Capitulo 1.
Hola bonita persona que entraste a leer este fanfic. Espero que tu estadia aqui sea grata y bonita, que te diviertas sufriendo con estas letras o amando a los personajes.
Si te gusta alguna parte, frase o algo, no dudes en comentar, eso me haría muy feliz, al igual que sus estrellitas.
el fanfic está terminado, por lo cual, ,mañana tendrán la segunda actualización ya que me toca publicar del 3 al 7 de octubre a la misma hora, así que seguro si lo tienenjdnkjdn
ahora si, los dejo leeer.
La situación era más que esperada en realidad, por lo cual, mostrar sorpresa o alguna otra emoción, era casi imposible para el bajito de cabellos claros y ojos ámbares, quien se encontraba sentado al pie de su escritorio, con el cuerpo relajado mientras sus dedos juegan con su bolígrafo, con el cual, había estado firmando algunos documentos importantes de su empresa, contrario al alto de cabellos platinados que se notaba tenso y molesto mientras le pedía el divorcio.
El sonido del lapicero chocar contra la madera de pino de ese escritorio oscuro resonó por toda la habitación al tiempo que el bajito se ponía de pie y caminaba directamente hacia la puerta de su oficina, bajo la atenta mirada del platinado, quien incrédulo pensó que el más bajo lo había ignorado y había optado por irse, pero no, el de cabellos claros salió un momento de su oficina, anunciándole a su secretaria que cancele las próximas reuniones que tenían pendientes en ese día, pues ninguno de los gerentes estaba disponible en ese momento.
Al volver dentro, el bajito miró con serenidad al alto, quien parecía un poco más tenso que antes.
—¿Vas a firmar los papeles, Baekhyun? No quiero acudir a un juez —insistió con severidad, poniendo el folder con dichos documentos en el escritorio.
—Si acudieras a un juez, cariño —habló el más bajo acercándose al alto para tomar los documentos y hojear los mismos—. Saldrías perdiendo.
—¿De qué hablas?
El castaño cerró el folder dejando el mismo sobre la mesa en la cual se apoyó ligeramente y cruzó sus brazos mirando en todo momento a quien había sido su compañero de vida en más de 15 años, siendo esposos en 10 años y algunos meses. Se habían conocido a muy temprana edad, congeniando bastante bien desde que sus ojos se miraron, sintiendo esa conexión y el sentimiento de mariposas en el estómago, que idealizar una vida juntos no fue difícil que a los 19 años del más bajo contrajeron nupcias, siendo una pareja joven y enamorada que prometían una separación temprana, al menos, eso era lo que los adultos pensaban; entre ellos, sus padres.
Y pese a eso, el amor que había entre los dos en sus primeros años de casados crecía y crecía haciéndolos fuertes. Eran jóvenes con sueños en común, con un deseo enorme de prosperar económicamente para cuando sea el momento de hacer crecer su pequeña familia de dos a tres, nada les falte, pero, ahí el pequeño detalle que Baekhyun sabía que los dos tenían presente; se olvidaron de todo enfocándose solo en crecer laboralmente.
Y sí, ParkByun Companys era una empresa bastante reconocida en la industria, y los dos eran bastante reconocidos por ser un matrimonio solido y joven que logró triunfar entre muchas otras empresas. Pero en realidad, se habían convertido solo en socios que viven en la misma casa, porque todo aquello que los llevó a contraer matrimonio se fue apagando con el tiempo: No había más citas, no había besos de buenos días o buenas noches, no había noches de pasión pues el cansancio de las juntas era demasiado, no había nada realmente entre ellos dos, más que cuando salían a comidas con socios o en alguna entrevista o evento social. Ambos eran conscientes de eso.
Su matrimonio se había acabado hace mucho tiempo, que no era sorpresa para el castaño claro que su esposo le esté exigiendo divorciarse.
—Es sencillo, Chanyeol —continuó el menor soltando un suspiro resignado—. Para divorciarte debes presentar una razón viable, y si quieres ir a un juez, el que sale perdiendo eres tú, ¿no me estás diciendo que me quieres abandonar porque te quieres acostar con otro sin sentir culpa?
El alto se quedó con la palabra en la boca al no poder contradecir a su esposo, porque en efecto era así. Había conocido a Luhan, su asistente personal, con quien las cosas fueron tomando forma con el paso de los meses. Luhan era bonito, tanto como su esposo, inteligente y muy amable, una persona que después de muchos años despertó interés en él, no solo por su calidez sino también físicamente, pero, pese a que su matrimonio con Baekhyun no estaba bien, lo respetaba y no deseaba humillarlo con un amante, y mucho menos deseaba que Luhan ocupe ese lugar, por lo que, pese a que su asistente sabía de sus sentimientos y era correspondido, nunca había hecho nada impropio con él.
—Ya no nos amamos.
—¿Estás hablando por mí? —inquirió el bajito con cierto tono acusador, mas dejó escapar una risa pequeña y palmeó suave el hombro de su pareja—. Vuelve a tus labores, Channie, tengo cosas que firmar y no es tu petición de divorcio.
Diciendo eso, el bajito volvió a tomar asiento en su lugar para continuar con lo que antes había estado haciendo, pero la reacción de Chanyeol lo sobresaltó cuando las palmas del alto chocaron con fiereza contra su escritorio.
—Byun, te estoy pidiendo esto por las buenas, no nos amamos, hace tiempo dejamos de ser esposos, ¿para qué seguir juntos? Eres joven, hermoso, y sé que, así como yo, encontrarás a alguien que te haga sentir cosas nuevamente —insistió mostrándose desesperado frente al castaño—. Quiero intentar con Lu... —Se quedó callado al darse cuenta de que le diría a su esposo de quien se trataba.
—LuHan —terminó el menor reposando su cuerpo en su asiento—. ¿Crees que no lo sabía?
—Pero.
—¿Lo amas tanto en realidad? —cuestionó el más joven inclinándose un poco hasta tomar los documentos y abrir los mismos sin esperar respuesta realmente de Chanyeol—. Te firmaré esto con una condición.
Chanyeol hundió ligeramente el entrecejo al escuchar eso, conocía a su esposo lo suficiente, como para saber que no le pediría el 50 por ciento de sus acciones de la empresa, por lo que, le intrigaba lo que quería pedirle, asintió.
