❝Chico tranquilo, sin nada para opinar
Siempre en lo mío, tal vez soy egoísta
Pocos amigos, pero mucha historia pa' contar
Un reservado, loco, tímido, pero pegao'❞

La clase 1-A de la U.A. se juntó, llevando a cabo su trabajo en equipo.
Por segunda vez, Bakugo se desvió, seguido de Kaminari y Kirishima. Akimaya los siguió con la mirada, bajando su velocidad y parando totalmente.

—Ryo-chan, ¿por que para? —Preguntó Deku, deteniéndose junto a todos los demás—.

—Midoriya... —Suspiró ella—. Me encargaré sola de lo mío. Ustedes sigan.

—¿Qué? —Pronunció Shoto, acercándose a ella—. ¿No escuchaste lo que decía Iida-kun hace unos minutos sobre el plan? Eres quien nos ayudará a buscar personas con tus cuernos, no puedes irte así como si nada.

—¡Todoroki-kun tiene razón! —Exclamó Uraraka—. ¡Bakugo, Kaminari y Kirishima no influenciaban mucho en el plan, pero tú si!

—Lo lamento. —Murmuró, bajando la cabeza y dejando que su cabello cubriera su rostro—. Pero... Siento que algo importante pasa y necesito esforzarme por mi cuenta.

El albirrojo la miro con atención, forzando su mirada bicolor en el acto. Ashido dió un paso hacia el frente con la intención de convencer a su amiga, sin embargo Shoto la detuvo agarrándola del ante brazo.

—Es mejor que no se acerquen. —Recomendó él, llamando la atención de todos—. No será consiente si los lastima.

Dicho eso, la pelirosada levantó el mentón, dejando a la vista de sus compañeros aquellos ojos negros de iris roja. Todos dieron un paso atrás asustados, pero se relajaron al ver como Akimaya daba una vuelta sobre sus talones y saltaba sobre un escombro, comenzando a alejarse de ahí.

—Ryoka... —Murmuró Mina, preocupada—.

—Rápido, debemos movernos antes de que nos bajen puntos. —Recordó el hijo d Endeavor, retomando la corrida. Luego de él, todos los demás hicieron lo mismo—.

—Un niño. —Murmuró la protagonista, desplazándose sobre todas las piedras caídas hasta donde sus cuernos habían sentido aquella presencia—. ¿Dónde está...?

—¡Ayuda, por aquí! —Una infante gritaba. La aspirante saltó a donde se encontraba la niña—. ¡Por favor, ayuda a mi madre! ¡Una piedra la aplastó y no sé donde está!

—Tranquila pequeña. —La mayor se puso en cuclillas y le sonrió—. Al parecer no tienes daños muy graves, solo rasguños. Vamos a encontrar a tu mami sana y salva, te lo prometo.

—... —La de vestido rojo y dos coletas extendió su meñique, mientras abrazaba a su oso de peluche con más fuerza—. ¿Pinky Promise? —Cuestiono, casi en susurro—.

La ojiceleste la miró enternecida, como si recordara los escasos momentos de felicidad que vivió en su niñez. Unió su dedo pequeño al de ella, sellando el juramento.

—¡Si no salvas a mi mami tendrás que cortarte el dedo! —Recordó la menor—.

—Está bien. —Ryoka suspiró, antes de usar sus cuernos para sentir más presencias a su alrededor; cerrando los ojos para más concentración—.

«Es rápida» Pensó la actriz «Revisó mi estado por encima, no era lo correcto pero es muy obvio que no tengo heridas que necesiten atención médica; así que está bien. Actuó con naturaleza y no me trasmitió miedo, incluso por un momento olvidé mi actuación por lo tranquila que está. Es confiada en que lograra lo que quiere, ya que incluso hizo una promesa donde tendría que cortar su dedo si fallaba; eso hace que su trabajo sea más seguro y exitoso. Si no estoy mal, ella es Akimaya, la hermana de Mirko-sama y uno de los proyectos IHM... Es tan profesional que da miedo...»

