❝ Me dicen que soy Dios
Estoy perdido en la fachada
Seis pies del suelo en todo momento,
creo que me siento extraño ❞.

Ese que tenía en frente, era H.A. El dueño de sus pesadillas, el que tan insegura la hizo, el que provocó que cada cinco segundos se quisiera comparar con alguien, aquel era su hermano mayor y mellizo, Akimaya Hiroko, mejor conocido como Hiro.

Todoroki jadeó al escuchar lo último. ¡AKIMAYA! ¡Dijo Akimaya! ¡Era su familiar! Pero, ¿cómo era eso posible?
La mayoría de su clase quedó en shock, algunos hicieron una mueca sin creérselo y Mina se desmayó en brazos de Kirishima.

—N-No puede ser. —Tartamudeó Uraraka—. Tranquilos, debe ser una casualidad.

—¿¡Cómo que su hermano!? —Exclamó Tamaki, quien había llegado junto a Mirio, Nejire y Eri unos minutos después de la primera competencia—. Dios mío... —Susurró, antes de caer sobre Kirishima, quien lo sostuvo al igual que Ashido—.

—Que miedo. —Murmuró Mirio, tragando fuerte—. ¿Alguien como Ryo-chan...?

—Su hermano. —Repitió Mirko por el micrófono, algo desanimada—. Apuesto que ninguno se esperaba esa declaración. —Asumió, soltando una risa—. Pero, ¿adivinen qué? Hiro está apunto de pelear contra la persona que más admira y Ryo contra la que más odia.

Aquello dejó en blanco, no solo al público, si no también a Akimaya. ¿Admirar? ¿Disculpa? ¿Hiroko a Ryoka? Probablemente Rumi solo estaba haciendo su trabajo de animadora... Probablemente.

—Wow, eso fue súper intenso. —Gimoteó Present Mic—. Esto es algo que he anhelado ver desde el principio: ¡Una batalla de hermanos! Sin más preámbulos... ¡Inicien!

Dos disparos se escucharon en el lugar.

Todo quedó en silencio absoluto, esperando que alguno de los dos diera el primer ataque. Ryoka activó su singularidad, mas no se movió de donde se encontraba. Pero, poco pasó para que corriera en dirección a su hermano, siendo esquivada a duras penas.

—¿Planeas pelear? —Preguntó ella, mirándolo con mala cara—. Porque no pareces tener intenciones de ni siquiera activar tu quirk.

—¿Para qué? —Respondió con otra cuestión—. Simplemente verán lo diferentes que somos. Es mejor que te detengas y alces bandera blanca.

—Me niego a perder de nuevo ante ti. —Dijo, apretando su mandíbula—. Todos los entrenamientos han sido únicamente para poder llegar a ser mejor que tú, ¿lo entiendes? En este año aprendí que dejarme pisotear por un miserable no me llevaría a ningún lado, si quiero ser la mejor, llevará mi esfuerzo y tiempo.

—Como quieras. —Vaciló él, soltando una risa. Continuamente, activó su poder—.

Grandes alas blancas salieron de su espalda, un nimbo de luz se asomó sobre su cabeza, un arco se posó sobre sus manos y su piel se oscureció un poco, volviéndose grisácea. Además de eso, sus ojos se pusieron negros y la iris se tornó de azul fuerte.

Angel
Una singularidad que se conoce como un poder transformador, tan poderosa como She Devil, aún que no hay muchos cambios físicos. Dentro de este poder, están las habilidades que lo hacen poderoso:

Nimbo: Un nimbo se asoma sobre la cabeza del poseedor. Este es el elemento más poderoso del Quirk ya que le permite a la persona que lo tiene poseer intelectual avanzado, velocidad de reacción incrementada, vista mejorada, oído agudo y puede sentir presencias. También le da más fuerza, pero no es tan descomunal como la de She Devil.

Arco: Puede hacer aparecer o desaparecer un arco cuando quiera, solamente debe de pensarlo. También tiene cinco flechas especiales que regresan a su poseedor con imanes especiales.

Tez Grisácea: Casi no se nota el cambio, pero la piel lo ayuda a tener sus cinco sentidos bien afilados. También enfría su cuerpo, algo que es un problema en invierno por el frío.

Hueso: Sus huesos son el doble de fuertes que un ser humano normal.

