Capítulo 11. Cuarto mes
Octubre, el sol se iba aún más pronto y la noche reinaba más tiempo. Cerca de las doce de la noche un peliturquesa de morena piel entraba exhausto en su casa. Estaba adormilado y apenas veía por dónde caminaba. Subió las escaleras con dificultad y por suerte logró llegar a su cuarto sin golpearse con la pared. Se tiró a la cama sin quitarse el abrigo, tan solo dejándose caer sobre el blando colchón que estaba ya esperando desde la mañana cuando se levantó, dejando a su conejito dormir un poco más, tapado hasta el cuello y en posición de bolita, con los cabellos esparcidos por la almohada y un lindo rubor en sus pálidas mejillas. Le hubiera gustado ver a su esposo en la entrada, con los brazos abiertos esperándolo y dándole un dulce beso de bienvenida, pero lamentablemente el pelimorado no se encontraba ahí, de momento. Se había quedado dormido en aquella posición, sin ponerse el pijama y sin percatarse de que su esposo estaba en el umbral de la puerta, mirándolo con una sonrisa cansada.
Horas antes...
Tras la limpieza del hogar y una buena comida sana, el pelimorado comía tranquilo una manzana de postre sentado en el sofá del gran salón mientras revisaba su móvil con 12 mensajes en WhatsApp; dos de su amiga rubia y diez de su marido.
Maestro~💙: Conejito, perdona que me haya ido tan pronto y sin decirte nada 😖
9:30 ✔✔
Maestro~💙: Sabes que acá en el trabajo me adelantan las horas de trabajo 😰
9:31✔✔
Maestro~💙: Pero intentaré que mañana me den el día libre para poder ir a la fiesta de Fox y Chica 😌
9:31✔✔
Maestro~💙: Ya te hecho de menos, amor... 💖
9:32✔✔
Maestro~💙: Cómo va nuestro pequeño? 😀
9:32✔✔
Maestro~💙: Espero que no estés comiendo dulces, ya sabes lo que dijo Mike acerca de tu dieta, jeje 😋
9:32✔✔
Maestro~💙: Buenas noticias, mañana tendré el día libre para ti, conejito 😁
9:44✔✔
Maestro~💙: Lo único malo es que trabajaré hoy hasta tarde 😅
9:45✔✔
Maestro~💙: No te molestes en esperarme despierto, tienes que descansar más ahora 😚😚
9:45✔✔
Maestro~💙: Te amo, conejito mío, espero verte al menos en tus sueños <3 😘😘
9:46✔✔
Tú: Jeje, tranquilo, cielo, sé que estarás muy ocupado hoy 😌
16:05✔
Tú: Aunque puede que igualmente te espere por la noche :3
16:06✔
Tú: Siempre duermo mejor a tu lado y nuestro bebé ya se acostumbró a tener a su papi cerca 😁😘 Ten un lindo día amor te queremos <3
16:06✔
Rió el pelimorado mientras se levantaba a tirar el corazón de la manzana que ya se había comido. Acariciaba su vientre de 4 meses con ternura, mientras veía la foto de perfil de su esposo en WhatsApp, sonrojándose al momento.
Pasó a los mensajes privados con sus amigos, en donde Chica le había mandado dos mensajes recientes.
Chica: Hey Bonnie, cómo estas? Vas bien con el bebé? Te quería avisar de que Joy estará conmigo hoy en casa para cuidar de los niños, y si quieres puedes venir para aprender un poco de bebés :3
16:03✔✔
Chica: Ah y también estarán Fox y Meg para hacer compañía
16:04✔✔
Tú: Oh, genial, muchas gracias por la ayuda Chica :D Iré encantado
16:10✔✔
Chica: Perfecto! Te va bien venir en media hora??
