Parte 6
El castaño terminó la sesión de fotos por ese día, pero aun le quedaba dos días más.
–¿Qué tal quedaron? –se acercó a su amigo y manager que le tomó las fotos, Park Bogum.
–Saliste hermoso como siempre –respondió mientras miraba encantado todas la fotos en las que Taehyung se mostraba coqueto y encantador. –Al dueño de la marca le van encantar.
Taehyung aplaudió muy emocionado. –Lo sé, pero aún nos queda el fin de semana para más fotos.
Bogum asintió y siguió mirando las fotos, mientras observaba a Taehyung ir a la barra para tomar algo.
El castaño se acercaba a la pequeña barra a pedir un coctel, y con la ropa roja que llevaba parte de su cuerpo estaba a la vista, la gente lo observaba, algunos con envidia y otros con deseo, pero eso al castaño no le molestaba para nada, al contrario, a él le encantaba ser el centro de atención, disfrutaba tanto sentirse deseado.
El azabache lo miraba sin poder quitar sus ojos del lindo cuerpo del castaño, de verdad que estaba fascinado con la belleza de Taehyung.
La apuesta que hizo con Jimin, definitivamente la va a disfrutar totalmente, porque ese castaño era un deleite para sus ojos, saboreaba sus labios de solo imaginárselo debajo de él gimiendo de placer, gritando su nombre mientras le daba fuertes embestidas.
Taehyung estaba sentado bebiendo su coctel, Jungkook no lo pensó más y se acercó, no podía seguir perdiendo más tiempo, tenía una semana para ganar la apuesta, así que era momento de acercarse y hacer lo que mejor sabe hacer, seducir.
No es por presumir pero el azabache está seguro que es el maestro de la seducción, por algo nadie nunca se ha negado a estar con él, estaba totalmente convencido que tarde o temprano todos caen ante sus encantos.
Así que estaba más que confiado que ese lindo castaño con cuerpo extremadamente sexy y deseable estaría con él esa misma noche, solo era cuestión de poner en práctica sus pasos básicos de seducción y coquetería y listo.
Se acercó confiado hacia la barra, se sentó junto al castaño que aún daba pequeños sorbos de su coctel, sus ojos se posaron sobre sus labios, como es posible que con solo verlo beber de su trago y respirar ese rico perfume que usaba, sienta un fuego recorrer todo su cuerpo.
Se acomodó en su silla, intentando equilibrar su cuerpo, y mantener su cordura, pero era tan difícil. Si ese castaño era hermoso de lejos, de cerca era como sacado de otro mundo, sus delicadas facciones, su hermoso rostro, su cabello brillante y suave, todo era perfecto.
–Hola –dijo, mientras le mostraba una gran sonrisa.
–Hola –respondió Taehyung que le dio una rápida mirada y luego regresó a seguir bebiendo de su copa.
–Las fotos que te tomaron, seguro saldrán perfectas, te felicito, eres el modelo más lindo que mis ojos han visto.
Taehyung alzó nuevamente su mirada. Ahora lo vio con más detenimiento, el chico que tenía sentado al frente, tenía su cabello oscuro, cejas bien definidas, ojos enormes. Wow eso si que le sorprendió, sus ojos eran enormes pero hermosos a las vez, hasta puede decir que casi se pierde en esa mirada. las facciones de su rostro suaves pero marcadas, su boca, eso si lo descolocó, a más del pircing que se le apreciaba, el cual le lucía tan sexy, tenía su boca ligeramente abierta mientras empujaba sugerentemente su lengua.
Si le pidieran que retrate el concepto de la sensualidad, lo sexy y cautivador de una persona, definitivamente el retrataría la imagen que tenía frente a sus ojos
El chico era muy guapo, su cuerpo bien trabajado, y esos tatuajes que podía apreciar lo estaba llevando a volar su imaginación, a despertar sus deseos más bajos y carnales.
Aun así se mantuvo normal, estaba muy acostumbrado a que los chicos se le acerquen y le coqueteen, que le hagan invitaciones indecorosas era pan de cada día, así que si pasaba eso, no le sorprendería para nada.
