Elina se dirigía a la oficina de su padre, se hacia una idea de lo que quería hablar con ella, no era ningún secreto en Idris que la hija de Valentine había aparecido en el instituto de New York, por lo que no le sorprendió que su padre le halla mandado a llamar.

-Aquí estoy, ¿Qué ocurre? – Dijo la rubia apenas entro a la habitación.

- Que bien que llegas- El hombre mayor hablaba desde detrás de su escritorio dirigiendo su mirada a su hija- supongo que ya estas enterada de la aparición de la hija de Valentine, lo que trajo consigo mas de un disturbio en New York y el trabajo que realizan los Lightwood es ineficiente, así que, para mantener a la niña bajo control, iras como supervisora del instituto, quiero que la mantengas a raya, La Clave confía en nuestra familia para este trabajo.

- Quieres que vaya y le quite la dirección del instituto a los Lightwood y prácticamente hacer de niñera de una chica que no sabe absolutamente nada de nuestro mundo, no intestes hacerlo  ver de otra manera papá. – Respondió la menor cruzada de brazos, no estaba muy contenta con lo que su padre le estaba pidiendo, pero también sabía que no tenía otra opción si era La Clave quien estaba dando estas órdenes. 

- Se que no te gusta nada de esto, pero son órdenes, y necesito que tu amistad con los hijos de los Lightwood no interfiera con esta misión. - Hablo autoritario mientras veía a su hija haciendo una mueca ante sus palabras.

- Eso no tiene nada que ver, de igual manera dudo que los pueda considerar "amigos" cuando hace más de una década que no los veo.

- Claro, pero no olvides que te la pasabas jugando con ellos durante toda la tarde y para que se separen tenía que arrastrarte prácticamente. – Dijo el mayor con una sonrisa divertida, le encantaba molestar a su hija con esos recuerdos. 

-Eso no es..- Se callo al saber que era verdad- bueno puede que si pero no puedes culparme tenia seis años.

El mayor no pudo evitar reírse ante el rosto de indignación de su hija.

-      Si lo que digas, en fin, regresando al tema- Hablo recobrando la compostura- Hablo en serio en ese aspecto, no puedes distraerte por le aprecio que les tengas, Lisandro te va a acompañar en esta misión. 

-      Este bien papá, y no te preocupes por eso no planeo hacer nada.

-      Bien, entonces ve a buscar a Lisandro, van a ir mañana en la mañana, un portal los va a transportar, no se desvelen y lleguen temprano.

-      Ok papá, y somos puntuales siempre. - Hablo la rubia mientras se dirigía a la puerta.

-      Si claro, digan eso en su juramento parabatai. - Casi grito el mayor para que lo pudiera escuchar.

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-    Dejen de acostarse y escúchenme. – Hablo la rubia entrando repentinamente a la habitación del peliblanco, sin prestar atención que tanto el como la mejor amiga de la chica estaban ocupados.... Demostrándose demasiado amor.

Ambos jóvenes se separaron rápidamente para cubrirse, realmente a ese paso ya no se sorprendían tanto ante esas circunstancias.

-    ¿Sabes lo que es la privacidad?, porque de verdad que nos daría bien que nos la des un poco. – Hablo en un suspiro en peliblanco mientras comenzaba a vestirse.

-    Como si no te hubiera visto ya, en fin, deberían al menos poner seguro a la puerta si van a hacer sus profanidades, no hay que ser muy inteligentes para saber usarlas.

-    Ya cállense los dos, supongo que no viniste a interrumpir porque te quieras unir, así que habla de una vez. – Hablo por primera vez la pelinegra ya vestida.

-    Tienes toda la razón Li, y venia para hablarles de la misión de mañana, bueno. Que Lisandro y yo tenemos mañana. – Respondió la rabia sentándose en un sillón de la habitación, ni loca se sentaría con ellos en la cama.

-    ¿Qué sucede? Y ¿A dónde se supone que tenemos que ir? Según yo no incumplimos ninguna norma. – Dijo el peliblanco algo confundido ante lo expuesto por su parabatai.

-    ¿Es algo grave? – Intervino la pelinegra acercándose un poco a la rubia para colocarse en el respaldar del sillón donde se encontraba sentada.

-    Con la aparición de la hija de Valentine y todo el caos que hace en New York, la Clave la quiere ver controlada, y por lo que oí, los Lightwood, no están manejando de la mejor manera la situación, por lo que mi padre nos va a mandar a nosotros dos, como "supervisores" – Explico la rubia haciendo comillas con sus dedos en las ultima palabras. 

-    Claro, supervisores – Dijo con burla el chico- Y yo soy una mariposa.

-    Si los mandan debe ser porque las cosas no están yendo por buen camino. – Menciono la pelinegra. 

-    Tal vez, tampoco es como si podamos negarnos a esto, mi papá hablaba muy en serio cuando me lo dijo.

