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Judy Hopps - Zootopia

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Zootopia siempre había sido un lugar lleno de sorpresas, y para Judy Hopps, la ciudad de oportunidades no dejaba de ofrecer desafíos. Su primer día como oficial de policía había sido todo menos lo que esperaba. Aunque soñaba con ser parte de un equipo que resolviera crímenes y protegiera a los inocentes, pronto se dio cuenta de que Zootopia no era el lugar perfecto que imaginaba.

Esa tarde, Judy recibía un informe urgente. El nombre de la persona involucrada en el incidente la hizo detenerse en seco T/N una loba. Era la joven depredadora con la que había estado saliendo últimamente. T/N no solo era conocida por su destreza en el boxeo, sino por su actitud desafiante y su habilidad para moverse sin que nadie la notara, como si siempre estuviera a un paso de estar fuera del alcance de las reglas. Judy nunca había estado completamente segura de lo que T/N pensaba sobre ella, pero le había dado una oportunidad, pensando que las diferencias entre ellos solo serían un obstáculo si lo permitían.

El informe decía que T/N había sido vista en el lugar de un crimen, un robo a una joyería en el centro de la ciudad. Aunque no se mencionaba directamente que ella estuviera involucrada, los testigos la describían como la principal sospechosa. Con una sensación de incertidumbre que la invadía, Judy no dudó en tomar acción y dirigirse a la prisión para interrogarla.

La noche estaba tranquila, pero el aire de Zootopia se sentía espeso, como si la ciudad misma estuviera respirando con tensión. Judy se acercó a la reja de la celda donde T/N estaba detenida. La figura esbelta de la joven depredadora, una loba gris de pelaje suave y ojos penetrantes, estaba recostada sobre el banco de metal en su celda, con una actitud relajada, como si no estuviera preocupada en absoluto.

Judy no sabía qué esperar. T/N era una chica compleja: audaz, escurridiza, y siempre había tenido un límite en sus peleas, pero el hecho de que estuviera involucrada en algo tan serio la desconcertaba.

—Judy...—La voz de T/N la interrumpió en sus pensamientos, sonando suave, pero cargada de un tono juguetón—No me esperabas tan pronto ¿Verdad?

Judy frunció el ceño, observando la celda, luego a T/N, que parecía tan tranquila como siempre. Su mirada intensa y sus labios curvados en una sonrisa juguetona la hacían difícil de leer. T/N no estaba nerviosa, eso era lo primero que Judy notó.

—¿Qué pasó, T/N?—La voz de Judy fue firme, pero no pudo evitar que una pizca de duda y preocupación se filtrara en sus palabras—Te acusan de un crimen ¿Sabes algo de eso?

T/N se estiró, sus movimientos rápidos y fluidos, como un gato que se despereza después de un largo sueño. Sus ojos brillaron al encontrar la mirada de Judy, y con un movimiento suave, se acercó a la reja.

—¿De verdad crees que podría hacer algo tan torpe?—Dijo T/N, ladeando la cabeza, mientras sus orejas caían hacia atrás, pero su mirada nunca dejó de ser traviesa—Quizás me encontraron en el lugar equivocado, pero... sabes que no me gusta seguir las reglas ¿Verdad?

Judy intentó mantenerse seria, pero no podía evitar sentirse atrapada entre su deber y las emociones que T/N provocaba en ella. La respuesta de T/N no le aclaraba nada, pero su actitud seguía siendo tan desconcertante como atractiva.

—Eso no responde mi pregunta—Judy insistió, pero la voz de T/N sonaba aún más cautivadora.

—Bueno, si lo que necesitas es una respuesta más directa...—T/N se acercó aún más a la reja, apenas separada de Judy—Quizás podamos llegar a un acuerdo ¿No? Estoy segura de que te gustaría saber más sobre lo que realmente pasó.

Judy se quedó en silencio un momento, sin saber si debía seguir presionando o simplemente preguntar directamente por el verdadero motivo detrás del incidente. Pero la mirada de T/N seguía ahí, desafiando, seductora, como un juego que ambas sabían que ya había comenzado.