Alas: Son algo blandas, pero muy rápidas. Puede aparecerlas cuando él quiere y provocar grandes ráfagas de aire si las agita. Aguantan mucho peso y son lo bastante grandes como para cubrir todo su cuerpo y el de alguien más.

—¿Esto es lo que querías, no? —Repitió burlón—.

—¡Angel vs She Devil! —Exclamó Present Mic, que parecía ser el más emocionado de todo el lugar—. ¡Todo lo contrario al otro!

—Si a ti te reconocen como la hija del Diablo, ¿como crees que me reconozcan a mí? —Vaciló Hiro, moviendo sus alas y elevándose del suelo unos centímetros—. Yo soy el hijo del todopoderoso,

—Lo siento, soy Atea. —Informó sonriendo—. Y tú no pareces muy creyente la verdad.

—Mmh, soy Agnóstico. —Respondió él, siguiéndole el juego—.

—Las armas no se permiten. —Recordó Ryoka, señalando su arco y flechas—.

—Uh, claro. —El mayor tiró sus armas fuera de la area, luego extendió su mano en dirección a su hermana—. Entonces, ¿hacemos esperar más al público? ¿O les mostramos una verdadera batalla?

—La segunda opción me gusta más.

Dicho eso, Hiroko rió y comenzó a volar por todo el alrededor, sin salirse del gran perímetro. Mandaba ráfagas de viento que aturdían a Ryoka, pero ella no se quedaba atrás y respondía con su garras, lanzándole arañazos por toda la cara al pasar cerca.

Hiroko se dirigió a ella y la agarró del abdomen, en busca de sacarla de los límites; No le convenía una pelea extensa. La -ahora- pelinegra se impulsó y se soltó del agarre, para quedar sobre la espalda del albino. Él la empujó lejos cuando notó como tenido intensiones de noquearlo.

—¡Ryo-chan! —Se oyó desde la gradería—. ¡Tú puedes, eres la mejor!

La femenina miró de reojo quien la apoyaba, era Nejire, quien se colgaba de la baranda protectora. Ahí también estaba Eri, parecía conmocionada.

—Nunca te llevaste bien con los niños del orfanato. —Recordó su hermano—. Es extraño que tengas tantos amigos ahora, aún no me acostumbro.

—Supongo que tu nunca pudiste adaptarte al frío. Conmemoró cuando tenía que cuidarte en Invierno.

—Ja, ya te digo yo que eso lo pude mejorar. —Respondió, corriendo a ella—.

A unos centímetros de golpearla, saltó, se envolvió en sus alas y comenzó a dar vueltas como si de un tornillo se tratase. Ryoka intentó apartarse, lo cual logró, pero una parte de su traje fue rota; Ahora la parte izquierda de su abdomen estaba al descubierto.

La -ahora- pelinegra se impulsó y intentó darle un puñetazo a Hiroko, quien se cubrió con una de sus alas y le devolvió el golpe apenas cayó. Nuevamente la golpeó, esta vez en la cara. Luego en al estómago, disparándola varios metros hacia atrás.

—Ryo-chan está siendo... destrozada. —Dijo, lo obvio, Kirishima—.

—Solo... Necesita tiempo para adaptarse a los movimientos de Hiro-sama. —Supuso Tsuyu, apretando sus manos—.

—¿Cuanto tiempo necesitara? —Cuestionó Bakugo, enfadado—. No se adaptará hasta cumplir con semanas de entrenamiento, Hiro puede darle un cuarto golpe y la conciencia de Ryoka dice chao. No es fácil acostumbrarse a una velocidad a menos de que tu cerebro y cuerpo esté al 100%, Ryoka está en menos de su 50%.

Hiroko se acercó a la pelirosada, que había desactivado su singularidad por la falta de aire. No sabía si eran sus traumas o su condición física, pero los golpes que le daba su hermano eran el quintuple de fuertes que los que había alguna vez había sentido en toda su vida. Ni siquiera aquella vez que entrenó con Endeavor, que la golpeó hasta escupir sangre. No, Hiroko lo superaba, era como si todo su cuerpo estuviera lleno de cuchillas que perforaban su piel a la vez que la golpeaba. El combate apenas llevaba 7 minutos, pero Ryoka sentía que habían pasado 7 años en el mismísimo infierno.

Hiro la agarró del pelo y le metió un rodillazo en la cara, provocando que la nariz de su hermana se rompiera y ella exclamara con fuerza. Luego, la alejó de un puntapié, dejándola boca abajo, retorciéndose como tal gusano con sal. Ella intentó levantarse, pero cayó por falta de fuerza.