16:10✔✔
Tú: Sip, ahora voy
16:11✔✔
Guardó su móvil en su bolsillo, tomó las llaves de casa, su abrigo y salió de la casa, cerrando la puerta. Normalmente iría andando hacia la casa de su amiga, pero estando embarazado tardaría más tiempo, y no quería hacer enfadar a Chica, por lo que suponía que ir en bus le saldría más rentable. Fue caminando con tranquilidad hacia la parada, hundiendo su rostro en la bufanda turquesa que rodeaba su suave cuello. Su gran abrigo no dejaba apreciar su pancita, por lo que a simple vista parecía un hombre normal. Llegó a la parada, en donde no había casi nadie, pero al llegar el autobús, casi no podía respirar. Estaba abarrotado de gente. Durante el trayecto, el autobús se movía bruscamente, haciendo que el pelimorado se chocara con multitud de personas, afortunadamente sin golpear su vientre. En una parada, vio que un asiento estaba libre, por lo que intentó aprovechar el momento para poder sentarse, pero al estar a centímetros de poder sentarse, un chico adolescente se adelantó a él y lo miró triunfante mientras masticaba sonoramente un chicle de fresa.
- ¿Qué miras, canijo? Vete a buscar otro lado para molestar. Este sitio es mío- dijo para luego reírse cínicamente y dejar con la esperanza rota al pelimorado, el cual no pudo hacer más que suspirar y alejarse para evitar tener problemas.
¿Qué pasaba con al juventud de ahora? Cuando él era joven estaba muy mal visto no ceder el asiento a personas con dificultades... pero claro, él era un hombre embarazado, ¿cómo se diría eso sin parecer un loco? Con razón Bon le aconsejaba no tomar el bus. ¿Y qué pasaría si su bebé acaba así? No, no lo permitiría... Llegó su parada y trató de bajar, lo cual no fue fácil.
- Tomo nota: No coger jamás el bus de nuevo...- dijo con irritada voz.
Para despejarse caminó lentamente hacia la casa de su amiga de mechas verdes. Sé acariciaba el vientre con preocupación, esperando que no le hubiera pasado nada. En diez minutos logró llegar sano a la casa, llamando a la puerta.
- Hola, Bonnie. ¿Cómo...?- la rubia se tapó la boca al ver al pelimorado todo despeinado- Dios mío, ¿qué te ha pasado? ¿Estás bien?- como si de su madre se tratase, tomó su rostro entre sus manos y lo veía con máxima preocupación.
- E-Estoy bien, s-solo fue un mal viaje- rió un poco ante el comportamiento de su amiga-. Recuérdame no dejarme subir a ningún autobús lleno nunca...
- Oh, Bonnie...- lo abrazó con cariño- Si tenias problemas para llegar podrías habernos dicho y hubiera mandado a Fox a que te fuera a recoger- acarició su mejilla.
- Lo sé, pero no quería molestar...
- Tonterías, somos tus amigos y los amigos se ayudan- lo tomó de la mano-. Bueno, ahora entra, ya están todos esperando. Además, creo que te vendrá bien un poco de té para sentirte mejor, y para tu bebé también- dijo fijándose en su pancita.
- Muchas gracias, Chica- susurró Bonnie sonriendo.
- No hay de qué.
Pasaron al interior de la casa, donde en la sala de estar estaban reunidos Fox con Roxy en brazos, Joy con Jay y Meg que sólo acompañaba.
- Hola, Bonnie, qué bien que has venido- saludó tan amigable como siempre la rubia ex-Toy.
- Jeje, gracias Joy- sé sentó al lado de la rubia, observando a su hijito-. Hola, Jay, estás ya muy grande- sonrió con ternura al ver al pequeño castaño sonreírle abiertamente sin ningún diente aún a la vista mientras le acariciaba con un dedo su mejilla derecha.
- Jiji, ya tiene 6 meses- dijo orgullosa la madre.
- Bueno, Bonnie, cuéntanos. ¿Cómo llevas eso del embarazo?- preguntó con algo de interés el pelirrojo mientras le pasaba su nena a su esposa y ponía su atención en su mejor amigo.
- Pues... Se siente un tanto extraño... Pero es muy hermoso al mismo tiempo- contaba feliz el pelimorado mientras se acariciaba el abdomen-. Pensar que hay una criatura... creciendo dentro de mí... a veces siento que es irreal esto que estoy viviendo... aunque también siento algo de miedo porque... Si te soy sincero... Nunca creí pasar por esto... Pero no me arrepiento...
- Wow... Bonnie, qué profundo- sonrió la albina mientras se cruzaba de brazos.
- Sí, no pensé que te haría tan bien el hecho de tener un bebé- le acarició el vientre la rubia con una sonrisa.
