❝ Voy a la última moda
y me erijo en mi trono,
esperando una invitación
para nunca presentarme ❞.

—¡Volvimos luego 15 de minutos de anuncios! —Dijo Nezu—. Iniciaremos con la primera competencia, pero, lo que haremos antes será descalificar a un IHM. —Informó—. ¿Cómo lo haremos? Fácil. El golpe más débil. —Resumió, antes de que un juego de arcade apareciera detrás de él en una plataforma que salía desde el suelo—. Un martillo de más de 50kg, tendrán que agarrarlo y golpear el topo lo más fuerte que puedan. El que tenga la peor puntuación, será descalificado. Se hará uso de su singularidad si así lo desean.

—Jojo. —Rió Present Mic—. Entonces, ¡empecemos esto lo más rápido posible! Así que, ¡Konan, marcarás el inicio!

Ella asintió y caminó hasta la plataforma. Ahí la pelimorada hizo que sus piernas se convirtieran en papel y se apoyaran en sus manos, dándole más fuerza. Alzó el gran mazo y lo dejó caer con fuerza. Una alarma sonó en el juego, para después narrar su puntuación.

—¡Nivel récord, 788!

—Ja. —Soltó sin gracia, continuamente se alejó del juego para darle lugar a Katashi—.

—¡Spinerbreak, veamos que puedes hacer! —Exclamó el presentador—.

El pelirrojo sostuvo el martillo con facilidad, y sin usar su quirk, lo dejó caer sobre el topo. Nuevamente la alarma.

—¡Segundo puesto, 398!

—Nada mal. —Soltó Mic—. ¡Hiro, veamos si necesitas de tu poder!

Obviamente, aquello no pasó.
Y sin necesidad de usar su particularidad, rompió el récord de Katashi.

—¡Nuevo segundo puesto, 401!

—¡Novu, sigues! —Avisó el rubio gritón—.

—Mi fuerza es mala. —Gruñó, agarrando el arma del juego—. Maldición. —Jadeó al no poderlo casi levantar, luego golpeó el topo con torpeza—.

—¡100!

—Ooouh. —Aulló Present—. Eso fue algo bajo, pero relativamente alto para los hombres de su edad.

—¿¡Me dijo viejo!? —Gritó Novu, exaltado—.

—¡Killua, niño tierno! ¿Qué será de ese pobre bebé flacucho? —Comento el poco de profesional, Mic—.

—¡Nuevo récord, 1021!

—¿¡EN QUÉ MOMENTO!? —Exclamó Yamada, asustado—. ¡Ni siquiera lo vi!

—Su particularidad. —Recordó Aizawa, rodando los ojos—.

—Nunca subestimes a un proyecto IHM. —Regañó Mirko, siendo seguida del suspiro de All Might—.

—C-claro... —Hizashi acomodó sus lentes—. Sigue Rini

La delicada niña sacó un 231.

De último, pasó Ryoka. Activó su singularidad y alzó el mazo.
De reojo miró como Todoroki estaba en las gradas, luego pasó a ver a Hiro. Él la miraba con una sonrisa burlona de medio lado, algo que la sacó de quicio.
Cuando el arma golpeó el juego de arcade un ruido extremadamente fuerte se oyó y humo salió del topo. Midnight alejó a su ahija en el momento que el juego comenzó a saltar chispas y algunos tornillos salían disparados.

—Wow... —Murmuró Mic—. ¿Ella rompió el juego? ¿Ella lo hizo? ¡Qué semejante poder de mujer!

—Con eso podemos darle de ganadora. —Informó Aizawa—. Eso significa que, Novu, más suerte para la próxima.

—¡Entonces, damos una gran despedida a Knov, mejor conocido como Novu!

—Pues, te fallé, Hiro. —Le habló el mayor—. Mi espalda duele.

—Tranquilo anciano, yo iré con Killua. —Avisó—.

—Eso significa que yo iré con Erimi. —Adivinó Konan—.

—¿Erimi...? —Susurró Ryoka, confundida—.

—Es Rini. —Le dijo Killua, al lado de ella—. Mi nombre de héroe es mi nombre real. Igual que Konan. Hiro en realidad se llama Hiroko.

—Oh, claro... —Ella asintió—. Por cierto, Killua-kun, ¿cuantos años tienes?

—Doce. —Respondió sencillamente, metiendo sus manos en las bolsas de su pantalón—. ¿Y usted, Ryo-senpai?

—15, casi 16. —La mencionada sonrió y llevó una de sus mano al cabello del albino—. Llámame con honorífico "chan", me gusta más.

—¡Genial! —Rió él—.

—¡Bueno, ya que Novu se retiró del arena, comenzaremos con la verdadera pelea! —Presentó Mic—. Ya todos han de tener sus parejas y El Director les explicó el juego, así qué, ¡pónganse en la línea de salida!

Ahora todos se acomodaron frente a la salida del estadio, donde estaría Midnight con una pequeña bandera marcando la salida y Cementoss colocando las esposas en las manos y pies de los concursantes.

Pov. Akimaya Ryoka.