—Eso suena a una evasiva—Dijo Judy, pero sus palabras no tenían el mismo poder. La atracción era palpable entre ambas, y aunque Judy intentaba mantener su profesionalismo, el coqueteo de T/N la hacía sentir más vulnerable de lo que le gustaría admitir.

T/N sonrió más ampliamente, su rostro tan cerca que Judy podía escuchar su respiración ligera—¿De verdad crees que soy una criminal, Judy? Puedo ser muchas cosas, pero no soy tonta. Y no te preocupes, querida, no haría nada que te pusiera en peligro. No con tus lindos ojitos morados mirándome como si estuvieras a punto de saltarme encima.

Las palabras de T/N hicieron que el corazón de Judy se acelerara un poco. Intentó mantener la compostura, pero había algo en esa sonrisa y esa cercanía que la hacía perder concentración.

—Necesito saber la verdad, T/N—Insistió Judy, su voz casi en un susurro—¿Qué sucedió? ¿Por qué te encontraron en ese lugar?

T/N se echó hacia atrás, cruzando los brazos, pero la sonrisa no desapareció de su rostro—Quizás soy solo una chica que no sigue las reglas, Judy. Pero eso no significa que haya hecho lo que dicen. Si realmente crees en mí, sabrás que todo esto es solo una maldita confusión.

Judy respiró hondo, luchando por encontrar sus palabras. Sabía que algo no estaba bien, pero también sabía que T/N no iba a admitir su culpabilidad de manera sencilla. Y aún más confuso era el hecho de que Judy no podía dejar de sentir una profunda conexión con ella, a pesar de las dudas y el peligro.

—Te voy a ayudar, T/N—Sus palabras salieron de su boca como una promesa, pero no estaba segura de cómo iba a cumplirla. Solo sabía que no podía dejar que su compañera, alguien en quien había comenzado a confiar, quedara atrapada en algo que no entendía del todo.

—Eso me gusta escuchar—T/N sonrió, su tono de voz bajo y seductor, acercándose aún más a la reja—No te preocupes, Hopps. Estaré esperando que me saques de aquí, aunque con tu forma de actuar, no sé si la cárcel es lo único en lo que piensas...

Judy no pudo evitar un rubor en sus mejillas ante las palabras de T/N. La conversación había tomado un giro inesperado, pero ahora sabía que, de alguna manera, todo se complicaba mucho más de lo que había anticipado.

La coneja no sabía qué pensar. La cercanía de T/N, la forma en que la miraba con esa sonrisa pícara y confiada, comenzaba a nublar su juicio. Intentaba aferrarse a su papel de oficial de policía, pero era difícil cuando todo en ella la llamaba a rendirse, a dejar que esa complicidad naciente se apoderara de ella. Había algo en T/N que la atraía irresistiblemente, pero también sentía una gran responsabilidad si de verdad estaba involucrada en un crimen, Judy no podía dejarla escapar.

T/N, por otro lado, parecía disfrutar del control de la situación. Sus ojos morados brillaban con un destello de diversión mientras observaba cómo Judy se debatía entre hacer su trabajo y sucumbir a su atracción. Como si estuviera esperando ese momento en el que la coneja, con su feroz idealismo, tuviera que decidir hasta dónde estaba dispuesta a llegar para protegerla.

—Judy...—La voz de T/N era suave, pero sus palabras estaban cargadas de desafío—¿De verdad crees que necesito que alguien me saque de aquí? Soy mucho más astuta de lo que piensas, y si no estuviera aquí, ya habría encontrado una forma de salir. Ya sabes que no soy una chica común.

Judy la observó detenidamente, la cabeza llena de preguntas sin respuesta. Si T/N fuera realmente inocente, ¿Por qué estaba en ese lugar? ¿Por qué todo apuntaba a ella como sospechosa?

—Entonces, ¿por qué no me dices la verdad?—Judy preguntó, el tono de su voz más firme, pero con un tinte de duda que no pudo disimular—Si no hiciste nada ¿Por qué no intentas explicarlo en lugar de jugar con tus palabras?