–Gracias –respondió mientras dejaba el dinero de su trago sobre la barra y se levantaba para irse.
–Espera. –Jungkook se levantó de su silla y tocó suavemente su mano que aún estaba sobre la barra.
–Hey, no me gusta que me toquen –retiró su mano rápidamente.
–Ok perdón –levantó sus dos manos en señal de que no lo haría otra vez, –me dejas invitarte ese trago que bebiste o bueno si quieres te invito otro y así me acompañas un ratito más –dijo mientras le regalaba una coqueta sonrisa.
–Gracias, pero los tragos que yo beba, me los pago yo, ok, y por ahora ya no quiero más.
Jungkook sonrió, hace tiempo que no se encontraba con un chico difícil, y vaya que eso hacía que el reto de tenerlo sea aún más interesante.
–Bueno, si no quieres beber esta bien, entonces ¿quieres ir a jugar en las máquinas? –preguntó inocentemente sin saber que hablaba con el rey de ese lugar, –he escuchado que los juegos aquí son buenos, podemos pasar el tiempo ahí y luego no sé talvez conocernos un poco más a fondo.
Taehyung sonrió ampliamente.
–Shit –dijo mientras tomaba al azabache de su ropa y lo acercaba a él. –¿Quién eres y de donde saliste?, y porque no eres directo, anda dime lo que buscas, no me gusta los niños idiotas que están con rodeos y no son directos.
Jungkook se quedó pasmado con lo que escuchó, sentía su agarre incrementarse con más fuerza, y su rostro cada vez estaba más cerca de esa linda carita.
Taehyung lo soltó y lo empujó suavemente.
–Vete, no me gusta perder el tiempo, porque el tiempo es dinero como dice mi jefe, si lo pierdo contigo, pierdo dinero.
Jungkook veía a Taehyung alejarse y sin dudarlo lo siguió.
–Soy Jeon Jungkook, mucho gusto –le extendió la mano.
Sin obtener respuesta, ladeó su cabeza, pensó que el castaño es del tipo de chico directo, es decir no le gusta las cursilerías, ni el romanticismo, así que su método de seducción debía tener algunos cambios.
–Ok tu ganas, si quieres que sea directo lo seré, desde que te vi pensé. Ese chico es demasiado lindo. Así que...¿Qué crees?, te ganaste una noche conmigo. Eres muy afortunado –dijo el azabache mientras lo tomaba suavemente de su cintura.
–¿Ah si? No me digas –respondió Taehyung mientras recorría sugerentemente su dedo sobre el pecho del azabache.
–Así es, y justo ahora tengo una duda, no sé si besarte ya y comerte esa linda boquita o esperarme a estar a solas y devorarte totalmente. ¿Cuál prefieres?
Taehyung lo apegó contra la pared, literalmente lo estampó contra una de las columnas del lugar, y se le acercó suavemente, sintiendo sus respiraciones encontrarse, mirándose fijamente a los ojos.
–Veo que te gusta las cosas fuertes y bruscas. –Jungkook relamía sus lamios, delirando por probar esa boquita.
Taehyung no dijo nada solo pasó su lengua por el lóbulo de su oreja, haciéndolo gemir y vibrar de deseo.
-Y yo tengo otra duda- le susurraba suavemente a su oído. -No sé si golpearte en los huevos, o en tu estúpido rostro. ¿Cuál prefieres?, -se alejó rápidamente mientras le dio un gran empujón que lo hizo caer al piso.
–¿Qué?. –Fue lo único que el azabache pudo decir en ese momento, se quedó sin palabras, porque nunca nadie lo ha rechazado y menos de esa manera.
Taehyung se agachó ligeramente hasta llegar a Jungkook que se encontraba en el piso e intentaba levantarse.
–Te dije que no me gusta que me toquen, así que no se te ocurra siquiera pensar en poner tus manos en mi cinturita, idiota –lo empujó nuevamente haciéndolo caer con más fuerza al suelo.
–Tu debes estar loco, como te atreviste a atacarme así –le respondió Jungkook mientras aun seguía en el suelo, –te voy a acusar con el dueño de este lugar, para que nunca más permitan la entrada a locos como tú.