—Oh hermanita... —Suspiró él—. Si sabes que esto lo hago para demostrar que soy más fuerte que tú. —Habló, agarrándola de la cintura y ayudándola a levantarse—.

—El rostro de Ryoka... —Soltó Present Mic, ahogado—. Está...

—Te quiero mucho, hermana. —Habló Hiro, comenzando a menear sus alas—. ¡Te amo, por favor, perdóname! —Le dijo, comenzando a volar, con su menor colgando de las manos—. Nunca quise abandonarte, ni mucho menos golpearte hasta dejarte inconsciente, pequeña.

—Por favor... No me digas pequeña. —Logró pedir, entre sangre, la protagonista—.

—... —El cuerpo de ambos estaba bastante alejado del suelo, los dos a la misma distancia que el techo abierto del estadio—. Te adoro tanto... Siempre fuiste la persona por la cual me esforcé a ser mejor.

—¿Qué...? Eso es mentira. —Replicó Ryoka, mirándolo confundida—.

—Hermanita... La única forma de que volvamos a estar juntos es lastimándote. —Explicó, soltándola de una mano y acariciando su mejilla—. Tienes que saber que tu hermano nunca te haría daño.

—¡Hiroko! —Gritó Ryoka, sosteniéndose de él como podía, ya que al estar llena de sangre su agarre resbalaba—. ¿¡De qué demonios hablas!? ¡No se te ocurra soltarme, imbécil!

—¡Midnight, cancela la competencia! —Demandó Mirko a través del micrófono—.

—¡No podemos hacerlo, es la regla número uno de las olimpiadas IHM! ¡No se puede parar el combate final!

—¡Midnight, detenlos de inmediato! —Le exclamó Aizawa—. ¡Si Ryoka cae de esa altura, no sobrevivirá y eso todos lo sabemos! ¡No importa si activa su singularidad, sus huesos siguen siendo el límite! ¡Páralos, ya!

—Sé que puedes, Ryo-chan... —Susurró a lo último, Hiro—.

Luego, la soltó.

Todo el mundo fue presencia del acto brutal de hermano-hermana. Akimaya caía de una enorme altura, que seguramente no aguantaría. Todo pasó en cámara lenta para Hiro, viendo como su hermana menor por apenas segundos se desvanecía en sus brazos. La miró desesperada por agarrarse de él, pero sus manos ya no lo alcanzaban. Pero, más que eso, miró a la pequeña Ryo del orfanato, con aspecto de demonio que asustaba a todos.

En su cabeza pasó la imagen de cuando ambos tenían cuatro años. Cuando descubrió que unos niños se habían llevado a su hermana atrás de unos árboles. Llegó justo en el momento que Ryoka atravesaba con sus garras el estómago de un chico años mayor que ella. Notó como su cabello rosado ahora se encontraba por encima de los hombros, mal cortado. Su furia se desató cuando vió como Annie sacaba una navaja en dirección al cuello de su hermana. Esa vez fue cuando despertó su singularidad. Él fue responsable de dos muertes en el orfanato, mientras que su hermana de una.

—De ahora en adelante no podrás acercarte a Ryoka. —Habló Nezu, con su "madre" detrás. Ella lo miró con tristeza y luego salió caminó a su oficina—.

—¿Qué?

—Si tú y Ryoka se quedarán juntos, será imposible que pueda progresar como un Proyecto IHM. —Explicó EraserHead—.

—¡No! ¡No me importa! ¡Yo quiero estar con ella! —El pequeño Hiro intentó correr a la sala del orfanato, pero Endeavor lo sostuvo—. ¡Suéltame, viejo idiota!

—¿viejo idiota? Vaya vocabulario para apenas tener seis años.

—Escucha, Hiroko. —Intentó llamar El Director, pero Hiro activó su singularidad y golpeó en la cara al héroe de fuego, haciendo que este volteara su rostro y lo soltara—.

—¡Niño imbécil!

Él escapó de los héroes y se tiró por la barandilla de la casa, volando hasta la puerta de entrada, donde estaba Midnight con Present Mic.

—¡Ryo-chan! —Gritó, abrazándola con fuerza—. ¡Tenemos que correr! ¡Personas malvadas nos quieren separar! —Intentó decir, empujándola afuera de la gran casa. Pero fue separado por Nemuri, quien los miraba con los ojos llenos de lagrimas—. ¡No! ¡Ryoka, huye! ¡Yo iré por ti! ¡Corre! ¡Escapa de estas personas!