—Quiero tener un hijo.
El silencio reinó entre los dos por algunos minutos, quizás en lo que el más alto procesaba las palabras del menor, o entendía el porque pedía eso cuando le estaba exigiendo el divorcio.
—No comprendo.
—Debes embarazarme primero, así te firmaré esos documentos —explicó un poco más el menor con simpleza—. De lo contrario, te acusaré de adulterio, y te quitaré todo, ¿qué dices?
Chanyeol se irguió lo suficiente para después estallar en una risa irónica, no creía que eso fuera real, debía ser una estúpida broma de su esposo, pero Baekhyun se veía muy tranquilo pidiendo eso.
—¿Me quieres retener con un bebé?
—Dije que quiero un hijo, no que te quiero a ti en mi vida —aclaró el menor hundiendo el entrecejo ligeramente—. Tener un bebé había sido mi sueño siempre, Chanyeol, pero fuiste tú quien dijo que no era el momento cuando recién nos casamos, y estuvo bien, hemos conseguido todo esto al esperar, ahora, tengo la suficiente solvencia económica, estabilidad emocional, y sobre todo, conocimiento. Por lo que, estoy listo para ser padre, no te necesito a ti en eso.
—¿No me necesitas, pero quieres que yo te embarace? —inquirió con sorna y malestar por las palabras de su esposo, no comprendía como Baekhyun le hablaba de esa manera.
—Físicamente eres perfecto —admitió el bajito apoyando su cabeza en su palma, mirando de arriba abajo, al contrario—. Me casé contigo y desee tener hijos contigo porque sé que tendrán buenos genes. Quieres que te ayude a hacer realidad tu sueño con Luhan, tú harás mi sueño realidad.
Chanyeol apretó sus labios con fuerza sin saber qué decirle al menor.
—Piénsalo, me lo dices en casa, ahora por favor retírate, quiero continuar.
El más alto miró a su esposo aun sin comprender porque de pronto el bajito parecía bastante frio y e porque le pedía eso mirándose tan neutral, enfocado en su trabajo como siempre.
Chanyeol salió de la oficina de Baekhyun dirigiéndose directamente hacia la suya, donde encontró a Luhan trabajando con su computadora. La sonrisa de su asistente fue cálida como siempre, pero le fue complicado corresponder a esta, cuando todo le había salido mal.
—¿Te pasa algo, Yeollie? —inquirió el más joven dejando lo que hacía.
—Sí, hoy no podré salir contigo, tengo que ir a casa temprano —informó tomando asiento en su silla dejando escapar un suspiro—. Hannie.
—Creo que no te dio el divorcio, ¿cierto?
—Así es —confirmó pasando sus manos por su rostro con frustración—. No hablemos de eso ahora, lo arreglaré.
—Está bien, ¿quieres saber de tus labores pendientes?
El alto asintió dejando que el menor se acerque a él y le muestre los pendientes por hacer.
...
—¿Por qué le pediste eso, Baek? —inquirió el chico de cabellos oscuros y ojos redondos mientras ambos se encontraban sentados en la sala de aludido—. Si ya no lo amas, ¿por qué tener un hijo juntos?
Baekhyun hundió el entrecejo al escuchar nuevamente esa suposición, no creía que fuera algo que su mejor amigo pudiese entender, por lo que no pensó en responder en realidad, solo se encogió ligeramente de hombros.
—Quiero tener un hijo, solo es eso.
—Puedes tenerlo con cualquier otra persona, un hijo los uniría toda la vida, y el bebé no merece eso —insistió el morocho mirando con seriedad a su amigo—. Baek.
—Soo, yo ya no quiero estar probando suerte con otra persona, a ver si funciona o no —respondió un poco fastidiado de ese asunto—. Tengo buenos recuerdos con Chanyeol, fue mi primer amor y quiero que sea el único, además, si algún día mi hijo quiere saber quien es su padre, puedo decir que fue alguien perfecto, no tengo quejas de Chan, además... me daría orgullo que mi hijo tenga un padre como él.
El de cabellos oscuros se quedó callado analizando las palabras y expresiones de su amigo. Conocía al matrimonio desde que eran novios, fue testigo del intenso amor que esos dos tuvieron y lo mucho que se amaban, por ello mismo, también fue testigo de como esos dos dejaron de mostrarse amorosos entre ellos, y se fueron hundiendo nada más en su trabajo, que escuchar a su amigo hablar de esa manera de Chanyeol le dejaba un poco confundido pero encaminado en una idea que podía ser real.
—Baek... sigues enamorado de él.
—No sé de qué hablas, solo quiero ser padre —respondió de inmediato poniéndose de pie encaminándose hacia la cocina.
Kyungsoo se levantó también de su asiento yendo detrás de su amigo. Para él era lo más lógico después de los deseos de su amigo y como esta hablaba de su aun esposo con mucho afecto, que no siquiera parecía rencoroso en lo más mínimo contra el más alto por el hecho de que este, ya estaba enamorado de alguien más. Por una vez más en muchos años, Soo era testigo de ese brillo en los ojos del castaño.
Y hubiese continuado su interrogatorio a no se porque la puerta principal se escuchó. El de ojos más grandes y redondos se asomó ligeramente por la puerta de la cocina dándose cuenta de que era Chanyeol, miró a su amigo que se encontraba bebiendo agua al pie de la isleta de la cocina y suspiró, debía irse.
—Llegó tu esposo.
Baekhyun casi escupe el agua que bebía al escuchar eso, no había esperado a que Chanyeol llegase temprano a casa, cuando su rutina últimamente era llegar casi a media noche, ducharse y meterse a dormir, o cruzar palabras solo si había algo urgente de sus trabajos que intercambiar.
—Ya veo, quizá se le olvidó llevar algo —dijo por lo bajo caminando hacia la sala nuevamente topándose con la mirada ligeramente molesta del peli platinado—. Llegaste temprano.
—Dijiste que teníamos que hablar a solas —respondió dándole una mirada a Kyungsoo, deseando que entendiera la indirecta y surtió efecto porque pronto lo vio despedirse de Baekhyun saliendo de la casa.