-Fuck you- fue lo único que dijo Tae antes de desaparecer.
–Si crees que no sé ingles, te equivocas, sé perfectamente que eso es un insulto, regresa aquí y dímelo en la cara –gritaba mientras veía al castaño desaparecer entre la gente.
Jungkook se levantaba del suelo intentando no llamar la atención más de lo que ya lo había hecho, se limpiaba con sus manos la ropa, estaba por irse hasta que escuchó una voz que lo hizo detenerse.
–Nunca lo he visto por acá, pero le aconsejo que si no sabe como complacer a ese castaño es mejor que no se le acerqué.
Jungkook lo miró confundido –de que me habla, ¿Quién es usted?-
–Un cliente muy frecuente de este casino, que le puede decir que ese castaño parece un tierno y dulce chico pero es todo lo contrario.
Jungkook alzó una de sus cejas en señal de confusión.
–Es una persona muy extraña, trabaja en este lugar pero no se sabe exactamente en que, pues solo se acerca a algunos jugadores, pero me han dicho que presta todo tipo de servicios, usted me entiende.
Jungkook mostró cierto enojo en su rostro –me esta diciendo que él...-
–Exacto, se acuesta con los clientes, pero dicen que su precio es extremadamente caro, no todos pueden pagar, las malas lenguas dicen que si le llegas al precio te lleva al último piso de este edificio, que es en donde se comenta que el castaño vive, te regala la mejor noche de sexo y luego desaparece así como si nada.
Jungkook se sorprendió por toda esa información, es verdad que el castaño no era fácil y tenía un carácter fuerte, pero de ahí a pensar que se vende de esa manera realmente le sorprendió.
Sin embargó le vió el lado bueno a todo eso, ya que si no es por las buenas, iba a ser por las malas, pero el tendría a ese castaño como sea, esa apuesta no la iba a perder. El dinero no era problema para él, así que le pagaría lo que sea necesario con tal de disfrutar de su cuerpo por una noche.
Jimin jugaba en las máquinas olvidándose de su amigo, sabía que debe estar por ahí persiguiendo a ese modelo, sin embargo estaba seguro que esa noche no conseguiría ganarle, por lo que se relajó y solo se dedicó a jugar.
Pero la suerte no estaba de su lado, en varias horas que llevaba jugando no ha podido ganar, y eso ya estaba empezando a molestarle más de la cuenta.
–Maldita máquina, seguro esta arreglada para robar el dinero. –Si algo caracteriza a Jimin es que cuando se enoja hay que tenerle miedo.
–Maldición –gritó –seguro está máquina la creó algún imbécil, ladrón de dinero –empezó darle golpes a la máquina con sus pies.
-Seguro todas estas malditas máquinas son de algún idiota estafador, claro, del maldito anciano de 100 años como seguramente es el dueño de este jodido lugar- empezó a darle más patadas y golpes con toda la fuerza y la rabia que sentía.
–Hey –escuchó una voz que lo hizo detener sus golpes.
Lo miró de pies a cabeza encontrándose con un chico joven y guapo.
–¿Se puede saber porque golpea algo que no es de su propiedad?
Jimin lo miró con su rostro lleno de furia. Odiaba a la gente entrometida. –Ese no es su problema, no sea metido y siga su camino.
–Le hice una pregunta, creo que no es muy difícil contestar, no se si sabía, pero cada máquina cuesta muchísimo dinero.
Jimin se enojó aún más.
-No me importa si vale oro, es una jodida máquina estafadora, como su dueño, el imbécil que la compró, o talvez esta dañada porque seguramente ese viejo idiota como tiene 100 años, ya no puede abrir bien los ojos y compró esta porquería-. -como quisiera tenerlo frente a mi, a ese viejo maldito-. -Y bueno usted porque no se larga ¿Quién demonios es?-
-Cierto que no me he presentado. Mucho gusto, soy Min Yoongi el dueño del lugar, o mejor dicho, el maldito viejo imbécil que no puede abrir bien los ojos-
Hola, como están
espero que leer el capitulo les haya divertido tanto como me divirtió a mi escribirlo
Nos leemos en el próximo capitulo, los quiero🌷
Ale
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