20 Final.
— ¿Jin?
Lágrimas corrieron por mis mejillas, ¿donde estaba? Había desaparecido ante mis ojos. Crucé la calle y lo llamé, grité, lloré pero no apareció. Simplemente se había ido.
Mi celular volvió a sonar y lo tomé.
— Se ha ido — dije entre sollozos.
— ¿Quién? ¿Jihe?, ¿que pasa? — la voz de Jimin se sintió preocupada. Pero no le pude responder.
Tengo que encontrarlo, no puede desaparecer. No así, ¿por qué? No puedo creer que todo haya sido una mentira nuevamente. Jin tiene que volver.
— Él renunció a existir para darte una oportunidad — escuché la voz de alguien detrás de mi. Me volteé y vi a la anciana de aquella vez.
— ¿Está bien señorita?
— Si, estoy bien, muchas gracias.
— Por ahora. Debes de alejarte del peligro, porque el no estará ahí siempre. Todo se acaba y su tiempo también.
Eso había sucedido aquella vez. Negué y me acerqué a ella, llevaba la misma ropa.
— ¿A qué se refiere? — pregunté con la voz entrecortada.
— Es el futuro, ¿no has escuchado que no puedes escapar de él? No importa lo que hagas, siempre buscará la manera de llevarse a cabo — ¿entonces como Jin puedo cambiar mi futuro? — Pero ese chico pudo hacerlo, lo cambió. Su amor era tan fuerte que logró cambiarlo. Pero no todo es perfecto, si él salvaba tu vida perdía la de él. Es como un intercambio, tú no deberías existir y estás aquí, él debería estar y se fue, es así.
Cubrí mi rostro con mis manos y rompí en llanto. No puede ser posible, no quiero ¿De que sirve salvarme y no estar aquí para vivir conmigo?
— Dime, ¿hay alguna manera de poder verlo? — la miré — Dime que aun puedo hacer algo, por favor, dime que puedo salvarlo.
La mujer me miró y sonrió acariciando mi mejilla.
— No puedes, él no existe. No murió, él solo desapareció.
— ¡Si puedo! Y voy a buscarlo, no me importa cuanto tenga que hacer. Ni a donde deba ir, voy a traerlo de vuelta.
(...)
— ¿Estás segura de esto? — Jimin me miró — Jihe, no estoy seguro de quién me hablas. Nunca he visto a ese tal SeokJin del que hablas.
— Ni yo — Tae se cruzó de brazos — Y eso es algo imposible, no hay persona en tu vida que no conozca.
Reí y los observé, ellos lo habían olvidado. No, en realidad ellos no tenían a quién recordar porque Jin nunca existió en este tiempo.
— Estoy segura... — respondí — No hay manera de que todo termine de esta manera. Pasado, presente y futuro — miré hacia el cielo — Están conectados.
Y sí eso es cierto, podré encontrarlo. Porque Jin existió en un pasado, desapareció en un futuro y aparecerá en el presente, tal vez no me reconozca, tal vez será el momento de comenzar y tenga que hacerlo todo de nuevo, pero no me importa. Yo solo quiero verlo.
— Pero no entiendo — Tae parpadeó pensando — ¿Qué hacemos aquí? — me miró — ¿Le dijiste que viniera?
— No... — dije — Es el lugar de partida, creo que si estoy en lo correcto él deberá estar aquí.
Ambos me miraron extrañados y se quedaron callados, lo sé. Deben pensar que estoy loca. Ellos no saben de lo que hablo, y la verdad. Yo tampoco estoy muy segura de nada, pero tengo esperanzas. Esa esperanza que me hizo creer en que podría verlo otra vez. En el momento en que me dí cuenta de que todo a mi alrededor seguía igual, en ese momento algo vino a mente.
Jin seguía aquí, en algún lugar de este mundo, pero seguía aquí.
Las cosas que había cambiado estaban ahí. Por ejemplo, Jimin recordaba muy bien la razón por la cuál no acepté sus sentimientos, porque había alguien más. Mi padre y Hoseok estaban ahí, todo lo que ocurrió aquella noche seguía siendo real. Todo lo que hizo no desapareció, así que él tampoco lo hizo.
Ha pasado bastante tiempo, dos años. He esperado paciente por él, porque sé que podré verlo. Tal vez no sea hoy, tal sea el año que viene. Pero estoy segura de que en esta fecha él regresará.
— Mira — Jimin tocó mi hombro y señaló la calle — Aquel chico parece perdido, ¿es él?
Miré hacia la calle y sonreí, está aquí. Asentí y me bajé del auto, suspiré tratando de calmarme y me acerqué a él.
— Hola — lo saludé y me miró extrañado — ¿Puedo preguntar algo? — asintió sin comprender del todo — ¿Como te llamas?
Ladeó su cabeza y frunció el ceño, yo le sonreí.
— Kim SeokJin — respondió dudoso — ¿Te conozco?
— Claro — una lágrima recorrió mi mejilla — Nos conocimos, nos olvidamos y ahora nos volvemos a encontrar.
Y esta vez no te dejaré ir. Estaremos juntos.
Fin.
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