❝Un castillo de arena desmoronado,
¿Quién es el mentiroso?
El fuego baila en el fin del mundo
¿No escuchas mi voz?
Te estoy buscando
Una vez más me quedo solo
Sálvame❞

Akimaya salió de la enfermería, notando como por fin habían más personas en la sala de aprobados. Suspiró un poco y se dejó caer en una silla, acariciando con cuidado su brazo que había sido curado por Recovery Girl. Cerró sus ojos un momento, descansando...

—Ryoka.

Al oír su nombre salir de la garganta de su amado novio, se puso derecha y lo observó con una pequeña sonrisa. —Shoto-kun.

—¿Hace cuanto llegaste?

—Fui la onceava en clasificar.

—¿A cuantas personas descalificaste? —Preguntó el mayor, sentándose a su lado—.

—Veamos... Uno... Dos... Tres... ¡Treinta y cuatro!

—¿Treinta y... Cuatro? —Repitió, incrédulo—.

—¡Sí! ¡Vencí a una clase entera de la academia...! Se me olvidó.

—¿No tenían ningún distintivo?

—Creo que... No... ¡Ah! ¡Ya me acordé!

—Entonces dime, atolondrada. —Habló él, sonriendo de medio lado—.

—¡La academia Shikku! Ellos tienen un uniforme de camisa azul y pantalón o falda negro.

—Oh... Creo a verlos visto en un principio...

—Sí, y había uno que me rompió el brazo en muchos pedazos, pero Recovery Girl está atendiendo como enfermera invitada.

—¿Cua...?

—Llegamos a 70 personas. Faltan otros 30. —Informó Mera, a través de los parlantes—.

—Los demás aún no llegan. —Recordó Todoroki, apoyando sus codos en sus rodillas—. ¿Tan difícil fue que conocieran sus Singularidades?

—¡Todoroki-san! —Exclamó Momo, acercándose junto a Asui, Jiro y Shoji—. ¡Aprobaste!

—¡No esperaba menos de ti! —Le siguió Tsuyu—.

Akimaya los miró desde atrás, sintiéndose algo excluida de la conversación; Totalmente fuera de lugar.
Se levantó con pesadez y se encaminó hasta los baños.
De igual forma solo Kyoka se había dado cuenta que se había ido.

—¿Y los demás? —Cuestionó Mezo—.

—Yo fui el segundo y luego llegaron ustedes. —Dijo el albirrojo—.

—¿Y quien fue el primero? —Interrogó la pelinegra—.

—Ryoka. Ella está... —Shoto volteó, queriendo señalar a su pareja, más ella ya no estaba—... Aquí...

—Querrás decir: Estaba. —Actualizó la de orejas largas—. Se fue hace algunos momentos. 

—... Bien...

Por otro lado estaba la pelirosa, recargada en el lavamanos del baño femenino. Su cabeza era bombardeada por recuerdos dolorosos cuando ella apenas tenía unos años, las muchas veces que la trataban mal por su apariencia. Por su singularidad y la sensibilidad de sus cuernos, recordaba absolutamente toda su vida, y era imposible olvidarlo. Se balanceó de atrás para adelante sobre sus talones, soltó lágrimas, clavó sus uñas a las palmas de sus manos; todo en un intento para tranquilizar su ataque de ansiedad. No, no, no, no, no, no, ella no podía volver a pasar lo de hace tiempo, ¡no podía!

—Chicos, ella va a ser una nueva hermanita en la guardería, tiene apenas tres meses, debemos cuidarla bien. —Presentó la madre de aquel edificio, Isabel—. Se llama...

—Iugh, ¿por qué tiene la piel roja? —Preguntó un niño de seis años, señalándola con asco—.

—Y cuernos. —Añadió una chica de su misma edad—. Que asco, parece un demonio.

—¡Un demonio! —Gritó un bebé de dos años, provocando que los demás menores se echaran a llorar del miedo—.

—No, no. Por favor, cálmense. No es un demonio. Dejen de llorar, ¡por favor!

.

—Qué rara que es... —Murmuró un infante de cuatro años—. Demonio-san es horrorosa..

—Ahí vine. —Informó una niña—. No la veas directamente a los ojos, dicen por ahí que puedes ver tu muerte reflejado en ellos...

—H-Hola... —Saludó Akimaya de tres añitos, paseando su pie de atrás para adelante con timidez—. Vi que estaban jugando a las muñecas y pues yo también quería jugar...

—¡Aléjate, nos das asco!

.

—¡Annie-chan! —Exclamó Ryoka de cuatro años, corriendo hacia la rubia de trenzas a los costados—.

—¿Qué quieres?

—¿¡Podemos jugar!?

La mayor por tres años la miró con una ceja levantada. Estaba apunto de decirle que no, cuando de reojo vió como dos niños de ocho años se acercaban a ellas. Sonrió con pura malicia y asintió a la menor.

—Pues claro, pequeña.

.

La pelirosa lloraba en silencio en una esquina del cuarto de lavado. Annie y los otros niños le habían cortado el pelo hasta por encima de los hombros, cuando ella originalmente lo tenía por la cintura.

—¿Ryo-chan? —Llamó Isabel, preocupada por su "hija"—. Cariño, ¿Qué suce...? —Antes de que pudiera decir algo, cayó sentada, con los ojos abiertos completamente—. ¡Estás cubierta de sangre, Ryo! ¿¡Quien demonios te hizo esto!?

