TaeHyung estaba confundido. Alguien olía muy bien y no podia descubrir al culpable. El olor perduraba en el aire del cuartel general tentando sus fosas nasales sin piedad.

— ¿TaeHyung eres tú? — YoonGi lo olió profundamente.

Él sacudió la bruma de su mente desviado de su primer objetivo con el nuevo.

— No.

— Bueno, quienquiera que sea, huele a "voy a follarte".

— ¿Ustedes dos están bien?— preguntó NamJoon al duo que aun merodeaba en la sala principal.

— Si — ambos respondieron.

Más tarde, el equipo se paró sobre el escritorio de la superficie, TaeHyung de pie frente al gran monitor tratando de concentrarse en la información que salia de su boca. Ahora, sabia quien olía como un orgasmo andante: JungKook.

— Está bien, voy a sacar esto del camino. JungKook... hueles como un afrodisíaco ambulante.

Los tres chicos sobre el escritorio de la superficie se detuvieron para mirar al rubio.

JiMin, otro del equipo, lo miró con una ceja levantada.
— Vaya, YoonGi, ¿en serio?

YoonGi se encogió de hombros casualmente.

JungKook tomó el comentario con calma.

— Gracias.

— Aunque si hueles bien — admitió JiMin

— ¿Qué es? — preguntó NamJoon.

— HoSeok me lo envió.

TaeHyung, que aún estaba congelado, finalmente encontró su lengua. — No olías de esta manera cuando partimos de casa.

— Lo olvidé en el auto anoche. Lo encontré esta mañana y decidi probarlo.

— Oh — las fosas nasales de TaeHyung se ensancharon y tuvo que luchar contra el impulso de abalanzarse sobre su novio y pedirle que lo follara hasta que ambos estuvieran cansados. La entrepierna de TaeHyung se contrajo ante la idea, sorprendiéndolo. Mordiéndose los labios, rápidamente se volvió hacia el monitor, sintiéndose como un adolescente incapaz de controlar sus erecciones aleatorias.

— ¿Estás bien, Louis? — preguntó JiMin cuando permaneció en silencio.

No, no estaba bien, Estaba a diez segundos de bajarse los pantalones y abrir las piernas a modo de invitación para el rizado. Se sacudió, concentrándose en su trabajo, quien empezó a divulgar sus hallazgos, asegurándose de filtrar la lujuria en su voz.

TaeHyung rápidamente se desabrochó el cinturón de seguridad y presionó un beso devorador en la boca de JungKook tan pronto como el auto se detuvo en el camino de entrada. Permitió que JungKook tomara las riendas, plegándose en el beso febril.

Mierda.

TaeHyung asintió con la cabeza, el brillo del sudor cubriendo su piel. — Mm, JungKook.

— Así que... mi perfume te puso así.

— Si — TaeHyung acarició con los dedos el vientre esculpido de JungKook.

— Recuérdame darle las gracias a HoSeok.

El castaño se frotó las decoloraciones que tenía en su cuello.

— No te preocupes, lo usare con moderación. No quería obstaculizar tu trabajo.— continuó el ojiverde.

TaeHyung puso los ojos en blanco y se acurrucó más cerca, bebiendo el aroma natural de su novio.