-    En ese caso será mejor que comencemos a hacer las maletas para irnos, ¿Cuándo partimos? – Hablo el peliblanco.

-    Mañana temprano, así que será mejor que empecemos a alistarnos y a dormir. – Respondió la rubia.

-    ¿Quieres que te ayude a hacer tus maletas? – Hablo rápidamente la pelinegra mirando con algo de esperanza a la rubia.

-    No, no te preocupes, nos vemos mañana. – Respondió ella mientras salía de la habitación.

Liliana se quedo mirando la puerta algo desilusionada con la respuesta de la chica. El chico se acercó para abrazarla, sabía lo que pensaba y también sabía lo que pensaba su parabatai, a pesar de no estar enterada de la situación.

-    ¿Soy tan poca obvia? – Pregunto la chica devolviéndole el abrazo a su amigo.

-    No, no al menos para mi que se la situación, pero para ella dudo que sea muy obvio, ademas de que ella no a pensado en tener algo mas con alguien Li,aparte sabes que ella no es precisamente de.... – Dejo de hablar cuando no encontró nada mas que decir.

-    Lo malo es que soy tan estúpida como para mantener la esperanza de que yo puedo cambiar eso. – Respondió ella, desanimada.

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Unas horas despues, Elina se encontraba alistando sus maletas en su habitación cuando escucho la puerta abrirce .

-¿Estas segura que es buena idea que sean ustedes los que ballan halla?... Digo donde estan ellos?- Preguntó Liliana acercandoce a la rubia, su tono de voz expresaba toda la inseguridad la idea.

-¿A quién te refieres por "el"?- Quizo hacerce la desentendida la rubia si levantar la mirada de lo que estaba haciendo.

-Me refiero a cierta persona de genero masculino, azabache, ojos abellanas y de 1.90- Desacribió la pelinegra bolteando los ojos.

-No entiendo que tiene que ver el en esta situación- Respondio con indeferencia la joven, pero su semblante se habia vuelto mas serio.

Sabia a quien se referia su amiga, Alexander Lightwood, no era prescisamente alguien en el que le gusta pensar a menudo, no lo odibaba, pero no era un secreto para nadie cercano a ellos que despues de esa noche la relación entre ellos era demaciado tensa.

-Tiene que ver que vas a tener que verlos si o si, porque te recuerdo que el es el encargafo del instituto y no vas a hacer que Lizandro sea el unico que hable con el o sus hermanos porque seria muy infantil de tu parte- Le rectificó Liliana a la rubia sabiendo el posible comportamiento que esta podría tomar ante la situación.

-No pensaba hacer eso - Se quizo defender la rubia, pero al ver la mirada que le dirigia su amiga desvió la mirada - No tengo 7 años para hacer eso, además, no fui yo el que le dio la espalda al otro en el peor momento, no soy la que deberia serntirce avergonzada, no de eso. - Terminó de hablar con voz dura.

Liliana la miraba de una manera que la rubia no podia entender.

-¿Sigues sintiendo algo por el?- Preguntó en un susurro la pelinegra mirando a la joven a los ojos.

- Yo... no, no lo hagom no puedo - Respondió con la mirada perdida.

-No te pregunte si pudes, te pregunte lo que sientes- Rectificó la joven con voz y mirada dura.

- ¿Eso importa acaso? - Se desesperó- Si hipoteticamente sintiera algo opor el no podría ser aunque quisieramos, esta mal visto, tanto por su familia como por la mia, sin mencionar que la suya me considera un moustro- Fue inevitable para ella no bajar la mirada ante la ultima palabra- Además dudo que el siga sintiendo algo por mi, mucho menos si sigue con su mitica frase "La ley es dura pero es la ley"

-¿Y no te has pueto a pensar que puede que halla alguien mas que sienta algo por ti y que quiera intentar algo serio?

-¿Insinuas que lo nuestro solo fue algo por diverción? - Cuestionó algo ofendida la rubia.

- Pensé que no te importaba. - Respondió con voz monotoma.

- Eso no fue lo que te pregunté- La joven miraba completamente seria a la pelinegra delante de ella -¿ Piensas que lo nuestro solo fue un juego?

- Si, eso es lo que creo - Solotó la pelinegra dura- Piensalo Elina, la unica razon por la que ustedes hablaron fue por la relación que tenían sus familiar, ¿Qué te hace pensar que no fuera un acuerdo entre ella para una alianza?- Replicó la joven ya harta de la situación.

- ¿Como se te puede ocurrir algo asó? - Preguntó incredula la rubia- Lo que paso antes de esa noche no tuvo nada qaue ver con lo que dices. No entiendo estas actitudes tuyas, cada vez que intentaba algo con alguien nunca te caian bien, sobre todo el, siempre lo tratabas mal o lohostigabas - Explotó la joven mirando enojada a su amiga.

