✩Parte 1/2✩
•Primera parte•
Kentin miró nuevamente al chico de cabello azul, quien se encontraba bailando felizmente frente a la chimenea junto a su hermano gemelo. Por más que lo intentara no podía apartar su atención de él, era inevitable, y más aún cuando aquella idea que había estado rondando por su mente desde hacía unas semanas no dejaba de atormentarlo por un solo momento.
Todos sus amigos se habían reunido en su casa para celebrar la navidad, y todos habían colaborado aportando bebidas, postres y comida. Era la primera vez que Kentin no había probado un sólo bocado de las galletas que Sucrette había llevado, pero es que los alimentos no eran su prioridad en aquel momento. Toda su atención estaba fija en Alexy.
El peliazul se había percatado de la mirada fija de Kentin sobre él, lo cual era muy extraño, ya que aunque habían comenzado a ser novios desde hacía un mes, el castaño intentaba no demostrar mucho sus sentimientos hacia él y cosas de ese estilo. Quizás su novio había bebido de más y por eso lo observaba tan embobado, o quizás no se sentía muy bien y sólo lo miraba para que él supiera y comprendiera su situación.
Alexy dejó de bailar y se acercó a su novio, sentándose a su lado en el sofá y dedicándole una bonita sonrisa. A Kentin le encantaba cuando sonreía, pero nunca se lo había dicho.
- ¿Te sientes bien? - Preguntó el peliazul, colocando su mano derecha en la rodilla izquierda del chico a su lado.
Kentin miró la mano de su novio sobre él, y pensó nuevamente en lo que quería hacer. Lo haría. Por alguna razón no podía reprimir más el deseo que sentía, y también quería demostrarle a Alexy lo mucho que lo quería, ya que nunca lo hacía.
- Estoy bien - respondió al fin.
- ¿Quieres bailar? - Alexy se sintió aliviado y el castaño negó con la cabeza -. ¿Entonces te gustaría comer algo?
A ti. Pensó Kentin.
Volvió a negar con la cabeza y antes de que Alexy pudiera volver a decir algo, los labios del chico de ojos verdes estaban sobre los suyos.
Aquello lo había tomado por sorpresa, Kentin nunca antes lo había besado, siempre era él quien lo hacía y su novio lo seguía. Los labios del castaño no se movían sobre los suyos, ya que aún estaba avergonzado por haber hecho eso, pero aún así no quería apartarse.
Las últimas semanas Kentin no podía dejar de pensar en querer llevar a Alexy a la cama, y todo se debía a aquel maldito sueño. Sí, había soñado con que tenía sexo con su novio, y desde aquella noche no podía dejar de pensar en eso. La imagen de ambos en la cama se había quedado gravada en su mente, y si no lo hacía realidad iba a enloquecer.
Comenzó a mover sus labios tímidamente sobre los de Alexy, quien se dejó llevar por aquella hermosa sensación de sentir los labios de Kentin sobre los suyos, siguiendo ese lento ritmo. Sintió una de las manos del castaño en su mejilla, la cual luego acarició con delicadeza. Alexy sintió que moriría de ternura y amor en ese mismo instante, Kentin nunca antes lo había tratado de aquel modo, y aún menos en público. Siempre era él el que comenzaba aquellos momentos, los cuales tampoco duraban demasiado ya que su novio solía apartarlo, avergonzado.
Alexy se sorprendió aún más cuando sintió que la mano de Kentin que anteriormente se encontraba en su mejilla, había pasado a estar en su pierna. Kentin comenzó a mover su mano, acariciando al peliazul y provocando que un suspiro escapara de sus labios, en el mismo instante en que se separaban, quedando sus rostros muy cerca el uno del otro.
- Alexy... - susurró el castaño, acercando sus labios al oído de su novio - Vayamos a mi cuarto - Alexy abrió los ojos de par en par, eso sí que no se lo esperaba, y menos aún el beso que recibió en el cuello -. Por favor...
Aquella súplica había sido suficiente para que terminara de caer rendido ante los encantos de Kentin, simplemente no podía negarse a esa hermosa voz.
- C-claro - tartamudeó, aceptando.
Se pusieron de pie, y cuando se acercaron a las escaleras miraron a su alrededor, no querían levantar sospechas. Para la suerte de ambos, todos estaban distraídos con la música y la comida.
Kentin entrelazó su mano izquierda con la derecha de Alexy y así subieron los escalones, lo más discretamente posible. Pero hubo una persona que sí los había visto, y era el mismísimo gemelo del chico de cabello azul. Armin rió y negó con la cabeza, aquellos chicos si que aprovecharían esa noche.
