Inicio de narración:

   Ugh... Palette definitivamente detestaba estas épocas de año, siempre le traen malos recuerdos... de esos que no se pueden olvidar.

   Pero como era de esperarse, tenía que mantenerse neutral frente a todos, tenia que ser profesional para que nadie sospeche lo que acababa de hacer.

   Palette acababa de salir de su desagradable "antiguo hogar" después de asimilar lo que acababa de hacer, incluso estaba hablando consigo mismo con una mirada perdida... pensando en lo que ¿qué es lo que acabo de hacer?.

   Acababa de asesinar a toda su antigua familia... ¿por qué? Bueno, esos idiotas lo empujaron a hacerlo en primer lugar, hace tanto tiempo había deseado ser feliz con solo una jodida vida sana, pasando la JODIDA navidad con su desagradable y denigrante "familia" que si al menos se hubieran dignado a siquiera TRATARLO con el mínimo respeto que un ser humano se merece, solo TAL VEZ así se hubiera replanteado el matarlos.. pfft pero esos imbéciles no piensan en ningún momento, y pensar que sus inevitables muertes eran tan fáciles de evitar.

   Hmm... hace tanto había perdido la fé en la navidad, cada una de sus navidades era peor que la anterior... obligándole a quitarse esa dulce sonrisa "eterna" de su boca, cambiandola por una más aterradora y falsa que solo un idiota podría pasar por alto... agh desgraciadamente estaba rodeado de idiotas.

   Jamás nunca nadie en su vida, ni siquiera sus tíos, padres, parientes cercanos e incluso amigos o conocidos habían notado que desde el principio algo andaba mal con ese chico.

   Pero bueno ahora iba caminando con suaves pisadas sobre la blanca nieve en la calle, calculando lo que hizo fríamente y lo que debía de hacer ahora.. hasta que se le vino una idea.

   Se giró ligeramente al escuchar a los bomberos para seguido esconderse un poco.. mirando a lo lejos.

   La belleza de la blanca nieve del invierno navideño estaba siendo opacada por algo naranja a lo lejos, unas llamas de color totalmente rojo y con ligeros y muy brillantes hermosos toques naranjas al rededor.

   Era un espectáculo deslumbrante de ver a los enfermos ojos del pirómano, todas las llamas y el humo reluciendo.. captando la atención de todos, las sirenas sonando con diferentes colores y tonos al rededor de aquella casa... no hizo nada más que una mueca de sonrisa muy aguda y se giró casi bailando.. muy alegre en aquel increíble momento.

   Se sintió como si el fuerte viento intentara llevarlo junto a él a una ligera danza, el solo se dejó llevar caminando en una especie de melodía inaudible para todos los demás, por suerte no había nadie por ahí mirándolo.

   Saco sus manos de sus maltratado y manchado abrigo(capucha en realidad) revelando al aire sus manos tan repletas de sangre carmesí que opacada lo blanco de su abrigo, manchado por la misma sustancia en incluso en más grandes cantidades.

    Llevó una de sus falanges manchadas de sangre hasta las uñas a su boca y lo saboreó ligeramente encantandole el sabor... su sonrisa se hizo aún más socarrona y río ligeramente al sacar su falange de la boca.

...estaba feliz...

   Por fin se había deshecho de la basura que lo había estado molestando tanto tiempo, disfrutando e incluso saboreando sus muertes, sus tan disfrutables y dolorosas muertes.

   Aplastandoles los ojos con sus propias manos, ensuciandose de su sangre... SU propia sangre que en ese momento no le había importado matar, la sangre es solo sangre en esos momentos, la traición se paga con todo el peso y la venganza no discrimina enemigos... la ley aplica para SEA QUIEN SEA en su caso.

   Sus ojos estaban completamente idos de su ser, en un nivel de éxtasis tan impresionante que cualquiera que lo vea se asustaría, como le encantaba sentir esta sensación.

   Pero ohh por Dios, como le hubiera encantado estar allí para ver como se quemaban o como sus cuerpos de deshacían y se convertían en nada más que cenizas por las llamas, gritando de dolor hasta la muerte, sin nadie que los ayude... sin nadie que le moleste.

   Cuanto placer y alegría e incluso ira le hubiera causado en ese momento a él, le hubiera encantado saborear la oleada de agridulces sensaciones preciosas que le hubiera dado ese dulce momento sin hablar de oír los gritos de los demás, por Dios... eso sería un sueño e incluso elevaría sus niveles de placer por la tortura a niveles inimaginables u inalcanzables. 

   Pero desgraciadamente no todos los sueños se pueden cumplir, desgraciadamente todo tiene un triste final propio o provocado, en este caso los hijos de puta que interrumpieron todo su éxtasis fueron los inútiles oficiales de la policía y ahí tuvo que marcharse.

   ¿Ahora dónde iría? Pues antes que nada a hacer un cambio de ropa y deshacerse de toda la evidencia, luego llamaría al tío Nightmare para decirle que necesitaba que lo recogiera para fingir que se había quedado la noche en ese lugar, así se lavaría las manos sin problema alguno y seguido de eso tenía en sus planes... ir por su próxima familia, o en este caso... sus próximas víctimas...

    Y tenía perfectamente planeado todo lo que haría e incluso podría predecir todo lo que pasaría.

   ¿Que esperaban? Palette es un profesional.

   Riendo de una manera macabra agarró su teléfono marcando al número que buscaba..

   Ensanchó su sonrisa al imaginar sentir estas sensaciones una vez más... pero de una forma distinta y aún más satisfactoria.

   Le gustaba la idea... de regocigarse de placer al escuchar el precioso llanto de todos ellos.

   Le encantaba la idea de hacer sufrir, escucharlo llorar y verlo desesperarse al hijo de puta que lo abandonó desde un principio...

    ...le emocionaba la idea de matar a su "amado" padre...

Llamada~

Palette: Hey.. tío Nightmare!

Nightmare: Completaste tu deber muchacho?

Palette: Pfft claro que si~ ahora... vamos por el verdadero objetivo.