Contenido +18 (por dos).

Por ser el cumpleaños de nuestro amado arquitecto, "descendientes" de la diosa de las flores, amante de nuestro querido escriba y musa de nuestro amado gran sabio interino. Se merece mucho amor.

Disfrútenlo ^^

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Kaveh estaba en la puerta de la casa que comparte con Al-Haitham, mira a todos sus conocidos, incluso siente en su interior algo de emoción, sin embargo el rubio se acerca al duo de gemelos, hablando con cierta preocupación debido al alto alboroto de la fiesta, ya que sabe que habrá mucho desastre.

Sin embargo, en el fondo y de pie se puede ver a aún Al-Haitham de brazos cruzados, observando cómo el grupo de amigos lo reciben. Kaveh lo mira con un sorpresa y pronto se ruboriza al verlo sonreír un poco. La felicidad es lo que reina en la pequeña reunión casera en esos momentos, el alcohol hace acto de presencia, sin embargo el ambiente aún sigue.

Poco a poco se van retirando, después de ayudar un poco a la limpieza, es extraño que a final de cuenta los chicos quieran hacerlo, ayudar a limpiar, pero si esto no pasaba cierto escriba iba a asesinarlos, el duo de gemelos son los últimos en despedirse, mientras Aether se lleva a la chica voladora en brazos, Lumine le entrega un regalo lo suficientemente mediano, dando a entender que provenia del trío de héroes.

El rubio lo acepta, después de todo es un lindo detalle y una vez solo se gira hacia su compañero.

- Voy a compensarlo, mañana limpiare mejor.

Dice más tranquilo, Kaveh esperaba algún reclamo o algo, pero eso no fue así, más porque el contrario se acercó, le tomo de la mano, dandole un hermoso collar, poseia un hermosa gema rubí, que hacia un excelente juego con los orbes del rubio, Kaveh se sintió eternecido, incluso fue valiente logrando depositar un cálido beso en la mejilla del más alto, solo para agradecerle con una sonrisa llena de emociones que el más alto no pudo comprender a la primera.

Al-Haitham era un hombre que no solía tomar mucho en cuenta los sentimientos de las personas, pero Kaveh... Kaveh era otro asunto.

El impulso le ganó, juntando sus labios con el contrario, cosa que el rubio se sorprendió y lleno de un rubor al instante después, más porque al separarse logro ver ese leve rubor en el más alto. Al-Haitham intento ocultarse, pero los delgados dedos del contrario se lo impidieron, logrando dejar a la vista la vergüenza del más alto.

- Hayi... Te ves lindo así.

El más alto demostró su típica mirada fría, solo para depositar sus manos sobre la cintura del chico, incluso lentamente lleva sus manos hasta la espalda del rubio.

- Sabía que harías esto.

Kaveh hablo, dejando que el más alto continuará aferrandose, sin embargo el rubor fue notorio y es que comenzó a sentir la mano del contrario recorrer su espalda baja, deslizándose hacia arriba con suma delicadeza, incluso haciendo jadear al rubio.

- Ha-Hayi~ Mmm~

Kaveh jadea, incluso su boca se entreabre, más no dura mucho, cuando el escriba lo ataca, depositando un beso lleno de amor, cariño y deseos. Sus manos lo atraen aún más, incluso una de ellas llega hasta los cabellos dorados en dónde se enredan, pudiendo sentir la cabeza pequeña del contrario, la estatura era evidente, Al-Haitham había crecido más que Kaveh, sin embargo lo trataba de manera respetable, a menos cuando no estaban en esa situación.

Kaveh no podía hablar mucho, solo daba suaves jadeos, al sentir como esa mano recorria el cuerpo con deseo, no era la primera vez que eso sucedía, la primera vez fue al terminar en una discusión, después de que el rubio se enteró del nuevo puesto de Al-Haitham, haciendo el rubio se irrite, aunque tiempo después le da un alivio y aclara que sabía el gran futuro brillante que le esperaba a su compañero, sin embargo, en algún punto el rubio tendría que irse, haciendo que esto Al-Haitham lo viera mal.