T/N soltó una risa suave, como si la respuesta a esa pregunta fuera la más obvia del mundo—Porque tú sabes lo que pasa, Judy. Sabes que no tengo nada que ver con esto, pero aún así, me estás mirando como si no me conocieras. No confías en mí... y sé que, en el fondo, te gustaría hacerme confiar en ti, pero no sé si es lo que deberíamos hacer ¿Verdad?

Judy respiró hondo. Sabía que T/N tenía una forma de hacerla dudar de sí misma. Su actitud siempre era un enigma, y las palabras, aunque jugaban con la verdad, también dejaban claro que T/N no iba a entregarse tan fácilmente. A veces, Judy se preguntaba si realmente la entendía, si había algo más que esa fachada de desprecio por las reglas.

—Te voy a ayudar, T/N—Dijo finalmente, aunque no estaba segura de cómo. Era un impulso que nacía más de lo que sentía por ella que de la lógica—Solo, por favor, dime lo que pasó. Necesito entenderlo para poder... ayudarte a salir de aquí.

T/N se acercó a la reja una vez más, esta vez con una expresión más seria, aunque sus ojos nunca perdían ese brillo juguetón—Lo que pasó... es que alguien me tendió una trampa, Judy. Y ya sabes cómo soy, no me dejo atrapar tan fácilmente.

—¿Una trampa?—La incredulidad en la voz de Judy era evidente. T/N tenía razón en que no era fácil de atrapar, pero si realmente había sido una trampa ¿Quién estaba detrás de todo eso? Y, más importante aún ¿Cómo podía probarlo?

—Exactamente—Dijo T/N, mirando alrededor, como si el simple hecho de estar dentro de esa celda fuera una broma cruel—Alguien me vio en el lugar equivocado, y ahora creen que soy la culpable. Pero te prometo que no tuve nada que ver con el robo.

Judy frunció el ceño. Tenía que tomar una decisión. Podía confiar en T/N, aunque no todo encajara perfectamente. O podía hacer lo que debía como oficial de policía, lo que significaba seguir las reglas incluso si eso significaba no sacar a T/N de ahí. Sin embargo, su corazón le decía lo contrario. Le decía que confiara en ella.

—Voy a sacarte de aquí—Dijo Judy al fin, con determinación en su voz—Voy a investigar. Si lo que dices es verdad, te voy a sacar de este lugar.

T/N sonrió, pero esta vez era diferente. Era una sonrisa más sincera, como si por fin hubiera encontrado algo que valiera la pena—Sabía que no me fallarías, Judy. Sabía que tú verías lo que los demás no pueden ver.

Y entonces, sin pensarlo dos veces, T/N se dio la vuelta y se acercó a la puerta de su celda. Cuando el guardia pasó cerca, T/N, con una rapidez que solo los depredadores sabían, utilizó su fuerza y astucia para liberar el candado de la celda sin hacer ruido, con un movimiento fluido como si todo estuviera planeado.

—Vamos, Hopps. Tienes trabajo que hacer si realmente vas a sacar a alguien como yo de aquí— Dijo con una sonrisa de triunfo, mientras la puerta de la celda se abría suavemente—No voy a ir muy lejos. Pero necesitamos hablar, y sabes que no te voy a esperar mucho ¿Verdad?

Judy miró a su alrededor, y al darse cuenta de lo que acababa de suceder, corrió a su lado—No sé si esto es lo correcto—Dijo, un tanto sorprendida—pero si de verdad quieres que te ayude, no te dejaré escapar.

T/N sonrió, una sonrisa que reflejaba tanto confianza como algo más profundo—Nunca me has dejado escapar, Judy. Y lo sabes.

Juntas, en un silencio cargado de tensión, caminaron por el pasillo, listas para enfrentar lo que fuera que estuviera por venir. Judy sabía que el camino por delante sería difícil, pero por primera vez en mucho tiempo, algo le decía que podía confiar en T/N. Y, tal vez, eso era todo lo que necesitaba para resolver el misterio.