—¿Estás lista? —Preguntó Katashi, yo asentí—.

Mi mano derecha estaba encadenada con la izquierda de Maeba, quien se dedicaba a estirar sus piernas. Yo lo miré de arriba a abajo, notando como su delgada espalda se fruncía con sus movimientos. Llevé lentamente mi mano libre ahí y apenas acaricié, Katashi saltó en su lugar. Killua y Erimi rieron frenéticamente, mientras que Hiro soltaba suaves carcajadas.

—¿Pasa algo? —Pregunté con calma—.

—Ese pelirrojo que ves ahí tiene inseguridad en su espalda y no soporta que la toquen. —Explicó Konan de forma burlona, pero neutra—.

—Pero, tu particularidad sale desde tu espalda. —Recordé, más confundida—.

—Es... Algo extraño. —Soltó él, riendo nerviosamente—.

—... Claro...

—¡Todos! —Llamó Midnight—. ¿Preparados?

Al oír aquello, las tres parejas nos colocamos de forma automática en la línea que señalaba la salida.

—¿No importa si agarro tu mano? —Preguntó Katashi—. Será más cómodo si entrelazamos las manos.

—Me parece bien. —Asentí, cruzando su extremidad con la mía—.

—¿Listos....? —Exactamente dos segundos después se escuchó un fuerte disparo, marcando el comienzo de la carrera—. ¡Ya!

Los seis comenzamos a correr en los alrededores del estadio, siendo seguidos por unos pequeños robots voladores que nos grababan y trasmitían.
Tal vez corrimos unos 400 metros, cuando llegamos al primer obstáculo. Esto me recordaba mucho festival deportivo de U.A., pero más peligroso.

Una piscina de lava, para pasar teníamos que saltar por las columnas especiales que habían ahí. La piscina tal vez era de unos 200 metros o más, realmente era grande.

—Pasemos a la primera estructura. —Avisó Maeba, agarrándome de imprevisto desde la cintura y impulsándose con los huesos de su espalda para saltar—.

—Tu Quirk es genial. —Le dije—.

—Gracias, supongo.

Notamos como a nuestra derecha Konan y Rini pasaban volando con alas de ¿papel?
«¡Maldición! ¡Konan tiene una singularidad inigualable!»
Gruñí por mis pensamientos, y cuando estuve apunto de planear algo con Katashi, la plataforma en la que estábamos se movió con brusquedad. Ésta vez Spinerbreak me cargo al estilo nupcial y pasamos la piscina de lava desplazándonos sobre alargados huesos que salían de la espalda de mi compañero.

—Lamento no haber sido de ayuda. —Me disculpé al momento que llegamos nuevamente a tierra, donde reanudamos nuestro correr—.

—No hay problema.

Seguimos corriendo, pasando por una calle llena de huecos y algunos charcos de arena movediza pero, vamos, ¿qué era esa miseria contra nosotros?
Llegamos al siguiente obstáculo, que era una pared gigante con diferentes armas que nos atacarían al subir por unas cuerdas no tan seguras.

—A la mierda las cuerda. —Gruñí, estirando mi mano libre en dirección a Katashi mientras seguíamos corriendo—. ¿Confías en mí?

—Confío en mis compañeros. —Contestó, agarrándome de la mano—.

Corrimos un par de metros mes, y activé me singularidad. Lancé a Spinerbreak por los aires, quien se sorprendió al ver mi acción. Justo en el momento que la cadena de las esposas se estiró totalmente, me agarré de una de las cuerdas flojas y me impulsé a saltar. Ambos quedamos en el aire con la fuerza suficiente para sobrepasar aquellos 30 metros de pared. Cruzamos y, para amortiguar la caída, me sostuve de otra cuerda y me resbalé por ella, Katashi se sostuvo de mí para no caer. Mi mano comenzó a quemar justo en el momento del impacto, pero el varón me ayudó sacando los huesos de su espalda y usándolos como apoyo para caer.

Fuimos los primeros en pasar.

—Genial. —Dijo él, comenzando a correr otra vez—.

Yo desactivé mi singularidad y lo seguí.

—¿Cuantos obstáculos crees que sean?

—No lo sé, tal vez unis cinco. —Intenté adivinar a su pregunta, pero, se comenzó a ver una mancha negra a lo lejos, que mientras más nos acercábamos, más grande se hacía—.

—Maldición. —Jadeó Maeba, asombrado—.

—¡Oh yeaaah! —Se oyó de Present Mic, hasta ahora no le había puesto atención—. ¡Un túnel de 700 metros lleno de pura oscuridad y monstruos que los atacaran a ciegas! ¡Sin mencionar que esos monstruos pueden ver! Créditos a Ectoplasma-san, que creó a los "monstruos" con su particularidad, y a Hatusne Mei de U.A., que fabricó los lentes de ver en la oscuridad para los clones.

—bien, entremos. —Decidí al ver como las otras dos parejas estaban a unos metros de nosotros—.

Y ahí, en medio de la carrera, entramos al túnel subterráneo, nuestra tercera prueba.