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- ¡Por los novios! -(Grito alguien alzando aquella botella de aguardiente)- ¡Y que vivan felices por siempre -

Yo solo alce mi copa rápidamente mientras gritaba feliz por la boda.

- Es un hermoso día ¿No crees _____? -(Preguntó aquel joven de cabellos churcos)-

- Siendo sincera, no pensé que este día llegará, pero ver qué lo estamos viviendo me hace ver muchas cosas más -(Respondí sonriendo aquel chico)- Es bueno saber que ya soy parte de Los Madrigal -

- Ya lo eras antes sumercé -(Exclamó con una gran sonrisa poniendo su mano en mi hombro)-

- Gracias Camilo, te quiero -

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Hace diez años en el pueblo de Encanto, se encontraba un joven juguetón que corría por ahí buscando algo que hacer. Al otro lado nos encontrábamos mi hermana y yo comprando todo tipo de cosas pa la cena.

- Entonces pienso que debería hablar con el ¿Que opinas ____? -(Preguntó aquella joven con un sonrisa)-

- Pienso que eres muy enamoradiza, trata de centrarte en tus cosas y no en babosos y babosas -

- Lo dices porque no te has enamorado, imagínate encontrarte con aquella persona especial que te sacudirá todo el suelo -

Negué con la cabeza con una sonrisa, mientras sostenía con fuerza aquella canasta pesada, Samay mi hermana, solo seguía hablando sobre su pareja ideal «Debe ser atento y alegre» Hasta qué cruzamos una esquina casi chocando con un joven de ruana.

- ¡Perdón! -(Grito el mientras seguía corriendo)-

- ¿Ese no es un Madrigal? -(Preguntó la chica)-

- Si, era uno, casi me tumba todo el mercado, me duelen las patas y las manos, carga tu la canasta, no soy burro de carga, te toca -

Me queje mientras le daba la canasta a mi hermana que solo sostenía aquella canasta.

- Tengo ganas de mute ¿Y tu? -(Pregunté mientras estiraba mis brazos)-

- No voy a prepararlo ______ -

- Tu eres la única a la que te sale muy bien, tu sazón nadie la supera -

- Pero no, siempre soy la que cocino, tú no lo haces -

- ¡EPA! ¿Que tal la otra? Yo lavo la ropa y barro la casa, tiendo las camas, ya que la cucha no puede, hágale, mamá se va alegrar ya que a ella le gusta, yo lavo toda la loza por todo el mes ¿Si? -

Ella solo asintió con la cabeza, mientras yo solo le dije «Sigue echando pa la casa, aún falta algunas cosas pa el mute, nos vemos allá» Ella asintió y yo solo corrí feliz a comprar las cosas faltantes hasta chocar contra aquel joven el cual casi me tumba las cosas hace un rato atrás.

- ¡Ya mate a alguien! -(Exclamó el mientras se levantaba rápido ofreciéndome su mano)- ¿Está bien sumercé? -

- Si tranquilo, no se preocupe -(Respondí tomando su mano mientras me levantaba limpiandome la ropa, levanté mi mirada y el solo me quedo viendo)- ¿Soy yo o me parezco? -

- ¿Ah? Hace rato choque contigo también ¿Cierto? -

- Sep, casi me botas todo el mercado -

- Te lo "recompezco" ¿Se decía así? ¿Verdad? -

El chico hablo en murmullos pensando cual era la manera correcta de decirlo.

- Bueno, me voy -(Dije alejándome pero el solo me siguió)-

- Te acompaño, digo, casi tumbo tu mercao, al rato después te atropelle, así que quiero recompensarlo ¡Lo dije bien! -(Hablo el con una sonrisa)- Déjame ayudarte, como madrigal es mi deber sumercé -

- ¿Tienes plata que me en prestes? -

- Eso si no, ando pelado de plata últimamente ¿Otra cosa para que pueda ayudarte y compensarte? Por cierto, casi se me olvida ¿Como te llamas? No te pregunté y no me gustaría dirigirme a ti a cada rato como "Sumercé" jajaja -

- _____, así me llamo -

Llegamos a la plaza, yo solo buscaba los condimentos que necesitaba mientras el solo estaba atrás mío, así que me lo bajaban de precio.

- A veces me pongo a pensar ¿Como mi tío fue capaz de sobrevivir ahí dentro de las paredes? Según Mirabel, creo que la conoces de seguro, el se robaba la comida de la cocina, eso explica porque la comida desaparecía siempre me echaban la culpa a mí -

- Mira Danilo -

- Camilo -(Corrigió el mientras se acomodaba el pelo)-

- Bien, Camilo, me gusta charlar contigo y todo, pero ando un poquito ocupada -

- ¿Podemos vernos más tarde? Me caíste bien -(Respondió el sonriendo)-

Me quedé callada pensando en la respuesta y solo respondí un «Claro» El solo se alejó con una sonrisa mientras alzaba su mano despidiéndose, tenía el pensamiento de que esa sería la última vez, pero no, el volvió al próximo día y así continuo, encontrándonos en la plaza siempre al medio día, sentimientos podrían florecer si sigo viendo su sonrisa.

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