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❝Yo siempre supe que
yo he sido diferente en el amor
Y que no siento como el resto
de la gente, no
Solo este amor es el que
dura eternamente
Que la muerte nos separe
o nos una para siempre
Andando solo y sin destino,
sin saber por qué camino
Pero llegaste tú
y todo empezó a cobrar sentido
Comencé a sentirme vivo
y a dejar de estar perdido
Y a pesar de ser un zombie
noté mi primer latido❞
Desperté gracias al maravilloso dolor que tenía en la pelvis. JA.
A pesar de que Todoroki fue cariñoso y atento ayer, me duele un pedo el cuerpo.
¿Qué tenía ahí? ¿Un Terminator versión... no tan miniatura?
Intenté levantarme, más sin embargo mis movimientos fueros cesados por la horrible sensación. Gruñí; había sentido peores cosas, pero aún así dolía.
Me dejé caer y volteé mi visión en dirección al heterocromático, quien seguía en su quinto sueño. Apreté mis labios para evitar sonreír como tonta enamorada y acaricié su pelo. A los minutos sus ojos se fueron abriendo poco a poco, hasta dejar a la vista esos ojos impares que tanto me gustaban.
—... ¿Por qué paras tus mimos?.. —Preguntó con la voz ronca—. Sigue. —Mandó con un pequeño puchero y se acurrucó en mi pecho—.
—Recién despierto eres muy diferente emocionalmente. —Burlé reanudando mis cariños en su cabello—.
—Estoy cansado... ¿Cómo te sientes? ¿Te duele algo?
«Sí, todo»
—No, para nada. —Respondí tranquila—.
—No me mientas. —Me miró con los ojos entrecerrados, sacándome una risita por lo tierno que se veía—. Moviste la nariz. ¿Qué es lo que te duele?
—Solo la pelvis, pero es normal... Creo.
—Supongo que sí. —Se sentó y tiró su pelo hacia atrás—. ¿Quieres que haga el desayuno?
—No hace falta. —Sonreí y imité su primera acción con algo de dolor, pero él me volvió a acostar—.
—De verdad, quiero hacerte sentir cómoda, ayer te lo dije. —Agarró mi mano y besó el dorsal—. Ahora, ¿Qué se te apetece?
—Cualquier cosa está bien. —Alargué la comisura de mis labios ante su atención—.
—Te mostraré mis artes culinarias. —Se levantó completamente y se puso su sudadera de pijama—. Ayer dijiste que tal vez Usagiyama-sama tuviera pastillas anticonceptivas en su habitación, ¿no?
—Sí, compró unas hace un tiempo para explicarme más a fondo sobre... Sobre eso. —Me coloqué boca abajo y hundí mi sonrojada cara en la almohada—. Amenos que ya las haya gastado... —Levanté mi cabeza de golpe—. ¿¡Te imaginas se haya acostado con alguien mientras yo no estaba!? —Puse una mueca de desagrado—. Desde que me fui, no la ha visitado nadie... ¡Solo Hawks! —Volví a esconder mi rostro—. ¡Qué asco!... Nah, sí harían bonita pareja, ¡pero no para el frutifantástico!
—Oye, tranquila. —Todoroki rió un poco y se dirigió a la puerta—. Los buscaré y te los traeré antes, tienen que estar ahí.
—¿Y si no están? —Vi como salió—.
—¡Iré a comprar! —Informó levantando la voz para que lo escuchara—.
—...—Me quedé callada, pensando—. Ja... Rumi y Keigo... Qué cosas me invento.
Estiré mi mano hasta alcanzar mi celular y lo desbloqueé. Marqué el número de Uraraka y esperé a que contestara, lo cual pasó luego de tres tonos. —¿Ochako-chan?
—¡Ryo-chan! ¿Pasa algo?
—Sí... Te lo contaré primero a ti y luego a Mina-chan.
—Uy chismesito. A ver, cuenta.
—Inicié mi vida sexual.
—¿¡QUÉ!?
—Antes de que preguntes —Me adelanté—: fue con Shoto, en mi casa y ahora mismo voy a tomarme la pastilla.
—¡NO, NO, NO! ¡Cristo tiene poder sobre ese hombre y sus asquerosidades que te hace cada vez menos pura!
—No grites. —Suspiré—.
Mientras escuchaba como recitaba la santa biblia, entró Todoroki y me extendió el anticonceptivo junto con un vaso de agua. Agradecí con la mirada y tomé rápidamente esta. —¿Con quien hablas?
—¡AHÍ ESTÁ ESE COCHINO! ¡Pásamelo, no más para leerle un versículo!
—Yū ya me había traumado igualmente. —Giré los ojos y le susurré al masculino—: Es Uraraka.
—Oh. Iré a terminar el desayuno. —Besó mi mejilla y bajó hacia la cocina—.
—... ¡Entonces Pedro dijo...!
—¡Ochako-chan, cálmate!
—Lo lamento, me alteré... Y dime, ¿Cómo fue?
—Al principio me gustó, luego dolió y finalmente me gustó otra vez. —Apreté mis labios algo incómoda—. He sentido peores dolores, ese no fue nada. —Me senté con esfuerzo y apoyé mi espalda en la pared—.
