❝Así que cierra la puerta y tira la llave
No puedo luchar más contra esto,
solo somos tú y yo
Y no hay nada que yo, nada que yo pueda hacer
Estoy atrapado contigo, atrapado contigo, atrapado contigo❞

—Mgh... —Se quejó Akimaya antes de sentarse poco a poco—.

—Ryo. —Recovery Girl acarició su mano—. ¿Cómo te siente?

—Bien. —Su cuello tronó—. Algo entumecida. ¿Tuve heridas graves?

—No... —Suspiró y revisó unos papeles—. Tus brazos se rompieron, tu cadera se partió en dos, tus músculos del torso se desgarraron y tus tímpanos se reventaron.

—¿Qué demo...? ¿Mis tímpanos? —Hizo una mueca—. ¿Qué tienen que ver mis tímpanos?

—La presión. —Respondió la anciana con simpleza y quitó unas vendas de sus brazos—. No sufrirte daños permanente, pero tendrás que descansar tu Singularidad por algunos días, ¿si sabes a lo que me refiero?

—No entrenar ni mucho menos moverme. —Repitió recordando las muchas veces que le dijo lo mismo—. Estaré bien, tranquila. —Le sonrió y se escuchó como alguien tocaba la puerta—.

—Recovery Girl. —Endeavor pasó—. ¿Ella podrá hacer sus pasantías?

—Sí, solamente si descansa lo suficiente.

—Bien. Entonces, te veo en mí agencia. —Asintió en forma de despedida y salió nuevamente—.

—¿Puedo seguir arbitrando? —Le preguntó la menor—.

La enfermera la miró con los ojos entrecerrados. —Solamente supervisando, deja que Cementoss y Midnight se encarguen del resto.

—Gracias, Chiyo-sama.

—De nada, cariño.

(Pov. Akimaya Ryoka)

Me levanté y caminé por los pasillos.
Al cabo de unos minutos, llegué al estadio, donde me senté a la par de Cementoss y me preparé para el enfrentamiento de Bakugo contra Todoroki.

—¡Saluden! —Grité desde mi asiento, más sin embargo ninguno lo hizo—. Bueno, no insistiré con ustedes.

—¿¡Listos...!? ¡INICIEN!

El humo se dispersó, dejando ver a el albirrojo inconsciente fuera de los límites.
Katsuki corrió a él diciendo un montón de cosas y lo agarró del cuello de la camisa, amenazándolo. Pero Nemuri fue más rápida y lo durmió con su Quirk.

—¡Bakugo gana! —Anunció la arbitra—.

—Todos los eventos de primer año del Festival Deportivo de este año han sido completados. ¡Y ahora, la ceremonia de premiación! —Presentó Kayama—.

—En adición a Tokoyami-kun, también está Iida-kun en tercer lugar, pero él se fue antes por razones familiares. ¡Gracias por entender! —Sonreí a las cámaras, cerrando mis ojos—.

—Es muy... —Empezó un entrevistador—.

—... linda... —Finalizaron todos en coro—.

—¡Ahora, entregaremos las medallas! La presentación, será hecha por este hombre... ¡Nuestro héroe, All Might!

—¡He traído las medallas! —Gritó al caer del techo—.

—Ahora, por favor entrega las medallas empezando desde el tercer lugar. —Mandó la heroína—.

—Joven Tokoyami, —le colocó al pieza de bronce— felicidades. Realmente eres fuerte. —Lo abrazo—. Sin embargo, para luchar bien contra diferentes tipos, no debes confiar en tu Singularidad. Si entrenas más tu propia fuerza, tendrás más opciones cuando luches. —Pasó al segundo lugar—. Joven Todoroki. —Le puso la pieza de plata—. Felicidades. Asumo que hay una razón por la que no usaste tu lado izquierdo en la final.

—Tuve una oportunidad en el entrenamiento con Midoriya, pero luego me volví inseguro. Creo que entiendo un poco por qué estás interesado en el. Quiero ser un héroe como tú, pero no creo que sea correcto para mí ser el único que lo haga. Aún ahí algo que quiero resolver.

—Tu cara se ve totalmente diferente. —Lo abrazó—. Estoy seguro de que podrás hacer lo que quieras hacer. —Caminó al primer puesto—. ¡Ahora, Joven Bakugo! —Lo miró—. Pero, esto es demasiado. —Le quitó el bozal—. ¡Buen trabajo haciendo lo que dijiste durante la juramentación!

—All Might... Un primer lugar como este... ¡No sirve de nada! ¡Aunque todos en el mundo lo reconozcan, si yo no lo hago, entonces es basura!

