🎆🎄¡Felices Fiestas!🎄🎆
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En la ciudad de New York, podía diferenciarse drásticamente la diferencia del estatus económico en el que se dividía la ciudad.
Las áreas ricas, medias y pobres.
Y, pues, lo que nadie se espero, fue que un chico y una chica, de diferentes clases sociales se encontrarían, se conocerían y se enamorarián.
El chico de nombre Garu, es un joven de 24 años, de cabellos negros y ojos también, piel blanca, mide 1,78m.
Él, a pesar de ser de una familia de alto poder económico, siempre a tratado de poder encajar con los demás chicos de su edad, pero no de los que siempre ve en las reuniones de sus padres, esos chicos creídos y mimados; me refiero a los chicos de la baja sociedad, como siempre ha escuchado que son, pero en realidad para él no eran lo que siempre le dijeron, eran buenos chicos, amables, leales, hacían lo posible para poder seguir adelante y apoyándose entre ellos. Sus amigos, Abyo, Ching y Pucca, mostraron su amistad al quedarse a su lado, no por ser rico, si no por su relación, todos se tratan por igual, no por ser rico o pobre, entre ellos eso nunca existió.
Normalmente ahora lleva una relación de tres años con Pucca, una chica de pelo negro y sus ojos son de un color celeste, su piel es blanca, mide 1,62m, con una edad de 24 años.
La historia de ambos, fue un poco rara en realidad, solo se conocieron al encontrarse consecutivamente en la escuela, como se dijo antes, se encontraron, conocieron y enamoraron.
Volviendo a la historia, la diferencia de estatus en la ciudad, era realmente notable y aún más en estás fechas.
Los riquíyos, como se les conocé, hacían sus fiestas en salones grandes y costosos. Sus decoraciones era bastante lujosas, su comida y vestimenta lo era también.
La familia de Garu, queria conocer la chica con la que salía el joven, así que la invitaron a esta celebración de navidad, que fué realizada por miembros de la familia.
A la fiesta asistieron los dos jóvenes siendo ya las 9:37pm, ambos con ropa bastante formal para la fiesta.
Garu, asistió vestido con un traje azul marino, su saco a su lado izquierdo traía un pañuelo blanco, camisa blanca, sin corbata.
Pucca, asistió con un vestido azul marino que hacía resaltar muy bien sus curvas de su cintura y cadera, junto con unas zapatillas negras, ni tan altas y ni tan bajas.
Cuando ingresaron al salón, Pucca quedó impresionada por la gran formalidad que tenían el resto de las personas, la decoración del salón, la delicada tonada de la canción que tenían para animar un poco la fiesta. Definitivamente, todo era bastante diferente a como ella estaba acostumbrada, y por más que intentará no lograba calmar los nervios que la invadían, tanto que no noto cuando Garu la abrazo por su cintura para acercarla a él.
Garu: solo relájate. [le susurra al oído]
Comenzaron a caminar entre toda la gente, entre las mesas, hasta llegar al otro lado del salón, en una mesa en la que al parecer nadie se había sentado.
Garu sostuvo el respaldo de la silla indicándole a Pucca que tomara asiento, cuando estuvo a punto de sentarse le acercó la silla para que tuvieron mejor comodidad al sentarse. Para después sentarse a un lado de ella.
Pucca: ¿Soy yo, o la fiesta comenzó antes? [Mira a su alrededor]
Garu: antes, comenzó antes.
Pucca: [se altera] ¿Me atrase en algo?
Garu: [ríe] tranquila, no fue tu culpa, normalmente llegó tarde a este tipo de eventos.
Pucca: ¿Por que?
Garu: larga historia.
A lo lejos, Garu logro ver a un par de personas qué le pedían que se les acercará para saludar a unos familiares.
Garu: iré a saludar a unas personas, ¿Quieres venir?.
Pucca: si no importa quiero estar aquí.
Garu: ¿Estás segura?
Pucca: si tranquilo, ve a saludar.
Garu: bien, ahora vuelvo [le besa la mejilla]
Pucca vio a lo lejos como Garu se acercaba a unas tres personas, una chica un poco más joven que ella, traía puesto un vestido negro hasta sus rodillas, una señora quien vestía un vestido largo guinda, junto con un chal blanco que pasaba por detrás de su espalda y colgaba de sus codos, ella al ver al chico acercarse, lo saludo besándole la mejilla, tomándolo del brazo, mientras que un hombre igual vestido con un traje gris con corbata negra, llegó y le pasó su brazo derecho por sus hombros guiando lo hasta estar enfrente de otros dos señores que parecían ser pareja, ambos igual vestidos de una manera elegante.
Se vio interrumpida, ya que chicas de su edad, al parecer algo presumidas, comenzaban a acercarse a dónde ella estaba, todas estando a su alrededor.
Chica(1: entonces, ¿Tú eres la novia de Garu?
Chica(2: ¿Dónde se conocieron?