El bajito de cabellos castaños rodó los ojos ante eso, mas no dijo nada, solo camino hacia los sofás tomando asiento en uno y con una seña de su mano le indico que tome asiento en el otro, Chanyeol lo hizo.
Hubo un silencio bastante prolongado por parte de los dos. Sabían de lo que tenían que hablar, pero tal parecía que ninguno estaba dispuesto a comenzar la charla, pero, era notorio quien se encontraba verdaderamente impaciente.
—¿Lo haremos por inseminación?
Baekhyun clavó su mirada en sus manos sobre sus piernas, las cuales apretó ligeramente al escuchar eso, mas trató de mantenerse sereno y seguir con la actitud calmada que había optado desde que escuchó al alto pedirle el divorcio.
—¿Por qué debería ser así si tengo a un esposo? —inquirió con simpleza—. Te hubiese dicho entonces: Chanyeol, regálame tu esperma para ir a que me preñen al hospital.
Chanyeol sintió un ligero tic en su ceja izquierda ante la forma tan peculiar que su esposo estaba presentando en ese momento.
—Baekhyun —habló serio—. Sería más efectivo y rápido si es en ese método, ¿por qué quieres que tengamos relaciones? ¿ya no te dolerá la cabeza o estarás muy ocupado y cansado para tener sexo?
El menor desvió la mirada frunciendo ligeramente el entrecejo a la par que apretaba sus labios, porque esa pregunta sí le había golpeado demasiado. Porque sí, él le había dicho muchas veces a su esposo que no estaba disponible para eso, pero jamás le mintió, realmente le dolía la cabeza o estaba agotado como para pensar en hacer el amor, y fueron varias veces que Chanyeol dejó de insistir y él de buscar.
—Quiero un bebé, Chanyeol —recalcó su deseo—. Y quiero que sea de esa forma, de lo contrario no firmaré. Y si se te ocurre pintarme el cuerno con Luhan o con cualquier otra persona, me encargaré de que la vida de ese chico sea un infierno y a ti te dejaré en la calle.
Chanyeol se sintió molesto ante la amenaza de su esposo viendo como este se ponía de pie caminando directo hacia las escaleras que subían al segundo piso de la casa que con mucho esfuerzo lograron comprar, perdiéndose de su vista al ingresar a la habitación de ambos.
Odiaba cuando Baekhyun hablaba de esa manera, porque le dejaba en claro que su esposo había dejado de ser ese niño tierno y amable que conoció cuando eran jóvenes, el mismo del que se enamoró perdidamente y por quien sería capaz de dar su propia vida.
El tiempo había pasado y les estaba cobrando ya factura. Ambos eran ya un par de adultos, Baekhyun con 29 años y Chanyeol con 30, casi 31, y aunque físicamente los dos se mantenían conservados que parecían de menor edad, sus mentalidades habían cambiado mucho.
Ya no eran esos dos jóvenes enamorados que pensaban con la calentura de sus cuerpos, que tenían muchos sueños y deseos que se fueron haciendo en común, ahora eran dos adultos responsables, que trabajaban con pasión en su empresa, logrando metas juntos, creciendo juntos, pero a la vez separados, eran socios, ya no esposos.
Chanyeol se puso de pie después de algunos minutos de estar divagando en sus pensamientos hasta que comenzó a dirigirse hasta su habitación en común. Al entrar los ojos del más alto se toparon con la figura del menor, quien se encontraba sentado en la cama, en su bata de baño colocándose sus cremas. Las pequeñas manos de Baekhyun recorría su propia pierna de arriba abajo, viéndose complacido con su propio masaje. Chanyeol desvió la mirada.
—¿Y qué pasará después de que llegue el bebé?
El menor detuvo todo accionar al escuchar la voz de Chanyeol en la habitación, tenía la respuesta a eso.
—Te firmaré el divorcio en cuanto quede embarazado —respondió con tranquilidad sin mirar al más alto—. Después de eso, tú sigues con tu vida y yo la mía.
—¿No vas a molestarme con hacerme cargo de la paternidad?
—No, Chanyeol, no.
—No lo mal entiendas, claro que tendrás el dinero de mi parte para toda su vida, pero... No sería correcto que tú y yo nos sigamos viendo solo por él.
Baekhyun soltó un suspiro poniéndose de pie caminando hacia su buró donde dejó su vote de crema para la piel, y a través del espejo miró a su esposo.
—Solo deseo ser padre, Chanyeol —repitió su deseo—. Lo que hagas después de firmarte el divorcio no me interesa, tampoco tienes que darme dinero. No quiero que pienses en mi como el hombre que tiene un hijo tuyo, quiero que te olvides de eso. ¿Entiendes? Podrás tener muchos hijos más con él.
—Bien.
—Sí.
Era evidente que el ambiente se puso tenso cuando ninguno de los dos decía nada. Baekhyun siguió con el tratamiento de su piel, tratando de ignorar la presencia de Chanyeol quien todavía le miraba desde la entrada de la habitación. Los pensamientos de Chanyeol viajaban uno tras otro tratando de pensar en una posibilidad de hacer realidad pronto el deseo del menor y acabar con ese matrimonio. Era obvio que debían tener relaciones, pero, pese a que sonaba fácil, ellos dos habían dejado de intimar hacía mucho tiempo.
Baekhyun caminó hasta el closet abriendo el mismo, pero lo tuvo que cerrar de inmediato al sentir las manos de Chanyeol tomar sus caderas, cosa que lo tomó por sorpresa. El castaño se giró de inmediato topándose con el rostro serio del mayor, quien pese a la cercanía de sus cuerpos en ese momento parecía dudar su próximo movimiento.
—¿Qué haces? —inquirió Baekhyun sintiendo la madera de las puertas del closet chocar contra su espalda, teniendo la figura del más alto imponiéndose sobre él.
—Entre más rápido, mejor —susurró Chanyeol acercándose a su rostro cual, si fuera a besarlo, mas su rostro se desvió al cuello del más joven.