—¿Y el pecador te hizo algo que no te agradara?
—No, todo fue genial. —Sonreí al recordarlo—. Se preocupó mucho por mí.
—Awww, que tiernos... ¡PECADORES!
—Yo he asesinado, Ochako, ya era una pecadora.
—Oh...
—Confío en que no le digas a nadie.
—¡Jamás de los jamases!
—¿Y Izuku-kun? ¿Cómo te va con él?
—... —La llamada se cortó—.
—Miedosa.
Reí un poco y me decidí por esperar la comida pacientemente mientras jugaba con mi teléfono, hasta que Todoroki llegó con una bandeja y el desayuno. —Lamento si te mantuve esperando mucho.
—No importa, ¿Qué hiciste?
—Arroz, huevos, sopa de miso, algas y té. —Me pasó mi plato principal—.
—¡Woah! ¿De donde sabes cocinar? —Pregunté al ver los platillos—.
—Realmente, no soy muy bueno para cocinar. —Rascó su nuca—. Fuyumi a veces me obliga a hacer mi propia comida, por lo cual aprendí lo básico.
—Pues se ve muy bien. —Alagué con una sonrisa—.
—Espero sepa como huele... —Murmuró él, antes de qje mi celular sonara—. ¿Otra vez Uraraka-san?
—No... —Revisé la pantalla—. Es Shota-sama. ¿Qué querrá?
—Responde, no tengo problema.
Asentí y contesté la llamada. —¿Ryo?
—Hola, padrino.
—Hola... Es raro oírte llamarme padrino, hace mucho no lo haces.
—Entonces lo haré más seguido. —Sonreí a pesar de que no podía verme—. ¿Para qué llamabas?
—Sí, eso... Recuerdas que anualmente todos los héroes profesionales de Japón se reúnen para celebrar la paz, ¿no?
—Adivino: me invitaron por quinta vez consecutiva. —Llevé arroz a mi boca con tranquilidad—.
—Así es, y como yo soy uno de los encargados que está a tu mando legal necesito confirmar tu ida.
—Sí iré. —Shoto ladeó la cabeza sin entender nada—. ¡Oh! Casi me olvidaba de preguntar, yo, por ser algo así como una invitada especial, puedo llevar a un acompañante, ¿verdad?
—... ¿Vas a ir con tu novio?
—Sí señor.
—Maldición. —Se oyó en susurro—. Y sí, puedes llevarlo.
—Espera le pregunto. —Miré al bicolor sin alejar el micrófono del celular de mi boca—. Darling, ¿tienes algo que hacer el próximo Sábado?
—No, ¿por qué?
—¿¡Esa es la voz de Todoroki!?
—¡Genial! ¡Ahí estaremos! —Corté antes de sus preguntas de padre tóxico—. ¿Me quieres acompañar a una fiesta formal el Sábado?
—¿Fiesta de qué?
—Héroes de Japón. —Agarré una alga y la metí a mi boca—. Te advierto que va a estar tu viejo.
—Demonios...
—Piensa el lado positivo, vas a poder restregarle en la cara que sales con la mocosa que entrenó. —Le guiñé el ojo—.
—...
—¿Pasa algo? —Cuestioné al verlo algo decaído—.
—No te lo he aún dicho pero... —Suspiró y bajó la cabeza—. Tengo que casarme por obligación al cumplir la mayoría de edad, como mis abuelos.
—¿Qué...? —Dejé el plato de lado y acaricié una de sus mejillas, preocupada—.
—Ya me han estado presentando a mujeres, que una de ellas sería mi prometida. Yo me he negado a todas, no pienso abandonarte. No aún...
—Shoto... —Levanté su mentón y al ver como nuestras vistas chocaban, sonreí forzadamente—. Podemos convencer a tu padre, digo, él te quiere casar para que tengas un hijo que supere el nivel de poder que cualquier otro héroe; así que yo misma podría postularme para ser una de tus candidatas.
—Pero a ti no te gustaría tener hijos. —Dijo ladeando su cabeza—.
—Me tendré que ir mentalizando. —Volví a sonreír, pero ahora honestamente—.
—Tampoco quieres casarte. —Me observó confundido—.
—No solo por ser mujer debo de hacerlo, pero no me importaría si es contigo. —Fui acercando nuestros cuerpos, hasta formar una abrazo—. Solo no te separes de mí...
—Nunca lo haré, Ryo...
—¿Cómo la pasaron este finde semana? —Preguntó Yaoyorozu al estar todas en la sala principal del edificio 1-A—.
—¡Yo fui a unas aguas termales! —Exclamó Toru con felicidad—.
—Cuidé a mis hermanos. —Respondió Asui, con un aura de pesadez—.
—Compré una guitarra. —Jiro habló—. Pero casi quedo pobre, era muy cara.
—Apuesto a que Ryo-chan se la pasó mejor que todas. —Molestó Uraraka, con una cara rara—.
—¡Oh! ¿Tú que hiciste? —Cuestionó Ashida, confundida—.
—Folla...
—¡Leerme un manga! —Grité, empujando a la castaña del sofá para que evitar que dijera nada—.
Aaah, últimamente odio mi forma de narrar. 🕳🏃♀️💨
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