El escriba finalmente dió el primer gran paso, quitarle la camisa, dejarlo solo en pantalones, lo había llevado hasta su habitación, en dónde lo depósito en la amplia cama que tenía en su recamara, sabía que nadie iba a molestarlos ahí, incluso nadie lo haría, acercó sus labios a uno de los pezones besando, incluso succionando aquellos, como si estuviera amamantando.

- Mmgh~ A-Aaah~ Hayi~

De nuevo, ese apodo salía a relucir, Kaveh era el único, Kaveh había sido el único que le había puesto aquel apodo, por ende era el único que podía decirle así. Ya que una vez Dehya intento pasarse de lista, al llamarlo asi, ya que escucho al rubio y cuando ella lo hizo termino siendo ignorada y en algunos casos terminaba siendo más que destruida con el alto conocimiento del escriba, haciendo que la chica se mantuviera a distancia y respeto.

Las manos de Kaveh se quedaron en los hombros, incluso una de ellas subió por la nuca del escriba sintiendo las hebras platiadas incluso gimió de placer cuando la lengua del escriba roza con uno de sus pezones.

Todos esos toques hacen que sienta una excitación, sus piernas tiemblan incluso las apreta intentando que su compañero no se de cuenta, aunque es más que evidente que tiene una erección, incluso puede sentir la erección de ese escriba. El escribano no pide permiso, sus manos se encaminan hasta los pantalones del rubio, adentrandose y finalmente rosando sus yemas con el miembro del rubio, Kaveh gime, incluso lleva su mano a su boca intentando soportar el placer que comienza a generarse en su zona, Al-Haitham comienza a olvidarse del respeto, bajando los pantalones del rubio, dejándolo en plenamente desnudo, dejando ver un miembro erecto, mientras unos muslos bien torneados son notorios. Al escriba fanático de los muslos de su compañero de piso, incluso sus manos acariciaron aquellos, pero pronto subían hasta tocar los glúteos, eran redondos y suaves, incluso sonrió con picardía, ya que muy pocas veces solía verás con esas facciones, solo Kaveh había sido el afortunado.

- Me gusta como te estás poniendo, cumpleañero ~

Su voz sonó ronca, sus manos no paraba de acariciar el cuerpo del rubio, incluso los gemidos sonaban como canticos, solo para acercar sus labios a la polla del contrario, Kaveh gimió de placer, al sentir la lengua y como la cavidad bucal iba invadiendo su sexo, sus muslos se juntaban del placer, cosa que el escriba las abrió a más no poder, haciendo que el rubio gimiera alto.

Kaveh no podía soportar mucho, era increíble como ese hombre que le hacía la felación le hacía disfrutar tan bien, incluso le hacía sentir emociones que jamás se imagino, se olvidaba de lo malo y solo podía sentir un poco de deseo.

- Ha-Hayiiii~ Mmmhg~

Su llamado se alargó en la última vocal, era claro que estaba disfrutando tanto, incluso podía notar a un Al-Haitham victorioso de su cometido, sin embargo no iba a darle algo tan simple, claro que no. Bajo sus pantalones, seguido de la camisa que la lanzó al suelo, su miembro estaba listo, deseoso por entrar en el rubio.

Kaveh sabía de eso, sabía lo doloroso que era y placentero a la vez, ya que el miembro de Al-Haitham era más grande que el suyo, increíblemente imposible ¿No?

- Este es mi segundo regalo Kaveh~

Esa voz le hizo temblar, gimotear, más cuando el escriba acercó su miembro al miembro del rubio, juntando las piernas del rubio, asemejando que entraba y salía de aquel agujero.

Kaveh se sentía mejor que nunca, más por los repentinos cambios de posiciones, uno de ellos fue como sentía ese dedo en su agujero, como lo iba agrandando, como sus labios se unian en besos pasionados y llenos de mucha lujuria, incluso sus temperaturas eran altas haciéndo que el sudor recorrieras sus cuerpos desnudos.

