Kate - Alpha and Omega
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Kate - Alpha and Omega
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La luna brillaba con fuerza sobre los territorios de la Manada Occidental. El aire estaba cargado con el aroma fresco del bosque primaveral, y la brisa suave acariciaba el pelaje dorado de Kate mientras se adentraba en el claro donde su padre la había citado. Sabía que esa noche marcaría un cambio en su vida. Aunque era una alfa fuerte y decidida, algo en su pecho latía con nerviosismo "¿Cómo será ella? ¿Cómo puedo confiar en alguien que nunca he conocido?"
El claro estaba silencioso, excepto por el susurro del viento entre las hojas. Kate vio a su padre, Winston, junto a Tony, el alfa de la Manada del Este. Entre ellos, emergió una figura que llamó inmediatamente su atención. Era una loba esbelta, de porte elegante y ojos grises que parecían mirar directamente a través de ella. Su pelaje blanco y gris brillaba como plata bajo la luz lunar, y una flor rosa fuerte decoraba su melena, dándole un aire inesperadamente delicado.
T/N caminó con confianza hacia Kate, sus pasos suaves pero seguros. Había escuchado historias sobre la hija mayor de Winston la joven alfa que había regresado de la Escuela Alfa con habilidades impresionantes y un carácter digno de una líder. Ahora, viéndola de cerca, T/N no podía evitar notar la mezcla de fuerza y vulnerabilidad en Kate. "Interesante" Pensó.
—Kate—Dijo T/N, inclinando ligeramente la cabeza en un gesto de respeto. Su voz era firme, pero tenía una calidez que no esperaba—Es un honor conocerte.
Kate levantó la barbilla, disimulando el torbellino de pensamientos en su interior—El honor es mío, T/N—Su tono era educado, aunque algo distante. Las palabras de su padre resonaban en su mente "Esta unión es por el bien de la manada, Kate. No lo olvides".
Los dos alfas mayores, Winston y Tony, se alejaron, dejando a las jóvenes para conocerse. El silencio entre ellas se prolongó un poco más de lo cómodo, hasta que T/N rompió el hielo.
—Escuché que eres una cazadora excepcional. ¿Qué te parece si mañana salimos juntas? Podría ser un buen comienzo.
Kate arqueó una ceja, sorprendida por la propuesta—¿Un desafío? No suelo contenerme.
—Eso espero—Respondió T/N con una chispa de humor en los ojos, algo que hizo que Kate se relajara, aunque solo un poco.
...
El amanecer iluminó el bosque con tonos dorados y rosados. Kate llegó al punto de encuentro, donde T/N ya estaba esperándola. La loba del Este parecía completamente a gusto entre los árboles, su pelaje claro contrastando con las sombras del bosque.
—¿Siempre llegas temprano?—Preguntó Kate mientras se acercaba.
—Siempre estoy lista—Respondió T/N con una sonrisa—Y hoy voy a necesitar toda mi velocidad para seguirte ¿No?
Kate sonrió, aceptando el reto. Ambas lobas comenzaron a rastrear juntas, moviéndose en perfecta sincronía. A pesar de su experiencia, Kate no pudo evitar sentirse impresionada por la forma en que T/N se deslizaba entre los árboles, como si el bosque fuera una extensión de su propio cuerpo. Cuando finalmente avistaron a un ciervo, ambas trabajaron juntas de manera impecable. Kate lideró el ataque, y T/N flanqueó al animal con una precisión que sorprendió incluso a la joven alfa de la Manada Occidental.
Cuando terminaron, ambas descansaron junto a un arroyo cercano. El agua cristalina reflejaba la luz del sol, y las aves cantaban en las ramas. Kate se permitió relajar los músculos y, por primera vez, observar a T/N más allá de sus habilidades. Había algo en su forma de hablar y moverse que la intrigaba.
—Debo admitirlo—Dijo Kate mientras miraba el agua—eres mejor cazadora de lo que pensé.
—¿Eso es un cumplido?—Respondió T/N, con una sonrisa burlona.