—Madre. —Susurró Akimaya, levantando la vista—. Y-Yo... Yo lo hice.

La mujer quedó paralizada, temblando ligeramente. De su bolsillo sacó una tableta, recopilando todos los puntos verdes que salían en el mapa. Cuando los niños llegaban a la guardería, debía ponerles un rastreador en la planta del pie, para evitar perderlos. Ojeó por las ubicaciones, notando como tres de sus niños estaban acoplados detrás de un árbol en el patio cuando deberían estar en el comedor. Sus pupilas se agudizaron, mientras una gota de sudor caía por su sien.

.

—Gracias por venir, héroes. —Saludó la madre del orfanato, haciendo reverencia—.

—Mucho gusto, Isabel. —Habló Nezu, en el hombro de Present Mic—. ¿Quién es la niña de quien nos dijo podría ser el próximo proyecto Ideal Hero Mold?

—Venga, síganme por favor. —Pidió ella, encaminándose hacia el comedor—. Su nombre es Akimaya Ryoka, dentro de veinte días cumple sus cinco años.

—Por lo que oí en la llamada, asesinó a tres niños. —Recordó Endeavor, mirando con desconfió a la señora—.

—Se hizo la evaluación y Ryo-chan salió inocente. Los asesinatos fueron en defensa propia. Según su testimonio, solo recuerda ver que cortaban su cabello, después a Annie, la causante de todo, sacando una navaja y luego de eso no se acuerda de nada. Los doctores detectaron una doble personalidad en Ryo-chan gracias a su singularidad.

—O sea que esta niña no solo nació directamente con un Quirk, si no también sufre del trastorno de identidad disociativo, tiene un poder inhumano, es asesina, una prodigio y se acuerda de absolutamente todo desde que abrió sus ojos por primera vez. ¿No? —Recopiló Vlad King, sin creer del todo—.

—También sufre de ansiedad. —Agregó la madre, con una sonrisa—.

—Qué molesto. —Gruñó Aizawa—.

—Eraser Head-san, no se ponga así. ¡Conoceremos a lo que dentro de unos años será reconocido como el nuevo símbolo de paz asiático! —Intentó alegrar All Might, en su forma musculosa—.

—Cállate.

—Sí señor.

—Aquí es. —Interrumpió la femenina, abriendo la puerta del comedor y dejando ver a una pequeña niña con aspecto de demonio dibujando sobre la mesa y moviendo sus piececitos que colgaban de la silla—.

—Nana, ¿Quiénes son? —Interrogó la menor, mirando a todos con miedo—.

—Es muy tierna para ser lo que es... —Murmuró Midnight a Present Mic, quien asintió en respuesta—.

—Ven. —Mandó la etiquetada como madre, acomodando a su adoptada frente a los héroes—. Saluda.

—Hola... —Mustió la infante, mirando a sus zapatitos y jugando con sus manos atrás de su espalda—... Pueden llamarme Ryo-chan; Así me apodó Madre Isabel y me gustaría seguir conservándolo, por favor...

Sujetándose del lavamanos, levantó su cabeza y la dejó caer con fuerza sobre el mueble. Se quedó unos segundos quieta, pero luego renovó otro golpe. Así siguió un buen rato, estrellando su cráneo contra el mármol hasta que en uno de esos, su frente se partió. Mirándose en el espejo, sonriendo al saber que su ataque de ansiedad terminó y admirando las gotas de sangre caer por su rostro, escuchó como alguien entraba a los baños.

No miró a quien sea que fuese, simplemente dejaba correr por sangre, manchando su traje y el piso.
Jiro quedó paralizada en la entrada, asustada de ver el estado de su compañera. No mucho pasó para que recordara la vez que Ryoka perdió el control en el campamento, inundándola con unas intensas ganas de llorar de terror. Cuando quiso salir de ahí para llamar a su maestro, chocó su espalda contra la puerta. Se dejó resbalar hasta sentarse en el suelo, arrinconándose y alejándose lo más que pudiera de quien ahora estaba segada de pensamientos suicidas.

Conectó sus auriculares al suelo y murmuró algo casi inaudible; Si no hubiera sido porque Shoji tenía convenientemente una oreja convertida, nadie hubiera oído sus suplicas de ayudas.

—¿Jiro-san? —Susurró él, extrañando a Bakugo, quien había llegado hace unos minutos junto con Kaminari y Kirishima—.

—¿Qué tiene orejas largas? —Preguntó el rubio, sin ganas de quedarse con la duda—.

—Está pidiendo ayuda. —Informó un poco más alto, interrumpiendo la conversación de sus compañeros—. Jiro-san está diciendo que Akimaya está en el baño, gravemente lastimada.

—¿Ah? —Articuló Yaoyorozu, siendo la primera en dirigirse rápidamente al baño—. ¡Jiro-chan, Ryo-chan! —Exclamó, antes de entrar—.

Los demás esperaron afuera, algo confundidos. No fue hasta que Momo salió agitada y habló.

—Llamen a Aizawa-sensei, ¡rápido!

Según investigué, pronto comenzaran las escenas Todomomo en el manga de BNHA- 💀/carita de carabela,,
Joder, estoy tan enojada. No por el shipp, ya que se podría decir que es lindo¿,, pero tendré que cambiar un montón de cosas para que Ryo siga con Shoto.
Y no, no pondré a Momo como enemiga porque realmente me cae bien y no puedo verla de una forma mala(?