—En este mundo donde las personas constantemente comparadas públicamente no hay muchos que puedan seguir apuntando a la cima de una escala inmutable. Solo toma esta medalla, ¿bien? ¡Piensa que esto es una "herida", así nunca lo olvidarás!

—¡DIJE QUE NO LA QUIERO!

—Ya, ya. —Intento ponérsela, pero como se resistió se la termino colocando en la boca—. ¡Ten! —Miró a los estudiantes—. ¡Entonces, ellos son los ganadores de esta vez! ¡Pero, escuchen! Cualquiera aquí pudo haber terminado en el podio. Solo como ven... ¡Competir! ¡Mejorar cada vez! ¡Y subir aún más! ¡La siguiente generación de héroes definitivamente está floreciendo! ¡Así que, solo tengo algo más que decir! ¡Todos, digan conmigo por favor! Listo...

—¡ULTRA PLUS! / ¡Gracias por su gran esfuerzo! —Gritó él, al mismo tiempo que la audiencia—.

—¿¡Eh!? ¡Debiste haber gritado "Ultra Plus" allí!

—¡Lo siento! —Se oían abucheos por todos lados—. Es que todos lo hicieron muy bien...

—Buen trabajo. —Felicitó Shota cuando ya todos estábamos en el aula—. Mañana ni el día siguiente habrá escuela. Estoy seguro que los héroes profesionales que observaron el festival deportivo querrán reclutarlos, pero consolidaremos todo y lo anunciaremos cuando regresen. Así que descansen y espérenlo.

—¡Sí!

—Pueden irse.

Todos nos levantamos y salimos del lugar.
Cada quien iba en lo suyo, hasta que Deku se puso delante mía, haciendo una reverencia.

—¡Lamentó lo del segundo enfrentamiento! ¡Saliste muy lastimada por mi culpa!

—No importa, Midoriya-kun. —Solté una risita—. Era mi trabajo.

—¡Pero...!

—Yo también lo siento, Akimaya-chan.

Miré a quien lo dijo, era Shoto.
Tenía el mentón bajo y los ojos entristecidos, por lo cuál lo tomé de los hombros y lo abracé.

—No pasa nada, Todoroki-kun. —Observé a Izuku—. Tampoco fue mucho el daño. —Sonreí—. Solamente me reventaron los músculos, huesos y tímpanos.

Un aura pesimista los rodeó casi al instante. —Así no mejoras nada...

Reí. —De verdad, no es para tanto. Dejemos las cosas como están. Además, te están esperando Midoriya-kun.

—¿Ah? —Volteó, encontrándose con Uraraka muy cerca de su rostro—. ¡A-AH, S-SÍ! ¡Nos vemos dentro de unos días! —Dicho eso se alejó junto con la castaña—.

—Acompáñame a casa. —Levanté una ceja ante el pedido de Shoto—. Por favor. El viejo no está.

—T-Todoroki-kun... —Me separé—. ¿No era que no te gustan los abrazos? ¿Por qué no me apartaste?

—Me gusta los tuyos. —Desvió su mirada, algo roja—.

—Uh... En ese caso, debería dártelos más seguidos.

Asintió con una -casi inexistente- sonrisa. —Entonces, ¿vas?

—¿Para qué iría? ¿Entrenar? ¿Estudiar?

—Solamente... Me siento bien a tu lado. —Susurró y levantó su vista—. Me podrías acompañar mañana.

—¿Acompañar a donde? —Entrecerré mis ojos, desconfiada—.

—Haces muchas preguntas. —Me agarró de la mano y comenzó a caminar—. Le diré a Fuyumi que te dé ropa.

—¿Fuyumi? ¿Es tu hermana? —Asintió—. Pero seguramente no me queda, ella es mayor.

—Pero es muy enana. —Solté una carcajada—. ¿Qué?

—¿Por qué eres tan grosero? —Le di un codazo—. Es tu hermana.

—Mmh... —Apretó sus labios—. Oye... Sobre lo de hace unas horas...

—Etto... Mirko me llama. —Saqué el celular y simulé atender una llamada—. Hola... Ajam... ¿Ahora mismo...? Oh... Bueno, voy para allá. —Volví a guardarlo—. Dice Rumi que la espere en parque central, así que ya me tengo que ir.

—... Está bien.

—Nos vemos luego. —Despedí nerviosa y di media vuelta—.

—Al menos le hubieras dado vuelta al teléfono. —Murmuró él, con gracia—.