- Jeje, si te soy sincero, creo que es Bon el que está más encantado con todo esto- el pelimorado enseñaba sus dientes de la emoción-. De hecho está cada día preguntándome cómo estoy, si necesito algo e incluso ya está emocionado por saber si será niño o niña.
- Y... ¿tú qué quieres que sea?- preguntó curiosa la rubia ceniza.
- ¿Yo?- sonrió de más el pelimorado- Jeje, pues... quisiera que fuera... niño.
- ¿Niño?- repitió el pelirrojo.
- Jeje, síp. Es que creo que si fuera niña... no creo poder soportar escuchar a Bon quejarse de sus novios cuando crezca.
Todos comenzaron a reír ante el comentario del pelimorado, sobre todo la rubia de ojos azul y la peliblanca de ojos ámbar. Sabían que su amigo podría ser muy sobre protector, por lo que el tener una hija le haría tener los escudos siempre activados para protegerla. Si ya se ponía serio cuando molestaban a Bonnie en el instituto, de seguro podría hasta matar a cualquiera que hiciese llorar a su niña.
- Bueno, ¿te parece si empezamos con la clase de bebés?- dijo entusiasmada la rubia de ojos magenta tomando en brazos a su pequeña.
- Claro.
Pasaron la tarde enseñando a Bonnie cómo cuidar de los pequeños, mientras estos, al estar cerca de sus mamás, se dejaban cuidar por el nervioso pelimorado. Había veces que el de ojos rojos podía sólo con ellos, pero al ser tan solo un principiante, necesitaba la ayuda de todos, incluso Foxy le daba algunos consejos para que no se pusiera nervioso.
- Y recuerda, nunca mantengas la cabeza más abajo que sus piernas- le decía mientras le ayudaba sujetar a su preciada Roxy.
- E-Está bien, contestaba el más bajito mientras miraba a la pequeña que se reía.
De pronto, su móvil empezó a sonar.
- Uy, espera t-tengo que cogerlo, sujeta a Roxy, por fa- pidió el pelimorado dándole el bebé a su amigo mientras salía del cuarto para tomar su móvil.
Una vez fuera, se le iluminó el rostro al ver el nombre de su esposo en la pantalla de su celular, y no tardó más de un segundo en contestar.
- ¿Holi?
- ¡Hola, amor! ¿Cómo estás?- saludaba con buen humor el peliturquesa por la otra línea, sonriendo por escuchar la voz de su amado.
- ¡Hola, maestro! Yo estoy muy bien, en casa de Chica con Fox, Joy, Meg y los pequeños. ¿Y tú?
- Jeje, me alegra que no estés solo, dales mis saludos- rió-. Yo estoy bien, conejito, pero ya un poco cansado de tanto trabajar...
- Oww... ¿a qué hora crees que llegarás a casa?
- Bastante tarde... creo que para las once y media o así llegaré con suerte... Lo siento, cielo, me gustaría llegar más pronto, pero si quiero tener el día libre mañana, tengo que trabajar horas extra hoy...
- No importa, maestro, lo entiendo- suspiró con pesadez.
- Hey, no te desanimes, conejito- hablaba con un tono dulce-. Piensa que mañana estaremos todo el día nosotros solos y juntos toda la mañana y luego estaremos con nuestros amigos. Así que no te pongas triste, amor, por favor...
- Jeje... ¿Cómo haces para sacarme siempre un sonrisa?- no podía estar de sonreír al escuchar tales palabras cargadas de cariño.
- Porque te amo y mi deber es protegerte y cuidarte de todo. Y además de que seas feliz, a mi lado o no...
- Yo nunca me separaré de ti, maestro.
- Ni yo de ti, conejito- se escuchó una voz externa-. Perdona, tengo que irme ya, otro paciente...
- Vale, jeje. Te amo...
- Yo más, mi conejito~- le lanzó un beso por el móvil y le colgó para luego suspirar-. Ojalá pasaran más rápido las horas...
Guardó su teléfono en su bolsillo y se fijó en su vientre de nuevo. Pasó su mano por encima, acariciándolo.