La respiración del castaño se detuvo volviéndose tensa al sentir el cálido aliento de Chanyeol chocar contra la piel de su cuello, que apenas pudo colocar sus manos en el pecho del mayor, sintiéndose realmente intimidado. Los labios de Chanyeol se posaron suavemente sobre la curvatura del menor en un suave beso húmedo que hizo estremecer la piel ajena, pero, no pudo continuar. Los pensamientos en su cabeza divagan entre lo que debía hacer, lo que era correcto y en él, Luhan... sentía que traicionaba lo que decía sentir por él si tocaba el cuerpo de su esposo.
Ambos se miraron a la cara sin decir ni una sola palabra, ninguno de los dos mostraba decepción, sabían bien que eso podía suceder.
—Lo siento.
—Está bien —admitió Baekhyun esbozando una pequeña sonrisa—. Tampoco tienes que forzarte en tocarme, todo es a su momento.
—Eres hermoso, Baekhyun —confesó Chanyeol, realmente lo pensaba—. De hecho, los años te han sentado bien, eres mas hermoso que antes, pero... hace tiempo nosotros no.
—Si te soy sincero... —dijo Baekhyun mordiendo su labio inferior sin dejar de sonreír—. Tampoco supe qué hacer, me sentí como aquella ocasión.
—Nuestra primera vez —recordó Chanyeol sonriendo a la vez—. Éramos torpes, ven.
Tomando la mano del menor, el alto lo dirigió hasta la cama, donde ambos tomaron asiento. La mención de aquella ocasión donde ambos eran demasiado jóvenes le trajo realmente buenos recuerdos, haciendo que el ambiente incomodo entre los dos se disolviera un poco. Chanyeol observó la pequeña mano del menor, dándose cuenta de que conserva su anillo de bodas en el dedo que él se lo colocó, igual que él.
—En ese entonces, me consumían los nervios, pero también el deseo por estar contigo —susurró Baekhyun con la mirada clavada en sus manos—. Siempre que te veía o me besabas, sentía como un torbellino en mi interior, alocándome ante tu cercanía.
Chanyeol sonrió ante las palabras de su esposo buscando su mirada, él también muchas veces se sintió de esa manera, eran como pólvora y una chispa de fuego encendiendo todo a su paso.
—También me sentía así, pero...
—Lo sé, hace tiempo dejamos de ser esos jóvenes hormonados —admitió el menor soltando un suspiro, pero mantuvo su sonrisa—. Además... comenzaste a desear otro cuerpo, pese a que dices que luzco mejor que antes.
—Baek.
—Es la realidad —dijo soltando su mano del agarre ajeno para subirse a la cama y gatear hasta su lugar—. Pero está bien, tenemos 10 años de casados, solo nos conocíamos a nosotros mismos, debió ser aburrido.
Chanyeol no pudo ignorar los movimientos de Baekhyun pudiendo apreciar de primera fila el cuerpo de Baekhyun al gatear y acomodarse de esa forma en la cama, apreciando lo perfecto de esa zona, cual si quisiera recordarle con eso y afirmarlo con sus palabras que había sido un estúpido por no tomarlo minutos atrás.
Se puso de pie comenzando a quitarse su ropa de oficina para caminar hacia el baño y tomar una ducha, quizá con un poco de agua fría pueda aclarar sus pensamientos.
[<<<>>>]
La recepcionista lo saludó como todas las mañanas dejando que revise el listado de empleados llegados hasta ese momento, a lo cual, una vez dio una ojeada rápida continuo su camino hacia el ascensor, donde se encontró con él, el secretario personal de su esposo.
La mirada de ambos se cruzó por unos breves segundos, hasta que Luhan desvió la mirada haciendo una pequeña venia hacia él. Baekhyun debía reconocer que ese chico no era ningún tonto, sabía a quien tenía de frente, por lo cual, toleró el hecho de que su esposo amaba a ese joven. Los dos entraron al ascensor y una vez las puertas se cerraron Baekhyun seleccionó el piso.
—He pensando en que, ya no debes ser el secretario del licenciado Park.
Luhan miró con los ojos bien abiertos a su jefe, quien tenia la mirada clavada en las puertas del ascensor.
—Pero... señor, ¿he hecho algo incorrecto con mi trabajo?
—Las relaciones entre empleados no son correctas, ¿no te parece que eso es suficiente?
—Yo.
—A veces uno se deja influenciar mucho por lo que vemos en películas o el peor de los casos, novelas —continuó el castaño esbozando una sonrisa altiva—. Pero, dentro de esos guiones, siempre ponen al esposo como un ingenuo que nunca se da cuenta de que su esposo le está siendo infiel con su bonito secretario.
—Señor, está equivocado, entre Chan...
—Señor Park —corrigió Baekhyun mirándole severo—. ¿Y te atreves a mentirme a la cara? Se muy bien que tienes sentimientos por mi esposo, y que la idea de un divorcio fue tuya. Tu cara de mosca muerta no me engaña a mí. Ya te hubieses metido en su cama si no fuera porque Chanyeol me respeta pese a todo.
El más alto de los dos en esa pequeña caja de metal apretó sus labios ante el tono autoritario que su jefe estaba usando contra él. Durante los dos años que llevaba trabajando en ese lugar, solo cruzó palabra con él cuando fue entrevistado por el mismo, y unas cuantas veces en las cuales Chanyeol lo envió a darle informes de ciertos asuntos, y en todas, el presidente de la empresa siempre fue amable, dócil, que verlo en ese momento como un león a punto de saltar a su yugular le hizo sentir miedo. Porque sí, Luhan debía admitir que pensó en su jefe como un esposo ingenuo que nunca se daría cuenta de que él era el amante de Chanyeol, pese a que nunca habían hecho nada más que un par de besos.
—El amor se da, sin siquiera pensarlo... lo de ustedes acabó hace tiempo, divorciarse es lo mejor.
Baekhyun paró el ascensor justo antes de llegar al piso y que las puertas se abran, enfocando nuevamente su mirada en él.
—¿Amor dices? —inquirió con duda volviendo a sonreír—. Si Chanyeol te amara como dices, creme que no hubiese pensado en mí para acostarse contigo. Cuando uno ama a alguien, no piensa en otra cosa más que estar con esa persona, Luhan. Te cambiaré de puesto, no lo dudes.
Diciendo eso abrió las puertas del ascensor cuando dejó que este continue su camino y salió del mismo caminando hacia su oficina, donde su asistente personal ya se encontraba esperando por él.