Endeavor llegó y lo agarró del brazo, tirándolo al piso con fuerza. El menor intentó levantarse, pero Enji le puso un pie en el abdomen.

—¡Suéltame! ¡Ryoka, por favor! —Su último grito salió destrozado, con llantos cayendo por todo su rostro—. ¡Ryoka...!

—¡Hiro!

El albino estiró su mano en dirección a la menor, quien estuvo apunto de ir a agarrarla. Pero Vlad King la alzó. Ambos miraron como sus pequeños cuerpos se separaban por culpa de los héroes, hasta que una hermana cerró la puerta.

—Ryoka... —Soltó, roto—.

Dejó caer su cabeza en el suelo, con la respiración agitada.
Endeavor, quien traía a Nezu en el hombro, habló.

—Escucha, niño estúpido. Tu hermana y tú podrán volverse a ver.

—¿ah...?

—Puedes convertirte en un IHM. —Ofreció El Director, bajando del héroe número 2 y extendiéndole la mano—. No somos monstruos, simplemente queremos lo mejor para humanidad.

—¿¡Lo mejor para la humanidad!? —Gritó, golpeando la mano de su mayor—. ¡Simplemente son egoístas que nacieron en una sociedad egoísta que piensa de forma egoísta! ¡Son unos horribles héroes! ¡Los odio, los odio, los odio! ¡Los odio, maldición!

Sus gritos fueron callados al sentir como Nezu lo abrazaba.

—Por favor, Hiroko, no nos odies. —Pidió, separándose de él—. Si te conviertes en un IHM, verás a tu hermana. —Prometió, con su típica sonrisa—. Piénsalo, la podrás ver crecer, y tú también. Ambos serán grandes IHM.

—...

—Levántate, mocoso. —Obligó Endeavor, agarrándolo del brazo y levantándolo a pura fuerza—. Ya te convencieron. Ahora nos vamos.

—Pero... —Soltó, con sus ojos mirando la puerta—. No la veré ahora, ¿verdad?

—La verás dentro de diez años y poco más. —Explicó Nezu, yendo al grano—. O, ¿prefieres no verla en toda tu vida? Es tu decisión, Hiroko.

—Fui obligado a hacerlo, Ryo... —Susurró Hiro, dejando escapar un sollozo—.

En todas las pantallas del estadio se vió como Akimaya caía de golpe al suelo, pero la escena fue tapada cuando una enorme ola de tierra se levantó. Por unos segundos no se vió, oyó o supo nada de Ryoka.

—R-Ryo... —Tartamudeó Shoto, agarrándose de la baranda con fuerza—.

Sus ojos heterocromáticos buscaron a su expareja por la zona, pero con tanto polvo levantado de podía.
Hiro comenzó a descender, con los ojos cerrados. Pero, sucedió algo que nadie espero.

Ryoka saltó de entre el polvo, con su singularidad activada, sangre en piernas, brazos y rostro, pero no inconsciente. Hiroko no tuvo tiempo a reaccionar, cuando el puño de su hermana golpeó su cara, haciendo que perdiera la concentración y cayera de seco al suelo. El golpe provocó que se desmayara, mientras que Ryoka caía a su lado en cuclillas.

Los gritos y aplausos no tardaron en inundar el lugar, haciendo alabanzas al proyecto IHM 004, quien ahora se levantaba como podía y caminaba a Midnight. Para finalizar el combate, sostuvo la pistola y apuntó al cielo, disparando dos veces.

—¡Ryoka está viva! —Gritó Present Mic—. ¡Soy su fan número 1! ¿¡Vieron eso, vieron eso!? ¡Esa altura mínimo la tuvo que haber dejado moribunda, pero ella golpeó a Hiro y lo dejó inconsciente de un puñetazo! ¡Quien sea bendecido para recibir un golpe de Ryo! ¡Esa es mi alumna!

—Ryo... —Soltó Mirko, cayendo sentada en su silla—. ¡004 es la ganadora de las olimpiadas! ¡Akimaya Ryoka es la más fuerte de los fuertes!

Akimaya volteó a ver a su hermano, luego caminó a él tambaleándose. Estiró su mano en busca de la de su familiar, pero el sangrado provocó que cayera desmayada al lado de Hiro.