- Tu papi trabaja mucho por nosotros... Algún día podríamos darle algo para agradecerle- sonrojó y rió al pensar en una manera divertida de darle las gracias y demostrarle su amor vivo. Pero tal vez sería más adelante, aún estaba algo débil.
- Bonnie, ¿todo bien?- preguntó la rubia con su esposo detrás mientras se acercaban al nombrado.
- Sí, sí, todo perfecto- sonrió el pelimorado-, pero creo que debería irme ya a casa.
- Es cierto, ya está oscureciendo- confesó preocupada Joy mientras veía que su hijito se dormía en sus brazos-. ¿Quieres que te acompañe a casa, Bonnie?
- Sería muy amable de tu parte, Joy- sonrió aliviado el pelimorado, ya que no volvería a coger el bus ni loco.
- Bien, pues entonces vamos.
Se despidieron de sus amigos mientras subían al coche de la rubia, después de haber atado bien al pequeño en su sillita y asegurarse de que estuviera bien acomodado para que siguiera durmiendo.
- Es muy tierno cuando duerme- decía Bonnie mientras lo veía dormir desde el asiento de delante.
- Jeje- la rubia no podía dejar de sonreír ante la cara de ternura que poseía el pelimorado-, se nota que te gustan los bebés, Bonnie.
- ¿Eh?- se giraba el de piel clara hacia su amiga- Oh, bueno, jeje, la verdad es que son uno de mis puntos débiles...- la chica rió suavemente- Pero... hay veces que tengo miedo... ¿qué pasa si cuando sea el momento en el que nazca mi bebé... le pasa algo o incluso... n-no llega a nacer...- empezaba a sentir sus ojos cristalizándose-... porque n-no soy capaz de aguantar...? N-No quiero que algo malo le pase a mi pequeño...
Joy guardó silencio. No sabía qué responder a aquella confesión
- ¿Te cuento algo?- el chico tenía toda su atención- Cuando Jay nació no podía dejar de mirarlo... era mucho más pequeño y frágil... Al tenerlo por primera vez en mis brazos tenía muchísimas ganas de abrazarlo y no soltarlo nunca...- fue aminorando la velocidad al acercarse a la casa del pelimorado- Te puedo asegurar que ser madre no es nada fácil... pero es lo más hermoso que le puede pasar a cualquier mujer... Eres el primer hombre que va a disfrutar de esa sensación...- aparcó delante del edificio- No temas por lo que venga y disfruta por el momento, aún te quedan muchos meses para ver a tu bebé...
El pelimorado ya estaba derramando sus lágrimas que había retenido, pero ahora sonreía. Abrazó a la rubia, sintiendo aquella aura maternal que siempre desprendía la mujer desde que era joven.
- Muchas gracias por tu consejo, Joy, siempre sabes qué decir- se separaba del abrazo y terminaba de limpiar sus rebeldes lágrimas.
- Siempre que lo necesites estaré encantada de ayudarte- sonrió-. Y por cierto...- se quedó mirándole un rato- Creo que deberías ir pensando en comprarte un sujetador, el pecho te está creciendo...
- ¡J-Joy!- gritó enrojecido el chico tapándose con los brazos.
- ¡Jajaja, lo siento, lo siento!- se reía la rubia, pero tratando de no despertar a su hijo.
Y ahora...
- Hmm... Vaya horas a las que llegas, maestro- sonreía con dulzura y sutileza mientras veía cómo gruñía cansado el peliturquesa.
Se acercaba lentamente a él, levantándolo ligeramente para quitarle al menos el abrigo para que durmiera más cómodo. Tomó las sábanas y lo arropó con delicadeza hasta debajo de los hombros. Se quitó la ropa para cambiarse y ponerse el pijama que le había prestado Chica para su estado, ya que su pijama normal le comprimiría el torso. Se tomó la libertad de tumbarse al lado de su marido y arroparse a su lado, mirando su adormecido rostro. Pasó una mano por su mejilla derecha, sintiendo aún en ella el frío de la noche.
- Que descanses, mi amor- besó la nariz morena del peliturquesa, el cual sonrió ante el suave toque de los labios de su esposo.
- Tu igual, conejito- contestó con voz ronca el moreno, causando una sonrisilla en el pelimorado.