Luhan hundió ligeramente el entrecejo, sintiéndose bastante molesto al haber sido tratado de esa manera por Baekhyun. Siguió caminando hasta la oficina de Chanyeol, pues trabajaba con él en una conexión a la oficina siguiente. Al entrar vio al más alto atendiendo una llamada, había llegado más temprano que él. El chico cerró la puerta detrás suyo colocándole el seguro y caminó decidido hasta el escritorio, esperando a que Chanyeol cuelgue la llamada.
Las palabras de Baekhyun le habían calado demasiado, porque claramente podía tener razón. Conocía a Chanyeol hacía dos años y un par de meses, en los cuales, la química entre los dos fue creciendo hasta que se besaron, y casi terminan acostándose, mas no sucedió porque Chanyeol se detuvo con una excusa bastante tonta, pero lo entendió. A él tampoco le gustaba la idea de ser el amante, y tener solo el tiempo medio de Chanyeol, pero fue dejando esas dudas con el tiempo porque se daba cuenta de que, en efecto, Chanyeol ya no tenía relación alguna con Baekhyun solo el título de esposos, que no le molestaba que entre ellos dos solo haya salidas y unos cuantos besos, pero, haber visto a Baekhyun tan seguro de sí mismo, le hizo tener muchas dudas e inseguridades.
Chanyeol colgó el teléfono mirando a Luhan, a quien le regaló una sonrisa e iba a ponerse de pie para saludarlo, mas no esperó que Luhan se siente sobre su regazo a horcajadas y bese sus labios profundamente. El contacto entre sus labios dejó estático a Chanyeol por algunos segundos hasta que sintió la lengua del menor ingresar a su boca comenzando una danza que fue difícil de ignorar, logrando que sus respiraciones se agiten, aun más por la forma en la que Luhan comenzó a moverse sobre su pelvis haciendo fricción entre su hombría y el trasero del chico.
Al alto le gustaba lo que sentía en ese momento, deseaba al más joven, pero no era el lugar, ni era como le gustaría hacer las cosas con él, por lo cual, tuvo que detenerlo.
—Hannie...
—Quiero que me hagas tuyo, aquí, ahora —jadeó el menor sobre sus labios, sin dejar de mover sus caderas.
Chanyeol hundió el entrecejo ligeramente al escuchar la necesidad en las palabras del menor, pero, sobre todo, sus acciones no parecían más que acciones desesperadas mas no por deseo.
—No... ¿qué fue lo que sucedió? —inquirió deteniéndolo nuevamente.
Los ojos de Luhan miraron al de cabellos platinados con dolor, llenos de lágrimas y decepción en ellos que fue imposible para Chanyeol ignorarlo.
—Él tiene razón... no me amas lo suficiente, por eso piensas en él siempre, antes de querer hacer al amor conmigo —dijo Luhan bajándose del regazo ajeno, limpiándose las lagrimas caminó hacia su oficina encerrándose en la misma.
Chanyeol dejó escapar un suspiro tras escuchar eso. No fue detrás del chico porque creía que era mejor dejar que se calme un poco, no deseaba pelear con él, ya después se encargaría de solucionar ese mal entendido. Pero, lo que no podía creer, era que su esposo le haya dicho ese tipo de cosas a Luhan, ¿por qué? Era lo que quería saber, por lo que se puso de pie caminando fuera de su oficina.
Al llegar a la oficina de Baekhyun ni siquiera pidió a Minseok, el asistente de su esposo que lo anuncie, solo abrió la puerta viendo al menor y a otro chico que no conocía conversar amenamente, uno sentado frente al otro en el escritorio.
—Licenciado Park, ¿por qué entra a mi oficina sin anunciarse? —inquirió Baekhyun con molestia al haber sido interrumpido en una negociación importante.
Chanyeol se mantuvo serio mirando a ese chico, era alto, bastante apuesto y la forma en la que hablaba con tanta confianza con su esposo le molestó, parecían amigos de toda la vida.
—Necesito hablar contigo, no tenía informado que estabas en junta.
Minseok estando detrás del sub presidente hizo una venia en disculpa a su jefe y se retiró cerrando la puerta, Baekhyun dejó escapar un suspiro.
—Lamento la interrupción, Sehun —se disculpó con su futuro socio esbozando una sonrisa y señaló a Chanyeol—. Él es el señor Park Chanyeol, sub presidente de la empresa y también mi aun esposo.
El segundo más alto y de cabellos oscuros miró a Chanyeol ante la presentación de Baekhyun, si bien, conocía al bajito desde hacía un par de meses, en los cuales había estado hablando con él sobre futuras negociaciones de sus empresas, pues querían unificar distintos ramos, y sabía que el chico estaba casado, mas no había tenido el honor de conocer al afortunado, y que Baekhyun dijera ese aun, le daba mucho que pensar.
—Un gusto, licenciado Park —dijo Sehun al ponerse de pie estirando la mano hacia Chanyeol, quien la estrechó de no muy buena gana—. Bueno, me retiro. Estamos en contacto, Baekhyun.
—Claro, te llamaré luego.
El chico salió de la oficina presidencial dejando a la pareja a solas, en un terrible ambiente tenso en cuanto la puerta se cerró. Baekhyun se mantuvo en su asiento jugando con su lapicero favorito.
—¿Desde cuándo dejas que te tuteen?
—Desde siempre, Hun es un buen amigo, ¿algún problema?
—No soy idiota, Baekhyun —dijo con severidad caminando hasta el escritorio del menor y se apoyó en la mesa—. Ese tipo tiene interés en ti, por eso el aun mi esposo, ¿no?
—No seas hipócrita —le pidió el menor poniéndose de pie para caminar hacia la puerta y abrirle esta para que se fuera—. Vienes a fingirme molestia porque un socio me hable por mi nombre, y tú te revuelcas con tu secretario, ¿en serio?
Chanyeol hundió entrecejo un poco más, porque no tenia nada más que decir, era la realidad. Ni siquiera sabía porque eso le causaba molestia, cuando era evidente que se iban a divorciar.
—¿Entonces con que cara le dices cosas a Luhan? Si también estás teniendo líos amorosos con otro.