—¡Aquí está tu madre, pequeña! —Oyó el grito de la mitad demonio. Volviendo rápidamente a su papel, observó como con su cuerpo musculoso levantaba una gran piedra y sacaba cuidadosamente el cuerpo de quien era etiquetada como su mamá—.

—¡Mami! —Exclamó, antes de correr a ellas—. ¿Cómo está? ¿Cómo está?

—Parece estar inconsciente. No tiene daños mortales, pero probablemente tenga varios huesos rotos. —Adivinó en cuestión de segundos—. Debemos ir a primeros auxilios.

El área del examen ahora mismo estaba hecho un desastre.

Los villanos, interpretado por Gang Orca y sus súbitos, estaban creando conmoción cerca del área donde Ryoka tenía predestinado ir. Corriendo con dos cuerpos femeninos, el de la niña en su espalda y el de la madre en sus brazos, tropezó con alguien. Casi se cae, si no hubiera sido por aquel chico de la academia Ketsubutsu que la abrazó por la espalda antes de que sucediera.

—Gracias, chico. —Dijo ella, apresurada—.

—Alto. —Paró, si no recordaba mal, Shindo—. ¿Te diriges hacia la área médica?

—Sí, ¿Por qué?

—Te acompañaré, yo igual voy para allá. —Informó serio, agarrando a la niña y abrazándola con cuidado—. Vamos.

Ella asintió y siguió corriendo.
Al llegar al lugar, los estudiantes especializados en salud se encargaron de las dos examinadoras y las llevaron a otro lugar más seguro que el actual.

—¿Pelearas? —Preguntó Yō, mirándola con interés—.

—Si quiero pasar este examen con 100 puntos, sí.

Dicho eso, ambos corrieron hacia el lugar de ataque, donde se encontraron con Deku y frente a él Gang Orca, sus secuaces y su mano derecha, Delphinidae. El héroe número 10 fue atacado con una fuerte vibración por parte de Shindo, pero éste fue más rápido y con una honda de sonido golpeó al castaño dejándolo seminconsciente.
La ahora pelinegra sostuvo al chico para evitar que se diera un mal golpe y luego se lo pasó a Izuku.

—No podemos pelar con Delphinidae y Gang Orca a la vez, Midoriya-kun. —Informó Akimaya, totalmente seria—. Me encargaré de llevar lejos a la mano derecha, les encargaré al comandante.

Cuando terminó de hablar, saltó a un costado perseguida por aquel hombre delfín, quien era bastante parecido a su jefe, pero un poco más bajo y en vez de ser una orca, era un delfín marino. Corrió con sus brazos hacia atrás pasando de los aspirantes que se acercaban a la zona del ataque y cuando ya estuvo considerablemente lejos, frenó.

—Ryo, no peleas conmigo desde hace mucho. —Recordó el varón—. Cuando tenías nueve años fue la última vez, y nunca pudiste ganarme.

—Pues te digo que ahora soy diferente, muchísimo más fuerte que cualquiera. —Habló entre dientes. Una risa burlona salió del hocico del profesional—.

—¿Incluso más fuerte que H.A.?

Aquella pregunta hizo que el estómago de la adolescente se batiera con violencia, mientras sus signos vitales se aceleraban. Quiso dar un paso al frente, más la impotencia no la dejo.
Maldición, Delphinidae tenía razón...

—¿Por qué te quedas callada? —Burló el delfín—. Vamos... ¡Acepta de una vez por todas que tu hermano es más fuerte que tú!

Antes de poder esquivarlo, un puñetazo se hizo presente en el rostro de aquel humano mitad animal. Luego de eso, repetitivos golpes que seguramente lo dejarían moribundo. No se conformó solo con romperle la nariz, le destrozó la mandíbula, quebró todas sus cosquillas y dejó inconsciente.

Ryoka no había controlado su fuerza y ahora estaba cubierta de sangre del héroe número 17.

spam: ya publiqué el OneShot de Bakugo, pueden encontrarlo en mi perfil uwu