Pucca: en el colegio [responde incómoda]
Chica(3: ah, era por eso que no te reconocía, eres una de los pobres barrios.
Chica(2: sigo sin comprender como mi primo te hizo caso
Chica(1: fácil puedes pasar por una chica de nosotros, [ríe] pero no lo eres.
Pucca con lágrimas en los ojos, se levantó de su asiento dispuesta a irse, escuchando aún detrás de ella las risas de las chicas.
Ella continuo caminando lo más rápido que podía hasta la puerta, sin ver quién se encontraba frente de ella, a causa de eso, alcanzó a empujar a un mesero que traía un par de copas de vino, callendo sobre de una señora y sus demás acompañantes de la mesa. Asustada, retrocedió lo más rápido que pudo logrando tirar un par de bocadillos al suelo.
El sonido que causó, todos voltearon a verla, algunos con asombro, otros con desagrado y el resto con burla en sus rostros. Fue tanta la desesperación que sentía, que solo dió vuelta a la salida para poder alejarse lo más rápido que le fuera posible.
Detrás de ella y no tan lejos escucho un par de pasos que se acercaban a ella, no quiso darle importancia así que siguió caminando por la calle.
Por sorpresa, esa persona la sostuvo de su brazo obligándola a mirar hacia atrás y acercándola a él. No tenía por que verle el rostro para saber de quién se trataba, por la forma en la que se sentía era más que suficiente.
Pucca: [con la voz quebrada] no era mi intención, no quería.
Garu: [la acerca más a él] no pasa nada, tranquila.
Garu abrazo por la cintura a Pucca, mientras ella seguía recargada en su hombro, sin tener que separarse caminaron hasta el final de la cuadra, dirigiéndose específicamente a un carro de color naranja.
Garu le abrió la puerta del copiloto, esperando a que ella se subiera a tomar asiento, para después cerrar la puerta, dirigiéndose al otro lado del auto para tomar su asiento y encender el auto.
Tomo camino por la carretera a una velocidad adecuada, el silencio no hacía falta en ese momento, a causa de eso, Garu, se estacionó en una calle para poder hablar con su novia y poder aclarar las cosas.
Pucca: lo siento.
Garu: soy yo quien debería disculparse, no quería que pasarás tu navidad de esta forma.
Pucca: no quería arruinar la fiesta.
Garu: Pucca, no estoy diciendo que fue tu culpa.
Pucca: pero lo fue.
Garu: ¿Y que si lo fue?, A mí no me importa si fue un éxito la fiesta o no. Lo que me importa eres tú, y como te sientes ahora.
Pucca: pero ahora te puse en ridículo con tu familia.
Garu: créeme eso es lo de menos, [suspira] recuerdas la conversación que teníamos al llegar.
Pucca: Si.
Garu: te voy a contar algo ...no eres la única que arruina una fiesta como está... [ríe]
Pucca: [confundida]
Garu: de pequeño, en una fiesta de negocios de mis padres tire la mesa de bocadillos, en la fiesta de XV años de mi hermana, empuje un mesero al pastel y no hace mucho en la boda de mi tía le derrame vino tinto sobre su vestido.
Pucca: ¿Es broma? [ríe]
Garu: [ríe] no, no lo fue
Pucca: entonces, ¿Esto ya es costumbre en tu familia?
Garu: si algo así, es por eso que llegó tarde a las fiestas, llegó por separado o incluso no me animo a asistir.
Ambos terminaron riendo por tal revelación que dió el chico.
Por más que tratará Pucca de creerlo, no podía, su novio serio y educado resultaba ser en las fiestas un verdadero desastre.
Garu: ¿Estás mejor?
Pucca: [se calma] mejor
Garu: ¿A dónde quieres ir? [Enciende el auto]
Ambos se dirijieron directo a la casa de Pucca, que al parecer tienen de igual manera su propia fiesta de navidad.
Estacionó el auto frente a la casa de la joven, ambos salieron del carro al mismo tiempo, justo cuando el motor fue apagado. Al parecer, dentro de la casa había bastante movimiento, por las ventanas podía verse la cantidad de gente que había en su interior, la música lograba escucharse aún estando en la calle.
Por un momento se detuvieron a mirarse, Pucca fue la primera en reaccionar tomando la mano de Garu y llevándolo hasta la puerta. Tocaron la puerta, esperaron un momento hasta que al otro lado de la puerta los recibió la madre de Pucca, Maya.
Maya: muchachos, que sorpresa no creí que vendrían, ¿Que tal la fiesta?
Ambos chicos se miraron por un momento buscando alguna escusa para darle a la señora.
Pucca: estuvo regular madre, pero te doy los detalles después ¿Si?
Maya: claro, pasen.
Al entrar, todos en la fiesta les saludaron a los dos jóvenes, entre todos estaban sus dos amigos Abyo y Ching.
Les invitaron a tomar asiento para poder disfrutar de la cena, que fue preparada por los tíos de Pucca, que al parecer se les facilitaba bastante la cocina.