Baekhyun se detuvo girándose hacia Chanyeol, a quien le dio una bofetada que resonó en toda la habitación, tomando por sorpresa al más alto.
—Yo no soy como tú, Chanyeol —le dijo mirando al ajeno con resentimiento—. Yo si respeto nuestro matrimonio, aunque esté ya a nada de irse a la mierda. Ahora lárgate de mi oficina, y ten por seguro que despediré a tu amante.
En cuanto Chanyeol se recuperó del shock que le causó la bofetada recibida razonó las palabras de su esposo. Al final de cuentas tenía razón.
—No puedes despedir a Luhan, él hace bien su trabajo —dijo el más alto con molestia.
Baekhyun se aguantó las ganas de reír, por lo que caminó hasta su escritorio girando la pantalla de su computadora y con un solo clic le mostró a su esposo lo que confirmaba el buen trabajo de Luhan.
—¿Su trabajo es besuquearse contigo?
Chanyeol cerró sus ojos con pesadez tratando de no golpearse a sí mismo, recordando perfectamente que la idea de cámaras de seguridad en todas las oficinas fue idea suya, y todas ellas tenían conexión con la computadora presidencial.
—Baekhyun.
—Chanyeol, vete, tengo trabajo que hacer.
—Dame el divorcio, no nos hagamos esto.
—Ve al juez, solicita la demanda, veamos quien gana —dijo con simpleza el más joven dispuesto a caminar hacia su asiento y continuar con su trabajo, mas no esperó a que el alto lo jale hacia él subiéndolo al escritorio en un rápido movimiento—. Pero qué carajos...
Chanyeol ni siquiera se detuvo a pensar en nada más cuando unió sus labios a los del menor, quien lo recibió bastante torpe ante la impresión que eso le causó estando demasiado tenso, que apenas duró el contacto, los dos se miraron confundidos.
—¿Por qué no correspondes? —inquirió Chanyeol bastante confundido.
—Me tomaste por sorpresa, no esperaba esto —admitió el castaño desviando la mirada ligeramente avergonzada—. Fue raro...
Chanyeol sujetó el rostro del menor por el mentón haciendo que lo vea nuevamente a los ojos, y jaló un poco su labio inferior haciendo que los abra apenas, al momento que se acercó uniendo nuevamente sus bocas en su beso lento pero profundo que Baekhyun correspondió de la misma manera.
...
Minseok dejó de prestar atención a su computadora cuando escuchó la voz de Luhan hablarle, había olvidado que su jefe lo mandó a llamar minutos atrás, que al verlo ahí dudo en si debía o no hacerlo pasar, pero Baekhyun le había dicho que era importante por lo que le indicó que pasara.
Luhan solo asintió pensando en qué quería ahora ese hombre, cuando antes ya le había dicho demasiadas cosas, y comenzaba a creer que se trataría de ese despido que le había mencionado al salir del elevador. Abrió la puerta quedándose estático al ver tal escena. La espalda de Chanyeol desnuda cuando las manos de Baekhyun lo hicieron despojarse de su camisa blanca, estando el alto entre las piernas del presidente.
—Chanyeol.
La voz de Luhan fue débil ante la impresión, pero lo suficientemente audible para permitir que ambos ahí presentes escuchen su voz y detengan sus acciones. Si bien, aunque para Baekhyun y Chanyeol fue sorprendente ver a Luhan ahí, el primero disfrutó mucho que ese chico vea a Chanyeol en esa situación con él, aunque ese no fuera su plan.
Luhan no se esperó más y se alejó cerrando la puerta a su paso.
—¿Lo llamaste a propósito? —preguntó Chanyeol alejándose del castaño.
Baekhyun hizo una mueca acomodándose su ropa que ya lucía desaliñada bajo la mirada juzgadora de Chanyeol, más negó bajándose del escritorio.
—Lo llamé, pero lo olvidé, ni siquiera sabía que tú vendrías —admitió suspirando profundo y miró al más alto en advertencia—. Ni te atrevas a culparme de que te viera así, tú fuiste quien me besó y te aclaro, que el amante es él, no yo.
Chanyeol contuvo las ganas de gritar que sintió por la frustración de la situación. No entendía a Baekhyun con todo lo que este deseaba, pero tenía la maldita razón. Fue él quien lo besó, y no se arrepentía de eso, pero, que Luhan lo viera así, cuando antes a él lo rechazó sabía que eso afectaría a lo que tenía con el chico.
—No entiendo a qué quieres jugar —dijo mirando al menor, pero este se veía tan tranquilo—. Pero estoy seguro de que no saldrá bien.
Baekhyun ni siquiera respondió nada, dejó que Chanyeol se fuera, aunque sabía a donde iría el más alto. Tomó asiento en su lugar y apagó la transmisión de las cámaras soltando un suspiro, no tenía deseo de enterarse de más cosa de esos dos. Llevó una de sus manos a sus labios recordando la forma en la que el alto lo besó, aun podía sentir la tibieza de su boca y sus manos tocando su cuerpo. Se había sentido bastante bien que casi pudo recordar la forma en la que solían tocarse antes de hundirse en ese abismo de hielo.
La puerta de la oficina se abrió de nuevo dejando ver a Minseok quien se veía bastante avergonzado.
—Si vienes a disculparte por dejarlo entrar, no es necesario —dijo el castaño mirando al de ojos gatunos—. De hecho, te lo agradezco.
—No sabía que usted y el señor Park estaban en algo intimo —dijo aun muy apenado—. ¿Quiere que haga venir a Luhan?
—No, de hecho, me iré a casa, cualquier cosa me mandas un mensaje o le avisas a Chanyeol —dijo tomando su bolso y caminó hacia la salida de su oficina yendo directo hacia el elevador para ir a la planta baja.
Al salir de la empresa no fue a su casa como había dicho a su secretario, sino que se dirigió hacia la casa de Kyungsoo, quien, pese a que no le avisó que iría a verlo, lo recibió haciéndolo pasar hasta su habitación, puesto que se encontraba viendo una película.
Los dos sentados en la cama miraban la televisión hasta que Baekhyun decidió hablar.
