Pensar.

Pensar demasiado puede ser peligroso. Vivir pensando siempre será peligroso.  A veces las mejore decisiones se toman sin pensar, pero a veces si necesitamos pensar y es tan contraproducente.

A mi no me gustaría pensar tanto.

Porque a pesar que antes he hablado del amor propio y de que aprendo a quererme, aun hay días en los que solo quiero desaparecer, días en los que me desmorono como una torre de cartas que acaba de ser rozada por una suave y mínima brisa. Me desmorono rápido y dolorosamente.  Sintiendo que todo el esfuerzo no vale la pena.

Pero…¿Cómo no hacerlo cuando pienso tanto?

Los pensamientos a veces se ponen en mi contra, mi conciencia lo hace.

Mi alma llora por las heridas que mi constante pensar le causan. Con una daga de estereotipos rasga mi alma imperfecta, mientras que mi corazón, la parte más irracional de mi las cura con un: “No necesitas ser perfecta”.

Lo cierto es que, a veces, quisiera no ser yo.

A veces me siento incomoda en mi propia piel.

A veces pensar me hace sentir como si no valiera nada. Me hace odiar mi soledad. 

Porque si soy sincera a veces creo que soy una flor con el tallo podrido, pero de pétalos relucientes y brillantes que, con el pasar del tiempo, agoniza.

La peor parte es sentir que soy ese tipo de flor mientras los demás son las hermosas flores de una pradera a las que, a todos, les gusta ir.

Pensar me hace sentir muchas cosas.

Me hace sentir que no soy lo suficiente atractiva.

Me hace sentir que no soy lo suficiente bonita.

Me haces sentir que no soy suficiente buena.

Me hace sentir que no me esfuerzo lo suficiente como para mantenerme en pie.

Me hace sentir incapaz.

Me hace sentir como si no mereciera nada.

Me hace sentir como si yo no importara.

Algunas veces culpo a las personas que me hicieron sentir así. Las culpo por el dolor y las inseguridades que me causaron. Pero luego pienso que ya no puedo regresar el tiempo, que ya no vale la pena culpar(los) porque ahora solo soy yo, y tengo que hacerme cargo de mis inseguridades e inquietudes.

Pensar me causa llanto. Causa que llore en la ducha mientras no solo esta desnudo mi cuerpo, si no mi alma. Lloro y lloro por todo lo que siento que no puedo ser. Lloro por todas las metas que no puedo cumplir. Lloro por todas las cosas que pasé. Lloro por todo lo que no soy y desearía ser.  Lloro hasta que mi alma se siente seca aún estando bajo el constante repiqueteo del agua contra mi cuerpo. 

Convivir tanto con mis pensamientos me ha hecho daño. O simplemente soy yo misma. A veces siento que yo soy el problema y que por eso me encuentro sola y vacía.

Me odio por eso, me odio por pensar tanto y ser tan negativa.

Me odio por ponerme en contra de mi misma.

Me odio por no estar conforme con lo que soy.

Me odio por muchas cosas.

Pero, porque siempre hay un “pero”…

Pero estoy aprendiendo a decirme a mi misma que soy suficiente. En los días que me siento mal, me digo a mi que no necesito ser la más atractiva, ni la más bonita.

Estoy aprendiendo que después de salir de la ducha debo repetirme que soy fuerte y que está bien llorar. Que cuando lloro estoy drenando el dolor de mi alma para luego curar las heridas con palabras de afecto para mi misma.

Me recuerdo las pocas veces en las que me han dicho lo orgullosos que están de mi.

Empieza a recordar todo lo que he tenido que vivir a mi corta edad y yo misma me felicito.  Yo misma me aplaudo por lo fuerte que he sido en situaciones en las que solo quería derrumbarme a llorar.  Recordé que como una torre de cartas puedo reconstruir(me) un montón de veces.

Últimamente siento que no debo ser hermosa físicamente ni emocionalmente.  Que tengo defectos y eso está bien porque me hace humana, me hace más real.

Y así como soy muy fuerte, soy muy frágil.

Así como me pongo en contra de mi misma, me puedo defender mientras me digo lo linda que soy por dentro y por fuera.

Puedo sentirme muy mal por mis pensamientos, pero también puedo cambiarlos y recordarme que soy así, que soy buena.

Eso esta bien.

Yo estoy bien.

Los pensamientos pueden ser peligrosos, pero también pueden hacerte más fuerte.