—Es un hecho—Replicó Kate, aunque no pudo evitar sonreír también.
T/N la miró, estudiándola por un momento antes de hablar—Tienes una habilidad impresionante para liderar. Es evidente que te tomas muy en serio tu papel de alfa.
Kate levantó la vista, algo sorprendida por el comentario—Es mi deber—Dijo simplemente—Mi padre siempre me ha enseñado que la manada viene primero.
—Eso lo entiendo—Dijo T/N, inclinando la cabeza—Pero también creo que un alfa debe encontrar un equilibrio. No siempre podemos cargar con todo solas.
Sus palabras resonaron en Kate de una manera que no esperaba. Nunca había considerado que podía compartir su carga con alguien más. Pero mirando a T/N, se preguntó si quizás esta alianza no era solo una obligación, sino una oportunidad.
...
Conforme pasaron los días, las dos lobas pasaron más tiempo juntas. No todas sus interacciones fueron fáciles; ambas eran líderes fuertes, y sus personalidades chocaban a veces. En una ocasión, mientras patrullaban juntas, discutieron sobre la estrategia para manejar un posible conflicto con un oso que había cruzado la frontera.
—Tenemos que enfrentarlo directamente—Dijo Kate, su tono firme.
—Eso sería un error—Replicó T/N con calma—Podríamos alejarlo sin necesidad de un enfrentamiento. Hay otras formas de proteger la manada.
La discusión se prolongó, pero finalmente Kate accedió a probar el enfoque de T/N. Cuando funcionó, aunque a regañadientes, admitió que la loba del Este tenía razón. Fue un pequeño paso hacia la confianza mutua.
Sin embargo, también hubo momentos de ligereza. Una tarde, mientras descansaban en un prado, T/N lanzó un comentario inesperado.
—Siempre me pregunté cómo sería trabajar con alguien tan famosa como tú. Creo que esperaba más intimidación—Dijo con una sonrisa traviesa.
Kate soltó una risa que la tomó por sorpresa—¿Famosa? Por favor. Solo soy una loba intentando cumplir con su deber.
—Entonces supongo que tenemos eso en común—Respondió T/N, mirándola con una suavidad que Kate no esperaba.
...
Finalmente, llegó la noche de la primera luna llena juntas. Ambas lobas se encontraban en una colina, contemplando el cielo. La luz de la luna bañaba sus pelajes, y el bosque estaba tranquilo.
—¿Crees que esto funcionará?—Preguntó Kate en voz baja, mirando hacia el horizonte.
T/N la observó, notando la vulnerabilidad en su mirada—Creo que depende de nosotras. Si estamos dispuestas a confiar, no solo en nuestras habilidades, sino también en nosotras como compañeras, entonces sí, funcionará.
Por primera vez, Kate sintió que podía bajar la guardia. Miró a T/N y asintió, permitiéndose una pequeña sonrisa—Creo que contigo podría funcionar.
T/N le devolvió la sonrisa, una chispa de conexión formándose entre ellas. Esa noche, bajo la luz de la luna, ambas comprendieron que su alianza era más que un simple arreglo político. Era el comienzo de algo más profundo, algo que podría traer no solo paz a sus manadas, sino también un futuro compartido lleno de posibilidades.
...
Lobos de ambas manadas, Occidental y Oriental, se reunieron en círculo alrededor de un altar natural un gran árbol cuya corteza estaba grabada con símbolos de unión y prosperidad. La luna llena iluminaba el cielo despejado, bañando todo con un resplandor plateado.
Kate se encontraba en un extremo del claro, acompañada por Hutch y Candu, sus lobos beta más leales. Su pelaje dorado parecía brillar aún más bajo la luz lunar, y en su melena llevaba una flor rosa fuerte, un detalle que siempre la había acompañado en momentos especiales. Había ensayado cada paso, cada palabra, pero en ese momento, mientras esperaba el inicio de la ceremonia, no pudo evitar que su corazón latiera con fuerza. Esta noche era más que un deber; era un paso hacia un futuro que comenzaba a ver como suyo.
