Al día siguiente me percate de que Maria ya no se encontraba así que supuse que se había marchado la noche anterior. Me mantuve toda la tarde encerrado hasta escuchar a la familia llegar de la plaza, no le tome importancia porque ya ellos se habían acostumbrado a mi comportamiento inusual específicamente esta día.

Me asome por la ventana y al sentir el aire sentí melancolía. Una extraña idea paso por mi mente y realmente no quería pensar en esa posibilidad, era demasiado extremista para mis problemas. Al cabo de un rato escuche una fuerte discusión en la cocina y de pronto escuche un fuerte golpeteo en mi puerta.

- Miguel, habré la pinta puerta chamaco

La abrí temeroso y me encontré con la abuela que se encontraba al frente de toda la familia Rivera.

- ¡no es posible que sigas con tu incomprendida depresión!

- ¿acaso esta mal? - dije triste

- ¡claro que lo esta! Por tu culpa has estado rompiendo la tradición familiar

- pueden hacerla entre ustedes, esa tradición ya no tiene sentido para mi

- descarado chamaco como es posible que tu siendo tan lindo te convertiste en un malagradecido.

- esa no es mi intención abuela, solo no puedo celebrar la muerte de alguien

- así los recordaras

- por mi es mejor olvidar

Un golpe impacto contra mi cara - si sigues con esa actitud no permitiré que vivas con nosotros. Ya eres suficientemente mayor para dejar el nido.

- entonces me iré si es tu decisión solo empacare.

- claro que no, te vas con lo que traes puesto.

No le tome atención y entre nuevamente a mi habitación para tomar aquella guitarra blanca. Al salir toda la familia se sorprendió, pensaban que me daría por vencido con aquel instrumento. Empecé a cantar una ultima canción, la canción que tanto extrañaba cantar

♪Recuerda me,
hoy me tengo que ir mi amor
Recuerda me

No llores por favor,
Te llevo en mi corazón
Y cerca me tendrás
A solas yo te cantare
Soñando en regresar

Recuerda me,
Aunque tenga que emigrar,
recuerda me,
Si mi guitarra oyes llorar...
Ella con su triste canto te acompañara,
Hasta que en mis brazos tu estés...
Recuerda me♪

-

recuerda me si nunca me vuelves a ver pequeña Maria. Si no regreso estoy en un mejor lugar

Toda la familia se asusto por mi expresión, sabían el significado de aquellas palabras. Me despedí de mi hermana, abrazándola y entregándole mi guitarra. De mi suéter saque una fotografía mía y con un bolígrafo anote en la parte de atrás las letras de la canción.

- ¿a donde va mi hermanito? - preguntó la pequeña niña que no entendiendo la situación.

La familia quedo muda, realmente se veían arrepentidos menos la abuela que aun tenia su cara de enojo. Me agache a la altura de la pequeña dándole la foto y un beso en la frente.

- iré a trabajar a la capital - dije con lágrimas en los ojos ya que claramente tenia otros planes. La abrace y en susurro le hable - si no regreso en 5 años, quiero que pongas la foto en el altar ¿va?

- ¿a que te refieres?

- los extrañare a todos - dije evadiendo su pregunta y emprendiendo rumbo hacia donde sea que me lleve mi corazón - Recuerda me Maria

Corrí fuera de la casa y aun seguía escuchando el llanto de mi hermana. Serré los ojos y corrí mas rápido, mis lágrimas no dejaban de fluir, me estaba ahogando en mis propias lágrimas. Se hizo noche y veía a lo lejos Santa Cecilia llena de luces y fuegos artificiales, me acerque al puente en el que estaba caminando y me acerque a la orilla.

- ya no puedo seguir así, simplemente no puedo sobrevivir.

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Enserio si gustan llorar no los culpo,
estoy igual.

Una historia triste no tiene
Que ser exactamente así.