Estoy sintiendo esta estúpida sonrisa, y ni siquiera se supone que debería hacerlo. Realmente temo porque algún día crea que la miro demasiado por algo malo.

Ver su uniforme de educación física pegado a su cuerpo mientras juega voley es realmente una de las mejores cosas que me han pasado en estas últimas aquí dentro.

"Deberías pedirle su número, o al menos dejar de babear por ella"

Mi mirada más incrédula fue para Lalisa en ese momento. Bien, no debería de haberle dicho a mi compañera de banco acerca de mi crushazo con la delegada del curso, y es que por un demonio que no podía sostenerlo conmigo misma. A lo mejor yo no era tan antisocial como creía que era, puesto que Lalisa había sido para mí de gran apoyo emocional.

De todas formas la ignoré y me dispuse a recuperarme porque al próximo cambio me tocaba entrar a defender.

Kim Jennie me vio cuando entré al partido y me guiñó un ojo, claro, todo iba a estar bien.

Es tan tierna. Quisiera ser más valiente. 

A lo mejor Lalisa sí tenía razón y yo debía acercarme.