- ¿De qué te ríes? - Preguntó Castiel, quien estaba a un lado del pelinegro bebiendo un poco de cerveza.
- No es nada - respondió Armin, guardando silencio. No dejaría que nadie interrumpiese aquel momento de su hermano, era un paso muy importante en una relación.
Mientras tanto, Kentin acababa de cerrar con seguro la puerta de su habitación luego de que ambos ingresaran. No querían que por esas casualidades de la vida alguien quisiera entrar al cuarto en ese momento.
Kentin le dedicó una gran sonrisa al de ojos azules, quien le correspondió con el mismo gesto y rodeando su cuello con sus brazos, acercando sus rostros. El castaño sentía su pulso acelerado, acompañado de una gran sensación de alegría y ansias, al fin podía hacer realidad ese sueño y demostrarle a su novio con gestos y no con palabras lo mucho que lo amaba. Porque sí, lo amaba.
Kentin acabó con la corta distancia que los separaba, uniendo sus labios, los cuales en esta ocasión no dudó en mover sobre los del otro. Alexy seguía el ritmo de los movimientos del castaño, los cuales eran más acelerados que los del beso que se habían dado anteriormente.
Las manos de ambos no se quedaron quietas, y Alexy despeinó el cabello de su novio mientras que éste sujetaba firmemente sus caderas. Kentin no quería separar sus bocas, pero debía hacerlo, ya que quería explorar más el cuerpo de Alexy. Le dedicó cortos besos en la mandíbula, hasta llegar a su cuello y lamerlo, provocando que el peliazul diera un pequeño saltito por aquel inesperado acto, haciendo reír a Kentin, quien aprovechó la oportunidad para morder su suave piel, logrando quitarle un suspiro.
Alexy no quiso quedarse atrás, y comenzó a desabotonar la camisa blanca de su novio, mientras que sus mejillas y cuello no dejaban de recibir besos. Parecía que Kentin ya había estado en alguna situación similar anteriormente, porque sus movimientos eran muy confiados, pero Alexy sabía que eso no era así, ya que su novio nunca antes había salido con otra persona. Sin embargo, él si que había tenido otros novios, inclusive había tenido sexo con dos de ellos, lo cual significaba que en ese momento Alexy era el más experimentado de los dos.
Kentin separó sus labios del cuello de su pareja, se quitó la camisa que él había desabotonado y ambos se sacaron el calzado. Luego lo sujetó del trasero, acercándolo nuevamente a su anatomía y soprendiendolo por el agarre. Alexy rodeó las caderas del oji-verde con sus piernas y volvió a besar sus labios, esta vez con más desesperación. Ambos recorrieron la cavidad del otro con sus lenguas, mientras que Kentin acorralaba al peliazul en la pared, aún con sus manos en su trasero.
Con una de sus manos, Kentin rompió la camisa de su novio, provocando que los botones cayeran al suelo. Poco le importó a Alexy aquello, ya que estaba muy ocupado mordiendo el labio inferior del castaño, a quien se le escapó un gemido por eso.
Kentin movió sus caderas un poco, provocando que sus miembros se rozaran aún con la ropa puesta, lo que causó que ambos suspiraran. Eso había sido demasiado agradable, por lo cual continuó con esos movimientos mientras que su novio no dejaba de gemir.
- Kentin... Te necesito... - logró decir Alexy, y el castaño no espero a oír nada más, ya que había comenzado a desabrochar su cinturón.
Una vez que los pantalones del de ojos verdes ya estaban en el piso, éste caminó con rapidez hacia la cama con Alexy aún en sus brazos, sin querer perder más tiempo.
- Demonios - maldijo Kentin cuando ya en la cama sus entrepiernas volvieron a rozarse. Se acomodó mejor sobre el peliazul para estar más cómodos y lo miró a los ojos, ambos estaban despeinados y sus respiraciones aceleradas -. No puedo esperar más.
Alexy sonrió ante la ansiedad que demostraba su novio, luego le acarició el cabello y besó su cuello, acercó sus labios a su oído y le susurró:
- Sé paciente, todavía hay más cosas que quiero mostrarte antes de... Entregarme a ti.
•••
¡Feliz navidad, feliz año nuevo y feliz TODO!
Éste es mi regalo para ustedes. NO ME MATEN POR HABERLO DEJADO ASÍ, voy a subir la segunda parte cuando vuelva de mis merecidas vacaciones en la playa XD
Les prometo que no se van a arrepentir por la espera, lo que se viene es mucho mejor e.e
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