—¿Alguna vez te has sentido como si tu fueras el problema? —inquirió el castaño sin despegar la mirada de la pantalla—. Porque así me siento. Me cuestiono mucho, cómo hubiese sido la vida de Chan si no me hubiese conocido. Quizás igual de exitosa, pero más feliz.
—Me doy cuenta de que lo amas tanto como cuando supiste que lo amabas —dijo Soo apretando la mano de su amigo, Baekhyun no lo negó—. ¿Por qué no le dices lo que sientes?
—Porque él sí dejó de amarme —susurró el bajito de ojos ámbares soltando un suspiro—. Y no puedo culparlo de eso, porque fue mi culpa que perdiera el interés. Yo evitaba que tuviéramos contacto íntimo, porque me cansaba mucho con el trabajo, y no solo eso, también las salidas, casi no hablábamos... en cambio, con ese chico pasa tiempo, por eso lo ama.
—Luhan no es mejor que tú. Estoy seguro de que Chanyeol también te ama —dijo Soo intentando animar a su amigo, pero no parecía resultar efecto—. Baekhyun... ¿por qué no intentas seducirlo?
Las mejillas de Baekhyun se pusieron rojas al escuchar eso y negó de inmediato formando un puchero en sus labios.
—No puedo... olvidé cómo hacerlo, olvidé lo que le gusta a Chanyeol.
Cualquiera que escuchara eso podía pensar que era una tontería, cómo sería posible que alguien como él olvidase algo tan simple como los gustos de su esposo, pero era la realidad. Pese a ello, recordaba bastante bien cómo conoció a Chanyeol. Ambos eran dos críos de apenas 14 y 15 años, que estaban terminando la secundaría.
Los padres de Baekhyun se habían mudado a la ciudad donde vivía actualmente, por lo que tuvo que cambiar de escuela, cosa que fue beneficiosa para él pues al ser una ciudad un poco más chica, los niveles de estudios eran diferentes. Presentó un examen de integración, que le dejó ver a los maestros que tenía los conocimientos más avanzados dejándolo permanecer con los alumnos de tercer año, a pesar de ser un año y meses menor que la mayoría. Fue que conoció a Chanyeol, era el jefe de grupo, el alumno más aplicado de toda la escuela, y también el más popular. Fue por ello que el maestro responsable le dejó la tarea a Chanyeol de indicarle todo a Baekhyun causando que pasen largas horas juntos.
La conexión entre ambos fue evidente, todos se dieron cuenta por la forma en la que brillaron los ojos oscuros de Chanyeol al ver al chico de cabellos castaños y ojos ámbares de bonita sonrisa rectangular, quien era bastante risueño y ocurrente.
Las cosas entre los dos funcionaron por si sola, justo un mes antes de la clausura Chanyeol se confesó al menor, ambos se encontraban en la alberca de la escuela tomando sus clases de educación física, todos los alumnos se habían ido a las regaderas cuando las clases terminaron, solo ellos dos se quedaron sentados en el borde de la alberca platicando de la película de estreno que fueron a ver al cine la tarde pasada, hasta que Chanyeol se inclinó sobre el bajito robándole su primer beso.
Las mejillas de Baekhyun se encendieron en un bonito tono rosado a la par que sus ojos se abrieron en demasía sin poder pestañar.
—Yo... lo siento, lo siento —se disculpó Chanyeol poniéndose de pie, haciendo una venia ante el menor, pudiendo apreciar como el castaño tocaba sus labios con sus dedos para luego mirarlo completamente avergonzado—. Perdón...
—Mis padres me dijeron que... las personas que se aman se besan en la boca —dijo Baekhyun clavando su mirada en el agua cristalina de la alberca—. ¿Me amas?
Chanyeol no supo que responder a eso, pero su corazón se aceleró de sobremanera llegando a costarle respirar, pero asintió. Con timidez se sentó nuevamente al lado del bajito tomando su mano, la cual colocó sobre su pecho, a lo cual Baekhyun le miró confundido, pero al sentir el cálido latir del corazón de Chanyeol una sonrisa tímida se formó en sus labios.
—¿Ese latir crees que sea amar a alguien? —preguntó Chanyeol llevando su mano libre a la mejilla del castaño acariciando con suavidad esta, Baekhyun cerró sus ojos un momento disfrutando del contacto de esa amplia mano y asintió, lo creía—. Entonces sí, estoy enamorado de ti, pequeño.
Baekhyun mordió sus labios sin poder evitar esa sonrisa que se formó en sus labios, acercándose un poco más a Chanyeol se permitió besar con suavidad los belfos carnosos de Chanyeol, quien terminó por sellar el beso al abrir un poco más su boca y rozarlos mutuamente.
Después de eso, la decisión de estudiar juntos en el mismo bachiller, no fue algo que tuvieran que pensar. Desde su primer día en el bachiller dieron mucho de qué hablar, convirtiéndose en la parejita más popular de la misma, y la que más amor se daba. Por todos lados se les veía juntos, llegaban de la mano al colegio, cada receso Chanyeol iba hasta el salón de clases de Baekhyun quien salía corriendo para ser atrapado por Chanyeol y cargado a upa por los pasillos hasta llegar a la planta baja e ir juntos por su comida. Eran tiernos la mayoría del tiempo cuando estaban en público, pero, cuando se encontraban a solas, siendo algún lugar cerrado o en casa de alguno de los dos, los besos inocentes se perdían para darle paso a unos cargados de deseos, pero nunca avanzaban a más que eso.
La razón era obvia, ninguno de los dos sabía que debían hacer, y preguntarles a sus amigos más cercanos era vergonzoso que recurrir a ver videos de adultos fue una opción hasta que sus padres se dieron cuenta y les dieron el sermón de sus vidas. Los adultos no estaban muy de acuerdo en que ellos dos estuvieran juntos, porque eran demasiado jóvenes, pero, aun así, ellos no se dieron por vencidos, eso solo los unió mucho más.
Fue en el cumpleaños numero 16 cuando sucedió. Kyungsoo les prestó su casa, sus padres habían salido de viaje de negocios, por lo que, le permitió a Chanyeol decorar su habitación con muchos globos, fotos de el con Baekhyun en todas sus salidas, velas aromáticas y pétalos de rosas esparcidos por todo el cuarto. Baekhyun llegó a la hora acordada siendo recibido por un Chanyeol todo tímido, que incluso al darle un beso de saludo chocaron sus narices.