Después de minuto de preparación, Al-Haitham miro por unos momentos, viendo a ese rubio jadead y verle con esos orbes brillantes, solo para acercarse a este, no sin antes le poniendo su miembro en el trasero, ocasionando un leve grito, que pronto iba cambiando a un gemido lleno de placer.

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Kaveh jadeaba, estaba sobre el escriba, había pasado el tiempo suficiente, podía sentir el miembro del su amado dentro, incluso un leve bulto en su vientre debido a la largo que era, su mano presionó suavemente, haciéndole gemir, mientras al escriba lo hizo gruñir de placer, más manos del Al-Haitham se frotaba en los muslos, incluso subiendo hasta las nalgas abiertas del rubio, apretando las con fuerza, ya que dejaba sus manos marcadas en ella, el más alto comenzó a dar suaves saltos haciendo que Kaveh parecía negarse pero era más por la excitación ya que sus gemidos eran de una manera tan peculiar.

Quien iba a imaginar que un chico tan serio, frío de sentimientos, fuera un hombre caliente en la cama, que fuera capaz de encender aún más al sol, aquel radiante arquitecto. Kaveh se veía tan emocionado cuando tenía a ese escriba junto, incluso lo presumia, pero ahora, cierto escriba tiene a un arquitecto tan lasivo, destrozado, ya que sus caderas no paran con dudas embestidas, quiere que Kaveh sepa que nadie más tomara su lugar, que el es el único que puede hacerle esto, que él es el único que nadie podrá tocarlo y darle un placer como ese.

- Superior~ di mi nombre~

Ordenó, mientras sus embestidas seguían, sus brazos eran un apoyo para las piernas de Kaveh, ya que apenas el rubio podía aferrarse al cuello del escriba, Kaveh estaba un mar de placer, podía verse el sudor recorrer su frente, su saliva salía y su lengua dejaba a la vista, pudo escuchar la voz de su junior, solo para obedecirlo y en una voz aguda y débil lo llamo, haciéndole excitar, causando que las embestidas fueran rudas, incluso dando estocadas y liberando al mismo tiempo su semilla.

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Kaveh despertó, estaba bocabajo, estaba un poco confundido, la luz del sol entraba por una rendija de la cortina, haciendo que la poca iluminación fuera algo placentera, sin embargo el dolor en su cuerpo lo invadio. Llevo su mano a su espalda baja, estaba un poco irritado por ese molesto dolor, aún así dió un suspiro y se acomodo, sintiendo un poco de vergüenza al recordar la noche anterior, miro a su costado estaba solo, suponía que el escriba había salido temprano por trabajo, aunque no fue así, ya que Kaveh lo vio cuando esté abrió la puerta, el escriba tenía unos pantalones de su pijamaz mientras su abdomen estaba al descubierto, llevaba un desayuno completo y medicina para cierto rubio.

- Hayi~ pensé que te habías ido a trabajar.

- Descuida, pedí el día, sabía que esto sucedería y por ende quise pasarlo contigo.

- Aw~ eres muy tierno y rudo por cierto.

Dijo algo retirado.

- Hehe... No te preocupes, voy a cuidarte, primero intenta comer.

El más alto lo ayudo a tomar asiento, acomodo todo lo necesario para que el rubio no sufriera, comenzó a darle el desayuno con precaución y atención.

- Hayi... Eres el hombre más tierno y lindo que haya tenido.

- ¿Existían más aparte de yo?

- Hehe~ ¡Claro que no! Eres el único. Solo que eres demasiado lindo conmigo.

Logra besar la mejilla, solo para después recibir su bocado, le gusta que lo estén mimando tanto, Kaveh no era de ese tipo de personas, exigente y materialista, a menos para pagar su deuda si, ya que el pensaba que lo que tenía valor era lo sentimental y en esos momentos valía demasiado, junto a su pareja.

Fin.