Bonnie tomaba la cabeza de su esposo y la acurrucaba en su pecho, mientras que el contrario lo abrazaba por la cintura y sonreía al oír el feliz ritmo cardiaco del pelimorado. Además sonreía por la sensación de calidez y suavidad que el pelimorado ya empezaba a transmitirle. Pasaba su mano por el vientre de su conejito, y gracias a la altura que esté estaba de su rostro lo pudo besar con facilidad.
- Buenas noches a ti también, bebé- dijo con dulzura el menor de edad, ganándose un beso en la cabeza de parte de su amado.
Consiguieron dormir juntos una vez más bajo el deslumbrante manto de la noche estrellada.
(...)
- Bienvenidos, chicos- saludaba un medio ebrio Fox-. Sentíos como en vuestra propia casa...
- Jeje, se nota que te lo estás pasando bien sin nosotros, ¿eh?- reía el pelimorado dándole un flojo puñetazo en el brazo del pelirrojo-. Va, ¿dónde está el resto?
- Ea, ea, controla tus humos, conejo- reía como idiota el más alto-. Están en la sala, con los pequeños...
- Gracias, zorro- sonreía el de piel clara-. Vamos, maestro- jalaba el brazo del moreno como si un niño pequeño en una juguetería.
- Jeje, ya voy, conejito~- respondía amoroso Bon mientras seguía a su esposo.
- Ja, cursis conejos- rió el pelirrojo cerrando la puerta tras de sí.
Una vez estaban todos en la sala se podía escuchar buena música, todos bailando con su pareja -menos Golden ya que seguía soltero- y otros bebiendo alguna que otra cerveza que había traído el hombre de la casa, alias Foxy.
- Holi, chicos- dijo Chica mientras jugaba con su hija.
- Aah waah~- decía contenta la pequeña mientras extendía los brazos a Bonnie.
- Hola, Chica, hola de nuevo, Roxy- contestaba alegre el pelimorado acercando su dedo índice a las manitas de la niña.
- Jejeje~- reía la rubia jugueteando con los dedos del pelimorado.
- Se nota que le has gustado, cielo- sonrió el peliturquesa mientras acariciaba la cabecita de la pequeña.
- Mhh- le sonreía la pequeña mientras se dejaba acariciar por el moreno.
- Jeje, holi, chicos- se acercó la rubia con su esposo al lado.
- ¡Joy!- se alegró el de ojos verdes, abrazándola-. Jeje, qué alegría verte.
- Igualmente, Bon- correspondió el abrazo la chica.
- ¿Qué tal estás, Bonnie?- preguntó el castaño con una sonrisa.
- Muy bien, gracias Freddy- sonrió el pelimorado, acariciando su vientre.
- Vaya, está muy crecida tu pancita, jeje- se agachó hasta su altura para acariciar su vientre-. Es un poco raro viniendo de un hombre... pero es como cuando Joy estaba embarazada de Jay...
- Jeje, me haces cosquillas- reía el pelimorado-. Por cierto, ¿dónde está Jay?
- Oh, Meg y Springtrap dijeron que se ofrecían para cuidarlo en casa- se levantó y sonrió a Bonnie.
- Ooh, jeje, a ver cuándo se deciden para tener un hijo- dijo en broma.
- Uff, yo creo que con lo terca que es Meg ni siquiera habrán intimidado- reía un poco la rubia ojos magenta.
- Ahora que sacas el tema~- el pelirrojo de mirada ámbar se colgó del cuello del moreno-. ¿Qué se siente estar en abstinencia 4 meses y los 5 que te quedan?
Ambos conejitos se sonrojaron hasta las orejas. ¿Por qué tenía que sacar ese tema?
- Eh... E-Eso es p-privado...- tartamudeaba el peliturquesa mientras se encogía un poco y rascaba su mejilla.
- ¡Fox!- la rubia le pegó con su chancla a su esposo- ¡Esas cosas no se dicen!
- Aah~, pero si fuiste tú quien me preguntó si lo hacían... ¡Mmh!- fue callado por la mano de su mujer.
- ¡¡Cállate, zorro estúpido!!
Ahora todos se encontraban en un ambiente tenso, pero los más avergonzados eran el peliturquesa y el pelimorado.