—Pasa, pequeño —susurró Chanyeol tomando la mano de su novio guiándolo con cuidado por toda la habitación principal hasta que subieron al cuarto que decoró.
Baekhyun sentía que las piernas le temblaban demasiado como para dar un solo paso con seguridad sin caerse torpemente. Había hablado la tarde anterior con Kyungsoo sobre la sorpresa de Chanyeol, y el chico de ojos más grandes no tuvo pudor en decirle que tendrían relaciones.
Pensar en eso causaba nerviosismos incontrolables en el menor, quien al entrar a la habitación sintió que podía morir en ese momento y ser el más feliz por darse cuenta de tal bonito detalle. Los ojos ámbares del bajito brillaron maravillados al ver la decoración del lugar. Chanyeol se adentró un poco más hasta ir a la mesa al lado de la cama tomando el pequeño pastel con una vela al centro y la encendió caminando hacia el más joven.
—Feliz cumpleaños a ti, feliz cumpleaños a ti —comenzó a cantar el alto de cabellos oscuros sonriendo amplió quedando frente al castaño que se encontraba sonriendo amplio para él—. Feliz cumpleaños mi Baekkie, feliz cumpleaños a ti.
Cuando Chanyeol terminó de cantar sopló a la velita pidiendo su deseo, el cual podía ser sencillo de adivinar para cualquier persona, pues solo deseaba estar toda su vida con el más alto.
Los dos tomaron asiento en la cama, uno a lado del otro y entre risas comieron del pastel, mismo que Chanyeol tomó con sus dedos un poco de betún manchando el rostro de su pareja.
—Channie... me quieres hacer pastel también —dijo el menor comenzando a limpiar su rostro, pero no daba con las manchas, cosa que Chanyeol aprovechó para besar el rostro del menor, entre sus mejillas, nariz y labios, deteniéndose en los mismos cuando el bajito le correspondía—: Te adoro.
—Y yo a ti, pequeño —susurró el más alto con suavidad sobre los labios del menor, mismos que rozó con tal suavidad que pronto sus labios iniciaron una danza más profunda.
Baekhyun tembló ligeramente bajo el cuerpo de Chanyeol cuando este lo recostó sobre la suavidad de la cama mientras sus bocas se saboreaban entre sí y las manos amplias del mas alto se adentraban bajo las prendas del menor, acariciando con suavidad la piel de su abdomen hasta subir lento en su pecho, el cual acarició sintiendo como el cuerpo del menor temblaba ante su toque.
—Channie... —susurró el menor sobre los labios del más alto, colocando su mano en el abdomen ajeno—. No sé que hacer... yo...
—¿Me detengo? Si no estás seguro no lo haremos —aseguró el mayor besando la frente ajena, pero Baekhyun negó volviendo a besar sus labios, siendo él quien tomó la iniciativa siendo un poco más de impetuoso.
El menor no tenía duda alguna de querer entregarse al mayor, pero si estaba asustado de no hacerlo bien, de que algo saliera mal entre los dos, eran inexpertos, pero ninguno de los dos pensó en detenerse. La ropa fue dejando de ser estorbo para ambos, rozando sus pieles lentamente en un friz suave y caliente aumentando sus temperaturas, dedicándose a conocer lentamente y con vergüenza cada cm de sus pieles hasta unirse lentamente, entre pequeños jadeos, quejas incomodas y sollozos que pronto se convirtieron en gemidos roncos y suaves mezclándose mutuamente hasta alcanzar sus propios clímax.
Baekhyun podía recordar eso con exactitud, y muchas otras ocasiones en las cuales se entregó a Chanyeol, pero si lo pensaba bien, jamás fue exactamente un seductor, las cosas solo pasaban entre los dos y nada más.
—Baek.
—¿Y cómo lo haría? —inquirió bajito formando una mueca—. Hoy nos besamos, pero... pese a que parecía que íbamos a eso, no sentí lo mismo que antes Chanyeol me hacía sentir.
—Es porque ambos están en ese temple frio —dijo Kyungsoo esbozando una sonrisa—. Por eso deberías quizá, no sé, arreglarte para él, juguetear un poco, hasta que ambos sientan ese deseo por el otro. Si van a hacer un bebé, mínimo que sea con deseo.
...
Las palabras de su amigo hicieron eco en su cabeza por el resto de la tarde mientras los dos se encontraban comprando ropa nueva en el centro comercial, y porque no decirlo, Kyungsoo lo convenció de comprar ropa para dormir, no el típico pijama que solía usar, sino ropa más pequeña y provocativa.
Dejando las bolsas en la cama soltó un suspiro, sobre todo porque no creía que eso fuera a funcionar, pero pese a lo que ese plan conllevaba deseaba tener un bebé y si lo quería, debía hacer lo que sea para conseguirlo.
Estaba por acomodar la ropa en su closet cuando escuchó un ruido proveniente de la planta baja, se asomó por el barandal del segundo piso viendo que Chanyeol había llegado, bajó con cuidado al primer piso dándose cuenta de que el alto había tirado el florero de la entrada y eso había causado el ruido.
—Chan.
—Perdón, te compraré otro mañana, no me fije —se disculpó el alto mientras cerraba la puerta, y al ver a Baekhyun el suceso de esa mañana hundió ligeramente el entrecejo, las cosas se habían jodido un poco con Luhan—. ¿Sucede algo? —preguntó al ver cierta inquietud en el más joven.
—Yo... —Las palabras de Soo hicieron nuevamente eco en su cabeza, pero dudaba en si era correcto o no decirle lo que él sentía al mayor—. Yo... compré ropa nueva, pero no me la puedo probar en la tienda, ¿crees que puedas ayudarme diciéndome si se me ve bien o no?
Oh sí, se sintió patético al decir eso, sonaba a una idea bastante tonta, mas no esperó a que Chanyeol asintiera sin más.
Quizá esa era una oportunidad.
NOTA FINAL: bueno, fue todo por este capitulo. si te gusto no dudes en dejar tu votito, mañana nos vemos con otro cap, se les quiereeee
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro