¿Que si estoy destruida? Creo que esa palabra se queda muy pequeña, se podría decir que me encuentro arruinada, abatida, desecha en una habitación oscura bañada por torrentes lágrimas.

Ya han pasado dos semanas sin saber nada de Adrick,  cada día se siente peor estar lejos de él, lo extraño, extraño esa manera en la que me hace sentir, escuchar su voz, esas noches en las que me visitaba entrando por la ventana de mi habitación, esa noche bajo las estrellas.

Pero por otro lado está Érika, y ¿si cometí un error al haberlo apartado así sin más, sin preguntar que hacía con ella? 

Bueno es que en realidad suena un poco indiscreto, pero y ¿si no sabe quien es en realidad esa chica, ni que fue lo que hizo?

Creo que me sentía tan mal en ese momento, que ni siquiera le pregunté, solo lo rechacé sin preguntar que es lo que en verdad hacía con ella. Creo que debo llamarlo, pero y ¿si no responde? y ¿si me habla mal? o me hace lo mismo que le hice me "rechaza" bueno es que pensando bien y no como locos como yo, eso es lo que me merezco por haber actuado como una niña, bueno creo que mi mente aún es la de una niña.

Lo llamo o no lo llamo, bueno si lo llamo puedo estar propensa a que me diga mil cosas incluso a que me rechace y entonces me arrepienta de haber hecho lo que hice, que  aclaro estoy arrepentida, pero eso sería estar arrepentida aún más y conociéndome como me conozco serían otros días más encerrada en mi cuarto llorando, pero si no lo llamo me arrepentiré  el resto de mis días  de no haberle llamado y haber hecho las pases y preguntarle lo que en realidad pasó–ayyyyyy nunca había estado en una situación como esta y créanme es súper molestaa.

Mejor voy y me doy una ducha y así lo pienso mejor.

—¡AZLY VEN AQUÍ!— enseguida mi cuerpo se paralizó me quede parada sin mover un solo músculo, sentía miedo, conozco esa voz.

Mi padre.

De un patada abrió la puerta de mi habitación encontrándome sentada en una esquina de ella, con los brazos alrededor de mis piernas, mi pecho subía y bajaba con mucha velocidad, tenía miedo, sentía pánico, pero ¿ Dónde está mi mamá? La única que me puede sacar de esto, estoy sola, necesito ayuda, tengo miedo, él es un monstruo.

—¡¿QUE HACES AHÍ TIRADA?!—sus ojos estaban rojos.

—¡PÁRATE DE AHÍ!— me gritó mientras me cogía por el cabello y me levantaba del piso arrastrándome hasta la salida de la habitación.

—No me hagas daño por favor—dije mientras lloraba.

—SOLO CAMINA Y CIERRA LA MALDITA BOCA— me empujó mientras bajábamos las escaleras y caí al suelo, gracias que solo faltaban como tres escalones, sino no se lo que me hubiera pasado.

—VES TODO ESE DESORDEN QUE HAY AHÍ—miré hacia donde apuntaba y habían latas de cerveza vacías y botellas de ron y droga en la mesa—LO VAS A RECOGER Y ANTES DE QUE YO VUELVA LO QUIERO TODO EN ORDEN, VIENEN UNOS AMIGOS MÍOS ASÍ QUE NO TE QUIERO VER POR TODO ESTO  CUANDO REGRESE

—No— dije secando mis lágrimas.

—¿No qué?— preguntó mientras se acercaba a mi y me cogía fuerte por el brazo.

—Que no recogeré nada de eso que no recogeré más tu maldita mierda.

—Es verdad que eres una niña estúpida e idiota ¿eh?— dijo mientras me daba un empujón y me tiraba al suelo—¿piensas que puedes pasar sobre mi así por así?—dijo con una sonrisa en sus labios.

—¿Por qué eres así?, soy tu hija, ¿que no lo ves? la que tuviste hace diecisiete años a la que querías y mimabas ¿te acuerdas? ¿Por qué te convertiste en esa mierda? Déjanos en paz a mi y a mi mamá, no me hagas más daño por favor te lo pido— dije quedándome sin lágrimas de tanto llorar, ya me dolía la garganta, pero más me dolía el corazón de tanto dolor y sufrimiento.

Ví que sus ojos me miraban con rabia, con furia, daba miedo, parecía un monstruo, pero con todo y eso tenía que enfrentarlo el no podía seguir así, aunque sé que lo que yo diga no servirá de nada. Solo sentí un terrible golpe en mi estómago dejándome sin aliento y después otro y otro, sentía que el mundo se iba o que yo me iba de él, era muy fuerte el dolor, al llevar mi mano hacia mi boca pude notar que tenía sangre, me dolía mucho el abdomen, volvió y me dió otra patada en el estómago, hasta que me agarró por el brazo acercándose a mi oído para susurrar algo.

—No te confundas chiquita, hasta ahora todo iba bien, no te vuelvas a confundir y has lo que tu papito te dice si no quieres que a tu mami le pase algo malo ¿verdad? Ahora te vas a parar de ahí y vas a recoger todo ese desorden, como si nada hubiera pasado—dijo mientras me soltaba dejándome caer al suelo.

Todo se nubló, no veía bien, sentía un terrible dolor en el abdomen que no me podía mover, tengo miedo, tengo que recoger todo el desorden de la sala, no quiero que le pase nada a mi mamá, pero necesito ayuda no me puedo levantar.

¿Por qué me pasa esto a mi? ¿por qué?, me siento sola, siento que me voy desvaneciendo, ya no quiero vivir más así. En eso sentí que la puerta principal se abría, me asusté hasta que pude ver a mi mamá asustada dirigiéndose a mi corriendo.

—Azly que te pasó hija—mientras me ayudaba a levantar  y le salían lágrimas de los ojos.

—Tengo miedo.

—Todo estará bien, ahora te llevaremos al hospital, y después me cuentas quien te hizo esto.

A mi mamá ni se le pasaba por la cabeza quien había sido.

...

Ya habían pasado dos horas, me han hecho pruebas para ver si el golpe en el estómago me causó alguna lesión en algún órgano.

Me encontraba acostada, al lado estaba mi mamá sentada en una silla mientras sostenía mi mano y intentaba preguntarme algo.

—Hija querida ¿quien te hizo eso?

Enseguida no pude aguntar solo llegaron todos esos recuerdos horribles a mi mente y empecé a llorar.

—Mamá tengo miedo, es un psicópata, se droga y me hizo todo esto él, mi papá tuvo el valor de hacerle eso a su hija, no podemos vivir ahí, el es capaz de hacer cualquier cosa.

—No tenemos a donde ir querida—dijo mientras me besaba la mano y lloraba a la ves—¿me disculpas?

—¿Por qué mamá? Tu no tienes la culpa de nada.

—Si la tengo, si hubiera estado allí nada de esto te hubiera pasado, no permitiría que te hiciera daño.

—No mami no tienes la culpa, él es el culpable que escogió ese camino, el camino de las drogas que lo están destruyendo y a nosotras también.

Nos pasamos un rato conversando y llorando también, después se acostó a mi lado y nos quedamos dormida. Los médicos dijeron que no me darían el alta hasta que no estuvieran los resultados de las pruebas.

Todo se volvió a oscurecer, ya volví a sumergirme en ese pozo oscuro sin fin, esta ves no hay luz solo oscuridad, sufrimiento y dolor. Nunca me ha gustado sentir esta sensación de vacío dentro de mí, pero al parecer es la única cosa constante en mi vida.