En el otro extremo, T/N esperaba junto a su hermana menor y algunos miembros destacados de la Manada del Este. Su porte era impecable, su mirada segura, pero internamente sentía el peso de la ocasión. Su pelaje plateado parecía hecho para ese escenario, y una trenza delicada caía sobre su hombro, adornada con pequeñas flores blancas que los jóvenes de su manada habían recogido esa mañana. Mientras observaba a Kate desde la distancia, sintió una mezcla de orgullo y emoción. Habían recorrido un largo camino juntas, desde los primeros encuentros llenos de tensión hasta las conversaciones que compartían bajo las estrellas. Ahora, estaban a punto de sellar su destino.
La ceremonia comenzó con un aullido armonioso, liderado por Winston y Tony, los alfas mayores. Su canto llenó el aire, uniendo a todos los lobos presentes en un momento de comunión. Era una tradición antigua, un recordatorio de que cada individuo formaba parte de algo más grande.
Kate y T/N caminaron al centro del claro, cada una desde su respectivo lado. Sus pasos eran lentos, deliberados, hasta que finalmente estuvieron cara a cara. Por un momento, el mundo pareció detenerse. Kate notó los detalles en los ojos de T/N: la confianza, la fuerza, pero también una ternura que le recordó por qué este acuerdo no solo era estratégico, sino personal. T/N, por su parte, se permitió una pequeña sonrisa al ver a Kate con la flor rosa. "Es más que una alfa feroz; es alguien con quien puedo compartirlo todo".
El ritual comenzó con la unión de las dos manadas. Winston y Tony se colocaron a cada lado de las jóvenes, marcando el paso del liderazgo a una nueva generación. Hutch y Candu, junto con los beta del Este, trajeron un lazo hecho de enredaderas y flores, que fue colocado alrededor de las patas delanteras de Kate y T/N.
—Hoy, bajo la luna llena—Dijo Winston con una voz profunda y solemne—unimos no solo a dos líderes, sino a dos familias, dos territorios. Esta alianza simboliza la paz, la fuerza y el compromiso que guiarán a nuestras manadas hacia un futuro mejor.
Kate y T/N se miraron mientras repetían el juramento.
"Prometo liderar con fuerza, pero también con sabiduría.
Prometo proteger no solo a mi manada, sino a aquellos que ahora son parte de ella.
Prometo caminar a tu lado, como igual, como compañera, como amiga."
Sus voces resonaron en el claro, firmes y llenas de determinación. Cuando terminaron, los lobos presentes aullaron en celebración, un sonido que llenó el aire con alegría y esperanza.
Después del ritual, comenzó la celebración. Lobos jóvenes y viejos compartieron historias y juegos. La comida se había cazado y preparado con esmero: ciervos y conejos, bayas recolectadas de los bordes del bosque, e incluso manzanas que los más aventureros habían encontrado en los huertos cercanos. Era una fiesta como ninguna otra, donde los límites entre las manadas comenzaron a desdibujarse.
Kate y T/N se sentaron juntas en una pequeña elevación, observando la celebración desde arriba—¿Quién hubiera pensado que esto sería posible?—Murmuró Kate, apoyando la cabeza contra la de T/N.
—Nosotras lo hicimos posible—Respondió T/N con una sonrisa—Y creo que esto es solo el comienzo.
Ambas compartieron un momento de silencio, disfrutando de la paz que habían ayudado a construir. La luna seguía brillando, testigo de un amor que ahora era tan fuerte como las raíces del árbol bajo el cual se habían unido.
La noche terminó con un último aullido, uno que todas las voces unieron. Kate y T/N, ahora compañeras no solo por deber, sino por elección, lideraron a sus manadas en un canto que prometía un futuro brillante. Mientras las estrellas brillaban en el cielo, ambas supieron que, aunque habría desafíos, también habría fuerza y amor suficiente para enfrentarlos juntas.
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