- N-N-No... N-No lo ha-hacemos...- contestó muy rojo el más bajito en un susurro.
- Puf, ¡aburridos~!- esta vez el golpe fue de parte del moreno.
La discusión fue interrumpida por el sonido del móvil del pelimorado, el cual era un mensaje de texto de parte de Jake.
- Oh, B-Bon- llamó un poco más calmado-. ¿No que hoy teníamos que ir a hacerme la cuarta ecografía?
- ¡Ah, cierto!- se acercó para ver dicho mensaje-. Lo siento, chicos, será para otra ocasión...
- Hey, ¿podemos ir nosotros también?- preguntó tímida la rubia de ojos celestes jugando con sus dedos.
- Claro- respondió con una sonrisa tierna el pelimorado-, además... creo que hoy por fin sabremos si es niño o niña.
- ¿Y a qué estamos esperando?- volvió a meterse de por medio el pelirrojo- Va, yo conduzco~.
- ¡¡NO!!- le gritaron todos con furia.
- Cariño, tú te quedarás aquí cuidando a Roxy, ¿vale?- le dijo con tono dulce la rubia mientras tomaba las manos de su pareja.
- Hum... Está bien, amor- sonrió más concentrado y besó la frente de su chica-. Id con cuidado, y dadme todo tipo de detalles, ¿eh?
- Jeje, claro que sí, cielo- le besó la mejilla y le picó la nariz-. Bien, vamos entonces.
Salieron de casa de Chica y se fueron todos en el coche de la rubia ceniza, ya que era el más espacioso. Al volante iba el castaño, y a su lado su esposa; atrás se encontraban Bon, Bonnie y Chica. Iban muy silenciosos, ya que se dedicaban a escuchar la radio que sonaba con música del momento y que a todos les gustaba. El moreno, estando al lado de su esposo, tomaba su mano con ternura, sonriendo y acariciando sus nudillos. El contrario sonreía y se posaba en el hombro de su amado. Sus amigos solo se dedicaban a sonreír, mientras una de las rubias les tomaba fotos y la otra le hacia señas para que las pasara.
Unos minutos más faltaron para llegar a las puertas del hospital y entrar a paso rápido.
- Ah... E-Espera, maestro...- se quejaba el pelimorado-... Estoy cansado, no puedo andar más rápido...
- Oh, bueno eso tiene arreglo~.
Sin decir nada, se tomó la libertad de tomar a su marido en brazos mientras este sonreía.
- Jeje, tonto Boh~- reía el pelimorado, pero le gustaba mucho que el peliturquesa lo cargara de esa manera.
- Soy tu tonto~- le guiñaba un ojo mientras sonreía confiado.
- Venga, par de tórtolos, hay que seguir- decía un impaciente Fred mientras seguía caminando.
- Ya, ya vamos- le sacaba la lengua el peliturquesa mientras su esposo reía y lo abrazaba por el cuello.
Al llegar a la sala de ecografías, todos fueron saludados por Jake, quien puso al corriente del embarazo de Bonnie a los presentes. Tras sentar a Bonnie en la camilla y ponerle el gel especial, todos pusieron atención a la pantalla que mostraba al pequeño bebé que ya empezaba a tener una apariencia mas detallada.
- Muy bien, está creciendo a un ritmo excepcional- sonreía Jake a la pareja.
- Y... ¿Ya puedes decirnos si es niño o niña?- el moreno estaba muy entusiasmado por saber.
- Sí, ya podéis saber- reía el mayor, mientras miraba la pantalla-. Y es...
La tensión los mataba a todos.
- Es...
- Ains, dígalo ya~- se quejaba la rubia más bajita mientras se mordía las uñas de la intriga.
...
...
...
- Es una niña- dijo finalmente.
- Una niña...- repitió el pelimorado, sonriendo finalmente-. ¡Una niña!- dijo muy feliz- ¡Bon, vamos a tener una niñita!- le decía muy feliz.
- Jeje, sí, es cierto- respondía con una sonrisa de oreja a oreja.
- ¡Felicidades, chicos!- les decían sus amigos mientras los abrazaban.
- Otra nena, qué bien se lo va a pasar Jay- decía orgulloso el castaño mientras los demás reían.
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SORRYPORTARDARTANTO:""3
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