— Esto es ilegal, voy a terminar en la cárcel por tu culpa. Es que yo no sé para qué te hago caso, voy a perder todo lo que tengo gracias a tus estúpidas ideas.

— Si no te callas sí que vamos a ir a la cárcel, ya calla Jihe.

De verdad que no puedo creer lo que estoy haciendo. Esto solo se le ocurre a TaeHyung, lo sé, sé que está molesto porque lo echaron. Pero eso no es escusa para hacer esto ¡Revisar los papeles secretos de la empresa no está bien!

Me giré luego de cerrar la segunda gaveta del estante. Eran muchas, ¿como vamos a encontrar esos papeles entre tantos?

— Me explicas cómo es que pudimos entrar sin que nos vieran — le hablé y me crucé de brazos. No iba a seguir buscando, es absurdo.

— Yuri me dió las llaves y está entreteniendo al que cuida esta planta, y SeokJin está afuera para avisarnos si viene alguien. Ya no estés nerviosa y sigue buscando — explicó mientras seguía buscando.

Si, nada mas se nos ocurre seguirle la corriente a Tae, de verdad que no tenemos cerebro. Y yo fui la que convencí a Jin de que nos ayudara, lo de Yuri si no lo sabía, pero me lo imaginaba, ¿que no haría ella por Tae? Esos dos van a terminar casados.

— ¡Aquí están! — alzó una carpeta.

Me acerqué para poder leer, también tenía curiosidad de cual era la razón por la que lo habían echado de la noche a la mañana. Pero al sacar el expediente de Jung Hoseok el recién llegado lo apartó de mi vista.

— ¿Que te pasa? — pregunté sin entender. Estaba actuando demasiado extraño.

— Quiero verlo solo. No me gustaría que leyeras estos papeles y que hayan solo cosas malas de mi, necesito privacidad — me le quedé viendo con el ceño fruncido — Por favor.

— Está bien, está bien — le di una palmadita en su hombro — Ya vendrás a pedirme otro favor Kim TaeHyung, no te preocupes. Ese día llegará y podré vengarme, ya verás.

Salí dejándolo solo, eso fue extremadamente sospechoso, ¿acaso me oculta algo? Esos papeles no tenían nada que ver con él, eran de Hoseok. Por eso no entiendo por qué los escondió de mi, ¿que es lo que oculta? Esto no me gusta nada.

— Jihe, hey, Jihe — miré hacía el lado y vi a Jin escondido detrás de la pared.

— ¿Que haces ahí? — pregunté en un susurro. Se suponía que tenía que estar en la puerta, no detrás de la pared del otro lado.

— Shh — puso su dedo en mis labios y me tomó de la mano para esconderme junto a él.

Bien, esto no es una posición muy agradable. Estoy frente a la pared, de espaldas a él y su cuerpo está pegado a mi parte trasera ¡Por Dios su respiración se siente en mi cuello! Y no es que sea bajo de estatura, es sólo que bajó su cabeza para poder ver hacía el pasillo. Además, puedo sentir su miembro rozar en mi trasero, me muero de la vergüenza.

— Jin, no es por nada, pero estoy algo incómoda — giré mi cabeza y lo miré. Señalé con mis ojos hacía abajo.

Al parecer se dió cuenta y se alejó un poco.

— Ni que nunca hubiéramos estado así — dijo.

— Técnicamente nunca hemos estado así — respondí — Y recuerda que aunque tu lo tengas todo en tu mente, en mi no hay siquiera una noción de ti, ¿entiendes?

Si, me pasé. Pero es que estaba nerviosa, él no lo entiende pero tenerlo así me pone muy nerviosa y ponerme nerviosa a mi es difícil y el lo hace demasiado fácil. Y sí, mentí. Él siempre está en mi mente, desde el día en que apareció frente a mi.

— Entiendo — no me miró — Ese hombre a pasado por el pasillo, por eso estaba aquí escondido. Es mejor que llames a TaeHyung, puede volver en cualquier momento — esta vez unió sus ojos con los míos, estaban tristes y era todo mi culpa — Me voy, ten cuidado.

Y se marchó, ni siquiera me dió tiempo a decir nada. Bueno, de todas maneras no sabría qué decir.

Abrí la puerta y le avisé a Tae que saliera.

— Dime, ¿pudiste encontrar la razón? — negó.

— No aparece nada malo de mi. Incluso tengo recomendaciones de buen trabajador — alzó sus brazos en señal de queja.

— Yo tampoco sé por qué te despidieron para traer a ese chico, el director no me quiso dar explicaciones. Hasta me salió con lo de ser amigo de mi padre. Yo que no quiero ver a ese hombre ni en pintura.

— Espera... — me detuvo — ¿Has dicho que el director Min es amigo de tu padre?

Asentí.

Soltó una risa irónica, como si ya entendiera todo. Pero yo me quedé igual que al principio, sin entender nada.

— Tae, ¿me explicas que pasa? — me puse frente a él — ¿Ahora que tiene que ver mi padre en todo esto?

Se puso nervioso, al igual que cuando sacó los papeles de Hoseok, ahora si estoy segura de que me oculta algo.

— No es nada, solo pregunté porque no sabía que ellos se conocían — muy mala escusa TaeHyung — En serio, no es nada. Vete a trabajar, te llamo en la noche.

(...)

Se cree que soy tonta pero no lo soy. Sé muy bien que me oculta algo, pero sinceramente no puedo ni atar cabos.

¡Ah! Ese maldito autobús que no llega, debería comprarme un auto. Eso, me compraré un auto para no tener que esperar más, no sé quién va a conducir pero bueno, no sé conducir.

Llegué a casa y subí las escaleras lentamente, cuando llegué al último escalón me percaté del olor, era delicioso. Volví a bajar y entré a la cocina, ahí estaba Jin.

Su espalda es ancha, ¿cuanto medirá? Se ve muy bien desde aquí.

— Siempre te gustó mi espalda — se volteó para mirarme, mi corazón reaccionó de la peor manera, comenzó a palpitar descontroladamente.

— ¿En serio? — actué como si nada.

— Sí — se acercó — ¿Quieres saber que más te gustaba de mi?

Nuestras miradas se encontraron y nuestras respiraciones se unieron al juntar nuestras frentes, sentí una paz demasiado tentadora en su mirada y observé sus labios deseosos. Sus manos se posaron en mis hombros y me atrajo hacía su cuerpo sin dejar de mirarme.

— Quiero besarte.

— Hazlo.