El pobre chico se hace el valiente y acepta tu decisión. Eres cruel Andrea, muy cruel. No quieres mirar como se corta el brazo para poder llenar todo el recipiente, pero él sí es fuerte y valiente. Lo logra, tras unos pocos minutos de sufrimiento, pero lo logra.

Le miras con alegría e incluso él te devuelve la mirada, a pesar de que le hayas dejado tirado.

La puerta se abre. Allí hay unas cuantas armas.

Espera... ¿Armas?

Sí, armas.

Corréis a por ellas, queréis todas, pero solo podéis coger un par de rifles que disparan láseres. De pronto, la puerta que se había cerrado cuando entrasteis en la sala se abrió de par en par.

El alien había llegado.

Pero ahora podéis luchar.

Alzáis vuestras armas, estáis a punto de apretar el gatillo para acabar con la vida de vuestro enemigo cuando...

El chico se desmaya por la falta de sangre. Te quedas boquiabierta y pasmada. ¿Se ha desvanecido por tu culpa? Sí.

Pero tranquila, el karma lo compensará.

Aprovechando tu momento de empanamiento, el alien va a por ti, te quita de las manos tu arma y te apretuja con sus tentáculos hasta asfixiarte.

-Game Over-