que era raro que halagara siempre las cosas que eran de "niñas" aún más si solamente estaban colgados ahí sin que ninguna guapa modelo lo portara, por ello, se hizo una nota mental de no mencionar nada sobre el tema cuando él estuviera cerca, por ninguna circunstancia

"Muchas gracias"

Él profesor llegó pocos minutos después.

Estuvo de nuevo en su casa después de percibir el atardecer, un lujo que se daba aprovechando los altos edificios de su instituto.

Se encontraba totalmente solo, pues sabía a esa hora su madre iba a visitar a sus amigas y su padre trabajaba hasta altas horas de la noche, por eso se permitió hacer una parada que le tomo algo de tiempo y gran parte de su dinero, pero valía la pena.

Dejo sus zapatos a un lado de la entrada y subió de a dos escalones hacia su habitación, tirando la bolsa que traía hacia su cama y su mochila también.

Aunque no se encontraba nadie, decidió cerrar su puerta con candado, pues no quería tomar ni el más mínimo riesgo.

Se sentó en el colchón y cruzo sus manos sobre sus muslos, apretandolas entre si. A pesar de que estuviera completamente solo, aún le daba un poco de vergüenza hacer ese tipo de cosas.

Soltó un bufido, tomo la bolsa que había dejado en su cama y desató el nudo de la misma. Mordió su labio inferior sin fuerza para no dañar al mismo, y sin más rodeos tomo aquel bonito vestido de flores coloridas que había comprado en la tienda que yongsung le dijo, termino por preguntarle la dirección dandole la pobre excusa que era un regalo para su madre, ella felizmente se la dió he inclusive le dió indicaciones para llegar más fácilmente.

Es una pena, tan hermosa pero tan increíblemente ingenua.

Después de meditarse mentalmente de lo que estaba a punto de hacer, otra vez, se dispuso a quitarse su ropa con lentitud, incluyendo sus boxers que tiro en algún lado de su habitación

Con su desnudez al aire, abrió uno de sus cajones con llave y del mismo extrajo unas bragas de encajes azules que había encontrado un día en la habitación de taehyung, él mismo le confesó que la dueña de aquella ropa interior era yongsung.

Al día siguiente, consiguió una réplica exacta de la misma.

Las deslizó por sus piernas con cuidado de no rasgarlas o arrugarlas, ajustandolas en su cadera.

Procedió a tomar el precioso vestido y deslizarlo por todo su cuerpo, acomodándose los tirantes y subiendo el cierre de la espalda sin problemas. Había estado perdiendo de peso con más frecuencia y afinando su figura con los ejercicios que leyó en una revista que encontró en el basurero de un salón de belleza, los había seguido al pie de la letra y ya estaba teniendo resultados.

Fue hacia el lavamanos que se encontraba -obviamente- en el baño, sacando los cosméticos que siempre se esforzó en esconder para comenzar a aplicarlo sobre su rostro.

Sus padres no entraban por nada del mundo a su habitación, ellos pensaban que estaba pasando por una "etapa" de la pubertad en la que necesitaba más privacidad, y vaya que eso le facilitaba las cosas.

Puso algo de sombra en sus párpados y luego paso polvo por su rostro, ocultando toda pequeña imperfección que sus cremas y cosméticos no podían arreglar, aplicó rimel en sus pestañas y por último paso lapiz labial por sus belfos, esparciendolo con sus dedos para no poner demasiado.

No tenía mucho maquillaje, así que solo se pudo conformar con eso.

Camino con lentitud hacia el espejo que se encontraba colgado en el centro de su habitación. Se detuvo ahí, observando con deteniendo su apariencia, sus ojos desolantes sin poder despegarse de su reflejo.

Sus manos se internaron en su pecho plano para luego ir hacia sus hombros, le horrorizaba lo anchos que se podían llegar a ver.

Acarició su propio cabello he intento sonreír, el vestido le quedaba un poco más corto que a yongsung y de esta manera podía apreciar sus piernas con más claridad, sin un solo vello encima y con su piel tersa y suave a la vista gracias a todos los tratamientos que siguió con obediencia. El problema recaía en que aún no lograba tener la misma delgadez que las de una chica promedio.

Había estado tomándose medidas con frecuencia y su cintura aún no era lo suficientemente pequeña como para que las manos de taehyung se tocaran al tomarla, sus hombros aún eran anchos y su cabello obligatoriamente debía mantenerlo corto.

Su pecho plano lo hizo desanimarse aún más ¿dónde estaban esos bonitos senos que las chicas hacían relucir cuando usaban escotes y camisas pegadas? no había nada, absolutamente nada.

¿Debería conseguir rellenos? tal vez así el vestido luciria mejor en él.

"¿Por qué no puedo verme como ella?" pregunto a la triste y silenciosa soledad, pero nadie le contesto.

Apretó sus labios en una fina línea y se acerco más al espejo, su rostro aún no era lo suficientemente delgado y afinado, ¿cómo podía siquiera afinarse el rostro? ¿una cirugía tal vez? ¿tenía dinero para eso?

Sus ojos amenazaron con llenarse de lágrimas ¿cómo iba gustarle a taehyung si no podía ser lo suficientemente bonito?

"Si yo fuera una mujer..." le susurro a su reflejo, ladeando levemente su cabeza "¿le gustaría a taehyung?"



































Nochu<3

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