❝Estoy viva pero estoy muerta
Escucha mi voz en tu cabeza
Mira cómo te llena de pavor
Hasta que enloquezcas❞

La peli-rosa lloraba en una camilla improvisada, liberando ese inmenso dolor que sentía en el típico nudo de su pecho.
Sintió ese par de manos masculinas acariciando su cabello, apoyándola silenciosamente en su ansiedad.

—Cariño... —Llamó Todoroki, apartándole las manos de su cara, así dejando en evidencia el lío de lágrimas desastrosas que era—. No llores más, por favor; me duele verte así...

—S-Shoto... Yo estuve apunto de...

—No, no lo digas. —Recomendó él, agarrándola del mentón y pasando su pulgar delicadamente sobre el labio inferior—. Estoy seguro de que los demás entenderán-...

—Shoto, así no es. —Interrumpió ella, limpiando sus llantos con brusquedad—. Simplemente, soy horrible. Soy una jodida asesina.

—No has hecho nada malo, cariño. —Recordó, intentando convencerla—.

—She Devil... —Explicó ella—. Es una singularidad que tiene un lado de vida propia que puedo controlar dependiendo a mis sentimientos. Algo así como Dark Shadow, que es más peligroso de noche. Yo... He cometido muchos asesinatos de los cuales ni me acuerdo, por que no era yo la que los provocó... —El bicolor no dijo nada, dando a entender que quería que continuara—... El hecho de haber crecido con mi Kosei activo siempre, no me dió la fuerza que necesitaba para controlarlo. Los niños que me molestaban en el orfanato morían, sin exención alguna. Al igual que con los pro-hero que me trataban como basura. —Todoroki abrió un poco sus ojos, sorprendido ante aquella declaración—. Maté a muchas personas, Shoto. Y provoqué que mi familia se separase; mi mamá murió, padre me abandonó y mi her... Olvídalo, es una idiotez.

—Linda... —Habló, mirándola a los ojos—. Era por eso que... Claro, ahora entiendo; no solo te culpas por la muerte de tu madre-...

—Ryo-chan, ¿cómo te...? —Aizawa, quien había entrado de golpe a la habitación, quedó estático en su lugar—. ¿Todoroki? ¿Que haces aquí?

—Yo...

—Bakugo. —Pronunció ella. Los mayores la miraron confundidos—. Bakugo, ¿cómo está?

—ah, él. —Shota llevó su mano derecha a su nuca—. Él está bien, pero tiene que reposar su herida por algunas horas mientras se cierra.

—¿Y los demás? —Preguntó la misma—. A Monoma le quebré un diente, creo.

—De echo, sí. Ahora tiene un diente de oro y se ve más loco de lo que parece. —Comentó, con una cara de desagrado—.

—Al menos los demás están bien... —Suspiró, la demonio—.

—Todoroki. —Volvió a llamar él—.

Ambos se dirigieron una mirada y luego asintieron, como si pudieran hablar telepáticamente. El azabache se acercó a la puerta y la abrió poco a poco, dejando ver a los alumnos de la Clase A, junto con algunos de la Clase B.

—Akimaya-chan... —Vociferó el peliverde, mirándola con algo de miedo—.

—Ryo... —Alargaron, de igual manera, Uraraka y Ashido—.

—Shota-sama, sácalos. —Ordenó, bajando la cabeza y apretando las sábanas—. Por favor, te pido que los saques.

—Creo que merecen una disculpa, Ryo-chan. —Le dijo el mayor, levantando el mentón—.

—Ahora mismo no, lo haré mañana en la mañana.

—Ryo... —Pidió su novio, agarrándola de la mano—.

—...

—L-Lo siento mucho... —Gimió, mientras lágrimas descendían por sus mejillas—. De verdad, lo siento. No merezco ser tratada como una heroína cuando casi me juego la vida de mis compañeros... De nuevo, lo siento...

—Hey, perra. —Habló Katsuki, saliendo de entre los estudiantes y acercándose a ella—. Cuando me atacaste... Dijiste algo...

—¿ah...?

—"No sabes lo mucho que te admiro, a pesar de que me hayas humillado frente a mis primeros amigos". —Repitió él, mientras se posicionaba a la par suya—.

—...

—Lo siento. —Dijo de repente—. Lamento lo que dije en el festival deportivo y lamento el hecho de haberte tratado como alguien menos importante solo por que eres mejor que yo.

—¿Baku...go? —Fue lo único que logró articular la contraria—. Y-Yo también lamento lastimarte.

—No importa, me lo merecía. —Interrumpió, pasando sorpresivamente una mano por su cabello y sacándole un poco la lengua—.

—G-Gracias... Gracias, Bakugo. —Murmuró ella, antes de explotar en llanto y abrazarlo por la cintura. Él la observó pálido, más no la apartó—.

—Tsk... Perra tonta.

—¡A-Akimaya-chan! —Vociferó Izuku, dirigiéndose hacia la protagonista—. Por favor, para de llorar... Nosotros no estamos resentidos por lo qué pasó, de hecho, ¡nos alegra que no haya pasado a más!... Ya nos explicaron todo, así que no te preocupes.

—Akimaya-san. —Dijo esta vez Tenya, acomodándose los lentes—. Tiene que actuar de una forma más correspondiente a su posición como Fiscal.

—¡Iida-kun tiene razón! —Trató de animar Uraraka—. Después de todo eres como nuestras senpai, ¡tienes que enseñarnos como lucir fuerte en estás situaciones!

—Tsk, niños estúpidos de la clase 1-A. —Gruñó Monoma—.

—Cállate, diente de oro. —Demandó Tendo, mirándolo amenazantemente—.

—¡Un perfecto diente de oro!

La pelirosa soltó una risita, para finalmente ver a todos con una sonrisa enternecida.

—No me pudieron tocar mejores compañeros... —Susurró—.

—Sí, sí. Eso ya lo sabemos. —Habló Tetsutetsu de forma egocéntrica—. Pero, ¡entréname Akimaya-san! —Gritó de golpe, poniéndose de rodillas y agarrando la mano de la nombrada—. ¡Puedes golpearme para disciplinarme! ¡Pero entréname por favor!

—¡Cállate microondas! —Exclamó Neito, golpeando a su compañero en la cabeza—.

—¡Au, au! ¡No alcancé a activar mi Quirk, demonios!

Sé que el capítulo es corto, no me maten por fa. 😭😭