- ¿Entonces due mi culpa que lo suyo no halla podido ser? - Replico indignada- El no te convenia, te lo dije muchas beves y te lo seguire diciendo hasta que lo entiendas, ya que nunca me escuchaste- Recriminó- Somos shadow hunters Elina, no puedes actuar como una mundana dejandote llevar por los sentimientos, tenemos un deber, pude que no creas en La Clave, mucho menos te importe, pero si te importará lo que diga tu familia, sobre todo si se enteran, lo que en su momento, le diste. - Dijo con frialdad.

-¿Me estas amenazando? - Cuestionó la rubia molesta.

-No, pero pienso que deberías pensar mas tus acciones, porque esta mas que claro que sigues suntiendo algo por el, y eso puede nublar tu juicio- Respondió la pelinegra saliendo de la habitación de la rubia sin dirigirle una segunda mirada.

Elina se quedo en medio de la habitación pensando en lo que habia dicho su amiga, una parte de ella dabía que lo que dijo la pelinegra era verdad, aun sentia algo por cierto cazador, pero tambien sabia que por mucho que puediera sentir nada se daría, por mucho lo deseara, tenia que ser realista, sobre todo de lo que era ella, y no querías que alguien mas termine herido o muerto por su culpa.

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A la mañana siguiente los parabatais se dirigian donde se encontraba el portal que los llevaria a su destino.

- Bien hora de irnos- Exclamo con una sonrisita el peliblanco al encontrarce defrente con el portal.

- Por favor no vomites al llegar - Pidió con cara de asco la rubia al recordar que siempre que cruzaban un portal el joven se mariaba.

-¿Por quién me tomas?- Exclamó ofendido el joven mientras cruzaban el portal, pero alcanzaba a ver como la rubia volteba los ojos.

Y como suponía, apenas llegaron el joven salió corriendo al primer arbusto que alcanzó a divisar para vomitar.

-Nunca me voy a acostumbrar- Habló luego de terminar.

Ambos jovenes cruzaron las grandes puertas del instituto, captando las miradas de todo los cazadores que se encontraban ahì, pero la mayoria calleron el rubia, la cual las ignoro completamente. Los jovenes se dirigieron directamente a la ofcina del director, nada parecia a ver cambiado desde la ultima vez que estuvieron ahí.

En el camino chocaron con alguien accidentalmente, los jovenes al voltear se encontraron con una cabellera azabache larga que reconocieron al instante.

- Isobell - Exclamó sorprendido el peliblanco pero con una sonrisa, mientras la rubia optó una postura seria y distante.

La rubia le dedicó un asentimiento con la cabeza a modo de saludo, no era que no se alegraba de verla, pero quería que su estadía ahí sea la mas corta posible y meramente profescional.

- Me alegra mucho verlos- Habló sonriente la pelinegra luego de separarce del abrazo que el joven le había brindado, mirando esperanzada a la rubia de recivir la misma reacción, pero al ver como esta no huzo nungun movimiento fue ella la que se acercó a abrazarla, lo cual tomo ala rubia con la guardia baja, por lo que media forzada, le deolvió el gesto.- Es bueno volver a verte y estoy segura que mi hermano tambien ser alegrará.

-Ya, bueno nos tenemos que ir, fue lindo verte Isobell- Le espondió seria la rubia para luego dar media vuelta y continuaar con su camino.

-Hasta luego Isi- Se despidió el peliblanco algo avergonzado para luego seguir a su parabatai - Podrías tener un poco mas de tacto, entiendo si tuvieras esa actitud con cualquier otra personapero Isi siempre te apoyó. - Le recriminó a su parabatai.

-No estamos aquí por asuntos personales Lizandro es una misión- Respondio indiferente.

-Oye no- La detuvo el chico- No vas a actuar así con quienes no lo merecen, muy aparte de lo que pasó, todos eramos amigos.- habló serio el chico.

- Tu mismo lo dijiste "éramos" dejamos de serlo hace mucho- Recalcó la rubia- Esta bien, puede que me halla pasado, pero no pienso encariñarme con nadie, ni hacer esto algo personal, trataré de sobrellevarlo pero no me pidas que sea su amiga, porque no puedo, y tu deberías entenderlo mejor que nadie.

- Esta bien, pero si será bueno que los sobrellevaras mejor.

El resto de camino la pasaron en silencio, hasta que se encontraron delante de la puerta del director.

Los dos jóvenes se miraron antes de que el peliblanco tocara la puerta.

-Adelante.- Se escucho del otro lado.

Con un suspiro ambos jovenes se adentraron, logrando captar como los ojos del azabache se levantaban de los papeles encima del escritorio para luego agarandarce por la sorpresa que se llevo al ver al peliblanco, pero sus ojos calleron rapidamente en la cabellera rubia que hiba detrás.

-Elina... - El nombre de la rubia salió apenas audible de los labios del azabache.

-Alexander- Respondió seria con un asentimiento de cabeza la rubia.

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Perdón si hay faltas ortográficas, espero sea entretenido.

N