La fiesta siguió como debía todos convivían, hablaban, bailaban, bebían. Pero al menos la diversión nunca faltó.
Pucca subió a su cuarto para cambiarse su vestido por algo más cómodo, mientras que Garu paso a quitarse su saco y remangarce sus mangas.
Todo seguía, por un momento, los dos jóvenes decidieron separarse de la fiesta para poder hablar, encontrándose cerca de la puerta. Hasta que lograron escuchar que llamaban por la puerta.
Al atender la puerta, lograron ver qué se trataba de la familia de Garu.
Takeshi, Sara y Emily.
Ambos por un momento se quedaron estáticos por la impresión que sentían en esos momentos.
La madre de Pucca, al notar la extraña reacción de los dos más jóvenes decidió acercarse a mirar de quién se trataba.
Maya: [impresionada] me imagino, que ustedes son la familia de Garu.
Sara: así es señora.
Maya: ¿Gustan pasar?
Al pasar, los dos chicos seguían igual de impresionados, esperando a que les reclamarán.
Maya: ¡Familia!, Quiero presentar a la familia de Garu.
Por un momento, toda la familia de Pucca duro unos momentos en silencio observando a los últimos invitados que llegaron. Fue impresionante la forma en la que los recibieron, comenzaron a invitarles a sentarse al rededor de la mesa, ofreciéndoles de la comida y bebida.
Por otra parte, Takeshi se alejo de la fiesta, llevándose con él a Garu para poder hablar.
Maya: ¿Ocurre algo hija?
Pucca: la fiesta fue un desastre, puede que le este reclamando. [Dice nerviosa]
Maya: ¿Pues que pasó?
Pucca: tire vino tinto sobre unas señoras, y tire unos bocadillos.
Maya: [ríe]
Pucca: ¡Ma! [Reclama]
/Mientras tanto/
Al otro lado de la habitación, Takeshi esperaba que su hijo le mirara a la cara, quien al parecer trataba de evitar mirarlo, esperando a que le comenzará a llamar la atención por tal espectáculo que paso en el salón.
Al notar que no lograría que lo mirara comenzó hablar.
Takeshi: entonces, ¿De aqui es tu novia?
Garu: [se aclara la voz] si.
Takeshi: veo que en verdad la aprecias, así que quiero que me escuches con atención, tu madre y yo hemos hablado de esto, y cuentas con nuestro apoyo para su relación. Invitarla a cenar un día de estos, solo nosotros cinco, queremos conocerla mejor. [Se retira]
Garu: [asombrado]
Al momento de retirarse, Pucca de acercó a él para poder averiguar por qué su novio se quedó estático.
Pucca: ¿Que te dijo?
Garu: quieren que te invite a cenar para que te conozcan.
Pucca: ¿Pero de la fiesta?
Garu: no, de eso no me dijo nada.
Pucca: [suspira] que alivio.
Ambos se reunieron con el resto de las personas para disfrutar de la fiesta. Todo siguió como si nada, como si la incomodidad nunca llegó.
Desde lo lejos los padres de ambos jóvenes, miraban la felicidad que mostraban sus hijos al pasar el rato, no solo eso, su caricias y muestras de afecto les resultaba tierno. Aliviados de que al menos estaban muy bien acompañados.
Ambos jóvenes se la pasaban riendo, hablando, bebiendo, bailando.
Tomaron su tiempo para confundir a las personas, para poder escaparse de su vista.
Ambos se encontraban en la pequeña sala del segundo piso, ambos sentados en el mismo sillón, mirando atravez de la ventana, mirando los fuegos artificiales que iluminaban el cielo está noche. No hacía falta decir nada para mejorar el momento. Lo único que les hacía falta era un tiempo de tranquilidad y privacidad.
Pucca: ¿Que piensas?
Garu: no creí que mis padres aprobaran tan fácil nuestra relación [la mira]
Pucca: pero eso es bueno ¿No? [Dijo jugando con los cabellos de Garu]
Garu: [sonríe] si.
Pucca, con una ligera señal, le indica a Garu mirar hacia arriba, notando un muérdago colgado sobre de ellos, notando el juego al que le obligaba su novia.
Sin más volvió a mirarla notando su delicada sonrisa que desde un inicio lo enamoro.
Sin más que decir, paso su mano por su mejilla acariciándola con cuidado, para después pasar hasta su nuca, obligándola a acercarse cada vez más a él. Ella sin reclamar se acercó al mismo ritmo que le indicaba su novio. Con delicadeza se dieron un beso suave, cálido y dulce.
Se separaron para tomar un ligero respiro.
Garu: Feliz Navidad.
Pucca: [ríe] Feliz Navidad.
Nuevamente, volvieron a su muestra de afecto, pero está vez siendo más intenso y húmedo, ambos saboreando la cavidad vocal del contrario, teniendo a un presente el sabor dulce del postre de la cena y el sabor al alcohol de la bebidas.
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