Temporada 2

Capítulo 36
Dragones

Isamu apoyó su cabeza en el hombro de Gajeel, mirando el cielo oscurecido y la inquietante Luna carmesí que se cernía con vehemencia sobre ellos, casi premeditando lo que iba a suceder más adelante, en ese terrible día-noche en donde los dragones descenderían nuevamente a la tierra.

—¿7 de Julio? —preguntó Gajeel mirando el cielo con seriedad.

—Es el día en que desaparecieron los dragones, ¿Verdad? —preguntó suavemente la chica acariciando el brazo del hombre el cual estaba notablemente tenso.

—Y en este día aparecerán los dragones... —declaró de manera inquietante.

—¡Nosotros protegeremos esta plaza! —exclamó Makarov dando a entender que Fairy Tail se encargaría de la plaza central del reino.

—¿Y qué hay con los demás gremios? —preguntó Warren.

—Están esperando en las cuatro direcciones de la ciudad —aclaró Max.

Isamu apretó levemente la mano de Gajeel la cual estaba entrelazada a la suya en el momento en que fuertes temblores provinieron del castillo, pero cuando asumían que se trataba de Eclipse, poco después escucharon el rugido de un dragón en el castillo y luego observaron como la fuerte presión del aire destrozaba un lugar cercano en la plaza en donde estaban, al menos esa sección no tenía ningún mago.

El dragón dio otro feroz rugido, sus pisadas hicieron temblor en la tierra y luego soltó un rugido aún más grande que el anterior... y somo si no fuese poco, después del primero salió un segundo y un tercero, los dragones no se detuvieron hasta completar un séptimo dragón y hubiesen seguido si no fuese porque las dos magas celestiales cerraron la puerta con el poder de sus espíritus celestiales.

Desde sus posiciones, todos podían ver como los dragones destrozaban con sus grandes cuerpos los edificios por donde pasaban, Isamu no paraba de temblar mirando al imponente y gran dragón azul claro el cual tenía diseños de círculos en sus escamas, pareciendo casi nubes y feroces ojos completamente rojos.

Isamu tembló especialmente fuerte en el momento en que los dragones combinaros sus rugidos sin magia y la presión de sus voces rompió las infraestructuras cercanas, derrumbando todo a su paso. Gajeel miró complicadamente a la chica y la abrazó fuertemente contra su cuerpo.

—Todo estará bien, venceremos a esos bastardos y todo seguirá como siempre —tranquilizó suavemente el hombre, murmurando sus palabras en el oído de su novia—. Mañana despertaremos algo adoloridos y heridos, pero es inevitable cuando estamos luchando como siempre, esta es solo otra batalla más, no vamos a perder —murmuró tranquilizadoramente e Isamu dejó de temblar tan fuerte y ahora solo su labio inferior temblaba.

—¡Dispérsense! —gritó Makarov— ¡Si nos quedamos juntos en un lugar, nos aniquilaran de un golpe!

—¡Sí! —gritaron todos los magos en la plaza.

Gajeel, Isamu y Levy permanecieron juntos, pero algo separados y miraron al imponente dragón frente a ellos que se presentó como "Atlas Flame" aquel dragón que les mostraría las llamas del infierno y el cual atacó con un feroz rugido de fuego en línea horizontal que mandó a volar a todos los magos que se le opusieron.

Isamu chocó contra unos escombros fuertemente y su costado dolió bastante, pero aun así se levantó mientras ayudaba a Levy a Levantarse del suelo y Gajeel la miraba con un leve destello de preocupación el cual descartó al ver su sonrisa, una la cual decía "Estoy bien, el enemigo sigue delante nuestro".

Los miembros de Fairy Tail empezaron a atacar incesantemente contra el gran dragón compuesto solo de flamas, pero todos sus ataques se quemaban, no llegaban o simplemente no le hacían nada al fuerte dragón de flamas. Los magos fueron arrastrados del parque central a la avenida con grandes casas, pero eso fue un alivio debido a que ya casi gran mayoría de ciudadanos fueron evacuados a tiempo.

Gray y Juvia atacaron nuevamente en conjunto, fusionando sus magias y uniendo sus manos en un gran y poderoso ataque de agua que rápidamente se fue congelando con el hielo de Gray e impactó de lleno con el feroz dragón que se cernía con autoridad sobre ellos, pero su poderoso ataque no sirvió de nada, solo se evaporó en el aire dejando que el húmedo y frio valor se elevase al cielo.

Ambos magos estaban impactados, sus energías mágicas estaban completamente recuperadas, entonces... ¿Qué pasó? ¿Por qué no le afectó al gran dragón?

Pero Atlas Flame no les dio tiempo para reaccionar y rápidamente lanzó un fuerte rugido cubierto de su poderosa magia ignifuga, Freed rápidamente se lanzó al frente para bloquear con runas y crear un escudo a sus compañeros mientras que Isamu despertó de su leve shock inicial y conjuró burbujas protectoras.

Ante el impacto, las runas de Freed fueron quemadas y pasadas con gran facilidad mientras que las burbujas de Isamu se rompieron como si fuesen hechas de agua y jabón, pero al menos hizo que el impacto en el cuerpo de sus amigos no fuese tan fuerte.

El maestro Makarov al ver como sus hijos estaban bastante lastimados por el simple empujón del impacto del anterior ataque, se transformó en un gigante y encestó un fuerte golpe al dragón de flamas, la onda expansiva del choque del puño del gran anciano destruyó casas detrás de él, pero el imponente dragón ni siquiera retrocedió por el fuerte golpe recibido y salió ileso, hiriendo con sus flamas la mano del anciano.

El dragón se enojó levemente, decidiendo darle una lección a los pequeños magos que se atrevían a alzar sus espadas contra él, un poderoso y gigante dragón de llamas. Isamu reaccionó con rapidez y creó tres burbujas defensivas en gran tamaño que abarcó a sus compañeros y amigos, esta vez su escudo de burbujas duró tres cuatro segundos antes de ser quemado hasta la nada por las flamas del dragón, pero aun así los protegió bastante de las llamas ya que al reventar el un poco de su agua cayó en los cuerpos de los magos haciendo que no sufrieran quemaduras de alto grado.

Isamu corrió hacia el maestro para intentar curarlo con su magia de burbujas, pero el anciano mayor negó decididamente y le dijo que atacara al dragón frente a ellos, que se preocupara mejor por su propio bienestar y viera que tenía que ahorrar su fuerza para pelear, Isamu indecisa asintió.

En el basto cielo, volaba un Gran dragón y de ese gran dragón salieron llamas de su espalda antes de que diera un grito agonizante y empezara a caer del cielo, ¡Entonces un fuerte grito se escuchó desde la espalda del dragón!

—¡¿Me oyen?! ¡Se puede vencer a los dragones con la magia Dragon Slayer! —gritó fuertemente Natsu, haciendo que su fuerte voz se escuchara por todo el gran reino, haciendo que las personas sonrieran al escuchar su esperanzadora voz de guerra— ¡Hay siete Dragon Slayer! ¡Y siete dragones! —los cazadores de dragones miraron hacia el cielo, algunos volteándose y otros sonriendo— ¡Nuestra magia existe para el día de hoy! ¡Los Dragon Slayer existen para pelear precisamente ahora! ¡Allá vamos! ¡A cazar dragones!